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Moderación de contenidos infraestructurales: El caso de Mariúpol

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Ucrania, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Tecnología, RuNet Echo, GV Advox, Rusia invade Ucrania, Unfreedom Monitor

Mvs.gov.ua, vía Wikimedia Commons (CC BY 4.0 [1])

El 9 de marzo de 2022, Marianna Vyshemirskaya estaba frente a la sala de maternidad bombardeada en Mariúpol cuando los fotógrafos de AP Evgeniy Maloletka [2]Mstyslav Chernov [3] la capturaron en cámara. Luego lograron enviar las imágenes a su editor y la foto se viralizó.

Inmediatamente, la máquina de propaganda rusa reaccionó con su usual desborde de falsedades [4] y acusó a Ucrania de montar la fotografía [5]. Marcó el comienzo de una campaña de desinformación global y masiva para cubrir las atrocidades rusas cometidas en Ucrania.

Uno de los escepticismos sembrados por el propagandista fue que solo había un fotógrafo y solo una mujer embarazada en la foto. Aunque las pruebas procedían de varias fuentes e incluían a más personas, las imágenes seguían siendo escasas. No es de extrañar que la gente, acostumbrada a verse inundada por transmisiones en directo, sospecharan y repitieran una pregunta genuina: ¿por qué no hay más testimonios?

La ocupación

El contenido, las “noticias falsas”, son solo la punta del iceberg de la desinformación, y en su base está infraestructura de la conectividad. Hay muchos ejemplos [6] de Gobiernos y empresas que la usan para difundir o luchar contra la desinformación, con un mayor efecto que la moderación tradicional del contenido en redes sociales. ¿Por qué discutir en Twitter cuando puedes suspender Twitter o todo internet?

En los territorios ocupados, desde Crimea a Luhansk, también el espacio digital está ocupado. Lo primero que los soldados rusos hacen cuando toman un territorio es destruir [7] o secuestrar [8] torres de comunicación y televisión. NetBlock muestra [9]claramente que la conectividad de internet cae donde vayan los rusos.

En 2014 durante la anexión de Crimea se probaron y testearon [10] muchas tácticas de control infraestructural. La infraestructura vital tomada y construida que ahora se está utilizando [11] para desviar el tráfico de internet (mediante el cambio físico de los cables) de los territorios recientemente ocupados a través de Crimea a Rusia.

Rusia bloqueó el acceso de todos los canales de radio y televisión [12], más recientemente Google y redes sociales [13]. En su lugar, los ucranianos reciben una transmisión [14] desde Crimea y la autoproclamada República Popular de Donetsk y Luhansk. Los habitantes de varias zonas ocupadas informaron [15] recientemente que vieron vehículos especiales con pantallas gigantes de televisión estacionados en lugares concurridos con propaganda rusa a todo volumen.

Otra táctica es el acaparamiento de los medios [12]. El Ejército ruso obliga a los periodistas famosos a que trabajen para ellos o utiliza las marcas mediáticas ucranianas de confianza para publicar reportajes a favor del Kremlin. Por supuesto que también hay un espacio para las pruebas y análisis de ciberataques. [16]

Todo esto crea el ambiente perfecto para que surja la desinformación. Quienes se las arreglaron para escapar de Mariúpol señalan [14]que durante el asedio, solo había un medio disponible, una estación de radio que se hacía pasar por noticiosa, la que anunció que las tropas rusas habían tomado Kiev, y que Zelenski había dejado el país y repudiado  [17]a los habitantes de Mariúpol. La estación de radio señaló que el Ejercito ucraniano mantuvo a la ciudad como rehén: bloqueada, desconectada y bombardeada.

Para ser justos, no solo son los rusos los que controlan la infraestructura digital en los territorios en disputa. Viendo cómo la antigua infraestructura ucraniana en Crimea es readaptada para facilitar la invasión, los proveedores [18] ucranianos, los servicios especiales y de inteligencia [10] frecuentemente sabotean sus redes.

Incluso los actores privados pueden interferir seriamente con las comunicaciones en esta guerra. SpaceX y el Gobierno estadounidense donó [19]miles de terminales de satélites Starlink a Ucrania, los que dicen ser extremadamente útiles para las operaciones militares. Pero, según se dice [20], hubo cortes cuando las tropas ucranianas irrumpieron a través de la línea fronteriza dentro del territorio controlado por Rusia. A pesar de que no hubo una explicación oficial de SpaceX, algunos expertos plantean que la compañía deliberadamente pudo apagar las terminales para detener a los soldados rusos de utilizarlas.

El asedio

La ciudad de Mariúpol estuvo bajo asedio durante 80 días. La conectividad se redujo [21] significativamente el 24 de febrero y cayó por completo [22] el 3 de marzo. El 2 de marzo Mariúpol también perdió  [23]la energía y el suministro de agua.

En tales condiciones extremas, todo baja un escalón en la pirámide de Maslow y también el concepto de infraestructura de conectividad esencial. No solo no se pueden retransmitir eventos en directo, sino que ni siquiera se pueden grabar para su uso posterior porque el teléfono se queda sin batería. Otro escalón abajo en la pirámide: en el pueblo donde decenas de miles de personas han desaparecido, las personas se convirtieron en elementos de la infraestructura en sí misma. Son quienes graban y difunden la evidencia y la llevan fuera de la cuidad con teléfonos y memorias USB. Después de todo, son quienes deciden si dan a conocer la información. Como continuación de los esfuerzos militares rusos por acabar con la infraestructura de comunicaciones, los soldados apuntaron a su eslabón más básico: la población.

Casi todos los ingenieros [24] que mantuvieron la ciudad en línea están desaparecidos o muertos. En Mariúpol, la última torre de comunicaciones funcionó hasta el 21 de marzo. Dos ingenieros la mantuvieron [24] con un generador de energía de reserva, con riesgo de sus vidas. Los voluntarios volvieron a poner en marcha [25] los generadores en otras torres y repararon [26] los cables [27] de internet.

Al menos se ha informado [28] de 12 periodistas asesinados en Ucrania en 2022. Mstyslav Chernov publicó un testimonio [29] desgarrador de su tiempo en Mariúpol en el que enfatiza en las consecuencias perjudiciales del corte del internet, y describe lo peligroso que fue para ellos darlo a conocer.

Al parecer [30], otros periodistas se fueron de Mariúpol para buscar mejores historias, mientras que Chernov y Maloletka condujeron allí el 23 de febrero ante la expectativa de una batalla importante. De este modo, eran los únicos corresponsales que no estaban a favor de Rusia que quedaron en el asedio.

Lo que más llama la atención de la historia de Chernov es cómo ambos Ejércitos los trataron como activos, como si fueran cables de fibra óptica. El Ejercito ucraniano los ayudó a subir las imágenes del bombardeo de la sala de maternidad. Su convoy señaló que “esto cambiará el curso de la guerra”. Entonces, el Ejército ruso rodeo su refugio, y se centró específicamente en el camino a su auto. Después de un día de  estar escondidos con disfraces de doctores, soldados ucranianos tomaron a los periodistas y les pidieron dejar la ciudad. El Ejército tiene miedos razonables de que si los rusos llegaran a capturar a un periodista, los torturarían para que desacreditaran públicamente su propio trabajo. La reputación de Chernov y Maloletka parecía ser un factor importante en esta guerra de información.

El asedio terminó, pero Mariúpol aún se encuentra bajo ocupación [31] rusa, con el 90 % [32] de las construcciones destruidas y muy poco acceso a electricidad, celulares, internet, agua o salud. Es seguro asumir que se han perdido la mayoría de las imágenes que han sido creadas bajo el bloqueo. Para empezar, según diferentes estimaciones [31], entre 22 000 y 50 000 personas desaparecieron y presumiblemente también desaparecieron sus cámaras. Como las tropas rusas entraron en la ciudad cuando cesaron los bombardeos, pudieron encontrar y destruir lo que quedaba. Asimismo, muchos evacuados tuvieron que borrar todo el contenido de sus teléfonos al pasar por los puestos de control rusos. Quienes se quedaron en Mariúpol ahora están sometidos [18] a censura y vigilancia en línea, que es aún más estricta que en Rusia.

En internet aparecieron más testimonios [33] del ataque a la sala de maternidad, pero no tuvieron mucho atención. Marianna Vyshemirskaya sigue siendo el rostro del incidente. Una vez de vuelta en su ciudad natal ocupada en la zona de Donetsk, se convirtió en una bloguera política famosa [34] e invitada a programas de televisión [35]. Sus leves simpatías prorrusas son características de esa región, pero nadie puede verificar si habla voluntariamente. Por ejemplo, concedió una entrevista a la BBC [36] (cuya cobertura criticó  [37]luego) en presencia silenciosa de un reportero proseparatista.

Además de las evidentes consecuencias humanitarias que acarrean los cortes de internet en una zona de guerra, la moderación de contenidos infraestructurales es un enfoque potente y peligroso para difundir la desinformación, que llega a niveles inauditos durante un asedio.

Por favor visita la página del proyecto para más artículos de Unfreedom Monitor [38].