Abdusabr, musulmán coreano en Kirguistán, cuenta la historia de su conversión al islam. Captura de pantalla del canal de YouTube Islamskii Jurnal «Umma».

La historia de los coreanos soviéticos en Asia Central sigue volviéndose cada vez más fascinante. El video de YouTube estrenado por la revista islámica «Umma» en abril de 2023 cuenta las historias de seis coreanos en Kirguistán que se convirtieron al islam.

Hace casi 90 años, los coreanos llegaron a Asia Central. En 1937, 171 781 coreanos que vivían en las provincias del Extremo Oriente de la Unión Soviética fueron enviados por la fuerza a Kazajstán y Uzbekistán, que estaban bajo control soviético. Las autoridades enviaron a estos coreanos lejos porque temían que fueran espías japoneses que pudieran ayudar al enemigo en la guerra entre la Unión Soviética y Japón.

Algunos de estos deportados se trasladaron y se establecieron en el vecino Kirguistán, que alberga a 17 000 coreanos. La comunidad coreana en Kirguistán está compuesta principalmente de cristianos, repartidos en grupos religiosos ortodoxos, católicos y protestantes. Varias docenas pertenecen a la pequeña comunidad budista, que tiene alrededor de 120 miembros.

Los coreanos de Kirguistán son notablemente diferentes de los coreanos del Sur y del Norte. Tienen sus propias tradiciones y costumbres. Están integrados en la sociedad kirguisa a través de la cultura local y los matrimonios interétnicos con kirguisos y otras etnias.

Este video de YouTube trata sobre la vida de los coreanos en Kirguistán.

Su integración se volvió más compleja cuando algunos comenzaron a convertirse al islam a principios de la década de 2000. Las seis historias personales contadas en «Umma» muestran esta tendencia. Los seis hombres cambiaron sus nombres para adaptarse a sus nuevas identidades. Este cambio tiene un precedente: las autoridades soviéticas obligaron a los coreanos a cambiar sus nombres por nombres rusos después de la reubicación en Asia Central en 1937.

Este video de YouTube de Umma muestra sobre cómo los coreanos se convirtieron al islam en Kirguistán.

Yurii Muhammad Yusuf fue el primero en convertirse en 2004. Su transformación es increíble, incluso para él mismo. «Si alguien me hubiera dicho a principios de la década de 2000 que iba a leer el Corán en árabe, habría respondido que era imposible y fantasía», menciona.

Sus motivaciones para convertirse son diferentes. Abdulvahid, antes conocido como Vladimir, adoptó el islam en 2008 después de la muerte de un cercano amigo ruso tras convertirse al islam. Después de la conversión de su compañero, era el único no musulmán en su grupo de tres amigos, un kirguiso, un ruso y un coreano. Cuenta: «Lo tomé [la muerte de mi amigo] como una señal. Alá me estaba diciendo que no me retrasara [en convertirme al islam]». Además, agrega: «Alá me pidió que fuera su siervo, y yo acepté».

Cuatro encontraron respuestas a sus preguntas sobre el sentido de la vida en el islam. Muhammad Ali cuenta que se convirtió al islam para lidiar mejor con las voces en su cabeza. Cree que estaba poseído por un genio, espíritus malignos. Al cabo de un año de su conversión al islam, las voces desaparecieron y su vida volvió a la normalidad.

Confiesan estar preocupados por las reacciones de sus amigos y familiares ante sus decisiones. Solih confesó: «Estaba ansioso por lo que otras personas dirían sobre mi conversión al islam». En algunos casos, como sucedió con Muhammad Ali y Solh, sus familiares los apoyaron y también se convirtieron. Para Yurii Muhammad fue diferente, y tuvo que construir un nuevo sistema de apoyo. «Alá cambió a mi familia», explico y señaló que se volvió a casar y comenzó una nueva familia.

Su conversión también es el resultado de la reislamización de Kirguistán, que comenzó en 1991 después de que Kirguistán obtuvo su independencia. Este proceso ha llevado a una explosión en el número de mezquitas y madrasas (instituciones religiosas islámicas), pasaron de 38 mezquitas y ni una madrasa en 1991 a 2699 mezquitas y 125 madrasas en 2023. La proselitización también ha seguido su ritmo, lo que ha resultado en un número cada vez mayor de musulmanes practicantes y nuevos conversos. Entre ellos se encuentran estos seis y otros coreanos cuya transformación en Asia Central aún está en proceso .