En Ter Apel, solicitantes de asilo esperan día y noche a las afueras del centro de refugiados, que no tiene espacio disponible. Agosto de 2022. Autor: Konstantin, utilizado por Global Voices con autorización.
Después del 24 de febrero de 2022, cientos de miles de ciudadanos rusos abandonaron Rusia y se establecieron en países que van desde Armenia hasta Argentina. Algunos solicitaron asilo, con lo que se convirtieron oficialmente en refugiados.
Históricamente, los refugiados rusos han constituido un pequeño porcentaje del total de solicitantes de asilo en el mundo. Incluso tras el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia y el comienzo del reclutamiento militar, esta proporción sigue siendo insignificante. Sin embargo, en Estados Unidos, el número de solicitudes de asilo de rusos aumentó casi 50 veces en 2022 [1] y se ha más que duplicado [2] en la Unión Europea. Además, también cambió el perfil de los solicitantes: si antes eran, sobre todo residentes perseguidos de Chechenia [3], activistas políticos de la Fundación Anticorrupción de Alexéi Navalny y miembros de la comunidad LGBTQ+, ahora entre solicitantes de asilo también hay rusos perseguidos por su postura contra la guerra, desertores y futuros soldados.
Oksana y su hijo abandonaron Rusia en 2014 y, debido a un proceso complicado, hasta hace poco vivían en un campamento en Dronten, Países Bajos. Durante mucho tiempo, fueron los únicos rusos en el campamento. “Recuerdo que los primeros rusos llegaron a nuestro campamento alrededor de 2017-2018, eran refugiados LGBTQ+. Los primeros fueron una familia con niños. Después empezaron a llegar solteros y parejas, pero no más de diez personas. En 2021, empezaron a llegar refugiados políticos de la perseguida Fundación Anticorrupción, únicamente hombres jóvenes. Recuerdo solo a una mujer que vino porque temía ser arrestada, ya que los testigos de Jehová fueron declarados extremistas. De nuevo, no más de 10 personas. Después del 24 de febrero de 2022, no apareció en nuestro campamento ni un solo ruso que hubiera huido de la movilización. Hoy en día, hay unas 16 personas de la comunidad LGBT+, tres familias del Cáucaso y una niña refugiada política de las 1300 personas de nuestro campamento. Nunca había visto tantos rusos en este campamento en ocho años».
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A pesar de la falta de una frontera terrestre y las dificultades para abordar aviones con vuelos de conexión en Ámsterdam, así como la prohibición de emitir visas de corta duración [6] dentro de Rusia, el número de rusos que buscaron asilo en los Países Bajos en 2022 fue tres veces mayor [7]. Además, surgió un nuevo grupo de solicitantes: los opositores a la guerra.
De opositor de la guerra a refugiado: la historia de Konstantin
No se puede decir que Konstantin sea el típico activista político, pero siempre ha estado contra el actual régimen ruso y ha expresado abiertamente su postura. La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia lo motivó a tomar un papel más activo. Empezó a buscar maneras de ayudar a los ucranianos y recibió un mensaje de un hombre que planeaba ser voluntario en la frontera entre Polonia y Ucrania. Así que, Konstantin obtuvo una visa española de 30 días, y el 12 de julio fue a Przemyśl en Polonia. En una entrevista con Global Voices, Konstantin contó:
При всём неуважении к телевизору, видя столько людей за войну, думалось, может, это я ошибаюсь, не могут же ошибаться все. И хотелось лично увидеть беженцев, поговорить с ними. Что и делал потом. К сожалению, прав оказался я, война скотская, Россия оказалась в роли убийцы и насильника. В Пшемышле на вокзале меня встречал волонтёр, который отрабатывал последний день и возвращался в Америку. Он сразу сказал, что скорее всего в РФ меня ждёт тюрьма. Раз за перепосты в соцсетях дают сроки, то за реальную помощь украинцам посадят однозначно. Через некоторое время я узнал, что организация, в которой я работаю (Russian for Ukraine [8] — прим. Global Voices) добавлена в список нежелательных организаций РФ. И хотя документально я никак не устраивался, но для суда это не имеет значения. Для него реальные дела в кои то веки перевешивают бумажку. Поэтому я начал подумывать в какой стране податься на беженство. Польша для меня не была вариантом. У меня сложилось мнение что россиян здесь не особо любят. Нам несколько раз отказывали в регистрации на вокзале, мол волонтёров достаточно, но регистрировали японцев, которые пришли сразу после нас. Случайная украинка, которой помогал с чемоданами на вокзале узнав мои проблемы активно агитировала в пользу Нидерландов. Поговорив с другими волонтёрами, также услышал массу доводов за этот вариант. В общем решил остановиться на нём».
Con todo el desprecio a la televisión [rusa], al ver a tanta gente a favor de la guerra pensé: quizá soy yo el que está equivocado, no puede estarlo todo el mundo. Por eso quise ver a los refugiados con mis propios ojos y hablar con ellos. Cosa que hice más tarde y por desgracia tenía razón: la guerra es brutal, y Rusia asesina y viola. En la estación de trenes en Przemyśl me encontré con un voluntario en su ultimo día de trabajo y regresaba a Estados Unidos, me dijo enseguida que lo más probable era que acabaría en la cárcel en Rusia. Si te meten en la cárcel por publicar mensajes en las redes sociales, sin duda irás a la cárcel por ayudar a los ucranianos. Al cabo de un tiempo, me enteré de que la organización en la que trabajaba [Rusos por Ucrania [9]] había sido incluida en la lista de organizaciones indeseables de Rusia. Me puse a pensar en qué país solicitar asilo. Polonia no era una opción, tuve la impresión de que los rusos no eran muy queridos aquí. Varias veces se negaron a registrarnos en la estación con la excusa de que había suficientes voluntarios, pero registraron a los japoneses que llegaron después que nosotros. Una ucraniana que no conocía, la ayudé con las maletas, al enterarse de mi situación insistió en que fuera a Países Bajos. Además, otros voluntarios también me dieron numerosos argumentos a favor de ese país.
Cuando la visa de Konstantin estaba por acabar, tomó un bus a Ámsterdam, gastó lo ultimo que tenía en una tarjeta SIM local y encontró un chat de la comunidad local de habla rusa y pidió ayuda. Le dieron alojamiento por una noche y al día siguiente fue al centro de refugiados en Ter Apel. Luego, la esposa y los dos hijos de Konstantin llegaron a Países Bajos y se reunieron en el centro de refugiados de Echt. Aparte de la familia de Konstantin hay cerca de 10 rusos. Algún día, Konstantin podrá ir a Rusia para vender su apartamento y recoger bicicletas costosas, pero no tiene intenciones de regresar de manera permanente, ni siquiera cuando Putin deje el poder.
Я работал начальником производства на небольшой мебельной фабрике. И когда кто-либо заходил по работе, всегда заводил разговор на тему Украины. Коллеги-инженеры говорили, что я наивный и слушаю не тех пропагандистов. Рабочие более резко реагировали. Один сказал, что не удивится, если по дороге с работы мне кто-нибудь даст по голове трубой.
Trabajaba como jefe de producción en una pequeña fábrica de muebles y cada vez que alguien venía al trabajo salía a colación el tema de Ucrania. Mis colegas ingenieros me decían que era un ingenuo y que escuchaba a los propagandistas equivocados. Los trabajadores reaccionaron de una forma más agresiva, y uno dijo que no le extrañaría que alguien me golpeara en la cabeza con un tubo al volver del trabajo.
Escape del reclutamiento militar: La historia de Ulyana y Egor
En la segunda mitad de 2022, un nuevo grupo de refugiados apareció: los que escapaban del reclutamiento militar. Según diversas fuentes [10], entre 500 000 y un millón de hombres huyeron de Rusia a causa del servicio militar obligatorio, es más, dos hombres incluso navegaron hasta Alaska [11].
En junio de 2022, Países Bajos impuso una suspensión temporal [12] en las solicitudes de asilo de hombres rusos de entre 18 y 27 años, reclutas y desertores. Ulyana y Egor llegaron a Países Bajos y solicitaron asilo en mayo de 2022. Ulyana comentó: “El IND (Servicio de Inmigración y Naturalización) suspendió temporalmente nuestra solicitud porque mi marido estaba a dos meses de cumplir 27 años cuando solicitamos asilo”. Añadió: «Estamos haciendo todo lo posible por apelar esta decisión, ya que nuestro caso no tiene relación alguna con el Ejército, sino únicamente con la persecución política. Nuestro abogado considera que no vale la pena discutir con la IND, ya que no cambiarán su decisión». Ulyana y su marido reciben ayuda de Free Russia NL, comunidad de residentes de habla rusa en Países Bajos.
Ira Heuvelman, miembro de la junta directiva de Free Russia NL afirmó: “Durante el último año hemos tenido varias reuniones con funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, escribimos cartas abiertas [13] y obtuvimos respuestas. Recientemente, el ministerio publicó un documento [14] que describe detalladamente la situación en Rusia y muestra una visión realista y consciente de cómo se persigue la disidencia en ese país. Añadió que los activistas políticos y las personas LGBTQ+ todavía obtienen resoluciones favorables, como permisos de residencia, aunque el proceso lleva mucho tiempo. “Algunas personas piensan que obtener la condición de refugiado es una forma rápida y sencilla de legalizarse en Europa. Pero la realidad es muy distinta. Los procedimientos pueden llevar años y, durante ese tiempo, los solicitantes de asilo tienen que enfrentar condiciones extremadamente difíciles”.
La nueva ley de reclutamiento [15] que ha entrado en vigor, «esclavitud electrónica» como la han apodado en RuNet (segmento ruso de internet), que priva a los rusos de la posibilidad de no aceptar la carta de invitación a filas. Los reclutas se añaden a un registro especial y, al cabo de 20 días, si un hombre no se presenta, se le priva automáticamente de la posibilidad de abandonar el país de forma legal, se le retira la licencia de conducir y se restringe su derecho a poseer bienes. Por esta razón, es muy probable que Europa y Estados Unidos enfrenten una nueva oleada de refugiados rusos.