Este artículo es parte de Undertones, el boletín del Observatorio Cívico de Medios de Global Voices. Un grupo de analistas rusos reflexionan sobre el ecosistema de medios de su país y lo que se puede esperar en 2023. Al hacer clic en cada una de las historias, verás más análisis y fuentes relacionadas que la fundamentan. Suscríbete a Undertones.
El 24 de febrero de 2022 cambió para siempre la vida de los ucranianos cuando el régimen de Putin invadió Ucrania. Al otro lado de la frontera, se intensificó la propaganda estatal, cerraron medios independientes y reprimieron con violencia el desacuerdo contra la guerra. En 2023, se estima que los rusos que están contra la guerra cuestionen cada vez más cómo Rusia llegó a esto.
Control estatal sobre las narrativas
Hemos seguido de cerca las narrativas estatales rusas desde antes de la invasión, cuando actores estatales alegaban que las tensiones entre ambos países eran un invento de Occidente. Desde el inicio de la guerra, se han endurecido las narrativas estatales, y nuestro grupo de investigación espera que se hagan más sólidas en 2023.
Rusia se ha valido de diversas narrativas para justificar su guerra contra Ucrania: Un argumento que se ha debilitado en los últimos meses es que Rusia estaba «desnazificando» a Ucrania por el bien de la humanidad. Incluso, acusó a Ucrania de escenificar sus propias masacres, y hasta llegó a alegar que Ucrania podría de autobombardearse con un arma nuclear «sucia» solo para culpar a Rusia.
La narrativa más popular justifica la guerra con el argumento de la autodefensa. El Estado ruso alega que Occidente, y específicamente la OTAN, planeaba un ataque armado contra Rusia a través de Ucrania y, por ende, era necesaria una acción preventiva. El argumento se resume en que «Ucrania y Occidente planificaban atacar a Rusia primero, por lo que Rusia se vio obligada a lanzar un operativo militar«, y esta teoría ganó mayor relevancia desde que Occidente empezó a enviar armamento a Ucrania.
Estas narrativas no surgieron de la nada: Durante años, la propaganda del Gobierno preparó a los rusos para difamar a Occidente, algunas narrativas son una expresión del orgullo de Rusia por haber ayudado a vencer al régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Lo que se dice en las redes sociales
Desde la guerra en Ucrania, en Estado ruso bloqueó Facebook, Instagram, Twitter y 200 000 sitios web, que ahora solo son accesibles usando una VPN. Muchos rusos solo quedan a expensas de las narrativas propagandísticas antes mencionadas propugnadas por los medios autorizados por el Estado y las redes sociales Telegram y VKontakte. Por tanto, lo que se dice sobre la guerra varía drásticamente según si se informan a través de Facebook o VKontakte.
Es difícil saber cuánta gente en Rusia está a favor o en contra de la guerra debido a la fuerte represión de las opiniones disidentes. Mediante nuestro análisis de datos, examinamos canales de comunicación, diseccionamos más de 250 elementos mediáticos rusos que ilustraban las percepciones locales e investigamos las narrativas en juego.
La mayoría del contenido contra la guerra se encuentran en Facebook, Twitter y Youtube, mientras que Instagram y Telegram están polarizadas. Muchos rusos que publican contenido contra la guerra viven en otros países. A veces, lamentan que el pueblo ruso no pueda derrocar a Putin antes de tiempo («Cada ruso es responsable por la guerra en Ucrania«), y otras veces, tildan de «zombies» engañados y desinformados por la propaganda a quienes apoyan a Putin («La gente de Rusia a favor de la guerra es ignorante y ciega«). Muchos empezaron a cuestionar lo que significa ser ruso.
La resistencia rusa contra la guerra está estrechamente vinculada a los movimientos activistas locales descentralizados, como el movimiento feminista ruso. Las actividades antibélicas continúan en el país a pesar de los riesgos. «Los grupos antibélicos siguen descentralizados, el único lugar donde pueden centralizarse es en prisión», afirma nuestro analista.
Muchas narrativas en favor de la guerra están en la plataforma estatal VKontakte, entre las que se incluyen: «Los rusos deberían enorgullecerse de su nación y de sí mismo» y «No apoyar al Gobierno ruso en la guerra contra Ucrania es un acto de traición«.
El llamado a la movilización de Putin para fortalecer al Ejército ruso, en septiembre de 2022, polarizó aún más al país. Aquí también se dividieron las narrativas en dos: un lado decía que «los rusos no debían tener miedo de ser reclutados por el Ejército«, y el otro, que «los rusos deberían resistirse a que los obliguen a combatir en Ucrania«.
Ambas partes desprecian a Occidente
El Estado ruso y sus simpatizantes argumentan que la OTAN, que incluye a Estados Unidos y muchos países europeos, es un enemigo que quiere atacar a Rusia, y alegan que la prueba es la provisión de armamento a Ucrania. Los rusos que están en contra de la guerra, por su parte, desaprueban la falta de apoyo de Occidente a los grupos activistas contra Putin y las ventas de armas europeas que se hacían a Rusia hasta 2021.
En 2022, se investigó que Nokia Finlandia vendió equipamiento para vigilar a manifestantes, y que la empresa estadounidense Sandvine equipó al Estado ruso con tecnologías de censura en internet. En Rusia también se quejaron de que solo mencionaron la prohibición del gas lacrimógeno y las pistolas paralizantes en el noveno paquete de sanciones de la Unión Europea en diciembre de 2022.
«Lo irónico es que tanto los propagandistas y los antibélicos rusos están descontentos con Occidente», dice nuestro analista.
Los rusos contrarios a la guerra critican la «hipocresía» de Occidente alegando que «los países de Occidente nunca apoyaron de manera tangible el movimiento ruso por la democracia«, y que «los países de la Unión Europea habilitaron a Putin y al régimen ruso«. No parece que vaya a mejorar la popularidad de Occidente en el corto plazo.