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Víctima de asesinato, sobreviviente de violación y estrella del porno: Sesgo misógino de los medios de Hong Kong

Categorías: Asia Oriental, Hong Kong (China), Medios ciudadanos, Mujer y género, Periodismo y medios, Día Mundial de la Libertad de Prensa 2023
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Maple Yip. Denunciante y víctima de una secta religiosa coreana. Captura de pantalla [1] de la promoción oficial del documental «En el nombre de Dios: sagrada traición».

La publicación original es de Lea Mok y se publicó [2] en Hong Kong Free Press el 2 de abril de 2023. Publicamos una versión editada en virtud de un acuerdo de asociación de contenido con HKFP.

En las últimas semanas, han aparecido en Hong Kong una serie de titulares, a menudo trágicos, en los que se presenta a las mujeres como víctimas o protagonistas, lo que ha forzado a la ciudad a debatir cómo se representa a las mujeres en los medios, los sesgos y los estereotipos que impregnan la sociedad de Hong Kong y cómo los ciudadanos podrían cambiar esto.

El asesinato de Abby Choi llegó a la portada [3] de medios nacionales e internacionales el 24 de febrero. Choi, a quien los medios llaman «modelo» o «miembro de la alta sociedad», tenía cuatro hijos y estaba casada con el hijo de un conocido magnate de franquicias de tallarines. Presuntamente fue asesinada y descuartizada por su exmarido [4] y sus parientes.

La noticia se viralizó en las redes sociales y foros de internet, con un amplia cobertura del espeluznante homicidio y de la vida privada de Choi, especialmente, su apariencia. Hacia inicios de abril, al buscar el nombre chino de Choi en Google en Hong Hong, uno de los primeros resultados es «cirugía plástica».

Una semana más tarde, Netflix estrenó el documental «En el nombre de Dios: sagrada traición [5]«, que exponía a líderes religiosos coreanos que violaban sistemáticamente a mujeres de la congregación. El primer episodio presentaba el testimonio de Maple Yip, hongkonesa de 29 años exintegrante de la secta y víctima de violación, que además fue la primera denunciante.

Tras el estreno del episodio, la información personal de Yip se hizo pública [6]. Las discusiones en internet no solo se centraban en la secta coreana sino también en el historial personal de Yip como exintegrante de la secta «a quien habían lavado el cerebro» o «calculadora», además de mencionar su reciente relación con un famoso actor hongkonés.

Las difamaciones en línea que describen a Choi y Yip como prostitutas fueron la norma, e iban acompañadas de afirmaciones de que el asesinato y la violación eran meramente el resultado de «disputas laborales».

Por otro lado, a mediados de marzo la estrella porno hongkonesa Erena So estrenó un video para adultos en Japón. Recibió comentarios abrumadoramente positivos, los tabloides locales la calificaban de «la gloria de Hong Kong» y la alababan por la libertad que ejerce con su cuerpo.

Al mismo tiempo, una falsa declaración del Gobierno felicitaba a la actriz por el video en el que aparecía, que imitaba el mensaje de felicitación a la ganadora al Oscar a la mejor actriz Michelle Yeoh. Este mensaje llevó a las autoridades a ejercer acciones legales contra el falsificador [7]. Esto plantea dudas sobre si el logro sin precedentes en la carrera de So es realmente respetado por el público en general o, por el contrario, era otro punto para las burlas.

Estos tres titulares han creado la oportunidad para la prensa y la población, de reflexionar sobre cómo se muestra a las mujeres en los medios y cómo la sociedad hongkonesa podría contar esas historias de diferente manera.

Cómo se cuentan las historias sobre mujeres

Anna Chan, socióloga de la Universidad de Lingnan e integrante del Consejo de la Asociación sobre Violencia Sexual contra las Mujeres, propuso una reflexión: «¿De qué estaríamos hablando si el asesino fuera una mujer y la víctima un hombre?».

Chan cree que la respuesta está clara: la mujer seguiría siendo el centro de atención, se centrarían en sus antecedentes y en cómo llegó a ser esa «mujer no convencional» capaz de asesinar en lugar de ser asesinada.

Es más, entre 2016 y 2020, el 45 % de las mujeres víctimas de homicidios en Hong Kong (29 de un total de 64) fueron asesinadas por sus parejas o por familiares, según la base de datos recopilada por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito [8]. Por otro lado, solo uno de 82 varones de víctimas homicidios fue asesinado por su pareja o familiares en el mismo periodo.

El feminicidio [9], o el asesinato intencionado de mujeres y niñas por su género, sigue siendo un problema en este centro financiero asiático [10] conocido por su bajo índice de delincuencia [11].

Chan atribuye el predominio de feminicidios a que, en todo el mundo, las mujeres pasan más tiempo en casa que los hombres, lo que incrementa las probabilidades de ser asesinadas dentro de los hogares. También señala que los debates sobre feminicidio tienden a conllevar la culpabilización de la víctima más que en las conversaciones sobre crímenes en hombres:

The first question that springs to most people’s minds when they find out a woman was killed is: what have they done to deserve this?

La primera pregunta que aparece en la mente de la mayoría de personas cuando se enteran de que una mujer ha sido asesinada es: ¿qué ha hecho para merecerlo?

Pepper Siu, experta periodista y columnista de Hong Kong que ha seguido de cerca el desarrollo del movimiento feminista en el sudeste asiático, dijo:

There are three main reasons considered [by misogynists] to be legitimate excuses for killing a woman — when the woman was cheating, being disobedient or being overly dominating.

Existen tres razones principales aceptadas [por misóginos] que legitiman las excusas para asesinar a una mujer: cuando la mujer es infiel, es desobediente o muy dominante.

Mientras que la mayoría asume que las mujeres están tristes tras haber sido engañadas, el mismo acto es considerado como un insulto para los hombres, dijo Siu a HKFP. Esta mentalidad ha servido como una explicación sencilla para el feminicidio.

Según Anna Chan, la profundamente arraigada asociación cultural entre la identidad de una mujer y su sexualidad explica este tipo de culpabilización de la víctima y mito de violación. En este contexto cultural, los hombres se consideran «normales» si pierden el control «inevitablemente» por el atractivo sexual de una mujer.

«Pero no es cierto. Pueden aprender a controlar el deseo», dice Chan, y añade que los hombres también son víctimas de esta idea errónea subyacente.

Una revisión de los comentarios en línea y las noticias revela cómo la sexualidad de las víctimas mujeres se usa a menudo como arma para denigrarlas. Chan indica que las etiquetas «modelo» y «miembro de la alta sociedad», al igual que el uso frecuente del perfil de Choi en las noticias, podría haber reforzado las impresiones que se tienen de ella como una cazafortunas superficial e improductiva, a pesar de que luego se informó que había sido presidenta ejecutiva de varias compañías. La socióloga pregunta:

It would surely give a different impression of me if you referred to me as a ‘socialite’ instead of a ‘professor’…Why not focus more on the other aspects of Choi, instead of how she looked?

Sin lugar a dudas, daría una impresión diferente si te refirieras a mí como «miembro de la alta sociedad» en lugar de «catedrática»… ¿Por qué no se enfocan en otros aspectos de Choi, en lugar de en su apariencia?

Dudosa ética periodística

De acuerdo con Siu, el feminicidio ha sido tratado a la ligera por la sociedad hongkonesa, y el sector periodístico tiene parte de culpa:

The ecosystem of Hong Kong news industry is inseparable from its desire for hit rates.

El ecosistema del sector periodístico de Hong Kong no puede separarse de su deseo por conseguir un buen número de visitas.

Señaló la falta de profesionalización en el periodismo de Hong Kong. A diferencia de las agencias de noticias, las organizaciones locales tienden a infravalorar la formación en ética periodística y, consecuentemente, se alienta a reporteros de primera línea a revelar el pasado de las víctimas, especialmente chismes que no deberían ser de interés público.

Añadió también que los periodistas deberían esforzarse por no mostrar a las víctimas de forma unidimensional, y ayudar a los lectores a entender que son personas y no solo imágenes en un periódico:

While we follow guidelines on how to report suicides, why can’t we also take reference of guidelines on reporting femicide?

Mientras seguimos directrices de cómo informar sobre suicidios, ¿por qué no podemos tomarlas como referencia al informar de feminicidios?

Misoginia subyacente

A pesar de que algunos creen que los hongkoneses se han abierto a ideas feministas, Siu argumenta que persisten tendencias de misoginia bajo la superficie.

Cita el ejemplo de Erena So, la primera gran estrella del porno hongkonesa en la industria japonesa.

Desde el 15 de marzo, cuando se estrenó en el sitio web de un editor japonés el avance de la película para adultos de So, los internautas han estado clamando su apoyo pidiendo copias de su trabajo. La página web habría dejado de cargarse por tráfico intenso.

Mientras que algunos aseguran que su valentía los ha inspirado, muchos internautas le agradecieron por no ser una «prostituta digital» (el término en jerga cantonesa para las mujeres que venden fotos sexy en línea). Ese era el trabajo anterior de So antes de actuar en películas porno.

Siu apuntó a la discusión en línea y dijo:

Let me start with my conclusion — I think even though the public seems to be positive and open, the undercurrent is still misogyny — just misogyny presented in a ‘friendly’ way.

Permítanme empezar por mi conclusión: creo que, aunque el público parece ser positivo y abierto, la tendencia subyacente es aún misógina, la misoginia presentada de forma «amigable».

La columnista coincidió en que el hecho de que el público no avergonzara a una estrella del porno como lo hubieran hecho hace 20 años ya es un avance, aunque los cumplidos van mezclados con otros sentimientos:

Men’s appreciation for women’s bodily autonomy occurs mostly when a woman devotes herself to the sex industry. You could imagine the applause given to women becoming firefighters would not have been so loud.

El aprecio de los hombres por la libertad femenina en sus cuerpos sucede mayormente cuando una mujer se dedica a la industria sexual. Podrías imaginar que el aplauso a mujeres bomberas no sería tan sonoro.

Siu también mencionó una publicación satírica en internet, que imitaba un comunicado de prensa oficial, que felicitaba a So en su último logro laboral. La Oficina de Cultura, Deportes y Turismo respondió al falso comunicado, dijo que había reportado [7] el caso a la Policía.

En opinión de Siu, el incidente muestra que ambas partes, internautas y Gobierno, no ven «estrella del porno» como una ocupación digna de respeto:

On the one hand, people said all jobs are equal; on the other hand, they used it to mock the government…and the officials took it as an insult too.

Por un lado, la gente dice que todos los trabajos son iguales; por otro, lo usan para burlarse del Gobierno… y los funcionarios también lo tomaron como un insulto.

Chan, que imparte cursos de género y sociología en la Universidad de Lingnan, cree que la educación en igualdad de género en Hong Kong todavía tiene mucho camino por recorrer.

Comenta también que, a pesar de existir una mayor conciencia del sesgo de género y discriminación, la generación más joven no aprecia la desigualdad en la ciudad. En comparación, en sus días escolares estuvieron libres de discriminación, por lo que no pueden reconocer el patriarcado subyacente en la sociedad a no ser que se vean enfrentados a casos específicos de acoso sexual o discriminación.

¿Quién debe cambiar primero, los medios o la población? Chan y Siu no tienen una respuesta clara; sin embargo, están de acuerdo con que mientras los medios tracen el gusto de los lectores por las noticias, estos últimos también desempeñan un papel en la configuración de los medios.