En Turquía, tribunal condena a prisión a popular alcalde

Captura de pantalla de la transmisión en vivo de Sarachane en Yurttas TV.

El 14 de diciembre de 2022, un tribunal de Turquía condenó a Ekrem İmamoğlu, alcalde del municipio de Estambul y miembro del opositor Partido Popular Republicano, a dos años y siete meses de prisión por insultar a funcionarios públicos en un discurso que pronunció tras ganar las elecciones municipales de Estambul en 2019. También se le prohibió participar en política en el futuro. El tribunal superior de apelaciones debe confirmar el veredicto y, hasta entonces, İmamoğlu seguirá siendo alcalde de la ciudad.

Muchos observadores del juicio afirmaron que el intento de derribar al popular alcalde era un intento del partido gobernante de asegurarse la victoria en las próximas elecciones generales, previstas para junio de 2023.

Lo que hoy se juzga en el caso Imamoglu es la legitimidad de las urnas. La solidaridad con Imamoglu hoy es también un paso hacia la seguridad electoral en 2023.

El periodista Aliser Delek tuiteó:

El Gobierno acaba de declarar que van a perder las elecciones.

Antes del juicio, el alcalde invitó a través de Twitter a los habitantes de Estambul a reunirse frente al edificio municipal del distrito de Saraçhane:

En Saraçhane viven 16 millones de habitantes de Estambul. Así como Estambul y Turquía han reclamado su voluntad antes, lo harán ahora. Sea cual sea la decisión, invito a todos a Saraçhane a las 16:00 horas para mostrar nuestra alegría y nuestra voluntad.

El discurso de 2019

El alcalde pronunció su polémico discurso poco después de la repetición de las elecciones municipales de 2019, que el partido gobernante Justicia y Desarrollo puso en marcha tras perder el control en las principales ciudades, incluida Estambul. Cuando se anunciaron los resultados electorales iniciales en Estambul en marzo de 2019, el partido gobernante insistió en que había fraude e irregularidades. En mayo, la Junta Electoral Suprema anuló el resultado de las elecciones con el argumento de irregularidades del partido gobernante. Pero İmamoğlu ganó las repeticiones, que tuvieron lugar en junio de 2019, con 800 000 votos más.

Meses después de las elecciones de marzo, İmamoğlu fue acusado de insultar a los miembros de la Junta Electoral Suprema en un discurso que pronunció tras la decisión de la Junta de anular los resultados en mayo de 2019 al decir que «la decisión [de anular las elecciones] afectaba a la posición internacional de Turquía», y calificó el fallo de «insensato». En mayo de 2020, una acusación fiscal pidió una sentencia de cuatro años contra İmamoğlu por el discurso.

İmamoğlu ha negado la acusación. Dice que el comentario fue su respuesta al ministro del Interior, Süleyman Soylu, que criticó a İmamoğlu por quejarse ante el Parlamento Europeo de lo que estaba ocurriendo en Turquía y llamarlo «tonto.» Sin embargo, İmamoğlu nunca habló ante el Parlamento Europeo. En cambio, fue durante el discurso del alcalde en la sesión del Consejo de Autoridades Locales y Regionales de Europa en octubre de 2019 en el que describió el ambiente en el país en el período previo a las elecciones:

Local elections were held on March 31st in my country in a social climate and unjust conditions where the freedom of press and expression was restricted, the opposition voices could not find a place in the mainstream media and the culture of living together was weakened. Despite all the negative conditions, we were the winners of the night of March 31 with our campaign based on democracy, freedom, respect for the city and people, and the 16 million Istanbulites’ choice of democracy.

El 31 de marzo se celebraron elecciones municipales en mi país en un clima social y unas condiciones injustas, en las que la libertad de prensa y expresión estaban restringidas, las voces de la oposición no encontraban cabida en los principales medios y la cultura de la convivencia estaba debilitada. A pesar de todas las condiciones negativas, fuimos los vencedores de la noche del 31 de marzo con nuestra campaña basada en la democracia, la libertad, el respeto a la ciudad y a las personas, y la elección democrática de los 16 millones de estambulitas.

Desde su victoria en las elecciones locales, el municipio y su alcalde del opositor Partido Popular Republicano han estado en el punto de mira del partido gobernante. En abril de 2020, cuando Turquía registró sus primeros casos de coronavirus, el partido gobernante acusó a los alcaldes de Estambul y Ankara de actividades ilegales después de que ambos municipios anunciaron campañas de financiación para paliar el COVID-19.

En diciembre de 2021, el Ministerio del Interior publicó un tuit en el que afirmaba haber identificado a más de 500 empleados municipales y empresas relacionadas con conexiones con militantes kurdos, izquierdistas y otros grupos polémicos. En mayo, el alcalde declaró a The Guardian que todas las decisiones municipales estaban «bloqueadas» por el partido gobernante porque el alcalde necesita la aprobación del consejo municipal y del Gobierno municipal, ambos controlados por el gobernante Partido Justicia y Desarrollo.

Hablando desde lo alto de un autobús a la multitud que se congregó frente a la municipalidad el 14 de diciembre, el alcalde dijo que la decisión era «prueba de que los gobernantes de este país no tienen ningún objetivo de llevar la justicia y la democracia al país», recurriendo a «trucos» para «proteger su orden». También añadió que «los poderes que nos ha dado la nación no pueden ser arrebatados por unos pocos. Si Dios quiere, nuestra lucha será más poderosa». Las reacciones al resultado del juicio no se hicieron esperar. #Imamoglu e #Imamogluyalnizdegildir [Imamoglu no está solo] fueron tendencia en Twitter, y tanto observadores locales como internacionales expresaron en línea sus críticas a la decisión.

Cem Özdemir, político alemán de ascendencia turca y actual ministro federal de Alimentación y Agricultura de Alemania, tuiteó:

Después de Demirtaş ahora Imamoğlu: Erdoğan quisiera encerrar a todos sus opositores políticos. Solo alguien cuyo poder se está desmoronando actúa así.
Imamoglu no está solo.

El político al que se refiere Özdemir en su tuit es el copresidente del opositor Partido Democrático de los Pueblos (HDP) de Turquía, Selahattin Demirtaş, detenido en 2016 por cargos relacionados con el terrorismo. Tras conseguir 80 escaños en el Parlamento en las elecciones de 2015, el HDP se convirtió en objetivo del partido gobernante, al haber negado a AKP la mayoría en el Parlamento. Desde entonces, decenas de altos funcionarios del HDP han sido detenidos por cargos cuestionables relacionados con el terrorismo. Y en junio de 2022, el Tribunal Constitucional de Turquía aceptó una acusación que pedía el cierre del partido. Está previsto que el tribunal tome una decisión definitiva en enero de 2023.

En respuesta a la decisión del tribunal, el encarcelado Demirtaş expresó su apoyo a İmamoğlu: «Cuántos golpes ‘judiciales’ más recibirá la voluntad del pueblo. Toda ilegalidad acabará volviéndose en contra de la decisión del pueblo».

El político griego y miembro del Parlamento heleno Ioannis Bournous tuiteó el siguiente mensaje:

Nuestra solidaridad con Ekrem İmamoğlu es innegociable. En los estados democráticos, los líderes políticos no son condenados a prisión ni a prohibiciones políticas por sus ideas. Estamos del lado del alcalde. La política del miedo no debe prevalecer.

En una entrevista concedida a Bloomberg, Cem Kaya, vicepresidente del grupo Centro de Investigación sobre la Justicia en Turquía, con sede en Estambul, afirmó que «el proceso legal en los tribunales de apelación suele durar años, lo que significa que İmamoğlu puede ejercer su cargo y presentarse a las elecciones».

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