Este artículo se publicó en Cari-Bois Environmental News Network (con el apoyo de Climate Tracker y la beca Caribbean Climate Justice Journalism Fellowship de Open Society Foundations, iniciativa destinada a ofrecer a científicos, exploradores y entusiastas de la naturaleza del Caribe una plataforma para expresarse. Publicamos una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenidos.
Por Ronald Taylor
Los profesionales de los medios, a quienes se suele llamar los ojos y oídos de la sociedad, tienen la responsabilidad de informar y analizar los acontecimientos de la actualidad para mantener informado al público. Por eso, cuando se trata de la crisis climática, los periodistas caribeños se han comprometido a brindar una cobertura apropiada a un tema que está muy relacionado con la estabilidad y el bienestar de la región.
El Caribe, como Pequeño Estado Insular en Desarrollo (SIDS, por las siglas en inglés), es muy vulnerable a los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, ciclones tropicales más intensos y más frecuentes, y sequías prolongadas. A pesar de ser una de las regiones del mundo más vulnerables al cambio climático, la contribución del Caribe a las emisiones globales de gases de efecto invernadero es mínima, lo que significa que la región experimenta los peores impactos del cambio climático sin haberlos causado.
Esta situación ha dado lugar a un aumento en las demandas de justicia climática, que tiene como objetivo abordar la distribución desigual de los costos y beneficios de la mitigación y adaptación al cambio climático.
Por su parte, los periodistas caribeños consideran fundamental informar sobre estos asuntos y asegurarse de que quienes tienen una mayor responsabilidad en causar el cambio climático rindan cuentas. Su labor también se enfoca en amplificar las voces de los más afectados y darles una plataforma para exigir justicia climática.
Según la UNESCO, “tres de los roles tradicionales de los medios, informar a las audiencias, actuar como guardianes y hacer campañas sobre temas sociales, son especialmente relevantes en el contexto de un clima cambiante”.
Algunos periodistas regionales expresaron sus puntos de vista sobre el tema, presentamos algunas de las ideas principales:
«Los medios controlan la narrativa»
Desde hace más de cinco años, la reportera de la televisión guyanesa O'nielka Bacchus, que también es licenciada en estudios ambientales, hace reportajes que muestran a los ciudadanos lo fundamental que es ser conscientes de los problemas del cambio climático: «Si la gente no entiende el valor de la educación ambiental, ¿por qué la va a apreciar?».
Al tener en cuenta que «los medios controlan la narrativa», Bacchus explicó: “Pueden influir, pueden educar y cuanta más información se difunde, más se sensibiliza la gente sobre ciertos temas».
Bacchus señala que uno de los aspectos más desafiantes de hacer reportajes en Guyana es obtener acceso a los datos de las instituciones gubernamentales y de las organizaciones privadas. Esta dificultad puede suponer un verdadero obstáculo, especialmente cuando se trata de reportajes sobre el ambiente. Aunque los activistas ambientales suelen estar disponibles para entrevistas, para lograr una cobertura equilibrada también se necesitan estadísticas actualizadas de las organizaciones gubernamentales.
Los periodistas deben «establecer la conexión»
Según el periodista beliceño André Habet, recae en los periodistas la responsabilidad de establecer de manera clara las conexiones entre los diferentes aspectos del cambio climático, con el fin de que las personas puedan comprender la magnitud de la crisis.
Habet sostiene que los temas relacionados con el cambio climático resultan a menudo difíciles de entender para quienes no están implicados en el trabajo ambiental, y que los periodistas deben “aclarar esas conexiones y demostrar hasta qué punto están entrelazadas las personas y el ambiente, especialmente en el caso de los reportajes sobre proyectos que favorecen el capital y que prometen impulsar el bienestar económico a cambio del deterioro del ambiente”.
Habet añadió que, al producir reportajes completos “las publicaciones y los periodistas amplían su compresión de lo que es un reportaje sobre justicia climática, no siempre tiene que tratarse de una lucha entre comunidades, Gobiernos o corporaciones, sino también de cambios más sutiles en las comunidades que pueden no ser perceptibles en un solo momento”.
Es «fundamental» identificar a los responsables del deterioro del ambiente
Elvira Hernández, periodista multimedia de República Dominicana, afirma que cuando se trata de informar sobre la crisis climática “es necesario identificar las necesidades más apremiantes de la sociedad”, dado que la justicia climática es crucial en el contexto en el que vivimos.
Hernández afirma, “su objetivo es garantizar debido respeto a los derechos de los activistas ambientales y buscar reparación para los países más vulnerables por las injusticias climáticas cometidas por naciones más desarrolladas”. Añade, “por lo tanto, resulta crucial abordar la crisis climática mediante la identificación de los responsables de la degradación ambiental”
No hay suficiente a los problemas ambientales en la región
El periodista guyanés David Papannah afirma que “no es un tema al que los periodistas dediquemos atención o en el que nos centremos”, pero considera que existe la necesidad de una mayor cobertura periodística sobre los problemas climáticos en todo el Caribe.
En su opinión, la cobertura ambiental ha abordado solo superficialmente el tema y le gustaría ver más oportunidades de formación para los periodistas caribeños en áreas especializadas como la educación climática. Además, sugiere que las asociaciones de medios regionales, así como las organizaciones ambientales y los ministerios pertinentes, pueden desempeñar un papel importante en este aspecto.
Las comunidades marginadas son las más afectadas
Al describir su experiencia de cubrir el cambio climático, la periodista surinamesa Priscilla Misiekaba-Kia señala que “la distribución desigual de las responsabilidades y recursos, tanto dentro como entre países y grupos sociales, no se percibe fácilmente”
Por eso cree que es importante investigar cómo las comunidades marginadas suelen verse afectadas desproporcionadamente por peligros naturales, como la contaminación y las catástrofes naturales. En algunos casos, también se observa una distribución desigual de la ayuda de emergencia de los Gobiernos y las instituciones humanitarias.
Al explicar las disparidades de la crisis climática, Misiekaba-Kia afirma que, si los reporteros utilizan sus plataformas para informar, las comunidades marginadas pueden mejorar su capacidad de resistencia y su preparación ante los desastres: «[Los periodistas] deben explicar [que] la crisis climática es urgente y requiere una respuesta inmediata. También debemos incluir diversas perspectivas y voces en la conversación sobre el cambio climático. De este modo ayudan a impulsar las voces de los más afectados por el cambio climático, incluidas las comunidades indígenas y los grupos marginados”.