Camerún: Libertad en peligro

«Rueda de prensa del Ministerio de Salud de Camerún sobre COVID-19″. Imagen de CDC Global en Flickr (CC BY 2.0).

La localidad agrícola camerunesa de Mbanga en la región del Litoral, a 310 km de la capital Yaundé, es conocida por sus plantaciones de plátanos. Sin embargo, no fue por eso por lo que estuvo en el punto de mira el 10 de junio de 2020. Un video de un trabajador de la plantación, Clement Ytembe Bonda, se volvió viral y lo perseguirá por siempre.

Todo empezó cuando se difundió la noticia de que los ministerios del Gobierno habían malversado fondos del COVID-19 por un valor de 180 000 millones de francos CFA (226 millones de dólares). En 2020, cuando estalló la pandemia, el FMI entregó a Camerún este dinero para ayudar a combatir la pandemia.

En junio de 2020, organizaciones de la sociedad civil y miembros de partidos de la oposición alertaron sobre la mala gestión del fondo COVID-19. Jean Michel Nintcheu, diputado del opositor partido Frente Socialdemócrata, denunció la falta de camas y baños en uno de los centros de tratamiento de COVID-19 en la región del Litoral de Camerún, a pesar de que se habían destinado cien millones de francos CFA (unos 165 000 dólares) a la contratación de baños portátiles. Por orden de la presidencia, el Tribunal de Cuentas del Tribunal Supremo investigó la gestión de los fondos y posteriormente publicó un resumen de la investigación.

El resumen indicaba que el Ministerio de Investigación Científica había importado hidroxicloroquina y azitromicina, y las etiquetó como productos suyos en lugar de producir cloroquina. Los 15 millones de francos CFA (unos 25 000 dólares) destinados a renovar la unidad de producción no se gastaron, es más, el Ministerio de Salud Pública estuvo implicado en la sobrefacturación y la mala gestión de los fondos.

En 2021, Camerún ocupó el puesto 144 de 188 en el índice de corrupción de Transparencia Internacional. Un informe de la Comisión Nacional de Lucha contra la Corrupción destaca las entidades más corruptas en Camerún: el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Propiedad Estatal y Tenencia de la Tierras, la Policía y la Gendarmería. Además, el exministro de Salud, Urbain Olanguena Awono, está en la cárcel por la malversación de fondos para el VIH/sida. Por todos estos hechos, los grupos de defensa de los derechos y la oposición alertaron sobre la presunta malversación.

Clement Ytembe Bonda quedó impactado ante la noticia de la mala administración de los fondos destinados al COVID-19. En aquella fatídica mañana, tomó su teléfono y pidió a sus amigos Wameni André Boris y Flavy Kamou Wouwe que lo grabaran mientras expresaba su enojo. «Tenemos que levantarnos a las 4:00 a.m. por 32 000 francos (52 dólares), mientras que otros [los ministros] se levantan a las 8 a.m. y van a una oficina con aire acondicionado a robar 180 000 millones de francos. Ven plátanos por todas partes, pero no pueden tocar ni uno». Bonda utilizó lenguaje explícito para referirse al jefe de Estado y a los ministros responsables del presunto desfalco.

A través del vídeo, Bonda expuso la situación laboral en Camerún, donde por la falta de empleo, un licenciado universitario se vio obligado a trabajar en una plantación. Además, dejó al descubierto las precarias condiciones de vida de los trabajadores de las plantaciones de Camerún, que trabajan todo el día sin comida para cosechar plátanos para los propietarios. El salario mínimo en Camerún en 2022 es de 36 270 francos CFA (60 dólares), pero Bonda y sus amigos cobraban 32 000 francos CFA (53 dólares), es decir, menos del salario mínimo.

El video se viralizó en las redes sociales y pronto Bonda se convirtió en un hombre buscado, ya que sus declaraciones sobre el presidente y los ministros generaron una fuerte reacción en Camerún. La Policía lo acusó de insultar al presidente Biya, Bonda fue localizado y detenido junto con sus amigos Andre Boris Wameni y Flavy Kamou Wouwe, en en las instalaciones de Plantation des Haut Penja, filial de una empresa agroindustrial francesa.

El 11 de junio de 2021, Bonda y sus amigos fueron detenidos y comparecieron por primera vez ante el tribunal el 14 de junio de 2021. El 17 de junio de 2021, fueron juzgados en el Tribunal de Njombe por insultar al jefe de Estado y difundir información falsa en las redes sociales, en virtud del artículo 78 de la ley de ciberdelitos. La norma establece que: “Quien utilice medios electrónicos o un sistema de información para diseñar, publicar o propagar una información sin poder comprobar su veracidad o probar que dicha información era verdadera será castigado con pena de prisión de seis meses a dos años o multa de cinco millones a diez millones de francos CFA, o ambas penas, multa y prisión”.

El artículo 113 del Código de Procedimiento Penal sanciona con prisión de tres meses a tres años a quienes emitan o difundan noticias falsas que puedan perjudicar a las autoridades públicas o la unidad nacional.

Un año después, Andre Boris Wameni y Flavy Kamou Wouwe fueron liberados, pero Bonda permaneció en prisión.

Se generaron opiniones encontradas, ya que algunos argumentaron que el joven merecía ser encarcelado porque es irrespetuoso insultar al presidente Biya con un lenguaje vulgar. Algunos han relacionado la detención con el estado de la libertad de expresión en el país: los cameruneses son libres siempre que no critiquen al presidente Biya en línea o fuera de línea.

No es el único caso de represión de la libertad de expresión. En 2009, el periodista Jean Bosco Talla fue encarcelado por insultar al presidente Biya, pero afirmó que solo había publicado fragmentos de un libro en su periódico.

También sigue presente en la memoria de los cameruneses el caso del presentador televisivo Serge Alain Ottou y de su invitado Engelbert Le Bon Datchoua miembro del opositor partido Movimiento Renacimiento de Camerún (CRM), en Equinoxe TV, canal local de transmisión en línea. El invitado dijo que el presidente Biya «es lo peor que le ha pasado a Camerún», por lo que el ministro de Administración Territorial ordenó un interrogatorio. Ottou y Datchoua fueron interrogados en la delegación regional de policía de Litoral. El Consejo de Comunicación citó al propietario de Equinoxe TV y al presentador Ottou en noviembre de 2022 para interrogarlos. La situación no se ha vuelto a mencionar.

Libertad después de expresión

La Constitución de Camerún de 1996 garantiza la libertad de expresión. «La libertad de comunicación, de expresión, de prensa, de reunión, de asociación y de sindicación, así como el derecho a la huelga, serán garantizados en condiciones establecidas por la ley».

Sin embargo, es un secreto a voces que criticar al jefe del Estado y a su gobierno en línea o fuera de línea trae problemas. La Policía, las fuerzas armadas, los Ministerios de Administración Territorial y Comunicación y los tribunales son aparatos estatales utilizados para mantener un firme control sobre la población y prevenir las críticas y la disidencia. El Estado hace gala de su papel tradicional de salvaguardar la seguridad pública y la paz, pero pisotea la libertad de expresión.

Visita la página del proyecto para más artículos de Unfreedom Monitor.

 

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.