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¿Hacia dónde irá la política china de Praga con el nuevo presidente?

Categorías: Europa Central y del Este, China, República Checa, Economía y negocios, Elecciones, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Iniciativa china de la Franja y la Ruta: ¿Trato o robo?

Captura de pantalla del canal de YouTube de CNN Prima News [1] que muestra a los dos candidatos en segunda vuelta de las elecciones presidenciales: Andrej Babiš (izquierda) y Petr Pavel.

El actual gobierno checo está reevaluando su relación con China. Al mismo tiempo, el presidente Miloš Zeman, cuya postura acrítica a favor de Pekín ha resonado a menudo en los medios checos y también en el extranjero, se acerca al final de su mandato [2]. ¿Qué cabe esperar de su sucesor y cuáles son las perspectivas de los lazos económicos entre ambos países?»

Desde que asumió el cargo a principios de 2013, el presidente Zeman ha promovido intensamente [3] la diplomacia económica frente a China y ha abogado por la Iniciativa de la Franja y la Ruta [4]. Según el Índice de China, que mide la presencia de Pekín en todo el mundo, la influencia china en República Checa [5] se deja sentir sobre todo en los medios, la aplicación de la ley y, de hecho, en la política interior y la política exterior.

Para proseguir su acercamiento a Pekín, Praga acogió varios foros de inversión chinos, y Zeman incluso contrató a un asesor chino, Ye Jianming [6], presidente de la empresa energética y financiera CEFC. En República Checa, las inversiones de CEFC se centraron [7] sobre todo en símbolos de posición: el club de fútbol SK Slavia Praga [8], la cervecería Lobkowicz y propiedades lujosas en Praga.

El plan más ambicioso de CEFC en la República Checa era aumentar su participación del 9,9 % para adquirir la mitad de la propiedad del grupo J&T Finance por 26 300 millones de coronas checas (1240 millones de dólares). Sin embargo, el Banco Nacional Checo se negó [9] a aprobar la inversión en el sector bancario checo por el dudoso origen del capital de CEFC. South China Morning Post informó [10] que la mayoría de las adquisiciones de CEFC fueron financiadas por bancos estatales chinos. Por lo tanto, no es de extrañar que tras el colapso de CEFC como consecuencia de los escándalos de sobornos en Naciones Unidas en 2018, todos sus activos checos fueran adquiridos [11] por el gigante estatal chino CITIC.

La dirección checa de CEFC Europa presenta otra pieza del rompecabezas del acercamiento chino-checo. Su presidente, Jaroslav Tvrdík [12], es exministro de Defensa y jefe del grupo de presión de la empresa checa más rica, PPF, y de su filial financiera Home Credit (HC) [13]. En palabras [14] del director ejecutivo de PPF, Jiří Šmejc, la empresa fue responsable del «reinicio» y del eje de facto de la política exterior checa hacia China. No es de extrañar que, al mismo tiempo, HC China se convirtiera en la primera empresa extranjera del país en obtener una licencia nacional [15] para conceder créditos al consumo, del que se beneficiaría enormemente.

Tras varios años de éxito y perspectivas prometedoras en préstamos al consumo, el entorno normativo empezó a cambiar, motivado en parte por los esfuerzos para desapalancar la economía, incluido el endeudamiento de los hogares. Tras el inicio de la pandemia de COVID-19 y la trágica muerte [16] del fundador y propietario mayoritario de PPF, Petr Kellner, en marzo de 2021, su negocio chino enfrenta un futuro poco prometedor. «La situación en el mercado chino no es favorable para la financiación al consumo», declaró [17] Šmejc en junio de 2022, y añadió que la empresa «está tratando de encontrar un socio estratégico en China para adquirir una participación mayoritaria en Home Credit y luego tomar el control total de la empresa».

¿El banco central como nuevo tema central?

Además de la infame historia del CEFC, algunos medios checos destacaron [18] otros flujos financieros procedentes de China. En 2018, dos bancos estatales chinos –Bank of China (BOC) e Industrial and Commercial Bank of China (ICBC)– prestaron [19] más de 56 millones de euros (45,4 millones de dólares) al gigante eagrícola Agrofert, propiedad de uno de los checos más ricos y, lo que es más importante, entonces primer ministro en ese momento. Según los comentaristas [19] de Forum24:

«El préstamo a Agrofert es una de las mayores inversiones chinas en la República Checa después de que prácticamente nada de lo prometido por el presidente Miloš Zeman se haya materializado».

En algunos casos [20], las acusaciones llegaron a incluir al primer ministro de traición. Agrofert refutó [21] estas acusaciones, afirmó que se trataba de un acuerdo regular con un consorcio de bancos multinacionales que respaldaban el préstamo, entre los que BOC e ICBC ni siquiera eran los más grandes.

Hablando de bancos, otro ámbito importante y a veces ignorado de la integración financiera gira en torno a los bancos centrales y sus actividades. Durante el mandato de Jiří Rusnok, elegido por Zeman, como presidente del Banco Nacional Checo, la institución aumentó masivamente [22] su exposición a los bonos chinos en yuanes. Durante el segundo semestre de 2021, el Banco Nacional Checo compró bonos del Estado chinos por valor de casi 27 500 millones de coronas checas (1230 millones de dólares), lo que supone un aumento de más del 100 %. Según Sinopsis [23], estas actividades «expusieron a la República Checa a muchos riesgos asociados a tal inversión».

Algunos observadores especularon [24] con que la compra podría tener que ver con Vladimír Tomšík [25], exsubgobernador del CNB y, desde mayo de 2019, embajador checo en China. El actual presidemte Aleš Michl había dicho [26] que el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) podría ser «una interesante alternativa de inversión». El AIIB es también uno de los principales motores de inversión de la BRI, a través de la cual el Partido Comunista chino está expandiendo masivamente su influencia por medios geoeconómicos.

Relaciones chino-checas bajo prueba

El presidente Zeman, con los intereses empresariales de PPF en mente, ha dirigido eficazmente la política china del país durante ocho largos años y estirado los límites de sus poderes constitucionales. Sin embargo, con la entrada en funciones del gabinete de Petr Fiala a finales de 2021, el nuevo gobierno dejó claro que había que «revisar [27]» las relaciones checas con la Federación Rusa y la República Popular China. Aún están por verse los resultados tangibles de esta revisión fuera del ámbito de la retórica. Pero una cosa es segura: el presidente Zeman dejará el cargo en marzo, y su sucesor fue elegido el 28 de enero entre los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales directas.

Los dos candidatos tienen algo en común, además de su pasado comunista: la desconfianza hacia China. En el caso de Babiš, se debe a su enorme inversión en una fábrica de dióxido de titanio en régimen de asociación en participación, de la que su homólogo chino se fue apoderando poco a poco. «Realmente no he conocido a nadie que haya tenido éxito en eso. El mercado es gigantesco, pero es un mundo diferente, un régimen diferente, es muy difícil. Desde luego, nunca volveré a China a hacer negocios», comentó [28] años después.

El segundo aspirante, Petr Pavel, exgeneral del Ejército que fue presidente del Comité Militar de la OTAN entre 2015 y 2018, ha sido durante mucho tiempo crítico con China. En palabras [29] del propio Pavel, respecto a la gravedad de las amenazas, la «mayor y más duradera es China». Más que como una amenaza militar directa, Pavel reflexiona sobre la creciente participación del país en el orden internacional y la adquisición de tecnología, y añadió que «las finanzas y la economía se han convertido en otra corriente de influencia», y que China se «está expandiendo económica y financieramente por todo el mundo, en muchos lugares de forma totalmente indiscriminada».

En pocas palabras, uno de los medios de Babiš ha expresado [30] el posible resultado en uno de sus titulares: «Babiš estaría más abierto a Rusia y China, Pavel a Occidente, dicen los economistas». Al mismo tiempo, no cabe suponer que Babiš quiera repetir la exagerada apuesta de Zeman por el acercamiento incondicional a los regímenes autoritarios. Después de todo, incluso el presidente saliente ignoró por completo su tema favorito de las inversiones chinas en su último discurso de Año Nuevo a la nación.

Sea cual sea el resultado de las elecciones, probablemente no habrá tanto espacio para la participación entre bastidores de China en el Castillo de Praga. Atrás quedaron las alabanzas [31] de Zeman sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta como «el proyecto más importante de nuestra historia moderna».