Profesor Gordon Rohlehr, «la mente más brillante del calipso», murió a los 80 años en Trinidad

Captura de pantalla del profesor Gordon Rohlehr tomada del video de YouTube titulado «Profesor Gordon Rohlehr (1942-2023)», de Visual Art and Production.

El 29 de enero de 2023, a los 80 años, falleció Gordon Rohlehr, profesor emérito de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI) en Trinidad y que pasó gran parte de su vida escribiendo y educando sobre el calipso. Rohlehr es considerado un experto en la historia, el desarrollo y la relevancia social de esta forma artística, y escribió varios libros sobre el tema. También se interesó por la poesía oral y la historia del críquet de la región, y se le consideraba uno de los recursos culturales más preciados del Caribe.

Rohlehr nació en Guyana en 1942, cursó sus estudios superiores en el University College of the West Indies de Jamaica, donde se licenció en 1964 con matrícula de honor en Literatura Inglesa. Cuatro años después, Rohlehr se trasladó a la UWI en Trinidad para impartir clases de esta asignatura, y fue allí donde encontró un lugar para sus ideas, investigaciones y actividades académicas. Pasó 40 años en la universidad. Su trabajo apasionado, bien documentado y pionero sobre la literatura y la cultura caribeñas –sobre todo el calipso– lo convirtió rápidamente en una autoridad muy solicitada. Escribió varios libros notables y cientos de artículos sobre esos temas. También difundió generosamente su pasión y experiencia en numerosas conferencias y entrevistas.

Una de sus obras más importantes es Calipso y sociedad en la Trinidad anterior a la independencia, de 1990, que explora el desarrollo de la música calipso desde antes de la emancipación hasta finales de la década de 1950. Como era de esperar, Rohlehr era un gran admirador de El poderoso gorrión, y en 2015 publicó una recopilación de sus escritos sobre el «rey mundial del calipso» titulada Toda mi vida es Calipso: Ensayos sobre el gorrión.

Rohlehr dijo alguna vez que su interés por relatar la trayectoria de la música calipso comenzó tras una reunión del Movimiento de Artistas del Caribe en Londres, Inglaterra, hacia 1967. Al debatir el concepto de «estética caribeña» con figuras de la talla del poeta barbadense Kamau Brathwaite, el novelista George Lamming y el artista guyanés Aubrey Williams, Rohlehr sugirió que una forma de considerarla sería «observar lo que han hecho los caribeños y crear, con un diálogo estrecho con el material, alguna forma de hablar de sus logros y de distinguir lo que tienen de peculiarmente caribeño»:

If you employ that method, beginning with the work — Walcott’s poetry, Sparrow’s calypsoes, Selvon’s novels — you might then be able to recognise recurring features. If for example, you read Selvon’s The Lonely Londoners and short stories alongside Sparrow’s calypsoes you might discover something that was peculiarly Trinidadian in both of these people […] Those were not my exact words, of course; only a paraphrase of the sense of what I said. Then someone, one of the big voices, said, ‘If this is the way you feel, why don’t you do it?’

Si se emplea ese método, empezando por la obra –la poesía de Walcott, los calipsos de Sparrow, las novelas de Selvon–, se podrían reconocer rasgos recurrentes. Si, por ejemplo, lees Los londinenses solitarios y los relatos cortos de Selvon junto con los calipsos de Sparrow, podrías descubrir algo que era peculiarmente trinitense en ambas personas […]. Esas no fueron mis palabras exactas, por supuesto; solo una paráfrasis del sentido de lo que dije. Entonces alguien, una de las grandes voces, dijo: ‘Si esto es lo que sientes, ¿por qué no lo haces?

Rohlehr lo hizo tan bien que fue muy solicitado por universidades extranjeras, obtuvo puestos de profesor visitante en Harvard, Johns Hopkins, Tulane y Dartmouth en Estados Unidos, y en York y la Universidad de Toronto en Canadá. Sin embargo, fue en el Caribe donde la gente sintió su pérdida de forma más visceral.

La Oficina del Presidente de la República de Trinidad y Tobago, al transmitir sus condolencias, recordó parte de la cita de investidura de Rohlehr cuando se le concedió en 2022 la Medalla Chaconia (Plata) por su labor en los ámbitos de la literatura, la cultura, la historia y la educación:

Professor Emeritus Rohlehr designed, piloted and taught the first course in West Indian Literature. He later became active in the expansion and development of the course offerings in English and was central to the introduction and teaching of American Literature and Post Colonial Literature. His conviction was that literature had a fundamental role to play in developing adequate self-awareness without prejudice to the requirements of the wider world. His publications demonstrate insight, critical awareness and consciousness of the integration of the many social, historical, linguistic and political currents undergirding Caribbean reality.

His most significant contribution to raise national consciousness has been his phenomenal work on calypso. He has traced calypso's historical development and social relevance and has explored issues such as masculinity and gender long before these terms gained currency.

El profesor emérito Rohlehr diseñó, dirigió e impartió el primer curso de literatura antillana. Después participó activamente en la ampliación y el desarrollo de la oferta de cursos de inglés y desempeñó un papel fundamental en la introducción y la enseñanza de la literatura estadounidense y la literatura poscolonial. Su convicción era que la literatura tenía un papel fundamental que desempeñar en el desarrollo de un adecuado conocimiento de uno mismo, sin perjuicio de las exigencias del mundo en general. Sus publicaciones demuestran perspicacia, sentido crítico y conciencia de la integración de las múltiples corrientes sociales, históricas, lingüísticas y políticas que subyacen a la realidad caribeña.

Su contribución más significativa a la conciencia nacional fue su fenomenal trabajo sobre el calipso. Trazó el desarrollo histórico y la relevancia social del calipso y exploró cuestiones como la masculinidad y el género mucho antes de que estos términos se pusieran de moda.

En una publicación privada de Facebook que Global Voices está autorizado a reproducir, su colega la doctora Gabrielle Hosein recordaba a Rohlehr como una «leyenda académica caribeña»:

He was ubiquitously recognized as the finest mind regarding calypso and a deep philosopher of the Caribbean. His writing was thoughtful and lyrical, illuminating and precise. He was also kind, affable, humorous, encouraging and warm. For decades I’d cross his path here and there and he would always stop to chat, a gentle giant of a man. The Caribbean will not be the same without him here. A Guyanese son of the soil, and Caribbean man, of the kind heralded by Black Stalin. He was an era, now passed. May the angels sing kaiso and more kaiso to welcome him home. […]

He was a man to celebrate and one whose contribution will live on forever. My sincerest condolences to his family and to all who knew him, loved him, respected him, read him, and learned from him. Santimanitay. Santimanitay 🖤

Fue reconocido en todas partes como la mejor mente en lo que respecta al calipso y un profundo filósofo del Caribe. Sus escritos eran reflexivos y líricos, esclarecedores y precisos. También era amable, afable, humorístico, alentador y cálido. Por décadas me crucé en su camino y siempre se paraba a charlar, un gigante gentil. El Caribe no será lo mismo sin él. Un guyanés hijo de la tierra, y un hombre caribeño, del tipo anunciado por Black Stalin. Fue una época que ya pasó. Que los ángeles canten kaiso y más kaiso para darle la bienvenida a casa. […]

Era un hombre digno de celebración, cuya contribución perdurará para siempre. Mi más sentido pésame a su familia y a todos los que lo conocieron, lo quisieron, lo respetaron, lo leyeron y aprendieron de él. Santimanitay. Santimanitay.
🖤

En Facebook se sucedieron los homenajes. Geraldine Elizabeth Skeete calificó a Rohlehr de «único en su especie», «leyenda y preciado erudito de la literatura y la cultura». Su colega Amílcar Presi Sanatan expresó su afecto, calificó a Rohlehr de «icono y pionero […] uno de los mejores hijos de Guyana y de los mayores tesoros de Trinidad y Tobago».

El periodista Tony Fraser rindió homenaje al intelectualismo de Rohlehr, señaló que «ha dejado su obra sin parangón en el calipso y la literatura antillana para las generaciones venideras». Su colega Soyini Grey añadió:

So sad that Prof. Rohlehr has left us. And during Carnival no less. 😭 I am grateful for his work on Calypso and that he was so free with his information […] Rest well sir.

Qué triste que el profesor Rohlehr nos haya dejado. Y nada menos que en carnaval.
😭
Agradezco su trabajo sobre calipso y que fuera tan libre con su información […] Descanse bien, señor.

La columnista Debbie Jacob, por su parte, recordó a Rohlehr como «un recurso inestimable y la persona a quien siempre recurría cuando escribía sobre calipso».

La exalumna Juanita Cox Westmaas expresó:

This is such sad news. His academic and intellectual study of Calypso was truly ground-breaking. I loved his generosity of spirit and laughter. As a young(ish) PhD student in the early 2000s I found him to be a genuinely kind and intellectually inspiring man.

Es una noticia muy triste. Su estudio académico e intelectual de calipso fue realmente pionero. Me encantaba su generosidad de espíritu y su risa. Como joven estudiante de doctorado a principios de la década de 2000, me pareció un hombre genuinamente amable e intelectualmente inspirador.

Sonja Gopeesingh coincidió en que era un profesor «muy querido»:

We shall feel your absence intensely in what is becoming a Wasteland. Thank God we still have you in the written word. How I wish every lecture you did on campus was recorded. You shall forever tower in my mind as our most formidable Prof who shaped all of us with all the wealth of literary perspectives you could possibly bring to the table. […] Your voice is etched in my consciousness so much that I have often felt like your satellite. Safe journey for you our dearest soul. You have created such a Caribbean consciousness.

Sentiremos intensamente tu ausencia en lo que se está convirtiendo en un páramo. Gracias a Dios aún te tenemos en la palabra escrita. Ojalá se grabaran todas las conferencias que dio en la universidad. Siempre te recordaré como nuestro profesor más formidable, que nos formó con toda la riqueza de perspectivas literarias que pudiste aportar. […] Tu voz está tan grabada en mi conciencia que a menudo me he sentido como tu satélite. Buen viaje para nuestra querida alma. Has creado una conciencia caribeña.

Por último, en una publicación conmovedora y profundamente personal, el profesor Kenneth Ramchand calificó el fallecimiento de Rohlehr de «impactante y doloroso»:

I am trembling. We had a long and impactful working relationship in The Department of Literatures in English. We had unambiguous respect and appreciation for each other as persons and for the meshing of our different skills. He was cool. In the English corridors we had epic conversations, balancing securely on humour, irony and despair, about life, literature, calypso, politics and cricket. Condolences to his family, his friends and colleagues, and to the thousands of students, teachers, and professors who loved and enjoyed his teaching and writing, and were warmed by his embracing presence. I already miss your being at the other end, Gordon. It never crossed my mind that either of us could lose our wicket.

Estoy temblando. Tuvimos una larga e impactante relación de trabajo en el Departamento de Literaturas en Inglés. Teníamos un respeto y un aprecio inequívocos mutuo como personas y por el engranaje de nuestras diferentes habilidades. Era genial. En los pasillos de inglés manteníamos conversaciones épicas, con un equilibrio seguro entre el humor, la ironía y la desesperación, sobre la vida, la literatura, el calipso, la política y el críquet. Mis condolencias a su familia, a sus amigos y colegas, y a los miles de estudiantes, maestros y catedráticos que amaron y disfrutaron de sus enseñanzas y escritos, y se sintieron abrigados por su presencia abrazadora. Ya echo de menos tu presencia al otro lado, Gordon. Nunca se me pasó por la cabeza que alguno de los dos pudiéramos perder nuestro wicket.

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