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Reciclaje de botellas de plástico en Burundi: Aún queda mucho por recorrer

Categorías: África Subsahariana, Burundi, Ambiente, Desarrollo, Medios ciudadanos, Periodismo y medios

Foto del sitio web www.ibihe.org, usada con autorización.

Global Voices reproduce este en virtud de un acuerdo para compartir contenido con www.ibihe.org [1]. El artículo original se puede leer en www.icicongo.net [2].

A tres semanas de la prohibición de botellas y de envases recuperados, casi no existe una política de recuperación de envases plástico en las empresas burundesas. Algunos envases se reutilizan sin respeto de las normas  higiene, otros ensucian el suelo, lo que pone en peligro la salud pública y el ambiente.

Todos los días, el recolector de botellas Thierry Nahimana, con un saco al hombro, pasa de una tienda a otra en Nyakabiga, comuna Mukaza, distrito de Bujumbura, capital económica de Burundi. Pregunta en la tiendas si conservan las botellas de bebidas fabricadas por MERU Investments, fábrica de bebidas muy alcoholizadas, para comprarlas.

Desde que las tiendas se enteraron de que pueden revender las botellas de la marca MERU, la mirada cambió. La recolección de botellas tiene mucho trabajo por hacer. Otros jóvenes empiezan a mostrar interés. Compiten en recoger botellas de la marca MERU. Las tiendas ofrecen sus productos a quien llegue primero o a quien ofrece más si se los cruzan.

J'achète aujourd'hui cette bouteille parfois à 400 FBu (0,192 dollars USD) et je la revends à 500 FBu (0,2401 dollars USD) à l'entreprise MERU. Avant que la demande en bouteilles de marque MERU grandisse, leurs prix variaient entre 300 et 350 FBu (0,144 et 0,168 dollars USD), annonce Thierry.

«Hoy compro esta botella, a veces a 400 francos burundeses (0,192 dólares) y la vendo a 500 francos burundeses (0,2401 dólares) a la empresa MERU. Antes de que aumentara la demanda de botellas MERU, sus precios oscilaban entre 300 y 350 francos burundeses (0,144 y 0,168 dólares)», dice Thierry.

La demanda de botellas MERU crece día a día. Al interior del país, sobre todo en la provincia de Rumonge [3] (sudeste de Burundi, a 72 km de la excapital, Bujumbura [4]), el recojo de botellas MERU es frecuente. Según el recolector Jean Marie, el precio de la botellas varía entre 200 y 250 francos burundeses (0,096 y 0,12 dólares). Cuenta:

Pour tirer profit de cette collecte, je collecte environ 1000 bouteilles avant de descendre sur Bujumbura les revendre. Chez nous à Rumonge, les gens viennent parfois me les vendre à la maison. Les bouteilles de marque MERU ne jonchent pas le sol comme les bouteilles des autres marques de boissons.

Para sacar provecho de esta colección, recojo unas mil botellas antes de ir a Bujumbura a venderlas. En casa, en Rumonge, a veces viene gente a vendérmelas. Las botellas de la marca MERU no ensucian el suelo como las botellas de otras marcas de bebidas.

En el mercado de botellas de Ngagara (en la ciudad de Bujumbura) donde MERU Investments fabrica sus bebidas, Thierry Nahimana admitió haber encontrado a vendedora de botellas MERU de otras provincias, como Muramvya, etc.

Según Thierry Nahimana, que ha trabajado en MERU Investments, la empresa recicla las botellas antes de reutilizarlas.

Además del comercio, la empresa MERU ha puesto en marcha una política eficaz de gestión de botellas, que compran a sus clientes por intermedio de los recolectores. Esta política parece escapar a muchas empresas burundesas.

Los jóvenes parecen disfrutar ahí en el país donde el desempleo es el mayor de toda la comunidad de África oriental.

Botar la basura por todos lados: práctica actual en Burundi

Paralelamente, los burundeses siguen botando las botellas o envases en plásticos de otras marcas. Y sobre todo en canalones.

Jean Noël, a quien conocimos en Bwiza, barrio popular de la comuna Mukaza en el distrito de Bujumbura, botó el envase de plástico en el basurero que tenía cerca. Para él, su acción queda justificada por la falta de basureros. Es una práctica corriente en Bujumbura y en provincias.

Otras botellas o envases de plástico quedan en el suelo por falta de una política de reciclaje de los fabricantes.

En octubre de 2020, el Ministerio de Ambiente anunció que una persona que arroje estos envases de plástico en cualquier lugar recibirá una multa de entre 2000 y 5000 francos burundeses (0,9602 a 2,4006 dólares). En el caso de una persona jurídica, la multa oscilará entre 50 000 y 100 000 francos burundeses (24 y 48 dólares).

Gracias a estas medidas, el Estado, las empresas privadas y las organizaciones no gubernamentales han equipado el centro de la ciudad de Bujumbura con papeleras públicas. Sin embargo, esto no impide que los burundeses arrojen botellas o frascos de plástico a las alcantarillas.

Además, estas medidas nunca se han aplicado, a pesar de que los envases de plástico tardan entre cien y 400 años en degradarse biológicamente. Según el experto en ambiente Célestin Nkunzimana:

Il faudrait une conscientisation de masse sur la gestion des bouteilles ou flacons en plastique.

Es necesaria una toma de conciencia masiva sobre la gestión de botellas y nevases de plástico.

En provincia, los basureros públicos son algo raro

Las papeleras públicas siguen siendo una rareza en barrios remotos y provincias de todo el país. Los canalones se están convirtiendo en contenedores públicos. En todo el país, están atascados con residuos sólidos.

Las consecuencias no se hacen esperar. Cada vez que llueve copiosamente, las centro de la ciudad de Bujumbura se inunda. La carretera también se vuelve intransitable para peatones y vehículos.

Para el experto en ambiente Célestin Nkunzimana:

Ces inondations sont la conséquence des caniveaux évacuant les eaux des pluies bouchées par toutes sortes de déchets. Ces eaux doivent alors se trouver un chemin si leurs chemins, les caniveaux, sont bouchés.

Estas inundaciones son consecuencia de la obstrucción con todo tipo de residuos de los canalones que evacuan el agua de lluvia. Esta agua tiene que encontrar una salida si su camino está bloqueado.

Si la erosión arrastra estos residuos plásticos acaban en el lago Tanganica [5]. En las playas del lago, los residuos de plástico están esparcidos por todas partes. Por ejemplo, en Kumase [6] (no lejos del lago Tanganica [7]), en el distrito de Ngagara, se han acumulado grandes cantidades de residuos plásticos.

Según el Banco Mundial, el mundo genera cada año 2000 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos. Se prevé que esta cifra alcance los 3400 millones de toneladas en 2050.

De las 630 toneladas de residuos que se producen diariamente en el distrito de Bujumbura, unas 51 toneladas son residuos plásticos. Gestionarlos sigue siendo un problema a día de hoy.

En 2018, el presidente burundés decretó una ley que prohíbe la fabricación, importación, almacenamiento, venta y uso de todas las bolsas de plástico y otros envases de plástico. El artículo 7 del decreto establece:

Les déchets en plastiques, y compris les bouteilles et les flacons en plastiques sont retournés chez les fournisseurs qui en assurent le stockage, le recyclage ou la valorisation.

Los residuos plásticos, incluidas botellas y frascos de plástico, se devuelven a los proveedores para su almacenamiento, reciclado o recuperación.

Los productores de estos residuos plásticos no los recuperan. Al contrario. Los recuperan los particulares de productos líquidos como el aceite de palma y de algodón y otras empresas de zumos para envasar a su vez sus productos.

Embalaje de recuperación, ¿origen de enfermedades graves?

Para Severin Sindayikengera, director general de la Oficina Burundesa de Normalización:

Si on conserve l'huile de palme dans les flacons de récupération pendant toute une semaine, ce produit tombe en désuétude, parce que ces flacons ne sont pas nettoyés selon les règles d'hygiène.

Si el aceite de palma se conserva en botellas de recuperación toda una semana, el producto queda obsoleto, porque las botellas no se limpian según las normas de higiene.

Según el mismo director, las botellas de plástico presentan riesgos para los consumidores en función de la naturaleza de los productos. Los riesgos que llegan hasta enfermedades graves, como el cáncer.

Según Désiré Rudaragi, experta en seguridad alimentaria:

Les familles qui consomment les produits empaquetés dans les emballages incapables tombent souvent malades. Elles passent ainsi le temps qu'elles nécessitent au travail, à l'hôpital et utilisent les fonds familiaux aux soins médicaux, etc. Somme toute, leurs économies vont decrescendo.

Las familias que consumen los productos en envases no aptos suelen enfermar. Pasan el tiempo necesario en el trabajo, en el hospital y usan los fondos familiares para atención médica, etc. En definitiva, sus ahorros disminuyen.

Desde el 26 de febrero de 2023, en todo el país quedó prohibido reutilizar envases de recuperación. Se dio un plazo de seis meses para cambiar los envases. El comportamiento de los comerciantes burundeses, que esperan el último día para aplicar la medida, sigue siendo la principal dificultad.