Pese a mejoras en seguridad, los salvadoreños seguirán emigrando en 2023

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En Nochebuena, la familia Rivera disfrutó de las tradicionales celebraciones salvadoreñas. Los niños tiraban petardos en la calle, los adolescentes charlaban y enviaban mensajes de texto en el patio y los adultos bebían y escuchaban música en el salón. Era la típica escena navideña en los hogares salvadoreños. Sin embargo, tal vez sea la última Nochebuena de Simeón Rivera con su familia en años, ya que este año tiene previsto marcharse de El Salvador.

Los Rivera contaron a Global Voices que era la primera vez en más de diez años que amigos y familiares que viven fuera de su barrio podían visitarlos. Una banda callejera controlaba su comunidad y no permitía la entrada de forasteros. Ahora las cosas son distintas. Según ellos, todos los miembros de la banda de su comunidad han sido detenidos o están escondidos. La familia vive en la zona urbana de Ilobasco, municipio conocido por sus problemas con las bandas y la violencia. Para muchos salvadoreños como Rivera, que han soportado más de 30 años de altos índices de delincuencia atribuidos principalmente a las bandas salvadoreñas, diciembre fue un mes especialmente festivo.

Según el Gobierno salvadoreño, El Salvador cerró 2022 con 495 asesinatos violentos. El Fiscal General Rodolfo Delgado dijo que «estamos cerrando este 2022 como el año más seguro en la historia de El Salvador, lo que hasta hace poco, parecía imposible.»

El periodista independiente Roberto Valencia, que hace un seguimiento regular de la tasa de homicidios de El Salvador, no está de acuerdo con las estadísticas del Gobierno. Destacó que el Gobierno no incluyó a 120 presuntos pandilleros muertos en enfrentamientos con la Policía. Según Valencia, 2022 concluyó con 615 homicidios.

Sin embargo, incluso tomando las cifras proporcionadas por Valencia, los homicidios en El Salvador en 2022 fueron un 74,4 % menos que en 2019, el año en que el presidente Bukele llegó al poder. Para muchos, 2022 fue el año más seguro en El Salvador desde el final de la guerra civil en 1992. Ni los críticos del gobierno de Bukele niegan la sensación de mayor seguridad en el país.

Con menos homicidios y más de 60 000 personas detenidas en el marco del estado de excepción, muchos salvadoreños se sienten más seguros. El Gobierno salvadoreño afirma que se trata de miembros de bandas, pero los grupos de derechos humanos lo discuten y afirman que muchos han sido detenidos arbitrariamente. Aunque muchas personas y ONG han acusado a las autoridades salvadoreñas de violaciones de los derechos humanos durante el estado de excepción, que restringe el acceso a la justicia de los detenidos, a Rivera y la mayoría de los salvadoreños no parece importarle ni parecen preocuparse por estas violaciones. Muchos siguen aprobando las medidas extremas adoptadas por el gobierno.

Sin embargo, una tasa de homicidios más baja no impedirá que los salvadoreños abandonen el país en 2023. A pesar de una comunidad más segura, Rivera sigue queriendo abandonar El Salvador. Como trabajador agrícola, su situación económica es desesperada. Se lo contó a Global Voices:

Quiero una vida mejor y brindar educación superior a mis hijos. Para eso, necesito más dinero, pero no puedo ganarlo aquí, así que no tengo más remedio que irme. Los bichos ya se fueron, así que ahora puedo irme y no preocuparme tanto por mi familia.

Preocupaciones económicas

Según la última encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA), en diciembre de 2022, el 63,4 % de los salvadoreños creía que la economía es el problema que más afecta a la población. La delincuencia ocupó el segundo lugar con 12.5%, una fuerte disminución desde el año anterior.

Fuente: UCA.

Rivera tendrá que emigrar por medios ilegales hasta su destino deseado, que no quiere revelar por motivos de seguridad. Desde la década de 1990, El Salvador ha visto emigrar a cientos de miles de sus ciudadanos, muchos de los cuales han perdido la vida durante el viaje hacia el norte. Rivera también quiere evitar que las autoridades salvadoreñas le interroguen a él o a su esposa sobre el tráfico de personas y los detalles financieros del viaje, y teme que la violencia de las bandas pueda volver «si las organizaciones de derechos humanos o la oposición política se salen con la suya».

El problema económico no es nada nuevo y es una de las razones predominantes por las que los salvadoreños han abandonado o están abandonando el país. Los bajos salarios, unidos ahora a una inflación desorbitada (7,32 % en 2022), están llevando a las familias al borde de la pobreza (26,2 % de la población en 2020).

Los salarios mínimos salvadoreños no son suficientes para cubrir los costos básicos de vida, y es peor para quienes trabajan de manera informal o en granjas, como Simeón Rivera. Normalmente, los trabajadores agrícolas ganan un mínimo de 243 dólares, apenas tres dólares por encima del costo de los alimentos de primera necesidad en 2023.

«Gano unos 300 dólares al mes trabajando en la agricultura y la ganadería, pero muchas veces eso no es suficiente para sobrevivir el mes», dice. Lo que queda del salario de Rivera cubre los servicios públicos, la ropa, las medicinas y el material escolar de sus hijos.

Estas cifras podrían empeorar en 2023, ya que el Banco Mundial alerta de una recesión económica mundial. Los problemas económicos de Estados Unidos, así como el impacto de la guerra rusa en Ucrania, seguirán afectando a la economía salvadoreña. Además, El Salvador está en camino de emitir sus bonos Bitcoin Volcano en 2023, y esto podría impactar su economía aún más.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) visitará El Salvador a principios de 2023 para evaluar la situación financiera del país. El FMI ha recomendado eliminar el bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, la administración de Bukele ha dejado claro que lo mantendrán, a pesar de que la mayoría de los salvadoreños no utiliza bitcoin.

¿Cuántos salvadoreños salen del país?

No hay estadísticas precisas sobre cuántas personas han salido o están saliendo de El Salvador. Quienes emigran ilegalmente no lo hacen público ni se lo comunican al Gobierno. Los periodistas suelen utilizar las cifras comunicadas por el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos de salvadoreños interceptados en la frontera sur del país para estimar las estadísticas de migración. Estas cifras incluyen a los salvadoreños capturados mientras entraban clandestinamente en Estados Unidos, así como a quienes consiguieron entrar en Estados Unidos y se entregaron a las autoridades para solicitar asilo. Hay muchos más que emigran a México, España, Reino Unido e Italia.

Gráfico que muestra cuántos salvadoreños han sido interceptados en la frontera estadounidense. Fuente: Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos.

Con base en los datos proporcionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, durante la administración de Bukele han salido más personas de El Salvador que durante gobiernos anteriores. En 2021 y 2022, estos números también pueden coincidir con el inicio de la administración de Biden tras cuatro años de gobierno de Trump y menores amenazas de COVID-19.

No existe una fórmula exacta para saber si son más o menos los salvadoreños que abandonan el país. Lo que sí es cierto es que siguen emigrando a pesar de la mejora de la seguridad.

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