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Ciudadanos rusos que solicitan nacionalidad ucraniana están en un limbo jurídico

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Ucrania, Derecho, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Rusia invade Ucrania, Tres años de la invasión rusa a Ucrania
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Pasaporte ucraniano. Fotografía de Borys Zaitsev [1]. Uso legítimo.

Polina Sardaryan sollozó mientras hablaba ante el tribunal [2] el 26 de abril de 2023. No sabía que en unos minutos se convertiría en la segunda ciudadana rusa en Ucrania cuyo derecho a un pasaporte ucraniano fuese respaldado por una decisión judicial.

Miles de ciudadanos rusos viven en Ucrania en medio de la invasión rusa a gran escala que comenzó hace más de un año. Muchos son de etnia ucranianos cuyos padres fueron enviados a Rusia o fueron a trabajar a ese país cuando aún era parte de la Unión Soviética. Como estaban allí después de diciembre de 1991, cuando se disolvió la URSS, obtuvieron la ciudadanía rusa. Muchos otros son cónyuges de ciudadanos ucranianos que llevan años viviendo en Ucrania, mientras que el resto emigró al país por motivos políticos.

En 2022, sus documentos de identidad rusos se volvieron tóxicos, y muchos se encontraron con que no eran bienvenidos en Ucrania. Desde que comenzó la invasión, cada vez son más quienes ven caducar sus documentos legales.

«No van a dejar salir a nadie»

Cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio inició a la invasión a gran escala [3] de Ucrania el 24 de febrero de 2022, cientos de ciudadanos rusos estaban en las etapas finales para obtener documentos legales ucranianos. Debido a que la legislación ucraniana prohíbe tener más de una nacionalidad, los ciudadanos rusos tenían documentos de identidad de nacionalidad ucraniana temporales, que corresponden a un documento especial que se entrega a quienes ya se ha concedido la nacionalidad, pero que aún deben renunciar a su nacionalidad rusa para obtener un pasaporte ucraniano.

El documento de identidad temporal tiene validez de dos años. Durante ese tiempo, el titular debe reunir determinados documentos del Estado ruso y de organismos municipales rusos, además de solicitar un certificado especial de renuncia a la nacionalidad rusa en un consulado ruso. Oficialmente, obtener ese certificado puede tomar hasta seis meses . En realidad, la respuesta del consulado ruso puede demorar o la solicitud de renuncia a la nacionalidad rusa puede ser rechazada por completo. Si el certificado del consulado no se entrega en un plazo de dos años, el servicio de migración ucraniano revoca la nacionalidad ucraniana de la persona.

Polina Sardaryan nació en Ucrania y solicitó la nacionalidad ucraniana en 2019. Si bien obtuvo una respuesta positiva en 2020, recibió su documento de identidad temporal con un año de retraso por un error del servicio de migración ucraniano. Cuando Polina inició el proceso de renuncia a su nacionalidad rusa, todavía había restricciones por el COVID-19. Tiempo después, todos los consulados rusos en Ucrania cerraron en medio de la invasión a gran escala.

En 2022, los ciudadanos rusos a quienes se concedió la nacionalidad ucraniana pero que aún no tienen pasaporte ucraniano quedaron en el limbo. Muchos han participado en acciones bélicas ucranianas y han expresado públicamente opiniones negativas acerca de lo que sucede en Moscú [4], lo que significa que no pueden viajar a Rusia sin arriesgarse a ser detenidos y encarcelados. Además, los intentos por comunicarse con el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no dieron frutos.

En entrevista con Global Voices, Polina declaró:

Мені дещо знущально відповідали, що щоб подати документи на вихід з російського громадянства я маю чекати відкриття консульств Росії в Україні. Вони взагалі не збираються нікого випускати зі свого громадянства, особливо тих, хто хоче замість російського громадянства отримати українське.

Me dijeron de una forma un tanto burlona que debo esperar que abra un consulado ruso en Ucrania para solicitar la renuncia a mi nacionalidad  rusa. No van a liberar a nadie de su nacionalidad, en especial a quienes quieran obtener la nacionalidad ucraniana en lugar de la rusa.

Unidos para ayudarse mutuamente

La postura del servicio de migración ucraniano es que los actuales titulares de documentos de identidad temporales no han hecho lo suficiente para obtener los certificados rusos. Tanto Polina como Kira Jafarova, otra ciudadana rusa, dijeron que algunos han preguntado a los funcionarios qué más deben hacer y les han dicho que esperen en silencio o viajen a los consulados rusos de países vecinos.

Quienes viajaron descubrieron que necesitaban un permiso de residencia en esos países para solicitar allí la renuncia a la nacionalidad. Algunos de quienes esperaron (aún con cierta confianza en las autoridades de migración o con la esperanza de que cambiaran las leyes) se encontraron con que el servicio de migración ucraniano, famoso por maltratar a los migrantes [5], les revocaba la nacionalidad.

No obstante, el aparente cambio se ha producido de manera repentina en los últimos meses. Debido a la llamada salida declarativa, ya ha habido tres decisiones judiciales que reconocen los derechos de los ciudadanos rusos que han recibido la nacionalidad ucraniana pero no pueden renunciar a la rusa sin ningún certificado del Gobierno ruso.

«El servicio estatal de migración se ocupa de los más desamparados: afganos, sirios, palestinos, etc. Lo peor es que no pueden unirse para proteger sus derechos. Pero nosotros nos unimos y empezamos a ayudarnos mutuamente: intercambiamos información y consejos», explica Kira, que recientemente ganó dos juicios en distintas ciudades de Ucrania y está a punto de recibir su documento de identidad ucraniano oficial.

Como muchos otros, Kira cree que el proceso de Polina, que atrajo atención de manera repentina, tendrá como consecuencia el éxito de otros aspirantes a la nacionalidad con pasaporte ruso. Kira y Polina comentaron a Global Voices que antes era casi imposible conseguir que los medios mostraran su lucha. «Hemos sido impopulares y la gente no quería profundizar en los detalles», afirmó Kira.

Al borde de la desesperación

En redes sociales, las noticias e iniciativas relacionadas con la lucha de los ciudadanos rusos en Ucrania generaron diversas reacciones [6]. En la sección de peticiones [7] del sitio web presidencial, los llamados a proteger a determinados ciudadanos rusos con situación legal se mezclan con los llamados a no aceptar a ningún ciudadano ruso.

Desde 2022, existe un meme popular sobre los «rusos buenos [8]«, aquellos ciudadanos de Rusia (sin importar su etnia) que afirman ser contrarios a Putin. Aunque esto es principalmente para protegerse (muchos demostraron ser profundamente nacionalistas o ignorantes de temas sensibles de Ucrania). Además, el eufemismo «convertirse en un buen ruso» ha sido ampliamente utilizado por muchos ucranianos para referirse a los soldados rusos muertos.

En febrero de 2023, en una entrevista a un medio nacional en línea [9], Natalia Naumenko, encargada del servicio de migración ucraniano, declaró: «Estamos intentando limitar el acceso de ciudadanos rusos a todos los procedimientos [para obtener cualquier situación legal ucraniana]. Por mi parte, esto es totalmente normal a pesar de la gran cantidad de críticas de organizaciones de derechos humanos y organizaciones internacionales, ya que recibimos numerosas solicitudes de ciudadanos rusos para obtener condición de refugiado. Casi no creo en los ‘buenos ciudadanos rusos’, salvo algunas excepciones».

Debido a esta situación, los procedimientos judiciales siguen siendo, más o menos, la única opción para un ciudadano ruso que busca obtener o proteger situación jurídico en Ucrania. Aun así, no todos tienen los medios para pagarle a un abogado. Como todo el mundo en Ucrania, los ciudadanos rusos que viven allí también se han visto afectados por la guerra. Muchos perdieron su casa y su trabajo. Además, las decisiones judiciales pueden variar según el caso.

«Muchos están al borde de la desesperación. ¿Qué puedo hacer si creo que soy buena ciudadana, pero mi Estado no me necesita?», comenta Kira, que lleva 33 años viviendo en Ucrania. «No puedo trabajar, no puedo viajar y no puedo donar sangre a los soldados porque también necesito un pasaporte para eso. Ni siquiera puedo hablar de ello porque se percibe como algo vergonzoso», agregó la ciudadana rusa.

Incluso para Polina, con su triunfal victoria en los tribunales, después de todas las dificultades que tuvo que soportar, es demasiado pronto para celebrarlo. «Ni siquiera puedo alegrarme», declaró a Global Voices y añadió: «Estoy en un constante estado de estrés. Me parece que ellos [el servicio estatal de migración] inventarán otra cosa, que harán lo que sea para no entregarme el pasaporte».