Kaduna, ciudad del sur de Nigeria en en Cinturón Central, tiene una población diversa de 57 grupos étnicos, que incluye a los kataf, los ikulu, migrantes musulmanes hausa-fulani, entre otras. Desde hace años, ha tenido un aumento de inseguridad y múltiples ataques terroristas en lo que parece ser violencia religiosa y étnica entre cristianos, tradicionalistas, población indígena y musulmanes fulani.
Los hechos se han convertido en una cuestión de venganza con ataques de represalia por parte de los jóvenes cristianos hausa-fulani hacia los musulmanes hausa-fulani y viceversa, lo que resulta en un continuo derramamiento de sangre.
Esto ocurría mientras el país se preparaba para elecciones generales, realizadas el 25 de febrero, La seguridad de las elecciones podía haberse visto amenazada por la violencia generalizada en el país, según Human Rights Watch.
Al acercarse las elecciones, los nigerianos tenían altas las esperanzas de la elección de un nuevo presidente que se espera cambie la trayectoria de la nación con mejoras en la calidad de vida, coexistencia pacífica sin violencia étnico-religiosa en el país, sociedad igualitaria, entre otras.
El conflicto en Kaduna sería el resultado de la intrusión de la tribu fulani en el norte de la zona del río Níger (actual Nigeria) encabezados por el erudito árabe Uthman Dan Fodio y sus discípulos. Además, la reciente crisis étnico-religiosa en Kaduma se remonta a la década de 1980. De acuerdo con un informe de Chatham House, más de 20 000 personas han muerto a causa del conflicto.
Mientras tanto, en 2020, el programa de televisión ‘KadInvest 5.0’, presentó al gobernador del estado de Kaduna, Mallam Nasir El-Rufai, que prometió poner fin a los continuos asesinatos. Lamentablemente, los homicidios continuaron con el reciente ataque a miembros de la comunidad de Kaduna en diciembre de 2022.
Tras darse cuenta de la falta de cobertura mediática de las atrocidades cometidas en Kaduna, Beevan Magone, reportero nigeriano residente en Abuya y originario de Kaduna, produjo un documental que indaga en la historia de terror que se está llevando a cabo en esta región desde la perspectiva de las víctimas.
El documental, «Southern Kaduna: Blood, Tears & Anger» («Kaduna: Sangre, lágrimas e ira») traza el contexto histórico de los ataques musulmanes fulani y el impacto de la crisis comunitaria en la ciudad cuya población es de aproximadamente 4,5 millones del total nacional de 213 millones de habitantes. A pesar de la diversidad étnica, el estado y especialmente Kaduna, ha presenciado repetida violencia étnica. El desgarrador documental, disponible en YouTube, contiene imágenes y vídeos gráficos que dan testimonio de las atrocidades y terribles actos que están ocurriendo en la región.
Adéṣínà (Ọmọ Yoòbá, editor de Yorùbá Lingua en Global Voices, entrevistó a Beevan Magoni a través de WhatsApp para hablar sobre el documental.
Global Voices (GV): ¿Por qué usted y otros miembros del equipo de producción decidieron realizar el documental? ¿Cuáles son los objetivos y qué les motivó a hacerlo?
Beevan Magoni (BM): We were helpless in Southern Kaduna. It was a harvest of mass burials where the ground is dug every day and we pour our loved ones into it. It was frustrating that our people knew who these people were, and where they were but could not fight back because of the superiority of their firepower. We also suspect the government of Kaduna state under El Rufai knew about it, had a hand in it, or was covering up for some specific reasons.
I personally called and mobilized for protests which kind of slowed the killings but they resumed in full force, so a brother of mine (The popular Kaduna rapper known as D.I.A) called and said, let's do a documentary. Let's start keeping records of the wrongs done to us. Let's show our children why history is not being taught in school. Because things have been happening in that area right before the Jihad but they are not documented. Watch that part where the old man was narrating about the slave trade and all, that's history repeating itself, and let's do this to remind those to come to always be prepared and not be slaughtered like it is being done today.
Beevan Magoni (BM): Estamos desamparados en Kaduna. Ha habido muchísimos entierros, la tierra se cava todos los días para poner ahí a nuestros seres queridos. Ha sido frustrante para nuestro pueblo saber quiénes eran esas personas y de dónde eran, y no poder luchar por la superioridad de sus armas. Además, sospechamos que el gobierno de El Rufai del estado de Kaduma conocía los hechos, participó o los encubrió por alguna razón.
Personalmente, organicé y movilicé protestas que de alguna forma postergaron los asesinatos pero reaparecieron con toda su fuerza, de modo que uno de mis hermanos (el famoso rapero de Kaduna conocido como D.I.A) me llamó y me dijo: hagamos un documental, empecemos a documentar el daño que nos están causando. Mostremos a nuestros hijos por qué no se enseña historia en la escuela. Porque han estado pasando cosas en esa región desde antes de la Yihad pero no están documentadas. Mira esa parte en la que un anciano narra el comercio de esclavos, eso es historia que se repite, hagamos esto para recordar a los que vengan que estén siempre preparados para que no los maten como sucede hoy.
GV: He llegado hasta una página web que afirma que los cristianos hausa han estado atacando a sus vecinos musulmanes durante décadas y el no tan reciente kataf (atyap) y la juventud cristiana ikulu organizaron ataques a la población musulmana hausa-fulani en 2020 en represalia. ¿Qué puede comentar al respecto?
BM: Christian Hausa is different from those of us in the Middle Belt. But for a fact, the most persecuted Nigerians are the Hausa/Fulanis who are Christians. They live under extreme persecution but they don't have a loud voice like we in the Middle Belt do.
What would you do if someone from your family kidnaps your daughter, forces her into marriage, and converts her? What would you do if you can't come out and say, “I am capable and I want to be voted for?” They don't have such power. They are crippled politically, economically, socially, and otherwise.
To the Middle Belt tribesmen, if they had carried out more reprisals like they were being attacked, that region would either be a war zone or a very peaceful place because no one is crazy to walk into a death trap.
I've heard of quite a number of the attackers being unfortunate not to return. Perhaps that's the narrative we are talking about here. There is a lot of fighting that's underreported.
BM: El cristiano hausa es diferente de aquellos del Cinturón Central. Pero la mayoría de los nigerianos perseguidos son los hausa/fulani cristianos. Viven en una persecución extrema pero no tienen una voz tan fuerte como nosotros en el Cinturón Central.
¿Qué harías si alguien de tu familia secuestrara a tu hija, la obligara a casarse y convertirse? ¿Qué harías si no pudieras salir y decir «soy capaz y quiero que voten por mí»? No tienen ese poder. Están imposibilitados política, económica y socialmente.
Para los miembros de las tribus del Cinturón Central, si hubieran llevado a cabo más represalias como si los estuvieran atacando, esa región sería o bien una zona de guerra o bien un lugar pacífico porque nadie está tan loco como para entrar en una trampa mortal.
He escuchado que un gran número de los atacantes ha tenido la mala suerte de no volver, quizá es la historia que estamos contando aquí. Hay mucha lucha de la que no se informa.
GV: ¿Cuánto tiempo llevó producir el documental y cuáles fueron los retos que enfrentaron?
BM: It took us two and a half years to finish everything. It was supposed to be a three week production or so, so I took two weeks’ leave to go work on it. Unfortunately, on the day we finished shooting, the drive fell and I lost everything. It felt like I was being sabotaged because everywhere I took it, no one could salvage anything. The last place was Edar lab in Abuja here and he said, bro, it can’t be repaired.
I had to start afresh, but this time, no extra resources, team members were tired, and I had to let them be in the interim. When I had gotten everything I was looking for, I then informed them, even though my team members Steven and Kefas were always on standby with me. You know, they call the three of us bandits because of how we were bent on getting the story told.
Financial support was zero. You suppose know say that one go dey (you should also know this). This is because our region doesn't understand media and how to invest in it so they didn't understand how far we could go. But, thank the gods, we are here!
BM: Terminar todo nos llevó dos años y medio. Iban a ser unas tres semanas de producción, así que conseguí un permiso de dos semanas en el trabajo. Desafortunadamente, el día que terminamos de grabar, el disco se cayó y perdí todo. Sentí como si me hubieran saboteado porque en ningún sitio pudieron salvar nada. El último lugar al que lo llevé fue el laboratorio Edar en Abuya, donde me dijeron que no podía repararse.
Tuve que empezar de nuevo pero, esta vez, sin recursos adicionales, los miembros del equipo estaban cansados y tuve que dejarlos descansar. Cuando conseguí lo que estaba buscando, les informé, aunque Steven y Kefas, miembros de mi equipo, siempre estuvieron a mi lado. Nos llaman los tres bandidos por lo empeñados que estábamos en contar la historia.
No tuvimos apoyo financiero. Debería saberse esto también. Esto es porque nuestra región no entiende de medios ni cómo invertir en eso, así que no entendían lo lejos que podíamos llegar. Sin embargo, gracias a los dioses, ¡hemos llegado hasta aquí
GV: ¿No tenían miedo de las consecuencias, de enfrentar la ira de los poderosos por exponer las desgracias perpetradas por esos asesinos en su comunidad como una historia falsa?
BM: I have one life to live and I no dey fear (I am not afraid of) anybody! I am not a criminal. I don't go looking for trouble, but since childhood, everyone knows that you can't carry out injustice successfully in my presence. This lifestyle has gotten me into trouble multiple times but once I believe in a cause, there's no going back. The story had to be told.
BM: Tengo una vida, ¡y no tengo miedo a nadie! No soy un delicuente, no estoy buscando problemas, pero desde niños, todos saben que no puedes hacer injusticias en mi presencia. Este estilo de vida me ha supuesto problemas en muchas ocasiones pero cuando creo en algo, no hay vuelta atrás. La historia tenía que ser contada.
GV: ¿Cómo consiguió los fondos para la producción del documental? ¿Qué oportunidades había disponibles para financiar el proyecto, los patrocinadores y los simpatizantes?
BM: Funding was zero. From my salary and from a few friends. Sometimes I wait till the end of the month before going to Southern Kaduna, lodge in a hotel with my camera guys, wait to hear where people were being killed, and then move in. That's how we got those live footage of mourners.
BM: No tuvimos financiación. Fue de mi salario y de algunos amigos. A veces, esperaba a fin de mes para volver a Kaduna, alojarme en un hotel con mis camarógrafos, esperaba a saber dónde se estaban cometiendo los asesinados y entonces me instalaba. Es así como conseguimos imágenes en directo de los deudos.
GV: ¿Qué cambiará? ¿Cambiará algo el documental? ¿Qué piensa que puede cambiar? ¿Qué espera conseguir?
BM: A lot will change with time. There's so much to do at the moment, just waiting for the right people to come our way and we either work with them or point them in the direction to go. But most importantly, I want to see the children back in school. I want to see our homes that were destroyed rebuilt. I want to see those villages that number over 150 as we speak reoccupied by the original inhabitants. I want to see our human dignity restored.
BM: Con el tiempo, muchas cosas cambiarán. Por el momento, hay mucho que hacer, esperar a que la gente correcta venga y trabajemos juntos o les indiquemos la dirección a la que dirigirse. Pero lo más importante, quiero ver a los niños regresar al colegio, quiero ver reconstruidas nuestras casas que fueron destruidas, quiero ver que esos más de 150 pueblos los vuelvan a ocupar sus habitantes originales. Quero ver restaurada nuestra dignidad humana.
Mientras muchos como Beevan han levantado dedos acusadores hacia el gobernador del estado de Kaduna de turno, el gobernador Mallam Nasir Ahmad El-Rufai ha dicho que él no patrocina la crisis en su estado. Puede parecer que la raíz de la crisis perpetua en Kaduna fuera religiosa o étnica. Sin embargo, algunas escuelas de pensamiento son de la opinión de que la crisis no es ni religiosa ni étnica. El documental de este reportero narra los hechos desde una novedosa perspectiva con el fin de arrojar algo de luz sobre los asesinatos y los crímenes contra la humanidad perpetrados por algunos grupos hausa-fulani en el sureño Kaduna.