Comienza temporada de huracanes de 2023 en el Atlántico, el Caribe mira hacia atrás y hacia el futuro

Avión Beechcraft 18 atascado en un árbol en el aeropuerto jamaicano de Kingston tras el paso del huracán Gilbert, septiembre de 1988. Foto de PvdV vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).
El 26 de mayo de 2023, con características como «precipitaciones mensurables […] producidas por una Onda Tropical o la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), principales rasgos meteorológicos de la estación húmeda de Trinidad y Tobago», la oficina meteorológica del país declaró oficialmente el inicio de la estación lluviosa. Desde esa fecha, la república insular, que se considera fuera del cinturón de huracanes, ha experimentado condiciones meteorológicas adversas, algunas de las cuales han merecido alertas públicas de nivel amarillo.
La temporada anual de huracanes transatlánticos comienza el 1 de junio y mantiene en vilo al Caribe durante seis tensos meses con su amenaza de tormentas devastadoras, patrón que parece intensificarse a medida que empeora la crisis climática. Los Servicios Meteorológicos de Barbados ya han tomado nota de la primera tormenta con nombre de la Temporada de Huracanes del Atlántico 2023, la tormenta tropical Arlene, que se formó en el Golfo de México en la tarde del 2 de junio.
Justo el día anterior, el presidente del Consejo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres de Jamaica y primer ministro, Andrew Holness, intervino en una reunión en la que advirtió a los ciudadanos que estuvieran preparados para la próxima temporada de huracanes, y que se protegieran contra la desinformación. Pero a veces la única manera que tiene una región tan azotada por los desastres naturales de enfrentar este fenómeno anual es mirar atrás.
En Twitter, el jamaicano Wayne Chen se refirió el comienzo de la temporada de huracanes de este año recordando las inundaciones de 1986 que resultaron desastrosas para ese país:
2/2 and other infrastructure damaged. The impact was worst in Clarendon where the new May Pen/Rio Minho bridge collapsed killing 8 in a minibus.https://t.co/HehISdGOnG
— Wayne Chen (@wcchen) June 1, 2023
Hace 37 años, en junio de 1986, lluvias torrenciales y sostenidas causaron enormes pérdidas humanas y daños en #Jamaica. 50 personas murieron, 2000 quedaron sin hogar y 40 000 desplazadas. 17 600 acres de cultivos, 300 carreteras, 15 puentes, 14 hospitales, 16 centros de salud, líneas eléctricas, suministros de agua.
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Y otras infraestructuras. El impacto fue mayor en Clarendon, donde se derrumbó el nuevo puente May Pen/rio Minho, con la muerte de ocho personas que viajaban en un minibús.
Emma Lewis, tuitera y autora de Global Voices, respondió dos años después que Jamaica estaba inmersa en otra crisis:
And in 1988 there was Hurricane Gilbert. https://t.co/6wsrHOgE0h
— Emma Lewis (@Petchary) June 2, 2023
Hace 37 años, en junio de 1986, lluvias torrenciales y sostenidas causaron enormes pérdidas humanas y daños en #Jamaica. 50 personas murieron, 2000 quedaron sin hogar y 40 000 desplazadas. 17 600 acres de cultivos, 300 carreteras, 15 puentes, 14 hospitales, 16 centros de salud, líneas eléctricas, suministros de agua.
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Y en 1988 llegó el huracán Gilbert.
El 12 de septiembre de 1988, el huracán Gilbert, tormenta de categoría 5 con un ojo de 64 km de diámetro, causó la muerte de 200 personas en Jamaica. Los vientos alcanzaron una velocidad de 280 kilómetros por hora, dejaron sin energía eléctrica y arrancaron los tejados metálicos de las casas como si fueran etiquetas de latas. Se calcula que el 80% de las viviendas sufrieron graves daños y que el 25% de sus ocupantes se quedaron sin hogar. La Universidad de las Indias Occidentales, cerca de Kingston, capital de Jamaica, quedó prácticamente inmovilizado, y el país tardó mucho tiempo en recuperarse y reconstruirse. Se calcula que los daños ascendieron a 4000 millones de dólares.
Desde entonces, las tormentas en el Caribe parecen haberse vuelto progresivamente más fuertes. Como señaló en Twitter Ricardo Davis, cuando Jamaica enfrentó el huracán Matthew en 2016:
#HurricaneMatthew *presently* is #stronger than #HurricaneGilbert when it hit #Jamaica.
— Ricardo Davis 🇯🇲 (@ricardo_1021) October 1, 2016
El huracán Matthew se ha debilitado ligeramente. Ahora es categoría 4. ¿Es una buena señal?
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El huracán Matthew *actualmente* es más fuerte que el huracán Gilbert cuando azotó Jamaica.
Aun así, Gilbert sigue siendo uno de los huracanes más fuertes de los que se tiene constancia. La bloguera jamaicana Susan Goffe recordó la experiencia en una publicación de 2016:
I remember the first tree to fall in our garden, the massive guinep tree that was completely uprooted very early in the storm […] I remember letting the dogs out during the eye of the storm, and walking around in the garden, seeing the damage already done. It was quite still and the sky was blue. And then the incredible intensity of the winds when they returned, from the opposite direction. By nightfall, the sustained winds had passed, but every so often there was a strong gust and I remember lying in bed, unable to sleep, with a terrible headache, worrying about how some family members had fared.
Recuerdo el primer árbol que cayó en nuestro jardín, el enorme guineo que fue arrancado de raíz ni bien empezó la tormenta […] Recuerdo que solté a los perros durante el ojo de la tormenta y paseé por el jardín, viendo el daño ya hecho. No había viento y el cielo estaba azul. Y luego la increíble intensidad de los vientos cuando volvieron, desde la dirección opuesta. Al anochecer, los vientos sostenidos habían pasado, pero de vez en cuando había una fuerte ráfaga y recuerdo que estaba en la cama, sin poder dormir, con un terrible dolor de cabeza, preocupada por cómo le había ido a algunos miembros de la familia.
Publicó una foto de la casa vecina «con gran parte del techo arrancada», y dijo:
The massive metal beams that held that roof had been bent back like plasticine, a mental image that forever represents for me the power of the winds during the hurricane.
Las enormes vigas metálicas que sostenían aquel techo se habían doblado hacia atrás como plastilina, imagen mental que representa para siempre para mí la fuerza de los vientos durante el huracán.
Algunos jamaicanos, como la estratega de marcas y experiodista Hume Johnson, creen que el país se beneficiaría de un examen más profundo de lo que denomina «un momento decisivo»:
We need some good restrospective #journalism around #HurricaneGilbert, this watershed moment in our history. Who want to take on this project – a documentary- get funding for it. It would be such a treasure and a learning tool and policy instrument. #Jamaica
— HumeReports (@DrHumeJohnson) September 14, 2018
Necesitamos un buen periodismo retrospectivo en torno al huracán Gilbert, este momento decisivo de nuestra historia. Quien quiera emprender este proyecto, un documental, que consiga financiación para tal fin. Sería un tesoro, una herramienta de aprendizaje y un instrumento político.
En cierto sentido, esa consideración más profunda es lo que todos los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) han estado pidiendo en las últimas conferencias sobre el cambio climático, en las que los activistas regionales han calificado la crisis de «amenaza existencial». Más recientemente, en la COP27 de 2022 en Egipto, la cuestión de las pérdidas y daños, que abarca los impactos del cambio climático que se producen a pesar de los esfuerzos de adaptación y mitigación, se añadió finalmente a la agenda. Pero para que haya un impacto positivo sostenible en el Caribe se necesitan medidas más contundentes.
Los efectos de la temporada de huracanes de 2023 –que los expertos predicen que tendrá un 40% de probabilidades de ser cercana a lo normal y un 30% de posibilidades de estar por encima o por debajo de lo normal– ayudarán a determinar si se toman medidas mientras continúa el inventario mundial de la COP28.
Hasta ahora, los países ricos que más contribuyen a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero no han cumplido la promesa de 100 000 millones de dólares que hicieron en Copenhague hace casi 14 años.