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Desciframos la polémica en torno a los turistas rusos en Indonesia

Categorías: Asia Oriental, Europa Central y del Este, Indonesia, Rusia, Ucrania, Derecho, Economía y negocios, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Relaciones internacionales, Viajes

Pagoda en Bali, Indonesia. Bali es conocida como uno de los mejores destinos turísticos internacionales, aunque recientemente se vio afectada por una oleada de turistas rusos. Imagen por Anastasia [1] de Pixabay [2].

Rusia lleva más de un año invadiendo Ucrania, pero Indonesia está viviendo su propia forma de invasión a medida que miles de rusos huyen a Bali para escapar de la guerra. La tensión entre los ciudadanos indonesios y los residentes rusos que consideran el archipiélago su hogar ha estallado en los últimos meses después de que numerosos casos de mala conducta o comportamiento ilegal de ciudadanos rusos tensaran las relaciones entre ambos y obligaran a las autoridades a tomar medidas.

La mayoría de los visitantes se han instalado en Bali, popular enclave turístico en Indonesia. La frustración se ha ido gestando en la isla en los últimos años, incluso antes de la invasión rusa en Ucrania [3], ya que varios incidentes de gran repercusión mediática ocurridos durante la pandemia del COVID-19 provocaron enfrentamientos.

Algunos de los ejemplos de mala conducta de ciudadanos rusos que se han registrado incluyen a quienes se niegan a llevar casco, pasamontañas o camiseta cuando conducen motocicletas [4] y, como resultado, intervienen en altercados con la Policía; dos influenciadores de redes sociales que grabaron un video pornográfico en el monte Batur [5] (lugar sagrado para los balineses) y lo publicaron en el sitio Pornhub; una pareja que se fotografió desnuda delante de un árbol sagrado en Bali [6]; una pareja que cultivaba y vendía marihuana ilegalmente [7] en su casa (delito castigado con pena de muerte en Indonesia); una influenciadora de TikTok que grabó una «broma» en la que entraba a un supermercado con una mascarilla pintada en su rostro [8], a pesar de las estrictas normas sobre mascarillas de ese entonces; un influenciador que condujo su motocicleta desde un muelle hasta el océano [9] y posiblemente produjo daños en el ecosistema marino; un hombre que presuntamente atropelló a un peatón mientras conducía bajo los efectos del alcohol; innumerables casos [10] de personas que hicieron mal uso [11] de sus visas [12], y mucho más. Recientemente, un turista ruso fue expulsado de Bali tras tomarse una foto sin camiseta en el monte Batur [13].

Un policía balinés que prefirió no ser identificado declaró a CNN: [14] «Siempre que recibimos informes sobre un extranjero que se comporta mal, casi siempre es ruso. Los extranjeros vienen a Bali y actúan como si estuvieran por encima de la ley. Siempre ha sido así y tiene que acabar de una vez». Si bien es un número relativamente pequeño de ciudadanos rusos el que causa los problemas, han contribuido a crear una brecha entre los residentes rusos y los indonesios.

Medidas enérgicas por parte del Estado

El gobernador de Bali está harto.

Al menos cuatro turistas rusos fueron deportados de Bali en marzo de 2023. El 12 de marzo, el gobernador de Bali, I Wayan Koster, solicitó [15] al Ministerio de Derecho y Derechos Humanos de Indonesia que pusiera fin al sistema de “visa a la llegada” [16] para rusos y ucranianos, que permite a los visitantes entrar en Indonesia sin visado ni trámites previos.

Actualmente, Indonesia es uno de los pocos países en que rusos y ucranianos pueden entrar con facilidad. Más de 77 500 rusos [17] llegaron a Indonesia entre septiembre y enero de 2022. Solo en enero de 2023, más de 20 000 entraron a Indonesia [18]. La medida ha desencadenado un intenso debate en las redes sociales de Bali [19]: algunos celebran la noticia, mientras que otros se quejan de rusofobia [20] y maltrato.

Este

ruso está lloriqueando por la decisión del Gobierno de Bali de poner fin al sistema de “visa a la llegada” para turistas rusos y ucranianos. Dice que por eso irá a otros lugares, como Tailandia. Bueno, entonces vete. No tienes que quedarte en Bali. Eres libre de irte.
😂

Muchos críticos lamentan que algunos visitantes rusos parecen negarse a aclimatarse a la sociedad balinesa y a menudo se aíslan con otros rusos. Otros se quejan de que algunos visitantes parecen poco dispuestos a seguir normas básicas o contratos sociales.

Vienes al pueblo de alguien, pero quieres seguir tu camino. Entonces, ¿por qué eliges quedarse en una casa de familia si no quieren experimentar el estilo de vida local? Quédate en los hoteles.
🤦🏻‍♀️ 🤦🏻‍♀️ 🤦🏻‍♀️
Es raro para los pretenciosos caucásicos.
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Los rusos crearon tantos problemas en Bali. Esos refugiados de guerra se han convertido ahora en enemigos públicos; son muy groseros con la población local. Espero que los deporten de regreso a Rusia y el Gobierno les prohíba la “visa a la llegada”.

Lean la historia.
No vean televisión
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La mayoría de los rusos son groseramente agresivos y matones. Los indonesios hemos visto su desagradable comportamiento en Bali. Estamos hartos de ellos y deseamos que los deporten cuanto antes.

Otros cuestionaron por qué se había incluido a los ucranianos en la petición de poner fin a la “visa a la llegada”, además de a los rusos.

Los turistas rusos NO son iguales que los refugiados ucranianos.
Es una locura que se los agrupe a ambos cuando se habla de «rusos/ucranianos en Bali/Tailandia/etc».

Solo a uno de los países lo están bombardeado a diario, sin electricidad y bajo ataque. No son lo mismo.

El embajador ucraniano en Indonesia, Vasyl Hamianin, expresó un sentir similar y declaró en una rueda de prensa en línea [26] que le decepcionaba que la petición metiera en el mismo saco a rusos y a ucranianos.

This is very offensive to my feelings as a Ukraine citizen, because generalizing Russians and Ukrainians and blaming them for something that is not proven.

Esto es muy ofensivo para mi sentir como ciudadano ucraniano porque generaliza a rusos y ucranianos y los culpa de algo que no se ha demostrado.

Bambang Soesatyo, portavoz de la Asamblea Consultiva Popular (MPR, por su nombre en indonesio), intentó calmar la creciente tensión y rechazó los estereotipos negativos [27] que se tiene de los turistas rusos en Bali. El 30 de marzo, publicó una declaración escrita [28] en la que afirmaba que no todos los turistas rusos de Bali son «brengsek» (jerga indonesia para «imbécil» o «irrespetuoso») y desobedientes con las normas y reglamentos.

Trabajadores indocumentados

El 31 de marzo, en respuesta al aumento de visitantes rusos, Indonesia y Rusia firmaron oficialmente un tratado de extradición [29] para ayudar a combatir el crimen organizado transnacional. El Gobierno provincial balinés también anunció la formación de un grupo operativo [18] para ayudar a identificar mejor a quienes trabajan ilegalmente.

La medida llega luego de la creciente preocupación por los visitantes que trabajan ilegalmente en Bali [30]. Recientemente, las autoridades han detectado casos de ciudadanos rusos [18] que fabricaban y vendían placas de matrículas ilegalmente, ofrecían clases de conducción de motocicletas, impartían clases de yoga, meditación y surf, hacían tatuajes y cortes de pelo, y mucho más. Indonesia tiene leyes estrictas sobre los trabajos que pueden ejercer los extranjeros y no permite que presten servicios que pueden hacer los trabajadores locales. Además, algunos ciudadanos rusos le arrebatan el negocio a los empresarios locales al comprar un gran número de motocicletas y propiedades [31] para luego alquilarlas a otros rusos por encima del precio de mercado.

Zee Putro, empresario balinés que dirige excursiones de excursionismo, comentó a Al Jazeera [18]: «La última vez que subí a la cima del volcán Agung, vi a muchos rusos guiando a otros rusos sin guías locales, a pesar de que la ley exige guías locales. Los rusos parecen saberlo todo sobre el volcán. Creo que ya habían escalado la montaña antes con guías locales y recordaban todas las rutas, los problemas de seguridad, los factores del viento, los tiempos y los peligros. Es triste porque muchos guías locales no tienen trabajo».

En medio de las tensiones, algunos ciudadanos han tomado cartas en el asunto y denuncian en las redes sociales a los extranjeros que trabajan ilegalmente o que no respetan las costumbres locales. La cuenta de Instagram Moscow.Cebang.Bali [32] (Moscú Capítulo Bali) se ha convertido en una vía de escape para personas frustradas, ya que pueden enviar capturas de pantalla de personas que anuncian su trabajo ilegalmente o que no respetan la cultura local.

Una captura de pantalla de la cuenta Moscos.Cebang.Bali.

La cuenta original, con más de 34 000 seguidores, ha sido bloqueada permanentemente, pero pronto apareció una cuenta de reemplazo. La cuenta «promociona» de forma irónica a quienes publican ilegalmente su trabajo en internet. Si bien denuncian a extranjeros de todas las nacionalidades, los más habituales son rusos.

En entrevista con Bali Coconuts, organización local de noticias, la persona detrás de Moscow.Cebang.Bali explicó por qué creó la cuenta [33]. Se ha mantenido en el anonimato por motivos de seguridad, ya que recibe amenazas violentas regularmente.

In addition to hearing stories from friends who feel unsettled because many jobs had been taken over by foreign nationals, I started this account because I was fed up with seeing Instagram ads by foreigners who blatantly promote their businesses, which, by the way, are clearly illegal. Advertising things like tattoo businesses, tours, motorbike rentals, laundry services, cosmetologists, yoga classes, photography, driving lessons, cults, and even poker betting — they have the audacity to promote it all. … There is a “Russian Bubble” where [Russian nationals] prefer to shop with “their own people” via Telegram, carrying out transactions using cryptocurrency or the Russian ruble.

Además de escuchar historias de amigos que se sienten intranquilos porque muchos puestos de trabajo han sido ocupados por extranjeros, empecé esta cuenta porque estaba harto de ver anuncios en Instagram de extranjeros que promocionan descaradamente sus negocios, los que, por cierto, son evidentemente ilegales. Anuncian cosas como negocios de tatuajes, excursiones turísticas, alquiler de motos, servicios de lavandería, cosmetólogos, clases de yoga, fotografía, clases de conducir, cultos y hasta apuestas de póker; tienen la desfachatez de promocionarlo todo. Existe una «burbuja rusa» en la que [los ciudadanos rusos] prefieren comprar con «su propia gente» a través de Telegram por transacciones con criptomoneda o rublos rusos.