Asociación Turquía-China: ¿Es insuficiente la Iniciativa de la Franja y la Ruta de Pekín?

Captura de pantalla del canal de YouTube de CGTN que muestra conexiones de ferrocarriles construidos con inversión china en Turquía.

Turquía mantiene estrechas relaciones económicas con China y es uno de los primeros socios de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En noviembre de 2015, China y Turquía firmaron un «Memorando de entendimiento sobre la alineación de la iniciativa [liderada por China] de la Franja y la Ruta y la Iniciativa [liderada por Turquía] del Corredor Medio». Los dirigentes de ambos países consideran que estas iniciativas se complementan y hablan de seguir integrándolas. Sin embargo, a pesar de su apoyo retórico, las inversiones de China que Turquía espera aún no se han materializado.

Como mercado emergente situado como puerta de entrada entre los productores y mercados europeos y asiáticos, Turquía aspira a convertirse en un centro de transporte y logística que una estos dos continentes. Además, desea desempeñar un papel central en la cadena de valor mundial. Con estos objetivos, el Gobierno turco planea mejorar sus infraestructuras de transporte, telecomunicaciones y energía. En cuanto al transporte, bajo el gobierno del partido Justicia y Desarrollo (AKP), Turquía se centró principalmente en el transporte por carretera y las autopistas, a la vez que completaba dos inversiones ferroviarias de alta velocidad entre Ankara y Estambul y Ankara y Konya. Otras como las líneas de alta velocidad Esmirna-Ankara y Ankara-Sivas están en construcción. Sin embargo, estos proyectos de inversión solamente cubren geográficamente una pequeña parte del país y están lejos de satisfacer las necesidades de la economía de una población de 85 millones de habitantes. Por lo tanto, se necesitan nuevas inversiones. En este punto, como país con la principal red ferroviaria de alta velocidad del mundo, el Gobierno turco esperaba que China y la BRI desempeñaran un papel clave.

En 2018, los Ferrocarriles Estatales Turcos y el Ministerio de Transporte chino llegaron a un acuerdo para construir un ferrocarril de alta velocidad para unir Edirne con Kars, es decir, las fronteras oeste y este de Turquía. Sin embargo, por el momento, solo se ha completado una pequeña parte de este proyecto. Este proyecto es importante para ambos países. Es importante para Turquía porque pretende posicionarse como una puerta que conecte Europa con Asia. El proyecto también es importante para China porque ofrece una alternativa al corredor norte que pasa por Rusia, como muestra este hilo de Twitter con mapas:

La guerra de Rusia contra Ucrania ha revitalizado el Corredor Central.

El tiempo necesario para transportar mercancías de China a Europa a través de los tres corredores es:

Norte: 10 000 Km (15-20 días)

Medio: 7000 Km (10-15días)

Sur: 20 000 km (45-60 días)

Atraviesa ocho países y

En condiciones normales, dado que atraviesa menos países y, por tanto, requiere menos burocracia y acuerdos fronterizos, China prefiere el corredor norte. Sin embargo, por la guerra en Ucrania, el corredor norte no se puede usar actualmente y se necesita una ruta terrestre alternativa. No obstante, China sigue dudando de la viabilidad del Corredor Medio, que enfrenta problemas, como falta de coordinación arancelaria conjunta y problemas geopolíticos como la inestabilidad en el sur del Cáucaso.

Los ferrocarriles de alta velocidad no son los únicos proyectos de transporte en los que colaboran China y Turquía. Ambos países cooperan también en sistemas de ferrocarril ligero, como la línea de metro Batıkent-Sincan en Ankara y varias líneas de metro en Estambul.

El entusiasmo de Turquía por comprometerse con la Iniciativa puede apreciarse en su participación activa en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), banco de inversión internacional dirigido por China y creado para apoyar financieramente los proyectos de la Iniciativa. Como miembro fundador regional del AIIB, hasta marzo de 2023, para sus 18 proyectos, Turquía ha tomado prestados del banco 3753 millones de dólares. Con esta cantidad, Turquía se sitúa como el segundo mayor prestatario, después de India.

Telecomunicación and energía: Dos entradas grandes a Turquía para China

Además del transporte, Turquía también necesita inversiones en telecomunicaciones y energía. Turquía está construyendo su infraestructura 5G. A pesar de las advertencias de Estados Unidos sobre las relaciones de Huawei con el Ejército Popular de Liberación, tanto el Gobierno turco como las empresas privadas prefieren asociarse con Huawei. Por ejemplo, Turkcell y Huawei firmaron un acuerdo para profundizar en las operaciones de desarrollo 5G e impulsar los trabajos de producción 4,5G autóctonos en 2017 y otro en 2019 para colaborar en la construcción de la mayor red All-Cloud Core orientada a 5G en Turquía. Huawei alcanzó acuerdos similares con Vodafone Turquía y la empresa pública Türk Telekom. En 2019, Huawei y el parque turco de Ciencia y Tecnología Bilişim Vadisi firmaron un memorando de entendimiento para ampliar los proyectos de cooperación en ciudades inteligentes.

El viceministro de Ciencia, Industria y Tecnología, Mehmet Fatih Kacır, anunció la cooperación:

Una tras otra, las empresas mundiales están posicionando Turquía como base de investigación y desarrollo.

Huawei, que tiene un presupuesto anual de investigación y desarrollo de 15 000 millones de dólares, establecerá su laboratorio de investigación de ciudades inteligentes en Bilişim Vadisi.

Estamos dando pasos firmes para convertirnos en un centro mundial de investigación y desarrollo e innovación.

Otras empresas tecnológicas chinas también están interesadas en invertir en Turquía. En 2021, con una inversión de 30 millones de dólares, Xiaomi empezó a producir teléfonos en Turquía. Productores chinos de teléfonos inteligentes como TECHNO Mobile, TCL, Vivo, Realme y Oppo también realizaron inversiones en el país para establecer instalaciones de producción en el país. Sin embargo, se trata de inversiones relativamente pequeñas, aproximadamente alrededor de 30-35 millones de dólares . Por otra parte, hay rumores sobre la decisión de Oppo de retirarse de Turquía.

A medida que aumenta la demanda energética del país, Turquía también invierte en sus infraestructuras energéticas. El Gobierno turco, en colaboración con empresas turcas y extranjeras, está intentando diversificar y reforzar la infraestructura energética del país, tanto verde como marrón. Aunque Turquía colaboró con China en la construcción de la mayor central eléctrica de carbón de su historia y la mayor inversión china en Turquía, la central térmica de Hunutlu, ha optado por limitar las inversiones chinas en el sector de las energías renovables. Este es especialmente el caso de las empresas estatales chinas. En la construcción de centrales eléctricas con más de 1 GW de capacidad, la élite política turca tendió a favorecer a los consorcios respaldados por Europa, en lugar de a los consorcios respaldados por China. Por otra parte, las empresas privadas turcas y chinas siguen asociándose, especialmente en proyectos de energía solar. A pesar de los problemas actuales en este campo, la energía es un rubro que ofrece más oportunidades de cooperación para los dos países.

Otra necesidad de Turquía, aunque no directamente relacionada con la Iniciativa, es la financiación. Aquí, especialmente desde el intento de golpe de 2016, Ankara y Pekín han profundizado sus relaciones a través de acuerdos de intercambio y mecanismos de crédito que China dio a Turquía. Desde que se firmó el primer acuerdo de intercambio entre ambos países en 2012, Turquía ha obtenido 6000 millones de dólares de China.

Expectativas no satisfechas de Turquía

A pesar del deseo de Ankara de más inversiones chinas, en términos de proyectos relacionados con la Iniciativa, Turquía se queda atrás respecto a sus expectativas. Salvo Kumport, puerto marítimo en Estambul, y la central térmica de Hunutlu, China no ha invertidos significativamente en Turquía. De 2013 a 2020, la cuota de Turquía en las inversiones chinas es del 1,31 % y en los proyectos de la Iniciativa, esta cuota se reduce al 0,8 %. Según el Rastreador de Inversiones Globales en China, en 2023, el importe total de las inversiones chinas en Turquía será de 5110 millones de dólares. Teniendo en cuenta que la inversión mundial de China asciende a 1368 billones de dólares, esta cifra es trivial.

También hay problemas en relación con algunas posibles inversiones chinas, como el deseo de Huawei de invertir en el sector de la tecnología de defensa de Turquía. Inicialmente, Huawei se asoció con Turkcell para participar en una licitación estatal para brindar servicios de red de datos a las Fuerzas Armadas turcas. Sin embargo, cuando por la eficiencia de costos Turkcell rechazó la oferta de Huawei de bajar los precios, Huawei amenazó con congelar las operaciones de mantenimiento de todos los contratos activos con Turkcell. La disputa se comunicó al Ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, y al embajador de China en Turquía, Liu Shaobin.

El Índice China, que mide la influencia de China en todo el mundo, muestra que China tiene una importante influencia en la política exterior de Turquía, especialmente en lo que respecta a las políticas turcas hacia la cuestión uigur. Sin embargo, esta influencia no debe exagerarse. Aunque Ankara suele abstenerse de criticar abiertamente el trato de Pekín a los uigures, en diciembre de 2022, el ministro de Asuntos Exteriores Mevlüt Çavuşoğlu hizo una sorprendente declaración crítica sobre las políticas de China hacia su minoría uigur. Según Çavuşoğlu, la ralentización de las relaciones bilaterales es consecuencia de la defensa por Turquía de los derechos de los uigures en la comunidad internacional, así como de la negativa de Ankara a aceptar las peticiones de extradición de uigures por parte de China. Çavuşoğlu criticó además a China por no permitir que el embajador de Turquía en China, Abdülkadir Emin Önen, visitara Sinkiang e investigara libremente las denuncias sobre el trato de China a los uigures. Como respuesta a las declaraciones de Çavuşoğlu, el embajador de China en Turquía, Liu, «invitó cordialmente a la parte turca a Sinkiang», al tiempo que añadió que «los invitados deben comportarse de acuerdo con las sensibilidades de la casa».

Según Li Lifan, académico de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, aunque la cuestión uigur puede crear problemas entre Pekín y Ankara, esos problemas no alcanzarán un nivel que perturbe las relaciones económicas bilaterales.

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