Imagen de Daniel James. Uso libre con licencia Unsplash.

En febrero de 2022, la comunidad LGBTQ+ de Azerbaiyán se vio profundamente conmocionada cuando se hizo pública la noticia del brutal asesinato del periodista y activista LGBTQ+ Avaz Hafizli. Su muerte generó una protesta pública en las redes sociales, y muchos activistas criticaron la inacción de Azerbaiyán al abordar los delitos de odio, especialmente los dirigidos contra grupos marginados del país. En la actualidad, la tendencia no ha disminuido. El 23 de mayo, la Policía detuvo a varias mujeres transgénero en la capital, Bakú, por lo que en un principio comenzó como un acoso verbal a las mujeres transgénero, pero se convirtió en un enfrentamiento entre las mujeres y las fuerzas del orden cuando estas últimas agredieron físicamente a una de las mujeres transgénero. En respuesta, un grupo de activistas LGBTQ+ se reunió frente a la comisaría a la que trasladaron a las detenidas. Según el relato personal de los activistas, la Policía provocó al grupo, lo que desencadenó una refriega. El resultado fue la detención de siete personas, incluidos dos destacados activistas: Javid Nabiyev y Ali Malikov. En entrevista con Global Voices, Malikov declaró que Nabiyev y él fueron a la comisaría para expresar su solidaridad y pedir información sobre lo ocurrido, ya que ningún medio informó del incidente. Aunque ambos ya han quedado libres, los acusaron de vandalismo, posesión de drogas, y los multaron. Los otros activistas detenidos fueron condenados a detención administrativa. Tras su liberación, ambos activistas contaron los malos tratos, violencia y humillación pública de las fuerzas del orden.

Ignorados y despreciados

Según ILGA Europa, ONG internacional que defiende derechos y libertades de las personas LGBTQ+, Azerbaiyán ha ocupado el último lugar entre 49 países en el Índice Arcoíris de la organización de forma consecutiva durante tres años seguidos.

En los últimos años, el Gobierno de Azerbaiyán ha intensificado la represión contra la comunidad LGBTQ. En 2017, La Policía detuvo al menos a 83 personas por ser homosexuales o transexuales. Los detenidos denunciaron haber sido torturados y chantajeados. Ese mismo año, al menos cuatro azerbaiyanos que se identificaban como LGBTQ+ se suicidaron.

En 2018, el periódico israelí Haaretz informó que el Gobierno de Azerbaiyán estaba usando equipos y software de vigilancia Verint Systems de Israel para identificar la orientación sexual de los ciudadanos a través de Facebook.

Más de una docena de personas LGBTQ+ fueron detenidas en 2019, la mayoría eran trabajadoras sexuales transgénero que fueron convocadas y luego detenidas según informaron Meydan TV y Minority Magazine .

En marzo de 2021, Minority Magazine informó de un nuevo movimiento autodenominado «Sangre Pura» que se contacta a través de Telegram para atacar a personas LGBTQ+ en Azerbaiyán.

Después, a mediados de 2021, durante el mes del Orgullo, Minority Magazine documentó más ataques contra personas LGBTQ+.

En general, para muchas personas LGBTQ+ que sufren discriminación y violencia, hay pocos recursos a través de la Policía o de cualquier canal judicial oficial. Por ejemplo, en noviembre de 2022, una mujer trans y su pareja fueron agredidos en plena calle en la capital, Bakú. Dados los malos antecedentes de la Policía con los ciudadanos queer, decidieron no presentar una denuncia oficial por temor a represalias y a posibles violaciones de su intimidad.

El ejemplo más descarado de la falta de voluntad del Estado para ayudar a la comunidad homosexual fue cuando la popular bloguera Sevinc Huseynova hizo llamados abiertos a la violencia contra la comunidad LGBTQ+ en las redes sociales. Nunca fue amonestada por sus actos a pesar de las numerosas pruebas de que animaba a la gente a cometer delitos violentos contra las personas queer. En uno de sus videos, Huseynova pedía a las fuerzas de seguridad locales que ignoraran los casos de delitos de odio. «Nos basta con una señal, cuéntanos, y los del pueblo los apartaremos poco a poco», afirmó la bloguera. En otro vídeo, pedía a los hombres azerbaiyanos que mataran a las mujeres transexuales. En aquel momento, el Ministerio del Interior dijo que tenía conocimiento de los videos y que estaba investigando. Pero no se tomaron medidas..

Sin embargo, Huseynova no es un ejemplo aislado. La narrativa anti-LGBTQ+ en Azerbaiyán está muy extendida entre políticos, famosos, figuras públicas e incluso activistas opositores. Recientemente, un miembro del partido opositor Tofig Yagublu afirmó en un chat que los homosexuales eran discapacitados biológicos. En general, los representantes de la sociedad civil del país suelen guardar silencio cuando se trata de defender los derechos de la comunidad LGBTQ+. Como señaló en Twitter el activista queer Vahid Aliyev: «Es profundamente desalentador ver el abominable silencio de la sociedad civil ante los recientes acontecimientos que han rodeado a los activistas de los derechos LGBTQI+ en Bakú, Azerbaiyán».

También está la cuestión de la falta de recursos legales, que agrava la situación. Actualmente, la legislación vigente en Azerbaiyán no aborda los delitos de odio por identidad de género u orientación sexual. Según un informe del Instituto Danés de Derechos Humanos, Azerbaiyán carece de políticas nacionales que protejan los derechos de las personas LGBTQ+. Tampoco existen instituciones específicas que luchen contra la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género:

Article 109 of the Criminal Code sets forth penal sanctions for the persecution of groups or organisations on political, racial, national, ethnic, cultural, religious, or sex or others prohibited by international legal norms. Persecution is understood as “crime against humanity” in terms of for example torture and deprivation of liberty against international norms. Hate crime in itself does not qualify as persecution under this provision. 37. There are no other provisions in the Criminal Code relevant to hate crimes against LGBT individuals.

El artículo 109 del Código Penal establece sanciones para la persecución de grupos u organizaciones por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de sexo u otros prohibidos por las normas jurídicas internacionales. La persecución se entiende como «crimen contra la humanidad» en términos de, por ejemplo, tortura y privación de libertad contraria a las normas internacionales. El delito de odio en sí mismo no califica como persecución bajo esta disposición. 37. No existen otras disposiciones en el Código Penal relativas a los delitos de odio contra personas LGBT.

En 2023, los legisladores azerbaiyanos también se han mostrado partidarios de aprobar una ley homofóbica similar a la aprobada en Rusia en diciembre de 2022 y al proyecto de ley ruso de 2012 contra la propaganda gay.

En caso de que Azerbaiyán no adopte una ley tan restrictiva, en la práctica ya existe, señaló el activista LGBTQ+ Miray Daniz en entrevista con Chaikhana Media. «La no aprobación de la ley es simplemente para preservar la imagen [de Azerbaiyán] en el extranjero», afirmó Daniz, y añadió: «Vivimos como si esta ley existiera. Siempre nos vigila la Policía y otros organismos gubernamentales, siempre estamos bajo presión. Casi no hay ninguna institución estatal con la que podamos sentirnos seguros, que nos proteja y piense en nosotros».

A falta de estas protecciones básicas, el trabajo y las actividades los activistas LGBTQ+ tienen alcance y impacto limitados, dado el entorno político y social. Mientras tanto, las víctimas de abusos y acoso quedan abandonadas a su suerte y con temor por sus vidas y sometidas a humillaciones. En una entrevista concedida a medios locales, Nabiyev y Malikov afirmaron que les hicieron análisis de sangre sin orden judicial, que les obligaron a llevar navajas de afeitar, como si todos los miembros de la comunidad llevaran navajas debajo de la lengua, que fueron avergonzados y e insultados y que, en una ocasión, los activistas vieron que los policías usaban pañuelos de papel para tocar las puertas que los activistas habían tocado antes.