Vistazo a las elecciones tailandesas con viñetas políticas

Thai election

Fuente: Stephff – Prachatai, usada con autorización

Antes de las elecciones del 14 de mayo en Tailandia, ya había comenzado la votación anticipada en comicios cuyas reglas quedaron establecidas por la Constitución de 2017 redactada por un gobierno respaldado por militares. Los grupos de derechos humanos y los organismos de control temen que estas elecciones no reflejen la voluntad popular por las nuevas disposiciones constitucionales que garantizan escaños en el Senado a los líderes a favor de la junta.

La viñeta de arriba representa una escena en la que los votantes depositan su voto mientras los militares se preparan para volver a intervenir si no les gustan los resultados. Refleja los 12 golpes de Estado exitosos de los militares en el último siglo. El último golpe fue en 2014, liderado por el general Prayut Chan-o-cha, que sigue siendo el jefe de Estado del país y aspira a la reelección como primer ministro.

Prayut ganó en 2019 después de que los 250 senadores que nombró le eligieran como primer ministro. Es poco probable que obtenga el mismo número de votos este año, ya que su vice primer ministro, Prawit Wongsuwon, también es candidato. Un sondeo preelectoral realizado en abril mostró que los partidos de Prayut y Prawit tienen menos apoyo público que los candidatos opositores.

Una cuestión clave durante la campaña electoral es la propuesta de modificar o derogar la ley de difamación real (lèse-majesté, o sección 112 del Código Penal). Las fuerzas de la oposición han insistido en que es necesario reformar la ley y su aplicación para mejorar la situación de los derechos humanos en el país. El gobierno de Prayut ha aplicado estrictamente la ley para detener a críticos y activistas, especialmente tras el auge de un movimiento democrático juvenil en 2020.

El Stephane Peray, artista que vive en Bangkok conocido en línea como Stephff, señaló los retos que debe enfrentarse el nuevo gobierno. En entrevista por correo electrónico con Global Voices, afirmó:

A lot of young voters have (been) radicalized due to the increased use of the lese-majeste by the authorities. So theorically we can expect some changes and reforms. But in practice, the Move Forward and the Pheu Thai — which will be the projected coalition to rule — cannot afford to alienate the military, the elite and the conservative administration otherwise we risk another coup.

Muchos votantes jóvenes se han radicalizado por el creciente uso de la lesa majestad de las autoridades. Así que, en teoría, podemos esperar algunos cambios y reformas. Pero en la práctica, Move Forward y Pheu Thai –coalición proyectada para gobernar– no pueden permitirse pelearse con los militares, la élite y la administración conservadora, pues de lo contrario nos arriesgamos a otro golpe.

El partido AvancemosPheu Thai son los actuales partidos de oposición.

Stephff también expresó las dificultades que tienen caricaturistas como él después de que el Gobierno se volvió más agresivo al aplicar la ley de difamación real:

Editorial cartoonists who publish in Thai media have to be careful. We can criticize the military, we can criticize the lese majeste law but we simply cannot criticize the Monarchy, it's just a big ‘NO !’ As a result, we have to self-censor ourselves and it's never a great feeling to do so for an artist or a political cartoonist. But I would say at the end it's not a big deal, we can find a way to say things we want to say.

Los caricaturistas editoriales que publican en los medios tailandeses tienen que tener cuidado. Podemos criticar a los militares, podemos criticar la ley de lesa majestad, pero no podemos criticar a la monarquía. Como resultado, tenemos que autocensurarnos y eso nunca hace sentir bien a un artista o un caricaturista político. Pero yo diría que al final no es para tanto, podemos encontrar la manera de decir las cosas que queremos decir.

Stephff ha ilustrado constantemente la campaña por la restauración del gobierno civil y la democracia en Tailandia.

Su viñeta titulada «Travesía del desierto democrático» muestra al icónico «monumento a la democracia» de Bangkok que atraviesa un desierto para llegar a un «oasis» (las elecciones) mientras supera varios obstáculos, como el Senado dominado por la junta, la influencia militar en varios poderes del Estado, la represión de la oposición y el uso de la ley de difamación real para silenciar las críticas. La viñeta también rinde homenaje a los manifestantes y activistas –marcados por el saludo de tres dedos, que se hizo popular durante las protestas de 2020— a quienes han matado o encarcelado por sus ideologías prodemocráticas.

Viñeta de Stephff: Travesía del desierto democrático.

Otra viñeta de Stephff muestra al Ejército como un titán que bloquea el camino de un mago, que representa la democracia. La imagen se basa en una escena icónica de la película «El Señor de los anillos: La comunidad del anillo», en la que el mago Gandalf enfrenta un demonio Balrog, encarnación del mal.

¿No volverás a pasar?

Mientras tanto, una viñeta de Arun Watcharasawat compara el estado de la nación con una casa en ruinas, en alusión al liderazgo de Prayut y Prawit.

Una viñeta política de Arun Watcharasawat para Matichon, publicación asociada de Khaosod English, en la que aparecen el general Prayut en el piso superior y el general Prawit Wongsuwan en el piso inferior de una casa que es Tailandia. El pie de foto dice: «Después de ocho años [en el poder]».

Otra viñeta caricaturiza la transformación de Prayut de golpista a jefe de un gobierno con respaldo militar y su intento de ser reelegido como primer ministro.

Caricatura política de Arun Watcharasawat para Matichon Weekender, periódico asociado de Khaosod English, sobre la llegada del antiguo líder de la junta, el general Prayut, al cargo de primer ministro. En el recuadro superior se lee «antes», en el central «hoy» y en el inferior «a partir de ahora».

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