Legado de los docentes palestinos: Homenaje a la trayectoria de Saniya Nusseibeh como profesora en el Día de la Tierra

Saniyeh escribió en esta foto: Schmidt College antes de la Nakba. Estoy en séptimo grado. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivo Khazaen. Utilizada con autorización.

Esta historia, escrita por Sarah Dajani, fue publicada originalmente el 25 de enero del 2023 por Khazaen, organización independiente con sede en Jerusalén que construye un archivo comunitario que documenta la vida árabe diaria. Se publicó una versión editada aquí con autorización.

Saniyeh Saleh Nagy Nusseibeh no podía imaginar que conservar durante 70 años retazos de papel, desde cuentas de agua mundanas hasta correspondencia oficial, guardados en su bolso y en medio de sus libros y bibliografía, podría revelar tanto de lo que ignoramos actualmente. Incluso después de su muerte, su colección revela nuevas percepciones de lugares, hechos y personas cuyos recuerdos se han desvanecido con el tiempo. Saniyeh Nusseibeh llegó a este mundo un marzo de 1916, justo un año antes de la caída del Imperio Otomano en Palestina. Su lugar de nacimiento fue en una espléndida casa ubicada en el umbral de la King Faisail Gate (también conocida como Gate of Darkness), cercano a la sagrada Mezquita de Al-Aqsa.

Saniyeh era la menor de siete hermanos que incluía tres medios hermanos y tres hermanos de padre y madre. Desgraciadamente, su familia perdió a su padre, Saleh, antes de que ella cumpliera dos años, por lo que su madre cargó con la responsabilidad de criar a sus hijos sola.

En 1925, Saniyeh emprendió en su travesía como docente en la escuela Almamonia en Jerusalén. Entre sus documentos, meticulosamente conservados, estaba el plan de estudios del primer y segundo año, que abarcaba el elegante arte de la caligrafía árabe, dibujo y pintura, manualidades y naturaleza.

Calificaciones de la estudiante Saniya Nusseibeh, 1928. Del Gobierno palestino, Escuela Al-Ma’mouniyyah. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivos Khazaen. Utilizados con autorización.

Completó su primera etapa educacional en Almamonia y luego se aventuró en un nuevo viaje en el Schmidt College for Girls en el oeste de Jerusalén. Allí pulió sus habilidades educativas y adquirió el conocimiento necesario para seguir su pasión: la educación.

Los archivos de Saniyeh dan testimonio de las muchas ofertas de trabajo que le llovieron a finales de la década de 1930. Al final, comenzó su carrera en la escuela Almalha a principios de la década de 1940, cuando se consolidó como una de las primeras profesoras antes de ascender rápidamente al cargo de directora de la escuela.

Ocupó este distinguido cargo hasta octubre de 1947, cuando de mala gana se despidió de la escuela. Los archivos de Saniyeh revelan que se le comunicó el nombramiento de Widad Alayoby como nuevo director de la escuela, tras años de realizar un leal servicio en la educación y administración. Este evento desgarrador ocurrió justo nueve meses antes de la Nakba y la caída del pueblo ante las tropas sionistas.

Carta del director de la escuela de niñas Al-Malha, Widad Al-Ayoubi, en la que reconoce que ha recibido todos los libros y artículos de papelería del Inspector de Educación de Jerusalén en 1947. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivos Khazaen. Utilizados con autorización.

Los papeles de Saniyeh incluyen cartas y documentos que revelan un rico conocimiento acerca de la historia del pueblo. Con su conservación, podemos descubrir sus características únicas y notar que las opiniones del ocupado pueblo están lejos de lo que eran. El pueblo sufrió limpieza y desplazamiento étnicos como consecuencia de la fundación del Estado de Israel.

Invitación a la fiesta literaria anual en la escuela Malha en 1946. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivo Khazaen. Utilizado con autorización.

Un artículo destacado en la colección es la invitación de 1946 a una fiesta literaria, que da una idea de lo que eran los eventos culturales que se realizaban en el pueblo. Sin embargo, la ubicación de la escuela en el pueblo sigue siendo desconocida, porque la escuela ya no existe.

En noviembre de 1946, tan solo un mes después de haber dejado su cargo, Saniyeh fue nombrada como la nueva directora de la escuela Deir Ghassaneh para niñas en Qada Ramala. Entre los papeles de aquella época, se descubrió una carta oficial que le envió al inspector de Jerusalén.

En esta carta, Saniyeh le expresó su preocupación por la difícil situación que enfrentaba la escuela, en la que destacó su ubicación apartada del centro del pueblo, la falta de servicios básicos como baños y la falta de muebles o equipos. Por eso solicitó ayuda de manera urgente de las autoridades del pueblo para garantizar que la escuela pudiese estar adecuadamente suministrada con recursos esenciales.

Carta de Saniyeh Nusseibeh al inspector de Educación de Jerusalén. “Comencé mi trabajo junto a mis hermanas el 1 de noviembre de 1947. Cuando vi la escuela, que estaba alejada del centro del pueblo y no tenía muebles, equipos ni baños, me sentí abrumada por la desesperación. No había un conserje que limpiara la escuela y el lugar estaba en una situación difícil. Le ruego que me ayude a conseguir asistencia de las autoridades del pueblo. Además, solicito que mueva la ubicación de la escuela al pueblo o que la traslade a otro lugar, porque no puedo hacer mi trabajo bajo estas circunstancias. Respetuosamente. Firmada por “la directora de la escuela, Saniyeh Nusseibeh”. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivo Khazaen. Utilizado con autorización.

El rol de Saniyeh como directora de la escuela de niñas Deir Ghassaneh fue muy corto desgraciadamente, debido a que la nakba trastocó la vida de innumerables palestinos. Después de mayo de 1948, no pudo continuar su trabajo en la escuela.

Tras volver a Jerusalén, Saniyeh recibió una noticia devastadora: su familia había perdido la casa de verano en el pueblo de Qalunya a manos del nuevo Estado de Israel. La casa, con su bello jardín de árboles frutales, había sido un adorado lugar de retiro familiar para Saniyeh, su hermana Monira y su madre. La dura realidad de la Nakba pesó fuertemente en Saniyeh y su familia cuando luchaban por aceptar su desplazamiento y su pérdida.

Pese a las devastadoras pérdidas y a los horrores de la Nakba, Saniyeh continuó con su misión de educar a la generación “posterior a la Nakba”. Comenzó otra vez con las niñas de Beit Reema en la escuela Qada Ramala bajo la administración del Gobierno jordano. Luego, se trasladó a la escuela de niñas Qada Ramala en Deir Dibwan, donde trabajó como profesora antes de ser ascendida a directora en 1949. A través de la correspondencia de Saniyeh, tuvimos una nueva percepción de la educación en las zonas rurales y la destacada generosidad de las comunidades del pueblo hacia los docentes. Por la distancia desde Jerusalén y a los problemas de transporte, Saniyeh y su hermana Monira, que también enseñaba en los tres pueblos, fueron cálidamente recibidas y acogidas por los pueblerinos. Además de ofrecerles un hogar cerca de la escuela, las madres de sus estudiantes eran amables y agradecidas con ellas, como demuestran sus testimonios.

Los papeles de Saniyeh contienen cartas de colegas docentes que elogian su destacado liderazgo en la escuela Deir Dibwan y reconocen los avances significativos que ha realizado en la educación de las niñas. Estas cartas también expresan felicitaciones por su ascenso, reconocimiento de prestigio conferido por las autoridades jordanas.

Carta del Ministerio de Educación de Jordania en 1954 que notifica a Saniyeh de su ascenso al décimo grado en el rubro de educación y administración. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivo Khazaen. Utilizado con autorización.

Después de 1948, Saniyeh junto con su madre y su hermana Monira viajaron a Damasco para visitar a su hermana Soad y su sobrina Alia Nasibah, que se habían establecido allí por dos años después de la Nakba. Luego, Saniyeh viajó a Egipto con sus colegas docentes, porque recibieron una invitación del Gobierno egipcio.

En 1958, Saniyeh se embarcó en un nuevo capítulo de su vida, el de la vida familiar, cuando se casó con Fawzy Abdallah Aldajany. Durante su embarazo, tuvo que dejar su carrera de lado, lo que llevó al fin de su travesía profesional.

Saniyeh Nasibah, que había vivido a través de varias épocas históricas de Palestina, murió en 2005 casi a los 90 años. Fue testigo del Imperio Otomano, del mandato británico, de la ocupación israelí, del control de Jordania y del control completo de Israel sobre Palestina.

Saniyeh Nusseibeh en la década de 1990. Colección Saniyeh Nusseibeh, Archivo Khazaen. Utilizado con autorización.

La historia de Saniyeh resurgió a través de retazos de papeles deteriorados que cuentan su dedicación para educar a niñas en el campo de Palestina. Desempeñó un papel activo en mejorar su posición en la sociedad y reforzar la situación de las escuelas en los pueblos. Su imperecedero legado como docente y su lucha por la educación de las niñas honra la resiliencia y fortaleza de las mujeres palestinas. Su historia sirve como un poderoso ejemplo del inquebrantable deseo de la sociedad palestina de educar y empoderar a las niñas, y de destacar el rol fundamental que desempeñan las mujeres en la educación y en la administración.

Nota: se publicó esta historia para conmemorar el Día de la Tierra, que se celebra cada 30 de marzo. Este día es de gran importancia para los ciudadanos palestinos en todo el mundo, porque corresponde a un momento crucial en la historia de Palestina. Ese día, seis personas perdieron la vida durante las protestas en contra de la confiscación de las tierras por Israel. Sin embargo, este día no solo se conmemora este trágico evento, sino que también se celebra la resiliencia del pueblo palestino.

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