Reglamentos para Carnaval 2023 en Trinidad y Tobago parecen más política de respetabilidad

Parranderos cubiertos de pintura durante el J'Ouvert, el ritual que inaugura el carnaval de Trinidad y Tobago  Foto de Harsh1.0 en Flickr (CC BY-NC 2.0).

Existe una razón por la que las palabras «carnaval» y «bacanal» riman: están inextricablemente entrelazadas. Aún así, muchas personas piensan que los reglamentos para el carnaval 2023 de Trinidad y Tobago parecen desafiar esa feliz relación.

Cada vez que llega el carnaval, el presidente de esta república insular emite anualmente los reglamentos, subconjunto de la Ley de Fiestas y Festivales Nacionales con mandatos que prohíben vestirse con los uniformes establecidos para los servicios de protección, por ejemplo, o llevar cualquier máscara que pueda considerarse insultante hacia cualquiera de las muchas religiones del país.

Por otra parte, hay otros reglamentos que parecen enteramente fuera de lugar en el contexto de la tradición del carnaval de Trinidad y Tobago. La Sección 3 (1) d, por ejemplo, prohíbe «embadurnar o pintarrajear a cualquier otra persona con cualquier substancia, materia o cosa, [especialmente] con la intención de intimidar u obtener dinero u objeto de valor de dicha otra persona», lo que parece contradecir directamente el papel de los Diablos Azules, que han creado todo un arte de interpretación a base de intimidar a los espectadores con su aspecto para que les den dinero.

Otro reglamento prohíbe «tener llamas encendidas u otros artículos de naturaleza ofensiva en cualquier lugar público», sabiendo perfectamente que muchos personajes de los Diablos Azules son habilidosos tragafuegos que incorporan esto a sus actuaciones callejeras, dentro de sus comunidades y durante J'Ouvert, el ritual sagrado que inaugura oficialmente el desfile callejero de dos días, en el que todos los parranderos terminan embadurnados con una substancia u otra (pintura, barro, arcilla, cacao, etc.).

Los reglamentos de 2023 tampoco ven bien cantar «cualquier canción lasciva u ofensiva,» ni «particip[ar] en comportamiento o gestos inmorales, lascivos u ofensivos». Para cualquier persona que comprenda la historia del carnaval de Trinidad y Tobago, la legislación toma los muchos intentos de la Policía, a lo largo de los siglos, de suprimir las expresiones de júbilo africano.

En Facebook, Abeo Jackson apuntó:

So this is our yearly dose of policing of the ritual in ways that are patently antiblack.

Carnival within our post colonial context is a physical reimagining of the resistance and subversion of black bodies against colonial violence. That is not opinion, that is historical and spiritual fact. This supposed law is the status quo fighting back.

Así que esta es nuestra dosis anual de vigilancia policial del ritual de maneras que están claramente antinegros.

El carnaval, dentro de nuestro contexto postcolonial, es reimaginar físicamente la resistencia y la subversión de los cuerpos negros contra la violencia colonial. Eso no es una opinión, eso es un hecho histórico y espiritual. Esta supuesta ley es el status quo toma la ofensiva.

Un reglamento en particular, que considera ilegal «tocar en orquestas en la calle, a menos que el nombre y la dirección de la persona y el nombre de la orquesta estén registrados», recordó a Jackson la supresión que finalmente llevó al nacimiento del tambor metálico, el instrumento nacional de Trinidad y Tobago:

Unregistered orchestra? So we cyah play pan or drum on de road den? Especially drum. Who determines what is lewd and immoral. According to who? According to which faith or belief system? Who determines what or whose representation venerates the spiritual in the mas? The mas by definition IS the spiritual and the profane. And this is an act of war.

So we leaving it up to officers on the road to decide? The courts? In a space that specifically targets and marginalizes black bodies?

¿Orquesta no registrada? ¿Entonces no podemos tocar el tambor metálico ni cualquier otro por la calle? Especialmente el tambor. ¿Quién determina lo que es lascivo e inmoral? ¿Según quién? ¿Según qué religión o sistema de creencias? ¿Quién determina qué o cuál representación venera lo espiritual en el desfile de bandas? El desfile de bandas, por definición ES lo espiritual y lo profano. Y esto es un acto de guerra.

¿Entonces dejamos que lo decidan los policías en la calle? ¿Los tribunales? ¿En un espacio que intimida y margina a los cuerpos negros?

Tan furiosa estaba Jackson por los reglamentos para el carnaval 2023 que admitió que casi cambió de idea acerca de participar en el festival este año, pero luego, decidió que «es imprescindible detener el avance de la apropiación y la obliteración»:

Because this is a deliberate attempt to stymie an energy that status quo has realized has reemerged in de space. And dis EH HAVE NOTHING to do with protecting women or stopping crime. So try allyuh endeavor best.

Porque esto es un intento premeditado de obstaculizar una energía que el status quo se ha dado cuenta de que ha resurgido en el espacio. Y esto NO TIENE NADA QUE VER con proteger a las mujeres ni combatir el crimen. Así que esfuércense lo mejor que puedan.

En Twitter, Tillahwillah también se enfureció:

El reglamento del carnaval prohíbe los comportamientos inmorales y lascivos.
Entre lo que no se permitirá en el Carnaval 2023 figuran los comportamientos o gestos inmorales, lascivos u ofensivos
.
———-
¿En qué año estamos? Porque me he despertado esta mañana y me parece estar leyendo un periódico de 1881.

Empezó un hilo que resonó rápidamente sobre los reglamentos y enumeró lo que le parecía más ofensivo que la danza sugestiva:

Cosas más inmorales que la forma de bailar y cantar en carnaval:
- los contratos de corta duración
- el nivel de corrupción en la Policía
- los baches
- lo que tenemos por enseñanza de la historia en la escuela primaria
———-
Cosas que son más indecentes que la manera de comportarse de la gente durante el carnaval:
– Que el ruido sea la única ley de contaminación que se hace cumplir con regularidad.
– Que nos criminalicen hasta el punto que tengamos que pedir permisos para celebrar nuestra cultura.

Sin embargo, Wendell Manwarren, músico de rapso, no se perturbó y dijo a Loop Trinidad y Tobago:

These are old rules, old laws that nobody takes on because I can’t see anyone getting locked up for wining and who determines what’s suggestive or lewd or crude behaviour? All of it is in the eye of the beholder, offense is there to be taken … Carnival is meant to be a space of affront and challenging authority and the order and it’s a time of inversion so you will get certain things happening in excess, but all of this is happening within a context. On a certain level, while it is vexing to see that these laws still exist, the reality is that the people who participate in Carnival have always responded to it by breaking those laws. The Carnival goes on, the expression goes on and people have to understand that.

Estas son reglas viejas, leyes viejas que nadie acepta porque no me imagino que encierren a nadie por beber vino. Y ¿quién determina lo que es comportamiento sugestivo, lascivo, o grosero? Todo depende de cómo se mire, siempre hay alguna forma de ofenderse… El propósito del carnaval es crear un espacio para hacerle cara a las autoridades y al orden y desafiarles, y es un tiempo de inversión, así que ciertas cosas ocurren en exceso, pero todo esto ocurre dentro de un contexto. En cierto nivel, aunque es fastidioso ver que estas leyes todavía existen, la realidad es que la respuesta de quienes participan en el carnaval siempre ha romper esas reglas. El carnaval sigue adelante, la expresión sigue adelante, y la gente tiene que entender eso.

Un editorial del periódico Daily Express estuvo de acuerdo:

The Carnival regulations issued a few days ago provoked more laughter than outrage […] largely because they are flagrantly ignored in full view of an accommodating Police Service whose members are more inclined to exercise judgment and flexibility on these matters.

Los reglamentos para el carnaval emitidos hace unos días provocaron más risa que indignación […] en gran manera, porque son flagrantemente ignorados a la vista de los miembros de un servicio policial muy complaciente que se inclinan más a usar su juicio y a ser flexibles sobre estas cosas.

Mientras tanto, la página de Facebook del Museo Virtual de Trinidad y Tobago de Angelo Bissessarsingh publico la imagen de un anuncio de prensa de 1948 que describía las reglas para el carnaval:

BLAST FROM THE PAST
Carnival Regulations of Yesteryear.
Did you know that Laws and Guidelines aimed at ensuring an enjoyable and safe Carnival for all in T&T have been in existence since 1919?

DIRCTO DEL PASADO
Reglamentos del carnaval de no hace mucho.
¿Sabías que las leyes y pautas dirigidas a garantizar un carnaval agradable y seguro para todos en Trinidad y Tobago existen desde 1919?

También en Twitter, el doctor Emir Crowne se debe de haber sentido como si hubiera vuelto a 1919 cuando volvió a publicar el artículo acerca de los reglamentos de 2023 con la etiqueta #NotTheOnion [no es The Onion], en referencia a la conocida publicación satírica:

El Servicio Policial de Trinidad y Tobago recalcó después la restricción sobre la prohibición de botellas de vidrio el lunes y el martes de carnaval, aparentemente porque las botellas rotas pueden utilizarse como armas.

El carnaval ha sido siempre subversivo, no obstante, cuando llegue el 20 y el 21 de febrero y los parranderos salgan a las calles para el primer carnaval presencial en dos años, habrá mucho «wining«, embadurnarse y otras exhibiciones de comportamiento prohibido (probablemente demasiado como para que lo controle la Policía).

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