Traición a la caridad: La práctica legal de perseguir a rusos que hacen donaciones a Ucrania

Imagen de Alexandra_Koch de Pixabay. Utilizada bajo licencia Pixabay.

Crimen y castigo

Sorprendidos por la impactante noticia el día de la invasión, el 24 de febrero de 2022, muchos rusos se apresuraron a mostrar su apoyo a Ucrania. En los primeros meses de la guerra, el número de contribuciones individuales al Comité de Asistencia Cívica -la ONG rusa más reputada que ayuda a los refugiados ucranianos- se multiplicó. El número de donaciones individuales a Ucrania también aumentó significativamente.

Uno de esos donantes fue Max (nombre cambiado). No quiso ocultar su indignación y compasión tras herramientas anónimas y transfirió abiertamente 60 000 rublos (600 dólares estadounidenses) a la cuenta de recaudación del Banco Nacional de Ucrania (NBU) con el número SWIFT.

Mientras la transacción estaba pendiente, la Fiscalía General rusa (dependiente del Ministerio del Interior) emitió un comunicado que  afirmaba que la «ayuda financiera, material, técnica, de consultoría y de otro tipo a un Estado extranjero, a una organización internacional o extranjera o a sus representantes en acciones dirigidas contra la seguridad de la Federación Rusa» constituye traición y que todas las operaciones financieras de este tipo serán examinadas individualmente.

Los medios difundieron ampliamente este mensaje, alertando de que podrían producirse detenciones masivas. Aunque la ayuda humanitaria y la ayuda a parientes cercanos quedan excluidas de la definición de traición, muchos abogados desaconsejaron totalmente el envío de dinero a Ucrania. Teniendo en cuenta los estrechos lazos horizontales entre ambas naciones, ésta era una nueva realidad que mucha gente no pudo asimilar de golpe.

Max consiguió anular la transferencia, pero, dos días después, el banco donde también trabajaba le pidió que dimitiera. Entonces fue citado por el Servicio Federal de Seguridad (FSB), lo interrogaron, registraron su apartamento y confiscaron sus dispositivos. «Esto es traición», concluyó el agente. «Punible con 12-20 años». Hacia medianoche, el FSB dejó marchar a Max y le pidió que «hiciera vida normal» y esperara la decisión. Sin arriesgarse, huyó del país al amanecer.

Aunque Max dice que hizo una transferencia para «apoyar y restaurar a Ucrania», parece que la única convocatoria de donaciones en el sitio web del NBU en ese momento (del 24 al 27 de febrero) era para las necesidades del Ejército ucraniano.

Esta historia se la contaron de forma anónima a Helpdesk.media en junio de 2022, cuando todavía no se había iniciado ninguna causa penal contra Max. Probablemente, el FSB no quería que ningún proceso pendiente estropeara sus estadísticas internas, pero, si Max volvía a Rusia, la persecución comenzaría inmediatamente.

Los casos de traición suelen ser confidenciales, y es difícil hacerse una idea detallada de las pautas de actuación de la justicia. Department One, ONG de defensa legal, informó en mayo que, desde el comienzo de la guerra, habían consultado a más de 30 personas que habían tenido que tratar con el FSB y a 50 cuyas cuentas bancarias habían sido bloqueadas debido a las donaciones a Ucrania.

Sólo un puñado de los informes de bloqueo de cuentas están disponibles en los medios, y todos son del banco de propiedad mayoritariamente estatal SberBank, el mayor banco de Rusia. Sólo un informe incluye el nombre del receptor, y se trata de Come Back Alive, destacado fondo ucraniano de apoyo al Ejército.

En agosto, el FSB hizo público un video en el que agentes completamente blindados entraban en los apartamentos de tres personas y les advertían que no cometieran traición. Departamento Uno tiene conocimiento de otros cinco incidentes similares, ocho en total, hasta el 19 de agosto de 2022. Todas las personas afectadas hicieron transferencias bancarias a Ucrania, al menos cuatro a Come Back Alive.

Incluso los rusos que viven en el extranjero están en el radar del FSB. Aleksandra (nombre falso) donó 25 euros a Come Back Alive desde su cuenta de SberBank, y el FSB visitó a su madre. Un agente es ahora asiduo a las clases que imparte en una universidad.

Para el FSB y la Policía, el secreto bancario no existe. Rosfinmonitoring (Servicio Federal de Supervisión Financiera) recopila y analiza los datos de las transacciones financieras de todos los bancos para combatir los delitos financieros. La Policía puede preguntar por el beneficiario concreto (como Come Back Alive) y obtener la lista completa de donantes, incluso con carácter retroactivo.

La ayuda llegó de una dirección inesperada. Una semana después del inicio de la guerra, la Unión Europea empezó a bloquear SWIFT para los bancos rusos, y SberBank quedó fuera en junio de 2022. Las transferencias bancarias internacionales se volvieron poco fiables, y es seguro decir que la mayoría de los rusos recurrieron a otras formas, menos rastreables, de mover sus fondos internacionalmente.

Pero no solo el FSB busca en la base de datos. A veces, ciudadanos vigilantes denuncian a sus compatriotas rusos por apoyar a Ucrania. Esto le ocurrió a una cafetería de moda del centro de Moscú que anunciaba en su página de Instagram una subasta benéfica a favor del grupo de voluntariado ucraniano Kyiv Angels. Atrajo la atención de los blogueros pro-estado, que se dieron cuenta de que los Ángeles apoyan al Ejército entre sus trabajos humanitarios. La cafetería fue objeto de acoso en internet, sus propietarios fueron insultados y amenazados. Un diputado local los denunció oficialmente a la Policía. Al final, los propietarios se disculparon y afirmaron que habían sido pirateados, lo que no convenció a nadie. Tras recibir la visita de «gente de uniforme», la cafetería tuvo que cerrar por poco tiempo.

Fusión de energía

A pesar de que las autoridades están de acuerdo en que patrocinar al Ejército ucraniano constituye traición, en un año no se ha denunciado ni un solo caso penal por tales donaciones. Esto da que pensar, especialmente si se contrasta con las duras medidas penales contra quienes hacen donaciones al «enemigo interno», como la Fundación Anticorrupción de Navalny.

Parece habitual que el número de casos de traición aumente durante o antes de que un país se vea envuelto en una guerra, para demostrar que está amenazado. Antes de 2014, había entre dos y tres condenas por traición al año en Rusia; después, 15 al año. En marzo de 2022, varios expertos afirmaron que el FSB, que se ocupa de la traición, está ahora al límite de su capacidad y no puede procesar más casos al año si quisiera: «El sistema no está preparado para la represión masiva».

Sin embargo, esta vez parece que el FSB ha compartido parte de sus poderes y autoridad con el Ministerio del Interior, que incluye a la Policía. Normalmente, el FSB vigila en secreto al sujeto durante meses antes de aparecer en su puerta con una demanda totalmente adulterada. Pero ahora, el Ministerio del Interior anuncia de antemano las investigaciones masivas. Probablemente, el FSB se sintió entonces presionado a actuar y, a falta de un plan mejor, realizó la operación de búsqueda y aviso, lo que asustó a los posibles acusados (muchos abandonaron Rusia). En mayo de 2022, Departamento Uno sabía de siete casos en los que los agentes del FSB visitaron a los familiares de quienes huyeron, amenazados con ser procesados por su postura contraria a la guerra. «Convénceles para que vuelvan a Rusia», les pidieron.

Otra ocasión en la que las autoridades de traición se fusionan es la causa penal contra el político opositor Vladimir Kara-Murza, encarcelado desde abril de 2022 por difundir «falsedades» sobre el Ejército ruso. En octubre fue acusado de traición por dar charlas públicas en el extranjero. Se trata de la primera causa penal por «ayuda a una organización extranjera» citada anteriormente, y el primer caso de traición dirigido por el Departamento de Interior, no por el FSB. Además, en julio de 2022, el Estado modificó la ley: ahora, casi cualquier colaboración con cualquier organización extranjera puede considerarse traición (art. 275.1 del Código Penal).

A pesar de la evidente descoordinación entre los dos organismos sobre cómo tratar los casos, esta fusión puede significar que la limitada capacidad del FSB reciba el refuerzo de la Policía y, en el futuro, veamos un aumento de las condenas. Sin embargo, el hecho de que desde el segundo trimestre de 2022 no haya habido noticias de persecuciones de ciudadanos rusos por hacer donaciones a Ucrania permite albergar la esperanza de que no se convierta en una tendencia.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.