Cambio climático afecta a la pesca en Surinam — qué se está haciendo

Pesca de tilapia en Bigi Pan, Surinam. Foto de -JvL- en Flickr (CC BY 2.0).

Por Priscilla Misiekaba-Kia

Este artículo se publicó en Cari-Bois Environmental News Network, con el apoyo de Climate Tracker y la Beca de Periodismo Ciudadano del Caribe de la Fundación Cropper. Publicamos una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenidos.

El cambio climático está afectando a los peces y sus hábitats, ya que el aumento de las temperaturas influye en la abundancia, los patrones de movimiento y las tasas de mortalidad de las poblaciones de peces salvajes, así como en las especies que pueden cultivarse en lugares específicos. Las personas que dependen de la pesca y la acuicultura también se verán afectadas, tanto social como económicamente, por estos efectos climáticos. En Surinam, problemas como los informes inadecuados, la sobrepesca y la ilegalidad plantean retos a la industria pesquera del país. Pero cuando se trata del cambio climático, el impacto es difícil de determinar.

Zojindra Arjune, subdirector de Gestión Pesquera, afirma que se ha producido un descenso generalizado en el número de capturas. Según el Plan de Gestión de la Pesca (VMP) 2021-2025, los desembarques de pescado aumentaron bruscamente de 8871 a 39 993 toneladas entre 2008 y 2017, pero cayeron drásticamente en 2018 y 2019, cuando alcanzaron aproximadamente 24 000 toneladas.

Este descenso podría deberse a la falta de datos sobre los desembarques registrados de la flota artesanal. También podría explicarse si se analiza el subregistro de los desembarques de pescado fuera de Surinam, pero es difícil para la subdirección de Pesca del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca determinar si el efecto también se debe al cambio climático. Arjune afirma que en Surinam no se ha hecho ninguna investigación al respecto.

«La investigación es cara y hay que tener instalaciones para hacerla. Los datos sobre la composición de las especies de peces de la costa datan de la década de 1980″, dijo, y añadió que «no se ha hecho ningún estudio desde entonces».

El 4 de octubre de 2022, durante un seminario web sobre pescado y licencias de pesca organizado por la organización de redes KennisKring, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Parmanand Sewdien, dijo que el cambio climático era la causa de la disminución de las capturas en la pesquería de gambas Seabob.

Aunque las capturas han sido bastante estables en los últimos 15 a 20 años, han disminuido notablemente en los dos últimos, todo mientras disminuían los esfuerzos pesqueros, por lo que, en opinión de Arjune, no cabe hablar de sobrepesca. «Las capturas han disminuido notablemente», afirma. «Por eso se busca la explicación en la dirección del cambio climático».

Udo Karg, presidente de la Suriname Seafood Association (SSA), afirma que la organización lleva tiempo presionando para hacer un estudio de la biomasa. Esta investigación durará hasta dos años y medio, y costará entre dos y tres millones de dólares. Los miembros de la SSA aportan cada año al Estado aproximadamente un millón de dólares en concepto de licencias de pesca, y piden que esos recursos se destinen a investigar las consecuencias del aumento de la temperatura del mar para la pesca.

Según Karg, gran parte del descenso de las capturas se atribuye ahora a las actividades pesqueras ilegales desde Guyana. Hay más controversia en torno a este asunto, ya que el Gobierno de Surinam ha hablado de la posible aplicación de un acuerdo pesquero con Guyana, acuerdo que Karg no apoya.

La mayor preocupación del SSA es que todo se acabe. Karg afirma que Surinam está haciendo todo lo posible para que la pesca sea un recurso más fiable. La mayoría de los pescadores surinameses respetan las numerosas normas vigentes, afirma, pero algunos todavía no se toman en serio. «Como reaccionamos débilmente ante estas infracciones, hay una gran preocupación por la continuidad», explica.

Akash Sital es pescador de segunda generación que heredó el negocio de sus padres. Trabaja en la Pesquería Costera de Surinam (SK), donde las capturas –que incluyen bang bang (Cynoscion acoupa), kandratiki (Cynoscion virenscens), koepila (Arius proops) y sábalo– se realizan con barcos abiertos. Dice que se enfrenta a diario a los efectos del cambio climático.

«Por el aumento del nivel del mar, hemos visto daños en las zonas de cría de los peces. Los peces, por tanto, se alejan en busca de otras zonas de cría», explica Sital. Haciendo una comparación, afirma que en la década de 1980 los barcos tenían 12 metros de eslora y motores pequeños. Ahora, con aguas más turbulentas, hay que comprar barcos más grandes para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Dice Sital que desde esos tiempos hasta principios de los 2000, un barco pasaba entre seis y ocho días en el mar capturando entre cien y 200 bang bangs y algunos kandra, koepila y sábalo como capturas accesorias. Ahora, permanecen en el mar entre 15 y 21 días, a veces con resultados decepcionantes: «Estamos hablando de un coste de 60 000 a 70 000 dólares surinameses (1876 a 2188 dólares estadounidenses) que no pueden cubrir».

En la edición de octubre de 2022 de KennisKring, el ministro Sewdien indicó que había indicios de sobrepesca en la pesquería de SK. Sital también es consciente de eso. «Cuando mi padre empezó [SK], teníamos una buena flota de barcos, pero ahora la flota se ha reducido a más de la mitad. Tuvimos que buscar otras fuentes de ingresos. Vivir de la pesca es difícil. Antes era posible. Ahora es más un hobby. No hay opción de expansión [de la pesca]».

A Sital le gustaría que el Gobierno apoyara al sector: «No cobramos derechos de importación. Pagamos el duro precio de venta al público: el 99,9 % de los empresarios del sector pesquero están endeudados».

El sector de la pesca marítima es de gran importancia socioeconómica para Surinam, pero, en opinión de Arjune, el Plan de Gestión de la Pesca es una medida de precaución tras constatarse un descenso de las capturas. Prevé que el hogar nacional se verá presionado por la reducción de los ingresos, y afirma que un problema aún más importante es si la gente se ve obligada a abandonar el sector porque ya no gana lo suficiente: «¿Qué van a hacer? ¿Dónde van a encontrar empleo?».

El Ministerio ya está estudiando alternativas e intentando que los pescadores se pasen a la acuicultura mediante formación y políticas, aunque Arjune cree que será un reto conseguir que la gente, acostumbrada a salir al mar, ahora vea crecer a los peces: «Un gran problema de la acuicultura es la alimentación. El pienso es caro. En algunas zonas se cultiva a muy gran escala, lo que reduce el precio de costo. Nosotros somos pequeños y no podemos conseguir esas economías de escala».

Sin embargo, la acuicultura es una opción para el SSA. Algunos de sus miembros ya se dedican a la acuicultura, pero practicarla a gran escala para la exportación es una inversión costosa. La acuicultura del camarón de piscifactoría, por ejemplo, requiere una inversión de entre 20 y 30 millones de dólares, por lo que tanto la educación como la accesibilidad al capital desempeñan un papel clave en el éxito de la transición. «No se puede ir a ningún banco de Surinam a pedir prestadas esas grandes sumas de dinero», dice Karg. «Así que tampoco se puede hacer acuicultura a nivel comercial».

Sital cree que la acuicultura puede ser una opción para los pescadores surinameses porque les ofrece seguridad: «Cuando un barco se hace a la mar no sabes con qué vendrá. Con la acuicultura, sabes lo que puedes hacer para mejorar tu calidad. La cuestión es hasta qué punto el Gobierno está dispuesto a invertir en esto y a formar a los empresarios y ofrecerles la oportunidad de invertir».

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.