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Georgianos protestan mientras el Parlamento estudia nuevo proyecto de ley sobre «agentes extranjeros

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Europa Central y del Este, Georgia, Rusia, Censura, Derecho, Derechos humanos, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Protesta, GV Advox

Captura de pantalla de un reportaje de video [1] de Kanal 13, sobre las protestas del 6 de marzo ante el Parlamento en Tiflis.

Miles de georgianos salieron a las calles el 6, 7 y 8 de marzo para protestar contra lo que la sociedad civil califica [2] de ley de «agente extranjero [3]» propia de Georgia. El Parlamento reanudó el debate sobre las dos versiones del proyecto de ley a pesar de las crecientes críticas recibidas el 6 de marzo. Después de tres días de protestas masivas, el gobierno de Sueño Georgiano anunció que anularía el proyecto de ley, en una importante victoria para los trabajadores de la sociedad civil y los manifestantes.

NOTICIA: Sueño Georgiano y Poder Popular han anunciado que anulan «incondicionalmente» el proyecto de ley de influencia extranjera, tras dos noches de protestas en Tiflis.

Días de debate y protesta

En la mañana del 6 de marzo, mientras la gente se congregaba [5] en el exterior del Parlamento, adentro, al menos tres diputados de la oposición fueron expulsados por la fuerza [6] de la sesión de la comisión, según informa Civil.ge. Los medios locales e internacionales también informaron de peleas a puñetazos [7] entre diputados.

Se vio a otros diputados opositores colgando banderas [8] de la Unión Europea, la OTAN y el Estado de Georgia de la ventana del Parlamento, lo que simbolizaba las aspiraciones europeas del partido opositor.

Al parecer [9], los manifestantes que se congregaron frente al Parlamento lanzaron huevos en señal de protesta.

Los partidos opositores prometieron [10] continuar las protestas hasta que el Parlamento dejara de debatir el proyecto de ley. Se sumaron a la fiesta unas 60 plataformas de medios [11] y cientos de organizaciones de la sociedad civil [12].

El proyecto de ley «sobre transparencia de la influencia extranjera» era similar a la ley rusa de 2012 [13] sobre «agentes extranjeros», que se ha usado para reprimir la disidencia y la oposición en Rusia desde que entró en vigor. Fue propuesta por un grupo de parlamentarios, formalmente del gobernante Sueño Georgiano, que abandonaron las filas del partido en 2022 y formaron su propio partido político, llamado Poder Popular [14], en agosto de 2022 [15]. Si se aprobaba, el proyecto de ley iba a «obligar a las organizaciones no gubernamentales financiadas desde el extranjero a registrarse como agentes de influencia extranjera», informó [16] Eurasianet.

Había dos versiones del proyecto de ley. Ambas fueron propuestas y presentadas por Poder Popular, respaldado por el partido gobernante Sueño Georgiano. Según los informes, el segundo borrador, «Sobre el registro de agentes extranjeros», era «más severo» y ampliaba los requisitos de registro «de las organizaciones a los personas y aumenta las penas por el incumplimiento de sus requisitos de multas a cinco años de prisión», informó [17] Civil.ge. El primer borrador exigía que todas las organizaciones no gubernamentales y medios de Georgia que recibieran más del 20 % de financiación extranjera se registraran como «agentes extranjeros» e informaran de sus ingresos anuales.

El 7 de marzo, el Parlamento aprobó [18] ambas versiones.

El Gobierno iba a enviar [18] entonces el proyecto de ley a la Comisión de Venecia, órgano consultivo del Consejo de Europa, que emite recomendaciones sobre si la «legislación presentada es compatible con las normas democráticas y de derechos humanos». Ya había indicios de que el Gobierno no tendría en cuenta las recomendaciones. El 7 de marzo, el presidente del partido gobernante Sueño Georgiano, Mamuka Mdinaradze [19], dijo que el partido solo seguiría las recomendaciones de la comisión «si al menos tenían escrito algo racional». Mdinaradze también afirmó que es probable que el Parlamento apruebe el primer borrador del proyecto de ley.

Mientras tanto, el partido gobernante se lanzó contra los críticos [20] del proyecto de ley, los llamó «detractores de la Iglesia» y «espías». Según [20] OC Media, surgieron varias páginas en Facebook que se dirigían a los detractores del proyecto de ley con un lenguaje similar. Carteles pegados por toda la ciudad tenían el mismo mensaje:

Carteles que dicen «Espías que denigran a la Iglesia» aparecen en las calles de Tiflis con imágenes de líderes de la sociedad civil, mientras el Parlamento se prepara para debatir la ley de «agentes extranjeros».

Los partidarios del proyecto rechazaron estas críticas [26], sostienen que el proyecto «mejoraría la transparencia [27]«. Sin embargo, los críticos afirmaron que era innecesario [28], dado que la información sobre la propiedad de las organizaciones estaba disponible públicamente de todos modos y que había pleno acceso a los registros financieros de estas organizaciones.

Pedidos para rechazar la ley

El 1 de marzo, el Comité para la Protección de los Periodistas hizo pública una declaración que afirma [28]: «El Parlamento de Georgia debe rechazar cualquier legislación que califique a los medios como agentes extranjeros, y su Gobierno debe tomar medidas concretas para demostrar su compromiso con la diversidad de los medios».

Otros hicieron llamado similares. Desde miembros del Parlamento Europeo hasta el principal club de fútbol de Georgia y los productores de vino del país:

Los dirigentes de Georgia están poniendo en grave peligro el futuro europeo que exige su pueblo.

La elección es sencilla.

El Parlamento debe abandonar su proyecto de ley sobre agentes extranjeros al estilo ruso y, en su lugar, avanzar seriamente hacia la candidatura a la Unión Europea. Georgia es Europa.

El equipo de fútbol del Dinamo de Tiflis publicó una declaración en su página de Facebook:

En un hecho sin precedentes, el Dinamo de Tiflis, el club de fútbol más importante de Georgia, se ha pronunciado contra la ley de «agentes extranjeros» y ha expresado su apoyo a las aspiraciones de Georgia en la Unión Europea.

Los productores de vino georgianos también intervinieron [33], según informó Batumelebi.ge.

En una declaración conjunta [34] emitida por Human Rights Watch y Amnistía Internacional, los organismos de control pidieron al Parlamento que retirara la ley. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, calificó [35] la decisión del Parlamento de aprobar el proyecto de ley en primera lectura de «muy mala evolución para Georgia y su pueblo». añadió:

The law in its current form risks having a chilling effect on civil society and media organisations, with negative consequences for the many Georgians benefiting from their work. This law is incompatible with EU values and standards. It goes against Georgia’s stated objective of joining the European Union, as supported by a large majority of Georgian citizens. Its final adoption may have serious repercussions on our relations.

La ley, en su forma actual, corre el riesgo de tener un efecto amedrentador sobre la sociedad civil y los medios, con consecuencias negativas para los muchos georgianos que se benefician de su trabajo. Esta ley es incompatible con los valores y normas de la Unión Europea. Va contra el objetivo declarado de Georgia de ingresar en la Unión Europea, apoyado por una gran mayoría de ciudadanos georgianos. Su aprobación final puede tener graves repercusiones en nuestras relaciones.

E 7 de marzo, en su habitual rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, declaró [36] que «este proyecto de ley atentaría contra algunos de los derechos que son fundamentales para las aspiraciones del pueblo de Georgia a una democracia consolidada, a la integración euroatlántica y a un futuro mejor». Price también mencionó la posibilidad de imponer sanciones al Gobierno de Georgia, «tenemos una serie de herramientas a nuestro alcance que nos permitirían hacer responsabilizar a cualquiera en cualquier país del mundo que sea responsable de la supresión de lo que sería un derecho humano universal».

La indignación pública aumentó el 7 de marzo, cuando los legisladores votaron 76-13 en la primera lectura [37] del proyecto de ley. Las imágenes de la Policía utilizando cañones de agua y los informes [18] de gases lacrimógenos se difundieron ampliamente en las redes sociales.

La Policía usa cañones de agua contra un manifestante pacífico que ondea la bandera de la Unión Europea ante el Parlamento georgiano en protesta por la aprobación de la ley anti ONG de estilo ruso.

Tengo la cara ardiendo, literalmente. Algunas chicas increíbles me dieron algunas gotas de agua, ayudó un poco.

Las protestas continuaron el 8 de marzo.

Miles de manifestantes contra el proyecto de ley de agentes extranjeros de Georgia siguen recorriendo las calles de Tiflis, bloquean las principales vías del centro de la ciudad. Todo a pesar del uso masivo de gases lacrimógenos y cañones de agua por parte de la Policía.

Y en medio del caos, también hubo momentos como este, captados por las cámaras y difundidos en redes sociales:

🇬🇪 El Gobierno de Georgia está usando una sirena realmente desagradable en las protestas de Tiflis y así es como reaccionan los jóvenes.
🥷

En el país lleno de ravers, ¡no se les puede espantar con ruidos! ¡No puede ser!
😅

La presidenta Salome Zurabishvili, durante una visita oficial en Estados Unidos, dijo que vetaría la ley [50] y apoyó las demandas de los manifestantes.

Más de cien personas fueron detenidas [51] durante las protestas. Sin embargo, el Gobierno mantuvo el lenguaje divisivo incluso después de anunciar su decisión de retirar el proyecto de ley. En una declaración [52], el partido gobernante, Sueño Georgiano, afirmó que «la máquina de mentiras consiguió presentar la ley de forma equivocada y confundió a una parte de la población. Y las fuerzas radicales consiguieron arrastrar a parte de la juventud a acciones ilegales». También calificaron [53] de «heroicas» a las fuerzas del orden, que usaron gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes.

Los georgianos no están de acuerdo. Hay planes para continuar [54] las protestas hasta que el Gobierno garantice que ha retomado su rumbo prooccidental. También hay falta de confianza en el Gobierno. En julio de 2021, el partido gobernante anunció su decisión de retirarse del acuerdo de abril de 2021 [55], negociado con los esfuerzos de mediación de Estados Unidos y la Unión Europea, y firmado entre el partido gobernante Sueño Georgiano y la mayoría de los partidos opositores, que prometían varias reformas judiciales y electorales y la promesa del partido Sueño Georgiano de celebrar nuevas elecciones parlamentarias en octubre de 2021. Desde entonces, el partido gobernante ha recurrido [56] a una retórica divisiva contra las aspiraciones prodemocráticas y proeuropeas, mientras seguían aumentando [56] las tensiones con los aliados occidentales.

Mientras tanto, la Delegación de la Unión Europea en Georgia dijo [57] que «acogía con satisfacción» la medida y «animaba a todos los líderes políticos de Georgia a reanudar las reformas a favor de la Unión Europea, de forma inclusiva y constructiva y en línea con las 12 prioridades para que Georgia alcance condición de candidato».

Estas condiciones [58] incluyen reducir la polarización política, reformar el poder judicial, garantizar el funcionamiento de las instituciones estatales, reforzar las medidas anticorrupción, incluida la desoligarquización, y otras.

El Gobierno anunció [59] su plan de solicitar el ingreso en la Unión Europea en marzo de 2022, tras la invasión de Ucrania por Rusia, un día después de que Ucrania presentó [60] su solicitud formal. En aquel momento, la medida se describió como un giro total del partido gobernante, el Sueño Georgiano [61], que hasta hace poco insistía [62] en que no aceleraría su plan inicial de solicitar la adhesión en 2024.