El Caribe lamenta muerte de la resiliente leyenda del rock and roll Tina Turner

Tina Turner en el MEN Arena, abril 2009. Foto de Julia en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

La incomparable Tina Turner, la cantante de rock and roll que saltó a la fama bajo la mano controladora de una pareja maltratadora y que lo arriesgó todo para dejarle y reconstruyó su carrera desde cero hasta convertirse en una superestrella mundial, murió el 24 de mayo a los 83 años. La artista ya llevaba tiempo con problemas de salud: en 2013 tuvo un derrame cerebral y en 2016 se le diagnosticó un cáncer intestinal. A esto le siguieron complicaciones renales, por las que se sometió a un trasplante al año siguiente.

 

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Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Tina Turner. Con su música y su desbordante pasión por la vida, encandiló a millones en todo el mundo e inspiró a las estrellas del mañana. Hoy decimos adiós a una querida amiga que nos deja su mayor obra: su música. Toda nuestra solidaridad está con su familia. Tina, te echaremos mucho de menos. (© Peter Lindbergh)

Turner nació el 26 de noviembre de 1939 en Tennessee y con el nombre de Anna Mae Bullock. Sus primeros años fueron corrientes, aunque turbulentos; a ella y a sus dos hermanas mayores las enviaron a vivir con sus abuelos durante largos periodos, ya que sus padres debían trasladarse a otras ciudades por motivos de trabajo. Bullock perfeccionó sus dotes vocales en los coros de la iglesia bautista. No obstante, cuando Turner tenía 11 años, su madre huyó a Illinois para escapar de un matrimonio abusivo. Bullock se unió a su madre y así fue como en el Manhattan Club de St. Louis vio actuar por primera vez a Ike Turner con su banda, Kings of Rhythm. En ese entonces, Tina tenía entonces 17 años y le pidió dejarla unirse al grupo; él solo aceptó después de que Bullock se apoderó del micrófono una noche durante el intermedio y cantó «You Know I Love You» de B.B. King.

Bajo la tutela de Turner, grabó su primera canción en 1958 con el nombre de «Little Ann» poco después de graduarse de la escuela. Sin embargo, empezó a captar la atención de la gente en 1960, cuando un DJ local escuchó su voz en el demo de «A Fool in Love», canción que Ike Turner había escrito para Art Lassiter. La cinta llegó a la mesa de Henry «Juggy» Murray, presidente de Sue Records, sello discográfico de rythm and blues, y Turner supo que había encontrado oro en Bullock. Ike la rebautizó como «Tina», le puso su apellido y registró su nombre como una marca para que otra cantante pudiera sustituirla con el nombre de «Tina Turner», en caso de que Bullock decidiera abandonar el espectáculo.

No imaginó que Turner era insustituible. La estrella no tardó en subir: «A Fool in Love» alcanzó el número 2 en la lista Hot R&B Sides y el número 27 en la lista Billboard Hot 100. A estos le siguió el sencillo «It's Gonna Work Out Fine«, que le valió al dúo una nominación a los premios Grammy como mejor interpretación de rock and roll. Para aprovechar la ola de popularidad, Ike Turner creó la banda Ike & Tina Turner Revue, que realizó numerosas giras por todo Estados Unidos, incluso actuaron ante públicos no segregados en clubes y hoteles del sur. Ike y Tina se casaron en 1962 y los contratos discográficos no se hicieron esperar en los años siguientes, incluido un período con Warner Brothers, que les ayudó a darse a conocer con apariciones televisivas en programas como American Bandstand y Hollywood a Go-Go.

Después de aparecer en la película The Big T.N.T. Show de 1966, firmaron un contrato con el influyente productor musical Phil Spector y fueron teloneros en la gira de los Rolling Stones por el Reino Unido en noviembre de 1969. Esta fue la primera vez que Turner empezó a experimentar la libertad creativa y a ampliar su registro en material vocal, pero seguía formando parte de la operación de Ike. Fueron teloneros de la gira de los Rolling Stones por Estados Unidos y muchas estrellas de la música, como David Bowie, Elvis Presley y Elton John, que actuaron como invitados en la residencia de los Turner en Las Vegas. En 1970, bajo la dirección de Spector, los álbumes de Ike y Tina Turner se apartaron de su repertorio habitual de rythm and blues para abarcar clásicos del rock and roll como «Come Together», «Get Back» y «Honky Tonk Woman». En 1971, su versión de «Proud Mary» de Creedence Clearwater Revival se convirtió en su mayor éxito. La carrera de Turner también la llevaría al mundo del cine, donde realizó varias interpretaciones aclamadas por la crítica.

Sin embargo, a medida que crecía su imagen pública, su vida personal se desmoronaba; Ike la maltrataba verbal y físicamente. La violencia llegó a ser tan insoportable que en 1968 intentó suicidarse. Tras 16 años de matrimonio, Tina lo abandonó y renunció a todo, excepto a su nombre artístico. Esta posesión, que le fue otorgada como un acto de propiedad, acabaría liberándola.

Al principio de su carrera como solista, Turner sobrevivió durante cierto tiempo gracias a los cupones de comida y a la amabilidad de sus amigos. Aunque gran parte de sus ingresos se destinaron a pagar los juicios por las actuaciones que ya no realizaría como parte de «Ike and Tina Turner Revue», trabajó duro y resurgió con una nueva imagen sexy: Turner no sólo dominaba el escenario, sino que también tomaba las riendas de su propia vida, bajo sus propios términos.

Private Dancer (1984), su quinto álbum en solitario, fue el que la ayudó a consolidar su imagen de artista que sigue siendo relevante y que tenía mucho más que ofrecer. El gran éxito de ese álbum fue «What's Love Got to Do With It?», su primer número 1 en Estados Unidos. Turner comenzó rápidamente a llenar estadios, entre estos uno en Brasil que se considera uno de los mayores conciertos de la historia, con más de 180 000 asistentes. En 1985, también actuó en el concierto Live Aid en el estadio Wembley en Londres, que recaudó millones de dólares para ayudar a combatir la hambruna en Etiopía.

El curador de cine trinitense Jonathan Ali conto un extracto de un ensayo de su colega barbadense Jason Jeffers, que destacaba lo mucho que significaba la visibilidad de Turner para los caribeños:

In 1985, on my little island, the heroes in almost every movie, book, cartoon and comic we obsessed over were white men. I remember one night tearfully asking my mother why my hair wasn’t straight. I’d been playing superheroes outside again and wanted my hair to blow in the wind like He-Man’s did when he battled his arch-nemesis Skeletor; my curls just stood there, inert….

Then came Tina Turner’s ‘We Don’t Need Another Hero (Thunderdome).

En 1985, en mi pequeña isla, los héroes de casi todas las películas, libros, dibujos animados y cómics que nos obsesionaban eran hombres blancos. Recuerdo que una noche le pregunté llorando a mi madre por qué no tenía el pelo liso como ellos. Había vuelto a jugar a los superhéroes al aire libre y quería que mi pelo ondeara al viento como el de He-Man cuando luchaba contra su archienemigo, Skeletor; mis rizos se quedaban ahí, inertes…

Luego llegó «We Don't Need Another Hero (Thunderdome)» de Tina Turner.

Ali también contó el relato del director de la película Mad Max, George Miller, sobre «la icónica audición de Turner» como Tía Ama en la  película:

Mad Max is about an apocalyptic world, and we needed someone who was powerful, but most of all, who was a wonderful survivor […] and as a writing reference we kept on saying, ‘Someone like Tina Turner, someone like Tina Turner.’

Mad Max trata de un mundo apocalíptico, por lo que necesitábamos a alguien que fuera poderoso, pero sobre todo, que fuera un sobreviviente espectacular (…) y, como referencia para escribir el personaje, seguíamos diciendo: «alguien como Tina Turner, alguien como Tina Turner».

Su valiente decisión de hacer pública su experiencia como sobreviviente de violencia doméstica, plasmada con tanta fuerza en la película What's Love Got To Do With It, basada en su autobiografía de 1986 I, Tina, la hizo aún más identificable, ya que grabó su nombre en la boca de la gente, y también en sus corazones. Este fue especialmente el caso del Caribe, que lucha con altos índices de violencia doméstica y feminicidios. Para muchas mujeres caribeñas, Tina Turner era un símbolo de resistencia y esperanza, de lo que podía ocurrir si eras sincera, trabajadora y valiente; si tenías fe. Atribuye gran parte de esto al budismo, que, según su testimonio, le dio la fuerza que necesitaba para abandonar a Ike.

Su asombroso regreso consolidó su título de reina del rock and roll. Turner ingresó en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1991 (junto con Ike, que en ese momento estaba en la cárcel por conducir bajo los efectos de cocaína), cuando empezó a adoptar el papel de mujer mayor. Para ese entonces, había encontrado el amor con el ejecutivo discográfico alemán Erwin Bach (con quien se casó en 2013) y, además, pasaba más tiempo en Suiza, país cuya nacionalidad adoptó.

En 1994, sus éxitos se recopilaron en una antología de tres discos titulada The Collected Recordings. En 1999 anunció su última gira de estadios, que se convirtió en la más taquillera de 2000. Sin embargo, siguió haciendo apariciones en vivo durante algún tiempo después de la gira, como en el estreno del musical titulado Tina! y en su última gira llamada Tina 50th Anniversary Tour. Su segunda autobiografía, Tina Turner: My Love Story, se publicó en 2018.

Finalmente, en 2021, Turner ingresó como solista en el Salón de la Fama del Rock and Roll, a los 81 años. Ese mismo año se estrenó en HBO el documental Tina y vendió su catálogo musical a la editorial BMG por una suma no revelada.

Los usuarios caribeños de redes sociales, al igual que los internautas de todo el mundo, presentaron sus respetos a este icono mundial, le agradecieron su música y su ejemplo. Además, la gente elogió su «sentido del optimismo indomable», alabó su sentido único de la moda y la aclamó como una leyenda.

Los triunfos de Turner no la protegieron de los traumas: su hijo Craig, fruto de una relación con el saxofonista Raymond Hill, se quitó la vida en 2018 y Ronnie, su hijo con Ike, murió de cáncer de colon cuatro años después. A pesar de todo esto, siempre trató de centrarse en la alegría: su música, su marido y los hijos que le quedaban, Ike Jr. y Michael, ambos del primer matrimonio de Ike, a los que ella crio. Las cosas pequeñas y significativas que componen una vida extraordinaria.

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