Esta historia la publicada originalmente por el Centro de Asuntos Internacionales y de Seguridad (ISAC por sus siglas en inglés), parte de la iniciativa regional Western Balkans Anti-Disinformation Hub. Una versión editada es republicada por Global Voices con su autorización.
«Todo tiene que parar» es uno de los lemas de las protestas que han sacudido Serbia en las últimas semanas. Y eso es exactamente lo que sucedió. Además del tráfico, como si el tiempo se detuviera, las personas también se detuvieron, lado a lado, en números tan grandes por primera vez desde la caída del régimen de Slobodan Milošević en la década de 2000.
Las imágenes de los bulevares de Belgrado pronto comenzaron a circular por todo el mundo, y se convirtieron en objeto de todo tipo de simbolismo e ilustraciones, incluido «Campo de Amapolas», famosa pintura de Gustav Klimt, utilizada por el historiador Agustin Cosovschi para evocar la atmósfera actual en la capital serbia.
Flowers by Klimt / protests in Belgrade pic.twitter.com/9WAbK7NlsT
— Agustín Cosovschi (@cosovschi) May 14, 2023
«Flores» de Klimt / protestas en Belgrado.
Las protestas se desencadenaron por la tragedia que ocurrió en la escuela primaria Vladislav Ribnikar en Belgrado, en la que murieron nueve niños y un guardia de seguridad. Esta tragedia también representa la espina dorsal de una sociedad en donde prevalece la violencia, y resultó en semanas de protestas que comenzaron a extenderse por toda Serbia en un efecto dominó.
El 8 de mayo se organizó la primera protesta bajo el lema «Serbia contra la violencia», como respuesta a la mencionada tragedia escolar y el asesinato masivo que ocurrió tan solo un día después. En la segunda ráfaga de disparos en los municipios cercanos de Mladenovac y Smederevo, otros ocho jóvenes murieron y hubo 15 heridos.
En los últimos 10 años, diversas formas de violencia presentes en cada ámbito de la vida se han convertido en una característica habitual de la comunicación pública en la sociedad serbia. La cultura de la violencia se ha «normalizado» en la televisión y la radio nacional, los medios, las telenovelas, la familia, las instituciones educativas, el Parlamento e incluso en las declaraciones de altos funcionarios estatales.
Ne gledaju TV… pic.twitter.com/Oz3KkCSeHl
— Slobodan Georgiev (@SlobaGeorgiev) May 7, 2023
No ven televisión.
En las fotos: Milomir Marić, presentador de varios programas en Happy TV (arriba)
Jovana Jeremić, presentadora de Parovi y del programa matutino en Pink TV (abajo a la izquierda)
Lav Grigorije Pajkić, personalidad de la televisión y parlamentario del partido gobernarte SNS (abajo a la derecha)
Las protestas unieron a los ciudadanos contra esta tendencia. Se organizaron con la ayuda de la oposición, aunque sin un líder oficial. Desde el 8 de mayo, ha habido protestas todas las semanas, la cantidad de asistentes ha aumentado progresivamente, que según informes extraoficiales supera las 150 000.
«Samo zajedno možemo napred», ti u zatvor, a mi ćemo se već nekako snaći.
video courtesy of Beli Bombarder. pic.twitter.com/JhGM2NsXmD
— Stevanović Vladimir (@VladimirStev) June 4, 2023
«Solo juntos podemos avanzar», cita del presidente Vučić, y la respuesta.
Sí, avanzarás hacia la cárcel, y nosotros nos las arreglaremos de alguna manera por nuestra cuenta.
Video cortesía de Beli Bombarder.
El Gobierno, a través los medios afines al régimen, intentó desacreditar, menospreciar y luego burlarse del número de personas en las protestas. Medios pro-gubernamentales como Tv Pink informaron que no había más de 2000 personas en las protestas, mientras que otros como Telegraf e Informer seguían publicando imágenes de alrededor de 10 manifestantes. El editor del portal Informer daba cuenta regularmente en su propio medio y en otros que solo había pocos manifestantes en las calles y que la oposición estaba tratando de aprovecharse de la tragedia. Además, el presidente Aleksandar Vučić y la primera ministra Ana Brnabić publicaron una foto que mostraba una multitud, y afirmaron de manera irónica si estaría editada con Photoshop.
Esto resultó en la movilización de aún más personas y las protestas se extendieron por toda la nación. El 10 de mayo, se llevó a cabo una protesta en Niš, los manifestantes exigían renuncias y la supresión de varios tabloides llenos de violencia. Luego, hubo una protesta renovada en Belgrado el 12 de mayo con el mismo mensaje. El 13 de mayo, la protesta se extendió a Kragujevac con el lema «Serbia se ha levantado«.
Con la ayuda de los agricultores, se bloquearon las carreteras en las zonas suburbanas de Novi Sad, Subotica, Zrenjanin, Nova Pazova, Rača, Požarevac, Kraljevo y muchas otras ciudades. Los agricultores se unieron a las protestas el 16 de mayo, con demandas adicionales relacionadas con su precaria situación económica, dirigidas directamente al primer ministro. El 17 de mayo, la protesta de los agricultores se amplió para incluir a Starcevo, Omoljice, Bavaniste, Mrcajevci, Bogatici y muchas otras zonas principalmente agrícolas. Estas protestas continuaron el 18 y 19 de mayo, después de las que se llegó a un acuerdo que cumplía con algunas demandas.
La respuesta de la coalición gobernante liderada por el Partido Progresista Serbio (SNS), encabezada por el presidente Vučić, ante el movimiento de protesta «Serbia contra la violencia» fue organizar una contra protesta.
El 19 de mayo, se organizó una manifestación de contraprotesta en Pančevo, que reunió a partidarios del SNS para expresar su apoyo al presidente y anunciar una gran concentración para el 26 de mayo bajo el lema «Serbia de esperanza». Mientras tanto, las protestas de los ciudadanos y la oposición continuaron en Belgrado y Užice, con una cantidad significativa de manifestantes.
El 26 de mayo se llevó a cabo la gran contraprotesta organizada por el SNS en Belgrado. Este evento utilizó todos los medios disponibles para las autoridades para reunir a los ciudadanos. Esta movilización incluyó transporte gratuito en autobús y comida para los participantes de todas partes de Serbia, e incluso para los serbios del extranjero, incluyendo Macedonia del Norte, Kosovo y la República Srpska en Bosnia. El SNS incluso pagó a una empresa para contratar extras de cine que ofrecían remuneración por estar algunas horas en la contraprotesta. Sin embargo, la asistencia fue decepcionante, ya que el presidente Vučić había anunciado que sería «la mayor concentración jamás vista en Serbia»
Quienes no estaban dispuestos a asistir a la concentración enfrentaron despidos, chantaje y otros tipos de discriminación, según indicaron numerosas fuentes. Por otro lado, también hubo intentos de impedir que los simpatizantes del SNS acudieran a la concentración, como un incidente de pinchazos de neumáticos de autobús en Čačak, que estuvo acompañado de mensajes ofensivos.
Según los medios a favor del régimen, la protesta «Serbia de esperanza» reunió alrededor de 200 000 ciudadanos, mientras que las fotos indican números significativamente más bajos que en las protestas «Serbia contra la violencia». Los portales de la oposición informan que alrededor de 50 000 seguidores asistieron a la protesta de Aleksandar Vučić, que en su discurso final enfatizó que renunciaba como presidente del partido para fundar un nuevo movimiento.
También dieron discursos el ministro de Relaciones Exteriores, Ivica Dačić, el ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó y Milan Knežević, político opositor de Montenegro que es un nacionalista serbio, y otros conocidos seguidores del SNS. Lo interesante es que el discurso de Dačić rehabilitó la figura y el trabajo de Slobodan Milošević, como un gran político y un hombre cuya política debe seguirse.
Dado que las demandas de la protesta de la oposición «Serbia contra la violencia» aún no se cumplían, las protestas continuaron el 27 de mayo, justo un día después de la manifestación del SNS. Esta protesta tenía como objetivo rodear el edificio de radio público Radio Televisión de Serbia (RTS) y, a pesar de la lluvia, reunió a muchos ciudadanos. Los manifestantes exigían la renuncia de la dirección de RTS y una cobertura objetiva de las protestas.
Quizás de manera inesperada, las noticias de última hora en RTS, Dnevnik 2, comenzaron informando sobre la protesta por primera vez. Otras demandas incluyeron el despido de los miembros de la Agencia Reguladora de Medios Electrónicos (REM), la confiscación de las frecuencias nacionales de las estaciones de televisión Pink y Happy, la cancelación de programas de telerrealidad y otros programas que promueven la violencia, el cierre de los tabloides que propagan la violencia y viola el código de los periodistas, la renuncia del ministro de policía, así como el director de la agencia de información de seguridad.
La próxima protesta de «Serbia contra la violencia», originalmente programada para el viernes 2 de junio, se pospuso para el sábado 3 de junio para evitar coincidir con una manifestación organizada por grupos extremistas de derecha anunciada durante su bloqueo de carreteras el 29 de mayo. Luego, esta manifestación dedicada a Kosovo fue reprogramada para el 3 de junio. El parlamentario opositor Radomir Lazović advirtió que la protesta de extrema derecha tenía como objetivo hacer que la protestas cívicas fueran inútiles y crear caos y confusión, y afirmó que los organizadores están bajo el control directo del presidente, que quería desarticular las protestas más masivas de los últimos 20 años. El parlamentario opositor Pavle Grbović también señaló que la protesta organizada por la extrema derecha, llamada «Detengan la violencia contra los serbios en Kosovo y Metohija», utilizaba lemas y métodos muy similares a las protestas contra la violencia, pero con otro objetivo.
La quinta protesta «Serbia contra la violencia» se llevó a cabo el 3 de junio frente a la presidencia de Serbia. Decenas de miles de personas se reunieron y presentaron demandas claras, y por primera vez hubo una emisión objetiva sobre la protesta en RTS. Hubo un incidente violento causado por la organización de extrema derecha «Patrulla Local», cuyos miembros atacaron e hirieron a un ciudadano extranjero durante la protesta. La misma organización atacó al activista opositor Savo Manojlović en protestas anteriores. Los representantes más famosos de este grupo informal de extrema derecha son Damnjan Knežević e Ilija Vuksanović, a menudo se les veía en las protestas con señales del grupo de mercenarios rusos Wagner.
A inicios de junio, las protestas cívicas y de la oposición en Serbia, cuyo objetivo es poner fin a la cultura de la violencia derivada del lenguaje y los métodos de las élites gobernantes en Serbia, encabezadas por el presidente Vučić, continúan a pesar de las campañas difamatorias y desinformativas del partido gobernante.