Cómo ha cambiado Rusia tras un año de la invasión a Ucrania

Ilustración del Russia Post, utilizada con autorización.

El científico político Alexander Kynev escribe para Russia Post sobre los cambios sucedidos en el panorama político ruso desde que comenzó la “operación militar especial” hace un año; la política local ha pasado a segundo plano, la sociedad civil está en ruinas y los medios opositores están tratando de contactarse con ciudadanos rusos exiliados. Global Voices publica una versión editada gracias a una colaboración con Russia Post.

Durante el primer año de la “operación militar especial”, las noticias fuera de Rusia consistieron principalmente en noticias acerca del desarrollo del conflicto y las sanciones a Rusia. Con base en este flujo de noticias, era imposible entender qué estaba pasando dentro del país además de las operaciones militares especiales.

La verdad es que todos estaban impactados por los hechos del 24 de febrero, y la dura reacción del Estado ante los intentos de resistencia generó una urgencia aún mayor por pasar desapercibidos o huir.

En el espacio público, solo se escuchaban las voces de los conservadores, lo que creó la ilusión de que no había nadie más en Rusia que ellos. Por supuesto, ese no era el caso. Las personas son racionales y optaron por una estrategia más segura: huida, silencio, sabotaje silencioso. Entre 2000 y 2010, Rusia vivió la mejor época en su historia y muchos, especialmente burócratas (en cuanto a ingresos y condición social, la clase media rusa está formada en gran parte por funcionarios), tienen miedo de perder lo que todavía les queda de su vida pasada.

Todos los potenciales organizadores o coordinadores de protestas masivas (élites, organizaciones públicas, partidos políticos o medios) han sido derrotados o están frustrados. Sin embargo, durante 2022 y principios de 2023, a medida que la nueva realidad se asienta, una diversidad de puntos de vista y posiciones han salido a la luz por este vacío resultante. Resulta importante entender esta diversidad, aunque, por ahora, no representa una amenaza para el régimen.

La mayoría de los líderes regionales no muestran entusiasmo por la “operación especial”

La política nacional ha pasado a segundo plano. Las elecciones municipales en Tomsk y Novosibirsk, ciudades conocidas por su actividad e independencia política, se suspendieron desorganizadamente.

El número de cambios importantes de personal se ha reducido drásticamente. El sistema funciona para minimizar los riesgos, por lo que es mejor tener a una persona con experiencia, aunque no lo haga bien. En 2022, solo se reemplazaron a cinco gobernadores en comparación con los 20 que fueron reemplazados en 2017 y los 18 de 2010 y 2018.

A pesar de que las elecciones de septiembre de 2022 se desarrollaron como estaban planificadas, no cambió la situación general; la política nacional se mantiene al margen. Es un error referirse al silencio masivo de la élite política como apoyo incondicional; las bases de la élite burocrática rusa son el arribismo y la tecnocracia. Resulta revelador que el comportamiento de los gobernadores haya cambiado poco en el último año.

Una excepción obvia son los dirigentes de Chechenia, y los líderes de las regiones fronterizas con Ucrania (Mikhail Razvozhaev de Sebastopol, Roman Starovoyt de la región de Kursk, Vyacheslav Gladkov de la región de Belgorod), donde la operación militar especial ha tenido impacto directo en la vida de las personas.

Un segundo grupo de “entusiastas” está formado por gobernadores muy inseguros de su posición política y que, evidentemente, tratan de ahuyentar el descontento general con su liderazgo demostrando lealtad a ultranza. Como es el caso de Vladimir Uyba, líder de la república de Komi, que se presentó en un escenario en la región de Luhansk con un uniforme con una Z cosida y cantó una canción para los niños de la localidad junto a otros músicos. El gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, compró mercancía con la letra Z y ofreció abrir una “radio Z”. El líder de la región de Kémerovo, Serguéi Tsivilev, renombró la región como KuZbass. Al parecer, la estrategia que han elegido es evitar discusiones de la operación militar especial y demostrar que la vida normal continúa. Las regiones rusas patrocinarán la reconstrucción de algunas partes de las ciudades y los distritos del este de Ucrania, una “carga federal” impuesta a las regiones por el Kremlin.

Los líderes de las ciudades más proclives a las protestas, Moscú y San Petersburgo, Sergei Sobyanin y Alexander Beglov, están intentando distanciarse de la operación militar especial. Prácticamente no ha habido campañas Z masivas en ninguna de las dos ciudades. A finales de junio, Beglov advirtió a los funcionarios del peligro de enemistarse con la población liberal de San Petersburgo con los símbolos de la operación militar especial. En particular, prácticamente no se vio el símbolo Z en el Festival de las Velas Escarlatas en San Petersburgo.

Aproximadamente, la misma táctica eligieron los líderes regionales que se presentaban a la reelección en septiembre de 2022 (Pavel Malkov en Ryazan, Yevgeny Kuyvashev en Ekaterimburgo, Alexander Brechalov en Udmurtia, Vladimir Mazur en Tomsk, Alexander Sokolov en Kírov, Artur Parfenchikov en Carelia).

Los periodistas del medio independiente 7×7 estudiaron las redes sociales de los líderes regionales y encontraron que al menos 11 gobernadores eligieron no pronunciarse activamente acerca de la operación militar especial. Lo mismo sucedió con la “movilización parcial”; contra la tendencia general, 10 líderes regionales no declararon públicamente su apoyo a la operación militar especial en los medios, en canales de Telegram, en páginas de VK o en comunidades regionales en línea. Técnicamente, dirigieron las comisiones de las movilizaciones en sus regiones, pero los servicios de prensa comentaban las movilizaciones por ellos.

En la sociedad, la frustración de las masas está a flor de piel

Casi todas las sucursales rusas de organizaciones y fundaciones internacionales han cesado sus actividades, varias ONG han cerrado o han trasladado parte de sus actividades al extranjero, y un gran número de líderes y activistas de organizaciones públicas han emigrado. Las ONG que siguen funcionando intentan no atraer demasiada atención. Salvo algunas excepciones, ha sido imposible celebrar actos públicos en espacios abiertos (los actos con temática patriótica, claramente, están permitidos). Los problemas existentes con el financiamiento y el financiamiento colectivo empeoraron por la poca meditada salida de Rusia de los sistemas de pago extranjeros. La desaparición del Foro Civil, organizado por Alexéi Kudrin y el Comité de Iniciativas Cívicas por casi 10 años, pasó casi desapercibido.

La mayoría de los medios independientes y opositores han cerrado sus puertas o emigrado

La situación de los medios es básicamente la misma de la sociedad civil: casi todos los medios independientes y opositores han cerrado sus puertas o han emigrado y se transformaron completamente en medios en línea. La emigración de los medios ha reducido drásticamente su compromiso con los problemas locales, con el inevitable distanciamiento cada vez mayor de la realidad local. Los bloqueos de internet, combinados con el cierre de los recursos de información (por ejemplo, la radio Echo of Moscow), han reducido drásticamente su audiencia. Existe el presentimiento de que la audiencia principal de los medios en el exilio no son el ruso común y corriente, sino la población que habla ruso en Ucrania, los países bálticos, Israel y otros lugares.

En general, la salida de Rusia ayudó a los medios opositores a sobrevivir físicamente, pero su presencia en el espacio informativo ruso ha disminuido. Lo anterior queda claro con la casi total falta de resonancia de sus contenidos a nivel regional y local.

La radicalización del contenido, particularmente el excesivo énfasis de los medios emigrados con las posiciones a favor de Ucrania y contra Rusia, deja casi totalmente vacante el nicho de los medios independientes que pueden hablar a los ciudadanos comunes. El resultado es que en el espacio informativo está el discurso oficial dominante, la inevitablemente marginada ultraoposición y nada en el medio. Sin conversar con el ciudadano promedio de una manera respetuosa y comprensiva, no se puede comenzar un discurso alternativo en Rusia, ya sea acerca de la operación militar especial o de la situación del país en general.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.