
Ucrania en 2022. Foto de Stanislav Krupař, usada con autorización.
Bielorrusia es a la vez víctima y herramienta de Rusia en su invasión a gran escala de Ucrania. ¿Pueden la poesía y la traducción establecer un frágil puente entre Ucrania y los bielorrusos que se oponen al régimen autocrático del presidente bielorruso Lukashenko?
Global Voices (GV) entrevistó al activista, cantante, poeta y traductor bielorruso de literatura ucraniana, además de colaborador de GV, Aleś Plotka (que usa el nombre artístico de Baisan) para que explicara cómo un nuevo proyecto de libro en el que participó podría crear nuevos lazos entre los mundos literarios de Bielorrusia y Ucrania en el actual contexto de guerra, autocracia (en Bielorrusia) y puentes culturales a menudo destruidos.
El libro, titulado «Tierras de sangre 20/22 Bielorrusia/Ucrania«, consta de una veintena de poemas y textos en bielorruso, y dos textos en ucraniano dedicados a la revolución bielorrusa de 2020 y a la invasión a gran escala de Ucrania de Rusia. También incluye la traducción al bielorruso de destacados autores ucranianos como Vyacheslav Levytskyi, Lesyk Panasiuk, Angie Siveria, Ivan Semesyuk, Tanya Rodionova. Por último, añade 40 fotos de Ales Piletski para Bielorrusia, y del fotógrafo checo Stanislav Krupař para Ucrania.
La entrevista se realizó en inglés por correo electrónico y se ha editado para darle estilo y brevedad.
Para leer más sobre los acontecimientos en Bielorrusia en 2020, lee la cobertura especial de Global Voices Bielorrusia en agitación

Bielorrusia en 2020 con la bandera opositora blanca, roja y blanca. Foto de Ales Piletski, usada con autorización.
Filip Noubel (FN): El bielorruso y el ucraniano, y su respectivas literaturas, sufrieron el colonialismo ruso por varios siglos en los imperios zarista y luego soviético. ¿Están construyendo ahora un puente propio?
Aleś Plotka (AP): Indeed, now is the time to build bridges of both Belarusan [Plotka prefers to use this spelling] and Ukrainian literatures towards the rest of the world, and as a priority to the West. It doesn’t go very easily, as people, even intellectuals, are quite lazy, and many of former experts in Soviet studies prefer not to go deeper into the modern, post-colonial development of former Soviet republics.
The main surprise for us is that the West, which has great academic programs of post-colonialism, is brave enough to reflect on its own colonialism, but prefers not to apply postcolonial lenses to Belarus or Ukraine. Even though those two countries faced and are still face the worst type of imperialism. This situation is in fact much more brutal: while India was colonized, London never tried to establish a message saying Indians are actually Brits, which is exactly what Russia is doing, denying the existence of Belarusans and Ukrainians.
The book “Bloodlands 20/22 Belarus/Ukraine” tries to look at both countries as part of one process — something that is not very mainstream. It combines two countries in crisis in their decolonial phase that are still very different. Indeed bilateral relations are very difficult, as Belarusan territory was used by Russian troops to attack Ukraine in 2022. And although there are Belarusan combatants fighting for Ukraine, railway guerillas inside Belarus to deter the Russian invasion of Ukraine, and those who help as volunteers, as I do, my passport remains the second most hated in Ukraine. Thus joint actions in culture are hardly possible in the nearest future.
Belarusan culture is not given media attention now, unlike in 2020 [during the mass protests in the country]. Our presence in Western studies is very moderate, but scholars such as Simon Lewis and Nelly Bekus should be mentioned. The most Westernized voice of Belarus is the poet Valzhyna Mort, who describes Belarus through the language of American studies and narratives. Other poets and researchers who write about Belarusan culture in reference to feminism, ethnography include Hanna Komar, and the poet Tony Lashden. There are also stand-alone “ambassadors” who integrate Belarus into particular contexts such as Max Shchur in the Czech Republic, Dzmitry Plax in Sweden, Tatsiana Zamirouskaja in the US, but they don’t form a community.
Aleś Plotka (AP): Efectivamente, ahora es el momento de tender puentes tanto de la literatura bielorrusa [Plotka prefiere usar esta grafía] como de la ucraniana hacia el resto del mundo, y prioritariamente hacia Occidente. No resulta muy fácil, ya que las personas, incluidos los intelectuales, son bastante perezosas, y muchos de los antiguos expertos en estudios soviéticos prefieren no profundizar en el desarrollo moderno y poscolonial de las ex repúblicas soviéticas.
La principal sorpresa para nosotros es que Occidente, que tiene grandes programas académicos de poscolonialismo, es lo suficientemente valiente como para reflexionar sobre su propio colonialismo, pero prefiere no aplicar lentes poscoloniales a Bielorrusia o Ucrania. A pesar de que esos dos países se enfrentaron y se siguen enfrentando al peor tipo de imperialismo. Ciertamente, esta situación es mucho más brutal: mientras que India estuvo colonizada, Londres nunca intentó establecer un mensaje que dijera que los indios eran realmente británicos, que es exactamente lo que está haciendo Rusia, negar la existencia de bielorrusos y ucranianos.
El libro «Tierras de sangre 20/22 Bielorrusia/Ucrania» trata de contemplar ambos países como parte de un mismo proceso, algo poco habitual. Combina dos países en crisis en su fase descolonial que siguen siendo muy diferentes. Es más, las relaciones bilaterales son muy difíciles, ya que la tropas rusas usaron el territorio bielorruso para atacar Ucrania en 2022. Y aunque hay combatientes bielorrusos que luchan por Ucrania, guerrilleros ferroviarios en Bielorrusia para impedir la invasión rusa de Ucrania, y quienes ayudan como voluntarios, como yo, mi pasaporte sigue siendo el segundo más odiado en Ucrania. Así pues, las acciones conjuntas en el ámbito de la cultura son difícilmente posibles en un futuro próximo.
La cultura bielorrusa no recibe atención mediática ahora, al contrario que en 2020 [durante las protestas masivas en el país]. Nuestra presencia en los estudios occidentales es muy moderada, pero hay que mencionar a estudiosos como Simon Lewis y Nelly Bekus s. La voz más occidentalizada de Bielorrusia es la poeta Valzhyna Mort, que describe Bielorrusia a través del lenguaje de los estudios y las narrativas estadounidenses. Otros poetas e investigadoras que escriben sobre la cultura bielorrusa en referencia al feminismo y la etnografía son Hanna Komar y el poeta Tony Lashden. También hay «embajadores» independientes que integran a Bielorrusia en contextos particulares, como Max Shchur en República Checa, Dzmitry Plax en Suecia, Tatsiana Zamirouskaja en Estados Unidos, pero no forman una comunidad.
Para leer más sobre Valzhyna Mort, leer «Este es un movimiento partidario de una nación partidaria»: Reflexiones de una poeta bielorrusa sobre la agitación de su país
FN: Bielorrusia, como Estado, es a la vez víctima e instrumento de la agresión rusa en Bielorrusia y en Ucrania. Como poeta bielorruso que vive en el exilio, ¿cómo enmarca su propia identidad poscolonial?
AP: A Belarusan from Ukraine. Those who understand the region will get what I mean from this simple phrase.
AP: Un bielorruso de Ucrania. Quienes entiendan la región entenderán lo que quiero decir con esta simple frase.

Ucrania en 2022. Foto de Stanislav Krupař, usada con autorización.
FN: ¿Cómo surgió esta idea de un libro de fotos y traducciones y qué esperas que pueda aportar a Bielorrusia, Ucrania y otros lugares?
AP: Well, it was not exactly planned from the beginning. I met Belarusan photographer Ales Piletski and a wild Czech war-correspondent, Stanislav Krupař, who spends most of his time in Eastern Ukraine in Donbass. The texts were all ready on my side, including a couple written in Ukrainian and five translations of Ukrainian poets. It all just happened very organically, as there is no space for artistic egocentrism here for all three co-authors. The same goes for our London publisher Skaryna who somehow just appeared and did everything very fast.
In times of crisis, art should be pragmatic. All the profits from this book go to the rehabilitation center “Lanka,” organized by Belarusans in Ukraine. One can also donate. Our aim is very practical: To help wounded international combatants in Ukraine (mainly Belarusans). Although if, as piece of art , the book inspires readers, we would be happy too.
AP: Bueno, no estaba exactamente planeado desde el principio. Conocí al fotógrafo bielorruso Ales Piletski y a un salvaje corresponsal de guerra checo, Stanislav Krupař, que pasa la mayor parte del tiempo en el este de Ucrania, en Dombás. Los textos estaban todos listos por mi parte, incluidos algunos escritos en ucraniano y cinco traducciones de poetas ucranianos. Todo sucedió de forma muy orgánica, ya que aquí no hay espacio para el egocentrismo artístico de los tres coautores. Lo mismo puede decirse de nuestro editor londinense Skaryna, que de alguna manera apareció y lo hizo todo muy rápido.
En tiempos de crisis, el arte debe ser pragmático. Todos los beneficios de este libro se destinan al centro de rehabilitación «Lanka», organizado por bielorrusos en Ucrania. También se puede donar. Nuestro objetivo es muy práctico: ayudar a los combatientes internacionales heridos en Ucrania (principalmente bielorrusos). Aunque si, como obra de arte , el libro inspira a los lectores, también nos alegraría.
Cuando se le pidió que seleccionara un poema del libro que encarnara el proyecto, Plotka eligió uno que tradujo conjuntamente con Corinne Leech, que habla de la ciudad de Bucha, lugar de una gran masacre de civiles ucranianos a manos de las tropas rusas:
ПУШКІН ІДЗЕ ПА БУЧЫ
Пушкін ідзе па Бучы,
Падпальвае ад галавешак намарадзёраны Chesterfield lights,
Адкідвае кійком раз’ябаныя цацкі з-пад ног.
На бакенбардах асядае попел, як асядаюць ныркі пасля ўдару.
Забаўная гульня словаў, ці дадуць рады перакласці яе мае прыхільнічкі-французікі?
Навокал спрэс знаёмы пейзаж і любыя сэрцу персанажы.
Вось горцы робяць партрэты ва ўвесь рост,
Зараз гэта хутчэй, не трэба плаціць мастаку, толькі музяку падабраць для роліка.
У канцы вуліцы нехта цягне матрас за край. Бродскі, стопудова.
Осccпадзе, хто так цягне, лепш бы ты сапраўды не выходзіў са штаба.
Вось едуць танкі з Беларусі,
На траках – пялёсткі ружаў цвятаеўцаў і ахматаўцаў.
Наліплі на гліну і гной.
На жоўты пясочак так бы не наліпала.
Недзе ўдалечыні (чу!) чуваць дрон, чужы,
Падлятай бліжэй, саколік, паглядзі на мяне,
Здымай, здымай мяне, дрон са старушкі Еўропы!
Я буду ўдумліва глядзець у гарызонт,
Буду слухаць хор згвалтаваных.
А вы будзеце расшыфроўваць мой позірк і мае думкі,
Рацыяналізаваць зло і разбірацца ў душы маньяка,
А я вам суну тупа сотку,
Як Кацюшы Маславай.
Добрыя ж грошы.
Pushkin camina por Bucha
Pushkin camina por Bucha,
Ilumina de azul su Chesterfield saqueado con troncos calientes,
y patea juguetes destrozados a su paso con un bastón.
Las cenizas caen sobre sus bigotes, igual que caen los riñones tras un puñetazo.
Qué divertido juego de palabras, ¿podrán mis seguidores ranas ocuparse de traducirlo?
Escenarios familiares y héroes queridos están por todas partes.
Los montañeses están haciendo retratos de cuerpo entero,
Esto es rápido hoy en día, no hay necesidad de pagar al artista, solo elegir una vibración de la música para esta carga de Tik-Tok.
Alguien al final de la calle está arrastrando el colchón por el borde [1]. Con certeza, ¡es Brodsky!
Dios, ¿quién está arrastrando así? Más le valdría haberse quedado en el cuartel general [2].
Aquí están los tanques que vienen de Bielorrusia,
Puedes ver pétalos de rosa de Akhmatova y Tsvetaeva en sus orugas de acero.
Pegados a la mierda y a la arcilla.
No se pegarán a la arena amarilla [3].
Se oye a lo lejos un zumbido alienígena,
Acércate, ojo de halcón, mírame,
Fílmame, fílmame, enviado de la vieja Europa.
Estaré mirando el horizonte pensativo,
Estaré escuchando el coro de los violados.
Y tú estarás descifrando mis pensamientos y mi mirada,
racionalizando el mal y descifrando los detalles del alma del maníaco,
Y yo deslizaré un billete en tu boca,
Como a Katiusha Maslova [4].
Un dinero rápido, ¿no?
No lo pierdas.29.04.2022 Кiev
Plotka también dio notas para más contexto:
[1] poema colonial de Joseph Brodsky, «Sobre la independencia de Ucrania«
[2] poema obra magna de Joseph Brodsky, «No salgas de tu habitación«
[3] drama de Vasiĺ Bykaŭ sobre la represión «Arena amarilla»
[4] la última novela de Leo Tolstoi, «Resurrección«

Bielorrusia en 2020. Foto de Ales Piletski, usada con autorización.
FN: Como artista que usa bielorruso pero vive en el exilio, ¿crees que se está desarrollando una cultura bielorrusa paralela? ¿Cuáles son los principales retos? ¿Regresas de algún modo a Bielorrusia? ¿Cuáles son sus expresiones más interesantes?
AP: Belarusan culture now exists in two versions: émigré and underground inside Belarus where people experience the most brutal repression since the Stalinist purges of the 1930s. The relationship between these groups is our main challenge. I think that the most interesting expressions of current Belarusan art are those which will be discovered only later, which are now inside, but can’t be seen or heard. One can study and read in English a «Czech Dreambook» as an example. I say this honestly because of this inability to share and discuss our work together. I don’t feel myself limited and obliged to shut the fuck up while speaking about my colleagues, and I send my respect to artists of the underground, and state that their work, unknown for now, will shine someday.
AP: La cultura bielorrusa tiene ahora dos versiones: la de los emigrantes y la clandestina dentro de Bielorrusia, donde la gente sufre la represión más brutal desde las purgas estalinistas de los años treinta. La relación entre estos grupos es nuestro principal reto. Creo que las expresiones más interesantes del arte bielorruso actual son las que se descubrirán más adelante, las que ahora están dentro, pero no se pueden ver ni oír. Se puede estudiar y leer en inglés un «Libro de sueños checo» como ejemplo. Digo esto sinceramente por esta incapacidad de dar a conocer y discutir nuestro trabajo juntos. No me siento limitado ni obligado a callarme al hablar de mis colegas, y envío mis respetos a los artistas subterráneos, y afirmo que su trabajo, desconocido por ahora, brillará algún día.