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En Benín, parque natural se convierte en refugio de grupos insurgentes

· Escrito por Arnauld Kassouin Traducido por Gabriela García Calderón Orbe

Categorías: África Subsahariana, Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Mali, Níger, Togo, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Benín: Renacimiento de un patrimonio cultural

Captura de pantalla de YouTube de France24 [1]

En el norte de Benín, un parque natural se está convirtiendo en refugio de insurgentes transfronterizos mientras Cotonú [2] revisa su estrategia de seguridad.

Varios países de África Occidental (Benín, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana y Togo), unieron fuerzas en 2017 con la Unión Europea, Francia y Gran Bretaña en la Iniciativa de Acra [3] para luchar juntos contra la amenaza yihadista en los países del Sahel [4]. Esta diversidad, que reúne a los presidentes de los países mencionados, pretende aunar esfuerzos para contener mejor el terrorismo. En 2019, Mali, Níger y Nigeria también se unieron como miembros observadores.

Durante mucho tiempo, Benín se había librado de la amenaza yihadista, mientras que los países con los que comparte sus 2123 km de fronteras terrestres, Burkina Faso (386 km), Níger (277 km), Nigeria (809 km) y Togo (651 km), llevan más de una década expuestos a esta guerra denominada asimétrica [5].

Pero desde mayo de 2019, [6] Benín registra cada vez más incursiones e incidentes violentos [7]. El ataque más mortífero [8] se produjo el 8 de febrero de 2022, cuando murieron al menos nueve personas [9]. Desde 2021, se han producido más de veinte actos terroristas [10] en suelo beninés:

El terrorismo yihadista en el Sahel se ha extendido sin control a los países al norte del Golfo de Guinea. El Proyecto de Datos sobre Localización y Sucesos en Conflictos Armados registró 26 atentados organizados en el norte de Benín atribuidos a Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes entre el 1 de noviembre de 2021 y el 14 de septiembre de 2022.

Aunque el terrorismo sigue siendo un concepto con connotación polisémica, hay que reconocer que «ya no se puede negar esta realidad [13]«. El modo de operar usado para secuestrar a turistas franceses en el norte de Benín en mayo de 2021 «recuerda cada vez más al de algunos grupos yihadistas [13]» como el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes [14] (GSIM), afiliado a Al Qaeda y que critica a los Gobiernos occidentales por intervenir en los asuntos de las naciones islámicas.

Esta es también la opinión de este experto del Sahel:

Sahel: «El secuestro de los turistas franceses en el norte de Benín reveló la cooperación entre las diferentes unidades de combate yihadistas que operan en la región.» Yvan Guichaoua, especialista en el Sahel y en cuestiones de seguridad en África Occidental

Este tuit de Wamaps [19], blog sobre la situación de seguridad en África Occidental, confirma una degradación general en la región:

#Sahel | Índice mundial del impacto del terrorismo 2022, de 0 a 10 (muy fuerte). Burkina Faso 🇧🇫, Mali 🇲🇱, Nigeria 🇳🇬 y Níger 🇳🇪 ocupan los primeros puestos.
⚠️Muy preocupante Togo 🇹🇬 (+49 puestos) y Benín 🇧🇯 (+23 puestos).

Fuente: Índice de Paz Global del Instituto para la Economía y la Paz. Publicado el 14 de marzo.

Solamente para 2022, el Gobierno beninés asignó  60 609 millones de francos CFA (cerca de cien millones de dólares) [30] a defensa. En 2023, se constata un aumento neto del 27,82 % para las necesidades presupuestarias [30] del Ministerio de Defensa Nacional. Por ejemplo, el 28 de abril de 2022, el Gobierno beninés notificó al secretario general de Naciones Unidas su intención de retirar [31] sus tropas desplegadas en Mali en el marco de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí [32] (MINUSMA) para reforzar mejor la seguridad a lo largo de sus fronteras con Níger y Burkina Faso.

Nido verde del terrorismo

El otro aspecto que indica una situación preocupante es la instalación de grupos insurgentes en la zona protegida transfronteriza, compartida por Benín, Burkina Faso y Níger, denominada «Parque W», situada en el norte del país [33]. Este parque, que abarca más de 30 000 km2 , está en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO [34] desde 1996, y también forma parte del complejo W-Arly-Pendjari, paraje natural transfronterizo [35] compartido por Benín, Burkina Faso y Níger.

Inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial: Complejo W-Arly-Pendjari [extensión del parque nacional W de Níger], Benín, Burkina Faso, Níger.

Sin fuerzas de defensa y seguridad [39] responsables de la protección de las especies animales, este santuario se está convirtiendo en un escondite inaccesible para las fuerzas de defensa y seguridad. Por eso, grupos terroristas armados se han instalado ahí; es el caso desde 2018 de grupos yihadistas como Ansarul Islam Katiba [40] y Serma Katiba, que lo usan como base de retaguardia [41] para extender su esfera de influencia hacia Benín y otros países de África Occidental. Este gran parque es objeto de numerosos conflictos relacionados con numerosos fenómenos [39] como la sequía, la trashumancia y la caza furtiva.

Reacciones del Gobierno beninés a la amenaza terrorista

Para reducir la incidencia de la amenaza terrorista, el Gobierno beninés ha emprendido varias acciones [42], como reforzar las capacidades de las fuerzas armadas beninesas (FAB) [43] y reclutar masivamente para complementar las fuerzas de defensa y seguridad existentes. Según lo anunciado en el programa de acción del Gobierno para 2021-2026 [44], se reclutarán más de 2000 soldados y policías para cubrir mejor los 112 622 km² de Benín. También tuvo lugar el apoyo de Francia [45] en el marco de la asociación franco-beninesa de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento. Se entregaron 20 vehículos todo terreno (MASS TECH [46]) a las Fuerzas Armadas beninesas.

Otra acción es el «refuerzo de la cohesión social, la prevención del extremismo violento y la lucha contra los conflictos vinculados a la trashumancia», en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) [47] y la embajada de Países Bajos.

La implicación de la sociedad civil en la resolución de conflictos es otro instrumento necesario, como explica Gilles Yabi, director ejecutivo del grupo Wathi [48], en el sitio web Benin Intelligent [49]:

Et comme c'est l'ensemble de la société qui est impacté, c'est une raison suffisante pour que l'ensemble de cette dernière soit légitime pour participer à la recherche des solutions.

Y como es toda la sociedad la que se ve afectada, esto es motivo suficiente para que toda la sociedad esté legitimada para participar en la búsqueda de soluciones.

Yabi explica las dificultades que enfrenta la sociedad civil en la región en esta entrevista [10]:

Et donc, la société civile évidemment a un rôle important à jouer parce qu’elle est la première à être affectée des situations d’insécurité. […] Ce sont ces organisations qui sont les plus proches des populations au quotidien et donc leur rôle est vraiment central dans la prévention de l’extrémisme violent ou de l’implantation des groupes armés dans les pays de la région.

Es evidente que la sociedad civil tiene un papel importante que desempeñar porque es la primera afectada por las situaciones de inseguridad. […] Son las organizaciones que están más cerca de la gente en el día a día y, por lo tanto, su papel es realmente central para prevenir el extremismo violento o el establecimiento de grupos armados en los países de la región.