Esta historia forma parte de Undertones, el boletín del Observatorio de Medios Cívicos de Global Voices, y es del periodista brasileño Marcelo Elizardo. Subscríbete a Undertones aquí.
En un principio, cuando Vladimir Putin ordenó al Ejército ruso invadir Ucrania el 24 de febrero de 2022, los brasileños expresaron su estupor en las redes sociales. Las primeras reacciones en línea condenaban la agresión rusa y mostraban su apoyo a los ucranianos con pocas excepciones, como algunos partidarios del entonces presidente, Jair Bolsonaro, que fueron más cautos en sus reproches, sobre todo porque Bolsonaro se había reunido con Putin en Moscú solo diez días antes de la invasión.
Poco más de un año después, en abril de 2023, el ahora presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró que los dos países eran culpables de la guerra. A pesar de las repercusiones negativas de sus comentarios en todo el mundo, la base izquierdista de Lula justificó su posición con el argumento de que Rusia es un importante socio comercial de Brasil, además de formar parte de BRICS, bloque que reúne a las más poderosas economías no occidentales. Estas son las tres narrativas prorrusas principales que comparten la derecha y la izquierda en los medios sociales brasileños, sobre todo en Twitter, Facebook y Reddit, según nuestra investigación.
Narrativa 1. “Brasil tiene que ser pragmático sobre la guerra de Ucrania por sus intereses nacionales”
A pesar de las disonancias entre los planteamientos de Bolsonaro y Lula sobre la guerra de Ucrania, la diplomacia brasileña ha mantenido su neutralidad desde que comenzó el conflicto. Brasil sigue siendo pragmático, afirma que la Constitución brasileña consagra la neutralidad del país en disputas internacionales.
La reunión entre Putin y Bolsonaro —excapitán del Ejército, político de derecha y presidente de Brasil entre 2019 y 2022— se produjo cuando prácticamente ningún líder mundial se atrevía a estrechar la mano del presidente ruso en público. El propósito de Bolsonaro era negociar el comercio de fertilizantes y pesticidas rusos con Brasil, cuya agricultura depende en gran medida de estas importaciones. Tras la reunión, celebrada mientras la crisis entre Rusia y la OTAN estaba en su punto álgido, Bolsonaro dijo que Brasil «era solidario con Rusia», además de afirmar que el país se mantendría neutral y no condenaría a Putin por la guerra. Después de que su vicepresidente condenó la invasión rusa, Bolsonaro llegó a prohibirle públicamente que hablara del tema.
Los medios brasileños y la oposición de izquierda criticaron duramente a Bolsonaro por alinearse con Putin, afirmaron que la visita fue un intento de Bolsonaro por desmentir su aislamiento diplomático.
Por otra parte, los partidarios de Bolsonaro respaldaron inmediatamente su visita al Kremlin y siguieron apoyándolo incluso después de que los tanques de Putin cruzaron la frontera ucraniana. Los principales argumentos fueron que «Brasil no va a poner en peligro su agricultura», que «Brasil ya tiene suficientes problemas internos» y que «Brasil no tenía nada que ganar por elegir un bando en esa guerra». Mientras tanto, los medios de propiedad rusa, como Sputnik Brazil, redoblaron la narrativa sobre los estrechos lazos económicos entre los dos países.
Después de que Rusia anunció la suspensión de exportaciones de fertilizantes a la Unión Europea en marzo de 2022, Carlos Jordy, congresista de ultraderecha brasileño, tuiteó su apoyo a la neutralidad de Brasil por el bien de los fertilizantes:
Rusia comunicó que va a suspender las exportaciones de fertilizantes a varios países. Brasil no es uno de esos países. Decisión acertada la del presidente Bolsonaro de mantener la neutralidad en esta crisis.
En el ámbito diplomático, el embajador de Brasil en Naciones Unidas se adhirió a la resolución que condena la violación territorial de Ucrania, pero también criticó las sanciones contra Rusia y el suministro de armas a Ucrania.
En la izquierda de la política brasileña, Lula —dos veces presidente, detenido y acusado de corrupción durante la investigación de la Operación Lava Jato en 2017, y después liberado tras anularse su condena por alegaciones de un juicio amañado— recuperó la presidencia en enero de 2023.
Al principio, Lula atribuyó la misma culpa a Rusia que a Ucrania, por lo que los medios, la oposición de derecha y Occidente lo criticaron duramente. Después ajustó su tono y acabó «condenando la violación del territorio ucraniano«, aunque sigue afirmando que Ucrania también es responsable de la guerra y que Brasil seguirá siendo neutral.
Estos comentarios fueron suficientes para revertir los papeles en la política brasileña. Grupos ultraderechistas criticaron a Lula por «unirse a la narrativa rusa«, mientras que la izquierda empezó a apoyar el discurso de Lula en favor de la neutralidad.
Actualmente, los tuiteros de la izquierda radical incluso llegan a tildar a Ucrania de «estado nazi«, repitiendo la justificación que dio Putin para invadir el país. No obstante, esa no es la narrativa más extendida.
Cuando el primer ministro alemán Olaf Scholz visitó a Lula en enero de 2023, un tuitero a quien siguen políticos brasileños de alto nivel expresó su temor por las presiones de la OTAN a Brasil. Su tuit era público cuando se hizo esta captura:
Tengo recelos. El primer ministro alemán viene a Brasil a conseguir que Lula envíe munición a Ucrania. Brasil debe mantenerse NEUTRAL en este tema porque somos parte de BRICS. No dejaremos que Estados Unidos nos utilice en una guerra que no es la nuestra. El imperio se derrumba y quiere arrastrar a otros.
Narrativa 2. “Los líderes brasileños tienen el poder de negociar el final de la guerra en Ucrania”
Muchos brasileños argumentan que Bolsonaro o Lula tienen suficiente poder para negociar el final de la guerra en Ucrania. Para ponerlo en contexto, Brasil lleva años haciendo campaña para adquirir más poder diplomático, por ejemplo, exigiendo un sitio permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el argumento de su tradicional neutralidad. La narrativa que rodea el poder diplomático de Brasil también va cargada de desinformación.
Incluso cuando Bolsonaro quedó diplomáticamente aislado, sus partidarios afirmaron que el presidente brasileño había persuadido a Rusia de abandonar la invasión después de que el presidente se reunió con Putin en Moscú. Laércio Silva, cuyas escasas publicaciones apoyan a Bolsonaro, difundió este video.
Mira lo que el presidente ruso dice sobre Bolsonaro.
Hoy estaba listo para atacar a Ucrania.
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Felicidades, Brasil. Agradecemos al presidente Jair Bolsonaro que aconsejara al mundo y detuviera la guerra garantizando la paz y la unión de los europeos. ¡¡DIOS SOBRE TODO!! 2022-2026 Bolsonaro para siempre.
En el otro extremo del espectro, Lula declara a menudo sus intención de liderar las conversaciones de paz de esta contienda. Sus partidarios ven su neutralidad en la guerra como una estrategia para negociar el fin del conflicto.
¡Lula propone una narrativa que permita a Rusia condiciones mínimas para terminar la guerra de Ucrania! Quiere facilitar un acuerdo de paz y crear una mesa de negociación entre los países implicados. ¡Con Lula, Brasil vuelve al ruedo de la diplomacia internacional!
Narrativa 3: “Estados Unidos interfiere en los asuntos internos de Brasil y de otros países por su propio interés”
Otra narrativa común entre grupos brasileños de izquierda y derecha versa sobre la participación de Estados Unidos en la guerra, aunque hay ligeras diferencias en cómo esos grupos plantean esta narrativa. Los partidarios de Bolsonaro culpan de la guerra sobre todo a la administración de Joe Biden, argumentan que Trump tuvo relaciones pacíficas con Rusia, como puede verse en el tuit siguiente:
El «malvado» Trump.
Acuerdos de paz incluso con Corea del Norte. Medio Oriente, el Estado Islámico aniquilado, el mundo en relativa paz.El «bueno» de Biden.
Vuelta del Talibán y guerra en Ucrania, repite a Obama, que tiene el récord de bombardeos.«Paz y amor» de izquierda.
Lula También responsabiliza a Occidente de la guerra, dice que la OTAN no debería haber forzado su expansión. Recientemente, el presidente rechazó la petición que hizo Alemania para que Brasil enviara armas a Ucrania, lo que sugiere que Lula no aceptará presiones de Estados Unidos ni de la OTAN para apoyar a Ucrania. Durante la última reunión del G7 en junio de 2023, el portavoz de Lula defendió la participación de Rusia en las negociaciones de paz.
Al contrario que los partidarios de Bolsonaro, la izquierda condena a Estados Unidos en conjunto, independientemente de su Gobierno, y respalda a Lula cuando se resiste a acatar los intereses estadounidenses. El movimiento prooccidental de Ucrania se considera un complot nazi de Estados Unidos, como puede verse abajo:
En 2014, en un plebiscito dio a elegir a la población de Crimea si quería pertenecer a Ucrania o a Rusia. Pues bien, el 96% decidió quedarse con Rusia. En 2023, Zelensky respondió a Lula que no habría acuerdo de paz hasta que se recupere Crimea. La prensa brasileña informó sobre este tema con el viejo sesgo viral de apoyo a Estados Unidos.
Durante la última cumbre del G7 en junio de 2023, los portavoces de Lula expresaron su deseo de que Rusia participara en las conversaciones de paz, y sugieren que estas percepciones prorrusas tienen mucha vida por delante.