Foto de la marcha para los derechos de la mujer, el 8 de marzo 2023, por Maria Paz Ismael PH. Usada con su permiso.
El 8 de marzo, día internacional de la mujer, pone el foco en los reclamos de las mujeres, centrados los derechos y las desigualdades, su lucha por participar en la sociedad en igualdad de condiciones con el hombre. Las grandes marchas pararon desde el 2021 por las restricciones debido a la pandemia COVID-19, pero este año retomaron las protestas en América Latina. Es la ocasión para hacer un balance sobre logros consagrados y debilidades que dan paso a nuevos desafíos en el recorrido de las mujeres en Argentina.
En los últimos años, los movimientos feministas en Latinoamérica han dado un gran impulso a la conmemoración del día de la mujer, conocido coloquialmente en Latinoamérica como “8M”. Por ejemplo, en 2020, antes de las restricciones por la pandemia del COVID-19, millones de personas participaron en las marchas del 8M en Chile, México y Argentina y demás países latinoamericanos. En particular, el movimiento feminista de Argentina fue un motor importante para abrir el debate sobre el derecho al aborto [1] y los derechos de las personas trans [2] en el continente.
Foto de la marcha para los derechos de la mujer, el 8 de marzo 2023, por Maria Paz Ismael PH. Usada con su permiso.
En Argentina, el 8M comienza a celebrarse en 1983, año de la restitución de la democracia después de siete años bajo una junta militar [3]. Este año es por demás significativo, ya que se suma un festejo especial por los 40 años del regreso a la democracia, luego de una de las dictaduras más sangrientas de América Latina. Actualmente se consolida como una fecha conmemorativa, con un programa de demandas.
La concentración central fue el miércoles 8 de marzo, en pleno centro porteño de Buenos Aires, donde miles de personas [4] marcharon, pero hubieron actividades previstas durante toda la semana y en diferentes provincias. El programa incluye marcha y paro nacional, además de asambleas, encuentros, eventos artísticos, talleres, jornadas, conciertos. La temática de género se va transformando y va abriendo la agenda a otros ejes esenciales como los derechos de las personas LGBTQ+.
Foto de la marcha para los derechos de la mujer, el 8 de marzo 2023, por Maria Paz Ismael PH. Usada con su permiso.
Este año fue la ocasión para hacer un balance sobre logros de estos últimos años. En 2017, se votó por la obligación [5] de tener la paridad en ámbitos de representación política, y después, la lucha se centró en el derecho por el aborto, que se cumplió en diciembre 2020 [6]. En 2021, hubieron dos avances importantes también, primero, el plan de los 1000 días [7] (un conjunto de políticas públicas de asistencia a las personas gestantes y acompañamiento hasta los tres años de vida de sus hijos/as) y también la ley de cupo laboral trans [8], adoptada en julio 2021. En Argentina, las personas trans obtuvieron la ley de identidad de género en 2019, que no patologiza las identidades trans y admite su cambio registral.
Actualmente los reclamos son diversos, como la lucha contra los femicidios y transfemicidios [9] y contra la discriminación LGBTQ+, el reparto de las tareas [10] en la casa y con los hijos/as, el acoso callejero, el entrecruzamiento entre el capitalismo y el patriarcado, lo que ha generado una división sexual del trabajo, y la rama femenina en el sindicalismo [11], que presenta reclamos salariales y sociales de las mujeres, sobre todo en lo concerniente a la doble vara: trabajo y maternidad, tema de larga data pero que sigue presentando dificultades. La periodista Luciana Peker escribió [12] que las mujeres argentinas ganaron 27,7% menos que los hombres en 2022.
Foto de la marcha para los derechos de la mujer, el 8 de marzo 2023, por Maria Paz Ismael PH. Usada con su permiso.
Históricamente, los movimientos sociales ligados al feminismo en Argentina y Suramérica vienen de tres vertientes [13]. La primera se relaciona con la defensa los derechos humanos (impulsado por las madres y abuelas de “desaparecidos [14]” a manos de las dictaduras del siglo pasado); la segunda lo hace con las luchas de las mujeres de sectores populares, que se agrupan para sobrellevar las difíciles condiciones de vida en las que están sumergidas; la tercera vertiente comprende a las feministas, ellas apuntan a conseguir reformas legales y programas estatales.
Pero en 2023, las luchas feministas en Argentina siguen diversificándose y se están tomando en cuenta las realidades diversas de las mujeres tanto en sus actividades como en sus identidades (por ejemplo, madres y trabajadoras, cis y trans). Esto resulta en una diversificación de sus demandas también. En este sentido, las luchas del feminismo son un potente motor de tracción de grandes cambios sociales para muchas personas.
Es toda una fiesta que se repite año tras año, en las calurosas calles de las ciudades de Argentina, en bares, plazas y al aire libre luego de la movilización. Se hace con la alegría de todo un recorrido hecho con esfuerzo por seguir avanzando en las luchas.