¿Cómo retratan los medios internacionales a Taiwán en su cobertura?

Captura de pantalla de la agencia estatal de noticias de Taiwán (CNA) que muestra la cobertura de la guerra en Ucrania. Uso legítimo.

Los principales medios internacionales a menudo reducen su cobertura de un país basándose únicamente en el riesgo de conflicto, o lo limitan a una guerra en curso. Recientemente ha sido el caso de Taiwán y Ucrania. Pero, ¿cómo valoran los medios taiwaneses este retrato simplista?

Global Voices habló con Chris Wang (王思捷), redactor jefe adjunto de la Agencia Central de Noticias de Taiwán (CNA), principal medio estatal del país, para entender cómo valoran los profesionales de los medios taiwaneses su propia situación mediática y cómo se retrata a su país en el extranjero.

La entrevista se realizó en inglés por correo electrónico y ha sido editada por razones de estilo y brevedad.

Photo of Chris Wang. Used with permission.

Filip Noubel (FN): Se habla mucho de «Ucrania hoy, Taiwán mañana», señalando que Taiwán debería aprender de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, ya que no puede excluir un ataque similar por parte de China. ¿Qué opina de esta comparación?

Chris Wang (CW): In my view the comparison is legitimate, as Taiwan, like Ukraine, has to do all it can to defend itself from a neighboring bully’s territorial ambition. However, I would argue that Taiwan’s situation is a lot different from Ukraine’s not only from a military point of view, as Ukraine shares a long border with Russia, while Taiwan is an island off the Chinese coast, making a potential Chinese invasion a vastly different scenario from the Ukraine war, but also because of the strategic implication of a Chinese invasion of Taiwan for global economy and balance of power.

From a military point of view, an invasion by China is expected to look a lot different from the Russian attack, which utilized mostly land forces. Beijing would more likely launch a missile attack, or implement a naval blockade against Taiwan before an ultimate amphibious assault, if Taiwan failed to resist the PLA’s initial missile and air attack.

However, the most meaningful aspect of Ukraine war’s inspiration for Taiwanese people is the will of the Ukrainian people to fight and defend their homeland at all costs. While the giant gap between the military capability across the Taiwan strait has attracted most of the attention among strategists and military officials, the will to fight, as well as combat readiness among the public probably represent the most glaring weakness for Taiwan.

Fortunately, the people of Taiwan have raised their awareness in that regard since the Ukrainian war broke out. This can be evidenced by a high support of extended compulsory military service from four months to 12 months, as well as popular discussions of the civil defense framework.

Chris Wang (CW): En mi opinión, la comparación es legítima, ya que Taiwán, al igual que Ucrania, tiene que hacer todo lo posible para defenderse de la ambición territorial de un vecino matón. Sin embargo, yo diría que la situación de Taiwán es muy diferente a la de Ucrania, desde el punto de vista militar, ya que Ucrania comparte una larga frontera con Rusia, mientras Taiwán es una isla frente a la costa china, lo que hace que una posible invasión china sea un escenario muy diferente al de la guerra de Ucrania. Por otro lado, hay que tener en cuenta las implicaciones estratégicas que tendría una invasión china de Taiwán para la economía mundial y el equilibrio de poder.

Desde un punto de vista militar, se espera que una invasión de China sea muy diferente del ataque ruso, que usó principalmente fuerzas terrestres. Es más probable que Pekín lance un ataque con misiles o aplique un bloqueo naval contra Taiwán antes de un asalto anfibio final, si Taiwán no logra resistir el ataque inicial con misiles y aéreo del Ejército Popular de Liberación.

Sin embargo, el aspecto más significativo de la inspiración de la guerra de Ucrania para los taiwaneses es la voluntad del pueblo ucraniano de luchar y defender su patria a toda costa. Mientras que la enorme brecha entre la capacidad militar a través del estrecho de Taiwán ha atraído la mayor parte de la atención entre los estrategas y oficiales militares, la voluntad de luchar, así como la preparación para el combate entre el público representan probablemente la debilidad más flagrante de Taiwán.

Afortunadamente, el pueblo de Taiwán ha aumentado su conocimiento a este respecto desde que estalló la guerra de Ucrania. Una prueba es el elevado apoyo a la ampliación del servicio militar obligatorio de cuatro a doce meses, así como los debates populares sobre el marco de la defensa civil.

FN: En este contexto, ¿cómo valora este nuevo (o renovado) alineamiento diplomático que vincula a Taiwán con países de Europa Central como Lituania, República Checa o Eslovaquia?

CW: Taiwan and its people have always shared close feelings and empathy with countries sharing a similar authoritarian past and a struggle for democracy. Democracy activists in Taiwan also sought inspiration from Central and Eastern European countries, as well as the Baltic states, and incorporate the experiences into their campaigns.

The amicable relationship goes two-way. Beijing’s refusal to play by the rules, its negligence of human rights, and hidden agenda behind its economic and diplomatic activities have raised alarm in Western countries. It seemed to me that these countries, including Lithuania, Slovakia and the Czech Republic, have begun to reassess their relationship with China under the new Cold War climate. While those countries have not categorically overturned their ‘One China policy‘ [having diplomatic relations only with Beijing], especially for their administrative branches, the states find that developing relations with Taiwan serve their national interests in many areas including technology, business and diplomacy.

Therefore, it’s not surprising for me to see countries in Central and Eastern Europe seeking to further develop ties with Taiwan. In turn, Taiwanese people appreciate their support in the international community and welcome deepening bilateral ties with the countries.

CW: Taiwán y su pueblo siempre han compartido sentir cercano y empatía con países con un pasado autoritario similar y una lucha por la democracia. Los activistas por la democracia en Taiwán también buscan inspiración en los países de Europa Central y Oriental, así como en los países bálticos, e incorporan las experiencias a sus campañas.

La relación amistosa es bidireccional. La negativa de Pekín a seguir las reglas del juego, su negligencia en materia de derechos humanos y la agenda oculta tras sus actividades económicas y diplomáticas han hecho saltar las alarmas en los países occidentales. Me parece que estos países, como Lituania, Eslovaquia y República Checa, han empezado a replantearse su relación con China en el nuevo clima de Guerra Fría. Aunque estos países no han anulado categóricamente su «política de una sola China» [mantener relaciones diplomáticas únicamente con Pekín], especialmente en lo que respecta a sus ramas administrativas, los Estados consideran que desarrollar relaciones con Taiwán sirve a sus intereses nacionales en muchos ámbitos, como la tecnología, los negocios y la diplomacia.

Por tanto, no me sorprende ver que los países de Europa Central y Oriental intentan desarrollar aún más sus lazos con Taiwán. A su vez, los taiwaneses aprecian su apoyo en la comunidad internacional y acogen con satisfacción la profundización de los lazos bilaterales con estos países.

FN: La sociedad taiwanesa se centra mucho en China, Japón y Estados Unidos cuando mira al exterior, y muy poco en el Sudeste Asiático, a pesar de la importancia clave de esta región para la economía, el mercado laboral, el turismo y la seguridad de Taiwán. ¿Cuál es la estrategia de CNA respecto a esta vasta región?

CW: This is a good question and a very accurate observation. Media outlets, politicians as well as ordinary people in Taiwan usually pay more attention to the US, Japan, China – and to a lesser degree, Europe – despite our geographic proximity with Southeast Asian countries and extensive activities in tourism, trade and labor.

Taiwan's government has tried to shift the focus from the so-called “Western-centric” position to more engagement with its Western Pacific and Southeast Asian neighbors, such as the Philippines, Indonesia, Vietnam, Malaysia, Singapore and even Thailand. The first time was in the early 1990s, when then-President Lee Teng-hui advocated the “Southbound Policy,” which tried to divert investment and trade activities from China to Southeast Asia. The attempt basically failed as Taiwanese capitals still poured into China.

Current President Tsai Ing-wen also adopted a “New Southbound Policy” after taking office in 2016 which gradually saw positive results, despite the fact that cross-strait trade with China remains dominant.

CNA values the importance of this region. Currently we have full-time correspondents in Manila, Kuala Lumpur, Jakarta, Bangkok, Hanoi and Singapore – the only media outlet in Taiwan to do so. Our strategy is simple: to have as many correspondents in these countries as possible because it’s important to have reporters on the ground to present better observation and news reporting.

At the same time, CNA’s English-language coverage is also widely read among Southeast Asian migrant workers since it’s the only and most trustworthy news source they could get now.

CW: Es una buena pregunta y una observación muy acertada. Los medios , los políticos y los taiwaneses de a pie suelen prestar más atención a Estados Unidos, Japón, China y, en menor medida, Europa, a pesar de nuestra proximidad geográfica con los países del Sudeste Asiático y nuestras amplias actividades turísticas, comerciales y laborales.

El Gobierno de Taiwán ha intentado cambiar el enfoque de la llamada posición «occidentalocéntrica» hacia un mayor compromiso con sus vecinos del oeste del Pacífico y el Sudeste Asiático, como Filipinas, Indonesia, Vietnam, Malasia, Singapur e incluso Tailandia. La primera vez fue a principios de la década de 1990, cuando el entonces presidente Lee Teng-hui abogó por la «Política hacia el sur», que intentaba desviar las inversiones y las actividades comerciales de China al Sudeste Asiático. El intento fracasó básicamente, ya que los capitales taiwaneses siguieron afluyendo a China.

La actual presidenta, Tsai Ing-wen, también adoptó una «Nueva política hacia el sur» tras asumir el cargo en 2016, que poco a poco tuvo resultados positivos, a pesar de que el comercio a través del estrecho con China sigue siendo dominante.

CNA valora la importancia de esta región. Actualmente tenemos corresponsales a tiempo completo en Manila, Kuala Lumpur, Yakarta, Bangkok, Hanói y Singapur, el único medio de Taiwán que los tiene. Nuestra estrategia es simple: tener tantos corresponsales en estos países como sea posible, porque es importante tener reporteros sobre el terreno para presentar una mejor observación y reportaje de las noticias.

Al mismo tiempo, la cobertura en inglés de CNA también es muy leída entre los trabajadores emigrantes del Sudeste Asiático, ya que es la única fuente de noticias fiable que pueden conseguir ahora.

FN: Los medios estadounidenses, y los occidentales en general, sitúan el riesgo de una guerra con China en el centro de su cobertura sobre Taiwán. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Pueden los medios taiwaneses que operan también en inglés y otros idiomas cambiar esta situación?

CW:  It’s been like this for decades. A Western reporter once told me that, for most people in the world, Taiwan is always a “war and peace story” because it’s been one of the most dangerous flashpoints. I tend to agree with that notion.

Several Western media outlets either pulled their reporters out of Taiwan or reduced the size of their Taipei bureaus when Taiwan-China relations were “warmer” during the Kuomintang administration between 2008-2016. During that period most Western media only parachuted reporters from Beijing or other Northeast Asian cities to Taipei when needed, which, in my view, resulted in inaccurate and biased reports sometimes.

Ironically, it wasn’t until former US president Donald Trump launched a US-China trade war and the world began to rally behind Washington for the “new Cold War” that Western media outlets started to post correspondents back to Taiwan again.

I really don’t see this phenomenon changing since it’s only natural for Western countries to pay attention to Taiwan when a potential war means their young people could have to sacrifice their lives in military conflicts and global trade, shipping routes and supply chains could be disrupted because of the war.

For the few Taiwanese media outlets operating in English like CNA, we always try to make Taiwan’s voices heard either in politics, economy, or the “softer” side of Taiwan, such as travel, nature, food and culture, in the hope of presenting every facet of Taiwan’s society. However, international media like the New York Times, BBC or Financial Time have a bigger microphone than us. And we know that.

CW: Ha sido así durante décadas. Un periodista occidental me dijo una vez que, para la mayoría de la gente del mundo, Taiwán es siempre una «historia de guerra y paz», porque ha sido uno de los focos más peligrosos. Estoy de acuerdo.

Varios medios occidentales retiraron a sus reporteros de Taiwán o redujeron sus oficinas en Taipéi cuando las relaciones entre Taiwán y China fueron más «cálidas» durante el gobierno del Kuomintang, entre 2008 y 2016. Durante ese periodo, la mayoría de los medios occidentales solo enviaban reporteros de Pekín u otras ciudades del norte de Asia a Taipéi cuando era necesario, lo que, en mi opinión, a veces daba lugar a informes inexactos y sesgados.

Irónicamente, fue cuando el expresidente estadounidense Donald Trump lanzó una guerra comercial entre Estados Unidos y China y el mundo comenzó a unirse detrás de Washington para la «nueva Guerra Fría» que los medios occidentales volvieron a enviar corresponsales a Taiwán.

Realmente no veo que este fenómeno cambie, ya que es natural que los países occidentales presten atención a Taiwán cuando una guerra potencial significa que sus jóvenes podrían tener que sacrificar sus vidas en conflictos militares y el comercio mundial, las rutas marítimas y las cadenas de suministro podrían verse interrumpidas debido a la guerra.

Para los pocos medios taiwaneses en inglés, como CNA, siempre intentamos hacer oír la voz de Taiwán, ya sea en política, economía o el lado «más suave» de Taiwán, como los viajes, la naturaleza, la comida y la cultura, con la esperanza de presentar todas las facetas de la sociedad taiwanesa. Sin embargo, medios internacionales como el New York Times, la BBC o Financial Time tienen un micrófono más grande que nosotros. Y lo sabemos.

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