Activistas de Torwali siguen resistiendo amenazas y acoso en internet

Ilustración de Muhammad Rahim para Rising Voices.

Una versión de este artículo está disponible en torwali

Basado en el estudio «Seguridad digital: El caso de los activistas de torwali, el equipo IBT» de Zubair Torwali en colaboración con Rising Voices.

The language at a glance

«A Dardic language of the Indo-Aryan family, Torwali is spoken in the Bahrain and Chail areas of District Swat in Northern Pakistan. According to some estimates the Torwali people count themselves more than 120,000 while recent research counts the number of speakers of the Torwali language around 130,000. ‘Possibly half of them live in the heartland, which is located in northern Pakistan, in the Swat River Valley in the Khyber-Pakhtunkhwa province». — IBT

Recognition: Not recognized on a national or local level

Language status: 6b (Threatened). The language is used for face-to-face communication within all generations, but it is losing users.EGIDS scale, Ethnologue

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El valle de Swat, en Pakistán, es famoso por su belleza natural y bien conocido entre muchos investigadores, exploradores y escritores por su rica historia y patrimonio, como una de las regiones con mayor diversidad cultural del país. También alberga el Idara Baraye Taleem wa Taraqi (IBT), equipo de activistas e investigadores que trabajan para mantener vivo el torwali. Además de estrategias a largo plazo como la publicación de libros y el diseño de cursos de formación, el equipo usa hoy redes sociales y herramientas digitales para promover la alfabetización y una identidad cultural. Estas nuevas vías presentan nuevos retos, como el acoso, la vigilancia y las amenazas en línea, lo que revela nuevas necesidades para que los activistas promovamos nuestras lenguas en línea con seguridad.

Entre otras comunidades dárdicas del norte de Pakistán, el torwali se vio muy afectada por la invasión pathan de Swat en el siglo XVI. Fue intensamente colonizada: le robaron sus tierras y demolieron su historia y su cultura. Hoy, el único vestigio de su pasado es la lengua torwali, con tradiciones orales y folclore hasta cierto punto. Con aproximadamente 130 000 hablantes, sigue presente en Swat, junto con la lengua dominante, el pastún, y otras lenguas como el gawri, el gujari, el ushojo y el khowar. La lengua ya habría desaparecido si el IBT no se hubiera organizado y trabajado con pasión en revitalizar la lengua y la cultura. El nombre de esta organización no gubernamental sin fines de lucro significa «Instituto para la Educación y el Desarrollo» en urdu, y se ha dedicado a la capacitación general de las comunidades étnicas pero marginadas del norte de Pakistán.

Desde 2004 se trabaja con rigor en la revitalización lingüística del torwali mediante un programa basado en la lengua materna. Como la lengua no existe aislada de otros factores, la IBT ha adoptado un enfoque holístico para el empoderamiento de la comunidad, lo que ha reavivado entre los torwali el sentimiento de orgullo por su lengua, identidad y cultura a través de diversas herramientas y estrategias, como la alfabetización, la educación en torwali en los primeros años, la defensa de los derechos culturales y de otro tipo del pueblo, las festividades culturales, el rejuvenecimiento de la poesía y la música folclóricas torwali, el apoyo a los jóvenes en sus estudios y en el aprendizaje y, más recientemente, el uso de los medios digitales y sociales con gran energía y destreza en medio de retos abrumadores.

Hablar torwali en Pakistán

Yo mismo soy hablante de torwali. Desde mi época universitaria, a finales de la década de 1990, crecí con un profundo sentimiento de marginación de mi comunidad. Vi una crisis de identidad entre la gente y sentí que habían interiorizado lo que sus colonizadores nos habían atribuido. Por ejemplo, la gente pensaba que no tenía historia, ni «lengua» –pues la ideología dominante en Pakistán considera cualquier lengua no escrita como un mero «dialecto»–, ni poder alguno. Habíamos interiorizado la identidad que nos atribuyeron los colonizadores pathan a lo largo de los siglos y, dada esta domesticación y dominación, el pueblo torwali, al igual que otras comunidades dárdicas del norte de Pakistán, perdió su memoria colectiva y su identidad con la desaparición de dos generaciones. También habían perdido la afinidad cultural y étnica con otras comunidades dárdicas, debido a este aislamiento y dominación históricos y culturales.

Cuando estaba en la universidad, sentía cómo mis compañeros de clase que pertenecían a las comunidades dominantes nos miraban por encima del hombro y nos trataban con prejuicios y estigmas sociales, culturales y educativos. Esto me hizo reaccionar y empecé a formar pequeños grupos de gente de mi edad con el objetivo de desarrollar la educación y el aprendizaje en mi comunidad. Después de 2000 conocí a algunos lingüistas extranjeros que estaban investigando las lenguas del norte de Pakistán. Dada mi pasión y compromiso, empecé a trabajar con ellos como ayudante. Después, junto con mis amigos torwali, sentí la necesidad de organizarnos para poder ampliar y mantener el trabajo.

Tras diversos esfuerzos colectivos bajo varias organizaciones recién nacidas, finalmente decidimos formar Alif Be Te* (Idara Baraye Taleem wa Taraqi), que abreviamos IBT por el nombre urdu. Desde entonces, he sido el líder responsable de la planificación general, el diseño y la adhesión a la visión central de IBT. También escribo en inglés y urdu para periódicos nacionales sobre temas relacionados con derechos humanos, paz, pluralismo, lengua y políticas educativas.

La creación y supervivencia de la IBT ha sido crucial porque ha organizado los esfuerzos individuales de activistas como yo. Además, ha creado un equipo experimentado y comprometido, y ha dado empleo a muchos jóvenes y los ha fortalecido. Ser una organización formal también ha aumentado los retos, ya que las ONG suelen ser consideradas antirreligiosas o agentes de potencias extranjeras que trabajan con algún objetivo oculto por las instituciones estatales de Pakistán. Las ONG nunca han tenido la simpatía de los responsables políticos, militares y estatales. Por su parte, cualquier trabajo innovador o de defensa se percibe como una amenaza a la «cohesión nacional», que en Pakistán significa la homogeneización de toda la sociedad por la fuerza de la religión y el patriotismo patriotero.

Las ONG y otros grupos de la sociedad civil siempre han estado en el punto de mira de esta mentalidad. Las amenazas, el escrutinio y la vigilancia de los trabajadores de la sociedad civil aumentan cuando surgen ciertas crisis políticas o disputas fronterizas con los países vecinos, India y Afganistán. Por desgracia, en Pakistán nunca han faltado la inestabilidad política y las crisis de seguridad debido a las maniobras políticas del estamento militar. Hay muchas leyes draconianas para amordazar las voces y la libertad de expresión en Pakistán, además de secuestros, desapariciones forzadas de activistas y control de las empresas de medios de comunicación. Algunas de estas leyes guardan estrecha relación con las herramientas digitales, como explicaré a continuación.

Activismo torwali, herramientas digitales y acoso

Uno de los enfoques destacados del programa de revitalización del torwali es el uso de medios digitales y sociales para documentar, preservar y promover la lengua y la cultura. Los medios sociales y digitales también se usan para mejorar la alfabetización en torwali entre los hablantes nativos. Con este fin, la IBT desarrolló en 2016 un teclado Android para torwali con el apoyo de Google. Además, el equipo se pronuncia contra las atrocidades, las violaciones de los derechos humanos, la falta de facilidades a las comunidades marginadas y a favor de la protección del medio ambiente y los bosques.

Riesgo y amenazas para activistas del idioma

Redes sociales como Facebook, YouTube y Twitter han dado una plataforma eficaz para conectar a personas con ideas afines y poner en red a comunidades que hace siglos perdieron sus identidades étnicas y lingüísticas compartidas. Esto ha aumentado enormemente la alfabetización entre los usuarios de las redes sociales y ha ayudado a revitalizar la música torwali en peligro de extinción, así como la identidad torwali entre la gente. Muchas personas de etnia torwali que perdieron su lengua hace siglos y que eran consideradas pastunes, han encontrado ahora una identidad renovada gracias a la labor del equipo de la IBT y a su uso de los medios sociales para este fin.

No hay impacto sin dolor. El equipo IBT también se ha visto expuesto a muchas vulnerabilidades al utilizar rigurosamente las redes sociales para su trabajo. Hemos sido intimidados, amenazados, demonizados y difamados por algunos malhechores de la comunidad, así como por personas de instituciones estatales. También nos hemos enfrentado a amenazas contra nuestros datos y sus dispositivos, y hemos sobrevivido a planes de ciertos elementos de la comunidad que podrían haber acabado en linchamientos colectivos o en la muerte de miembros del equipo IBT.

Aunque considerablemente libres del alcance de las instituciones para ponerle freno, los usuarios de las redes sociales sufren un acoso constante por parte de seguidores de ideologías políticas y religiosas aceptadas, y también por parte de funcionarios de las fuerzas de seguridad. En Pakistán, discrepar con las políticas comúnmente aceptadas es buscarse la ira del público y de las instituciones estatales. Usar internet y las redes sociales en Pakistán enfrenta múltiples retos, como los obstáculos al acceso y la violación de los derechos de los usuarios. El Gobierno pakistaní sigue controlando el entorno de internet, con bloqueos de red, de sitios web y recortes a la libertad de expresión y las críticas al Gobierno y a las instituciones estatales con duras respuestas como el encarcelamiento, el secuestro, el bloqueo y la difamación de activistas y críticos que utilizan las redes sociales usuarios interpuestos y personas influyentes.

Estrategias y resiliencia

La resiliencia es dolorosa, pero es importante poder adaptar cómo afrontamos las distintas situaciones. En respuesta a la creciente vulnerabilidad, el equipo de la IBT emprendió diversas estrategias de comunicación y amplió su alcance en las comunidades y llegó a más personas presenciales y a través de redes sociales. Por ejemplo, hemos intentado usar torwali y el urdu en las redes sociales sobre temas generales para que el público comprendan sus mensajes, pues cae fácilmente presa de la falsa propaganda de los opositores. El equipo dejó de expresar abiertamente sus opiniones políticas y se comprometió con los jóvenes instruidos para dar prioridad a los asuntos locales que preocupan a todo el mundo y no tienen dimensiones políticas. Además, durante la pandemia de COVID-19 el equipo se centró más en su trabajo principal –investigación y publicación–, al tiempo que se acercaba virtualmente al público. Después, el equipo también aumentó su participación en reuniones sociales como funerales, matrimonios y consejos tradicionales locales conocidos como «yarak». Por otro lado, la IBT ha ampliado e incrementado sus contactos con intelectuales, activistas e investigadores nacionales e internacionales, y también se han reactivado algunos contactos dentro de las instituciones estatales.

Teniendo en cuenta las estrategias mencionadas, se hace necesario que los activistas lingüísticos mantengan a los distintos grupos de la comunidad a bordo, porque la vulnerabilidad de nuestra seguridad también proviene de la comunidad más cercana. Es necesario cambiar los estilos de comunicación, así como los usos de la(s) lengua(s), ya que puede provocar cambios positivos en las actitudes de la gente sin tocar ninguna de sus sensibilidades religiosas o políticas. La diversidad exige tolerancia, y la forma de comunicarse puede destruirla o reforzarla.

A pesar de las medidas adoptadas por los miembros del equipo, como reducir la presencia en las redes sociales (especialmente en los debates políticos) o participar más activamente en las actividades comunitarias presenciales, sigue existiendo la posibilidad de verse envuelto en trifulcas políticas y religiosas debido a los constantes cambios en la situación política de Pakistán. No estoy en posición de censurar esas, pero juntos podemos trazar nuestras propias líneas, ya que nuestro trabajo podría verse perjudicado si nos involucramos en estos debates políticos. Por esta razón, y con el deseo de trazar esas líneas con decisiones informadas, sugiero:

  • Diseñar y poner en práctica una formación eficaz para todo el equipo de IBT sobre cómo tomar medidas para proteger su privacidad, sus datos, dispositivos y conocer las políticas generales de seguridad digital.
  • Esta idea requiere financiación, que debería ser el resultado de los esfuerzos articulados del Equipo IBT y de los voluntarios y organizaciones asociados.

El equipo IBT es ahora bien reconocido por el trabajo que hemos venido realizando en la revitalización de la lengua torwali. Nos comprometemos a continuar estos esfuerzos en línea y fuera de línea, siempre cuidando la seguridad de quienes trabajamos colectivamente para preservar nuestra memoria, cultura e identidad.

Para más historias e información de comunidades lingüísticas participantes, por favor visita la página del proyecto «Seguridad digital + Idioma»

 

*Alif Be Te ( ا ب ت) son la primera letra común de los alfabetos torwali y urdu, y la frase significa alfabetización, aprendizaje y conocimiento y significa ادراہ برائے تعلیم و ترقی en urdu.

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