Ilustración del Observatorio de Medios Cívicos

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Se aproximan las elecciones generales en Turquía, programadas para este 14 de mayo del 2023, y hay importantes narrativas en la campaña. Sencer Odabasi, investigador turco del Observatorio de Medios Cívicos de Global Voices, nos guiará a través de las narrativas preelectorales más importantes para comprender cómo los ciudadanos turcos viven estas elecciones.

Actualmente, los millones de ciudadanos turcos que desean que Erdoğan deje el cargo (alrededor del 53 % de la población, según encuestas recientes), están esperanzados y nerviosos. Por un lado, esta parte de la población se siente esperanzada, porque si la oposición gana, creen que puede existir una oportunidad de que la democracia se restaure, y también la economía del país. Pero por otro lado se sienten nerviosos, ya que si Erdoğan y el Partido Justicia y Desarrollo (APK por su acrónimo en turco) ganan, podrían ser “las últimas elecciones en Turquía, por el nivel de autoritarismo que ha alcanzado el presidente”.

Nadie sabe con seguridad quién ganará. La mayoría de las encuestas han mostrado diferencias muy estrechas entre los candidatos, e históricamente, se ha visto que la mayoría de las encuestas han fallado al predecir los resultados en elecciones anteriores.

Los ciudadanos turcos siguen sufriendo las consecuencias de los devastadores terremotos de febrero de 2023, además de la desenfrenada inflación. En ese tenso contexto, algunos productos cotidianos han sido elevados a símbolos de posición social, como cebollas, alfombras para orar y autos.

Del lado de los críticos de Erdoğan

“La inflación y la crisis monetaria están fuera de control”

Esta narrativa en pocas palabras: “Ya nadie puede pagar nada y se debe a la corrupción del Gobierno”

El argumento principal de la oposición contra el partido gobernante es el mal manejo de la economía en Turquía. La inflación alcanzó cerca de un 100 % en 2022 y un 60 % en la actualidad. En otras palabras, las personas las ven difíciles para pagar la renta y comprar comida. Odabasi asegura que “la clase media desapareció en Turquía” y según datos de la oposición, la desnutrición se convirtió en una amenaza.

El bloque principal de la oposición, liderado por Kemal Kılıçdaroğlu y su amplia coalición Millet, afirman que la economía sufre a causa de la corrupción y del mal manejo económico en general. Por esta razón, la coalición Millet, que reúne a políticos de diferentes partidos que no están completamente de acuerdo con las soluciones económicas, tiene como argumento principal que la democracia debe ser restaurada para otorgarle una oportunidad a la meritocracia y, como consecuencia, restaurar también la economía. Una de sus principales promesas de campaña es devolver el poder a los legisladores, que perdieron su poder cuando Turquía aceptó el sistema presidencial en 2016.

En la actualidad, el Gobierno puede ver como “acto de rebeldía” incluso quejarse por el precio de las cebollas, señala Odabasi. Al lamentar las dificultades de vivir en una economía enormemente inflacionaria, los ciudadanos se ganan la ira del Gobierno, que los acusa de malagradecidos.

Un ejemplo de cómo esta narrativa se propaga en línea: «¿Qué es lo primero que piensas al ver esta fotografía?»

Dónde se difunde: Twitter
Autor: Vedat Milor, un académico, gastrónomo, sumiller y celebridad turca.
Contenido: Milor publicó una fotografía desde un supermercado que mostraba que el precio del kilo de cebollas era 26.49 liras (1.36 dólares). En el pie de foto preguntó “¿Qué es lo primero que piensas al ver esta fotografía?».
Contexto: Las cebollas han aumentado nueve veces su precio desde diciembre de 2021. Son un ingrediente básico en la cocina turca, y en general son consideradas la opción más barata que se puede encontrar en un supermercado, y ahora son cada vez más costosas. En Turquía, incluso ya existen proverbios acerca del consumo de cebollas y pan para referirse a la pobreza. 
Trasfondo: A modo de respuesta a la represalia que recibió por hablar de política recientemente y no de comida, Milor publicó esta imagen.
Puntuación del impacto cívico: +2 de +3, puesto que es poco común que un conocido crítico gastronómico se refiera a los problemas nutricionales de las personas pertenecientes a las clases populares y esto genera un impacto cívico positivo.

Lee el análisis completo de este artículo aquí.

Otras narrativas en desarrollo:
- “Erdoğan esta dispuesto a utilizar todos los medios que sean necesarios para ganar las elecciones”
- “La alianza ‘Cumhur’ de Erdoğan es una alianza de extrema derecha”
- “La respuesta del Gobierno al terremoto ha sido insuficiente e inadecuada”

Del lado de Erdoğan

“Las entidades nacionales y religiosas son más importantes que los medios de subsistencia básicos”

Esta narrativa en pocas palabras: “¿Venderías tu religión y tu identidad por un montón de cebollas?»

El bloque gubernamental de Erdoğan está perdiendo el apoyo de sus principales votantes, debido a la crisis económica y al mal manejo de la ayuda luego del terremoto, señala Odabasi. Para contrarrestar esto, la estrategia principal de la campaña de Erdoğan es recurrir al sentir nacionalista. Según Odabasi, Erdoğan está contraponiendo “identidad” y “realidad” al darle relevancia a las entidades nacionales y religiosas, mientras ignora la realidad económica que se vive a diario.

“La estrategia para asegurar a los votantes de Erdoğan parece estar sujeta a convencer a los votantes de que forman parte de una guerra cultural», explica Odabasi y añade que «Erdoğan no se refiere a otros temas”. Quienes apoyan a Erdoğan infieren que quienes critican al Gobierno por razones económicas no se sienten orgullosos de ser ciudadanos turcos.

Odasai nos recuerda que esta estrategia puede funcionar con algunas personas, “si les repites que su identidad corre peligro, puedes cambiar los resultados”.

Esta narrativa la utilizan entidades nacionales y religiosas, por ejemplo, una serie de fotografías que circulaban en líneas mostraban al candidato presidencial de la alianza opositora, Kılıçdaroğlu, de pie sobre una alfombra para orar. A pesar de que los académicos islámicos aseguran que la alfombra para orar no es un objeto sagrado, Erdoğan y su partido lo han convertido en un tema para debatir, al hacer énfasis en las “señales de desprecio” de Kılıçdaroğlu. Este tema, que además promueve la narrativa de que “el partido principal de la oposición es islamofóbico«, fue analizado por Odabaşi aquí.

Turquía ha comenzado a producir su propio automóvil, el “TOGG”, y recientemente, su propio portaviones, el “TCG Anadolu”. Según Erdoğan, se han convertido en muestras de la grandeza de Turquía. Odabaşi asegura que “su narrativa no se trata de crear nuevos empleos, más bien se enfoca en el discurso de ‘somos un gran país que puede producir automóviles, ¿por qué nos molestan con cebollas y papas?’”.

Un ejemplo de cómo esta narrativa se propaga en línea: “La cebolla y el simbolismo de libertad”

Dónde se difunde: Yeni Şafak, medio conocido por estar cerca de AKP y Erdoğan.
Autor: Yasin Aktay, académico islámico y uno de los asesores más cercanos de Erdoğan.
Contenido: Aktay, con un tono crítico, se refirió a las personas que se quejaron como “malcriados” y escribió que “quienes han obtenido libertad, pueden olvidar todos los aspectos malos, destructivos y humillantes del tiempo que fueron esclavos” y “las cebollas son un sinónimo de nostalgia”.
Contexto: igual al artículo anterior.
Trasfondo: La libertad a la que Aktay se refiere puede remitirse a la concepción islamista turca de la historia que asegura que la república turca sometió a la mayoría de los sunitas conservadores del país, hasta que el partido AKP los “liberó”. Aktay también se puede referir a las narrativas de Erdoğan respecto a la política exterior, que debería estar “libre” de influencias occidentales.
Puntuación del impacto cívico: -2 de -3, porque se aleja a la realidad del pueblo, al insultar a una sociedad entera por exigir una mejor calidad de vida.

Lee el análisis completo de este artículo aquí.

Otras narrativas en desarrollo:
- “El partido principal de la oposición (CHP) es islamofóbico”
- “El principal partido izquierdista kurdo (HDP) es el sexto miembro secreto de la ‘Mesa de los Seis'”