¿Estarán finalmente listos los británicos para discutir seriamente con los caribeños sobre la justicia reparadora?

Recurso de imagen vía Canva Pro.

El 4 de febrero el británico The Guardian publicó un artículo sobre la familia Trevelyan, miembros de la aristocracia británica. Cabría esperar que la historia destacara las casas señoriales de la familia, conexiones políticas o trabajos filantrópicos, pero en cambio se enfocó en un viaje familiar a Granada, aunque esto no fue una escapada al Caribe. Su viaje tenía un propósito mucho mayor: disculparse públicamente por el papel de sus ancestros en el comercio transatlántico de esclavos.

En 2016, John Dower, parte de la familia, hizo algunas investigaciones de la historia de Trevelyan, leyó determinadamente la base de datos sobre la esclavitud de la University College de Londres y descubrió varios registros que mencionaban que la propiedad poseía más de mil africanos esclavizados repartidos en seis plantaciones de azúcar de la isla. Señaló que estaba consternado y que “había sido borrado de la historia familiar».

Dower mencionó lo que había encontrado al círculo familiar más amplio, incluida su prima Laura Trevelyan, periodista de la BBC. A finales de enero acordaron firmar una carta de disculpas. Cuando The Guardian publicó el artículo, 42 miembros de la familia ya habían firmado. A la fecha, probablemente más hayan firmado, y hasta se comprometieron colectivamente a pagar reparaciones a los granadinos.

Es un paso que muy pocos han tenido el coraje o la convicción de dar. En agosto de 2019 se hizo historia cuando se firmó el acuerdo de reparaciones entre la Universidad de las Indias Occidentales y la Universidad de Glasgow, el primer contrato de este tipo desde que las personas esclavizadas por los británicos fueron totalmente emancipadas en 1838.

En 1835, el Gobierno británico hizo un pago único a la familia Trevelyan de 26 898 libras esterlinas (33 206 dólares estadounidenses), como compensación por la abolición de la esclavitud un año antes, cuantiosa indemnización en ese momento. En cambio, los esclavos que fueron “liberados” no recibieron nada e incluso se les hizo seguir trabajando sin recibir paga durante años bajo un programa de “aprendizaje” después de la declaración de emancipación.

Al 27 de febrero de 2023, los Trevelyan tienen dispuesto un fondo de 100 000 libras esterlinas en Granada. Sir Hilary Beckles, presidente de la Comisión de Reparaciones de la CARICOM, que fue fundamental para lograr los acuerdos de las reparaciones con la Universidad de Glasgow, estuvo presente en la firma del acuerdo, mientras que Nicole Phillip Dowe, vicepresidenta de la comisión nacional de reparaciones de Granada, elogió a los Trevelyan, mencionó que “se necesita fe para que una familia diga, ‘mis antepasados hicieron algo horriblemente incorrecto y pienso que nosotros debemos tomar alguna responsabilidad al respecto’ (…) espero que sigan otros”.

Muchos otros están saliendo de la nada. El 28 de marzo, Scott Trust, dueño de The Guardian, reveló que los fundadores del periódico tenían vínculos con la trata de esclavos. Se disculpó y se comprometió a emprender un programa de justicia reparadora de una década de duración que invertiría 10 millones de libras esterlinas (12.3 millones de dólares estadounidenses) con las comunidades descendientes del fundador de The Guardian, John Edward Taylor, y sus socios.

En el comienzo de este último proyecto, y sostenido por las acciones de Trevelyan y de Laura Trevelyan, utilizó sus habilidades periodísticas para llamar toda la atención posible al asunto, los expertos de naciones Unidas ahora están sumando sus voces al llamado al Gobierno británico y la familia real para que finalmente se muevan en dirección de la justicia reparadora.

Tanto los políticos británicos como la familia real son reacios a abordar el asunto de las reparaciones de la esclavitud. En octubre de 2015, durante la visita a Jamaica del entonces primer ministro británico David Cameron, se rehusó infamemente a discutir el asunto, en vez de indicar a sus anfitriones que «superaran la esclavitud». Para colmo de males, ofreció gastar 25 millones de libras esterlinas (unos 38 millones de dólares estadounidenses) en la construcción de una nueva prisión en la isla, supuestamente para alojar a todos los jamaicanos deportados que infringieran la ley.

Recientemente, en marzo de 2022, el duque y la duquesa de Cambridge se embarcaron en un tour caribeño en honor al jubileo de platino de la Reina Isabel II, se reunieron con los protestantes de Jamaica a Belice. Sin embargo, aunque el príncipe Guillermo reconoció que «la esclavitud fue aborrecible y nunca debió producirse», no llegó a pedir disculpas.

Sin embargo, como se dio cuenta Trevelyan tras pasar algún tiempo en Granada, persisten los efectos de la esclavitud y el colonialismo, lo que afecta a las personas de la región de múltiples maneras, por ejemplo, a través de la economía, corrupción sistémica, violencia, salud pública, educación y cuestiones de identidad.

La familia ha estado presionando al Gobierno británico y la familia real para disculparse y enmendar su participación en la trata de esclavos y sacar provecho. Recientemente otros colonizadores como los holandeses han empezado a mover ficha en este sentido.

A mediados de marzo, Laura Trevelyan anunció que había renunciado a su puesto en la BBC para dedicarse a tiempo completo a hacer campaña en favor de la justicia reparadora en el Caribe. Planea trabajar con políticos simpatizantes como el diputado laborista Clive Lewis, quien hizo un llamado al Reino Unido para negociar las reparaciones de la esclavitud con los lideres caribeños.

Desde Trinidad y Tobago, la escritora Ira Mathur tuiteó una de las conclusiones más esperanzadoras:

La periodista de la BBC, cuya familia hizo historia por disculparse públicamente por la propiedad de más de mil personas africanas esclavizadas y pagar reparación, ha dejado la emisora para hacer campaña a tiempo completo por la justicia reparadora.

Laura Trevelyan deja la BBC para hacer campaña por la justicia reparadora para el Caribe.

La decisión llega después de que la familia Trevelyan pidiera perdón por la propiedad de más de mil africanos esclavizados.
———–
«En noviembre, el rey Carlos se dijo dispuesto a mantener ‘conversaciones activas’ sobre la participación de Gran Bretaña en la trata de esclavos».

Según The Guardian, Fiona Compton, artista londinense ahijada del rey Carlos e hija del ex primer ministro de Santa Lucia John Compton, indicó que el rey había hablado con ella sobre algunas maneras en las cuales el asunto podría ser “más destacado y reconocido”. Compton es el motor detrás de Know Your Caribbean que se esfuerza por instruir a la gente sobre la región. A menudo se trata de corregir percepciones sobre su historia tergiversada y facilitar debates nuevos y más integradores en torno a diversos temas.

¿Podría esta combinación de factores, una mayor defensa de la justicia reparadora, un nuevo soberano en el trono británico que parece bastante favorable a la decisión de Barbados de convertirse en república, y que bien podría estar abierto a nuevas formas de considerar las reparaciones, los continuos e incansables esfuerzos de la Comisión de Reparaciones de la CARICOM y ahora la presión de uno de los medios más respetados del mundo y de Naciones Unidas anunciar por fin una nueva era para los antiguos Estados colonizados? La familia Trevelyan, como millones de ciudadanos caribeños, solo puede hacer lo que puede y esperar a ver qué pasa.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.