¿Un hombre seguirá gobernándolos a todos? Elecciones del 14 de mayo en Turquía tendrán la respuesta

Fotografía de Reza Ghasemi. Uso libre bajo licencia Unsplash.

Las elecciones del 14 de mayo pasarán a la historia de la República Turca como unas de las más importantes hasta la fecha. Hay mucho en juego, y la opinión pública tiene cada vez más la sensación que, si los actuales dirigentes permanecen en el poder, el futuro del país será sombrío e incierto. Existe el temor de que Turquía se convierta en una teocracia similar a la de los talibanes, mientras que otros debaten si el país podrá resistir un mandato más bajo la actual autocracia. Lo más importante de las próximas elecciones gira en torno al partido Justicia y Desarrollo (AKP), que ha cambiado las normas y valores democráticos en los últimos años. Bajo el AKP, Turquía ha restringido la libertad de expresión, el pluralismo mediático, los derechos humanos, el arte y la música, los derechos de la mujer, y mucho más, en gran medida por el capricho de un solo hombre: el presidente Recep Tayyip Erdoğan. Tras veinte años en el poder y tras victorias electorales consecutivas (dos elecciones presidenciales, tres referendos, cinco elecciones parlamentarias, menos las elecciones municipales de 2019) desde 2002, el destino del partido gobernante y de sus líderes está en discusión, pero también lo está el futuro de Turquía y de sus ciudadanos.

Candidatos, alianzas, legiones

Al 28 de marzo, había cuatro candidatos en las elecciones presidenciales (de un total de 18 aspirantes originales). En las elecciones turcas, varios partidos políticos suelen formar alianzas para consolidar su base de votantes. Los cuatro candidatos son el presidente en ejercicio Recep Tayyip Erdoğan (a pesar de acusaciones anteriores sobre su ilegal candidatura) en representación de la gobernante Alianza Popular; Kemal Kılıçdaroğlu, candidato del frente unido de la oposición (conocido como Mesa de los Seis) en representación de la Alianza de la Nación; Muharrem Ince (exmiembro del principal partido opositor Pueblo Republicano (CH) y candidato presidencial en 2018) del partido Patria; y Sinan Oğan en representación de la Alianza ATA.

La Alianza Popular ha recibido apoyo oficial y extraoficial de partidos nacionalistas, del partido ultraislamista kurdo Causa Libre (Huda-Par), también conocido como el sucesor de Hezbolá, así como de partidos conocidos por su postura anti-LGBTQ+ y sus opiniones cuestionables sobre los derechos de la mujer. El Partido del Nuevo Bienestar, por ejemplo, pidió que se modificara la ley 6284 de violencia contra la mujeres y los niños, y que cierren las discotecas LGBTQ+ del país. De acuerdo con el periodista Ismail Saymaz, el partido puso unas 30 condiciones antes de apoyar a la alianza gobernante.

En un artículo que escribió desde la cárcel, Selahattin Demirtaş, excolúder del partido prokurdo Democrático de los Pueblos (HDP), ha descrito la coalición como una «especie de alianza talibán» . En un artículo publicado en la plataforma de noticias en línea Arti Gelecek, Demirtaş advirtió de que la alianza actual es «el bloque más derechista y reaccionario de la historia política de Turquía». Añadió que si ganan, es probable que sean las últimas elecciones en las que las mujeres puedan votar «porque la Alianza Talibán se enrollará las mangas para usurpar los derechos de la mujer».

En el otro extremo está la polifacética Alianza Nacional. Prometen reforzar el sistema parlamentario turco, limitar los poderes presidenciales y abordar las dificultades en lo económico y lo social. La alianza tiene el apoyo de al menos otros tres partidos políticos que no se han unido a la alianza de manera oficial, pero que han expresado su apoyo.

Otro partido con una importante base de votantes, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), anunció que no pensaba designar un candidato, sino unir fuerzas con otros partidos progresistas para deshacerse de la administración actual. «En las elecciones presidenciales cumpliremos con nuestra responsabilidad histórica frente al gobierno unipersonal», declaró Pervin Buldan, copresidente del HDP.

El periodista Ezgi Akin, de AlMonitor, escribió que esta medida se consideraba «un gran impulso para las posibilidades electorales de Kılıçdaroğlu frente a Erdoğan». La base de votantes del partido, constituida por unos seis millones de simpatizantes —entre el 10 % y el 13 % del recuento total de votos—, puede desempeñar un papel clave a la hora de conseguir apoyos para Kılıçdaroğlu, al igual que hicieron durante las elecciones municipales de 2019. En declaraciones a AlMonitor, el profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad Sabanci de Estambul, Berk Esen, dijo que este era «un movimiento muy crítico». Tras esta declaración, una base de votantes de al menos ocho o nueve puntos irá a Kılıçdaroğlu».

No se sabe qué defiende Ince (que compite por segunda vez con el presidente). En una entrevista con AFP, el analista Serkan Demirtas dijo: «[Ince] declara que está contra Erdoğan, y también contra Kılıçdaroğlu, pero ¿qué es lo que representa? No lo sabemos». Lo que sí se sabe, sin embargo, es que la candidatura de Ince en la competencia probablemente serviría a Erdoğan, ya que es «poco probable que Ince robe votos al partido gobernante», según el periodista Deniz Zeyrek, y en cambio atraiga a los posibles votantes de la principal alianza de la oposición, según Emre Perek, de Eurasia Group. Hasta ahora, Ince se ha hecho famoso por sus pasos de baile, que se han convertido en un fenómeno en las redes sociales. En una entrevista con AFP, Berk Esen afirmó que «parece ser especialmente popular entre los votantes de la Generación Z, que pueden dejarse influir fácilmente por los candidatos contrarios a la situación actual».

El 29 de marzo, Kılıçdaroğlu se reunió con Ince, que declaró a los periodistas tras el encuentro que estaba decidido a seguir con la candidatura.

En total, 36 partidos políticos han obtenido la aprobación oficial para las elecciones del 14 de mayo, ya que los votantes elegirán al próximo presidente, y también a los legisladores. Otras dos alianzas, la Alianza del Trabajo y la Libertad y la Unión Socialista de Fuerzas, competirán por los escaños parlamentarios. Aunque ninguna de estas dos alianzas designó candidatos presidenciales individuales, ambas expresaron su apoyo a la opositora Alianza Nacional. El Parlamento turco, la Gran Asamblea Nacional, tiene 600 escaños. En la actualidad, el partido gobernante y su aliado, el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), tienen la mayoría.

Lo que está en juego

Antes del devastador terremoto que azotó Turquía el 6 de febrero, las posibilidades de reelección de Erdoğan y de que su coalición mantuviera la mayoría en el Parlamento eran bastante altas. Sin embargo, el sismo cambió las reglas del juego, puso de manifiesto las graves consecuencias del gobierno unipersonal, el debilitamiento de las instituciones, el alcance de la corrupción y la incapacidad del Gobierno para intervenir rápidamente en caso de crisis, todo como consecuencia de los veinte años de Erdoğan en el poder.

Kılıçdaroğlu, primer líder del partido en visitar las provincias afectadas por el terremoto, acusó al presidente y al partido gobernante de agravar la destrucción y de no haberse preparado en un mensaje de video tras su visita.

Asimismo, existe inestabilidad económica, ya que el país lucha contra una inflación desenfrenada mientras los turcos enfrentan una crisis del costo de vida. En un intento de influir en los votos a su favor, el partido gobernante anunció en marzo su decisión de aumentar la pensión mínima mensual de 5500 liras (260 de dólares) a 7500 de liras (391 de dólares), medida que costará al Estado 150 000 millones de liras (7860 millones de dólares), según un informe de Reuters. En diciembre de 2022, el salario mínimo también aumentó a 8500 liras (446 dólares), tercer aumento de este tipo en 2022. Millones de turcos también pudieron acogerse a la jubilación anticipada en otra medida de ahorro. Pero ninguna de estas medidas es sostenible. En declaraciones a The Economist, Selva Demiralp, de la Universidad Koc de Estambul, afirmó: «Intentan mantener el sistema actual hasta las elecciones, antes de que estalle».

Existen también muchos problemas de política exterior. Como escribió Elçin Poyrazlar en su columna más reciente en Politico, la marcha del titular sería un alivio para un Occidente «cada vez más frustrado». «Solo en los últimos meses, Turquía ha dado discretamente a Rusia rutas comerciales clandestinas para eludir las sanciones, ha impuesto un veto a la entrada de Suecia en la OTAN y ha involucrado a Grecia en una política de alto riesgo con aviones de combate sobre el Egeo».

La oposición y los organismos independientes de vigilancia de la sociedad civil prevén un fraude electoral en las elecciones. Esto es especialmente un problema en las zonas afectadas por el terremoto. «Necesitamos saber cómo se organizarán las urnas y las listas de votantes de la región del terremoto», declaró un funcionario del opositor CHP en entrevista con Politico. Se calcula que unos 3.3 millones de personas se han visto desplazadas como consecuencia del terremoto. Esta preocupación hace que la seguridad de las urnas sea aún más pertinente. Como dijo un investigador político a Politico, «Kılıçdaroğlu no sólo compite contra Erdoğan, sino también contra la seguridad del Estado, el poder judicial y el sistema financiero bajo su control».

Además de la seguridad de las urnas y del destino de millones de votantes desplazados de las provincias afectadas por el terremoto el 14 de mayo, está en juego la transparencia general de las elecciones.

Gracias a los poderes sin control que goza el Gobierno, el gobernante partido Justicia y Desarrollo tal vez ni siquiera necesite las herramientas de corrupción convencionales, como la manipulación de papeletas o el recuento incorrecto de votos. Tiene a los funcionarios electorales en el bolsillo y también a los medios, gracias a las nuevas leyes de censura y desinformación en línea. En 2019, durante las elecciones municipales, los funcionarios electorales intentaron anular los resultados de la alcaldía de Estambul después de que el partido gobernante perdió sus escaños frente a los candidatos de la oposición. La repetición de las elecciones se saldó con una nueva derrota del partido gobernante, y Ekrem İmamoglu ganó las elecciones por segunda vez.

La organización internacional de defensa de derechos humanos Human Rights Watch afirma en su Informe Mundial de 2023 que «el Gobierno de Turquía ha aumentado sus facultades de censura y ha perseguido a supuestos críticos y opositores con falsos procesos penales y penas de prisión antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2023″.

Tras el devastador terremoto, el Gobierno tampoco se mantuvo lejos de la censura para salvar las apariencias en medio de las crecientes críticas. Tampoco está claro cómo votarán los millones de universitarios que se han visto obligados a cambiar a la educación en línea como parte de las medidas gubernamentales introducidas tras el terremoto. Si las universidades vuelven a abrir y los estudiantes regresan a sus aulas, puede resultarles difícil volver a sus distritos de origen donde están inscritos para votar antes del día de las elecciones, sobre todo debido al aumento de los gastos de viaje. El Consejo de Educación Superior (YÖK) no anunció si las universidades abrirían para la enseñanza presencial en abril. El plazo oficial para los cambios de domicilio finalizó el 2 de abril, pero la falta de claridad de YÖK dejó a los estudiantes indecisos sobre si cambiar o no su dirección de residencia.

«La primavera llegará de nuevo»

Esto es lo que promete Kılıçdaroğlu en su nuevo video de campaña, que llama la atención sobre una serie de problemas con los que el país ha luchado en los últimos años y meses. Por ejemplo, en uno de los segmentos aparece la Universidad del Bósforo, que lleva más de dos años protestando por el nombramiento del administrador del Gobierno como rector. También hay referencias a estadios de fútbol que recientemente han sido objeto de escrutinio, así como actuaciones de artistas. » Queremos una Turquía que cante alto sus canciones más bellas y cuya alegría se vea reflejada en los ojos de sus niños. Les prometo que la primavera volverá. El señor Kemal no romperá su promesa», promete Kılıçdaroğlu en el video. Con pocos días por delante y un invierno inusualmente frío, se espera buen tiempo, y también un nuevo capítulo político que marque el comienzo de la primavera.

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