Palestinos luchan por sus hogares en Jerusalén Este

La mezquita de Al Aqsa desde Jerusalén Este, donde las familias enfrentan constantemente la amenaza de desalojo forzoso de grupos de colonos israelíes apoyados por el Estado. Fotografía de Free Jerusalem. usada con autorización.

Desde hace 40 años, la familia Ghaith, que vive en el barrio musulmán de Jerusalén desde 1945, lucha contra el desalojo forzado de su hogar. Las organizaciones de colonos israelíes persisten en su empeño de desplazarlos y apoderarse de su hogar para asentamientos judíos. La reciente sentencia judicial favoreció al grupo de colonos y dejó a la familia desprotegida.

La familia de Nora Ghaith vive en esta casa desde 1948. La familia obtuvo un contrato de alquiler del Gobierno jordano en 1953, que asumió la custodia de Jerusalén en 1950 tras la Nakbah (catástrofe) de 1948.

Ilustración a la entrada de la casa de Nora con un cartel de protesta. Foto entregada por Free Jerusalem. Usada con autorización.

La Nakbah provocó la destrucción de la sociedad palestina y el desplazamiento de más de 700 000 palestinos autóctonos para dejar espacio a la creación de Israel.

Los palestinos se vieron obligados a dejar sus vidas y propiedades, y durante los últimos 70 años han estado luchando por su derecho a regresar a casa.

Desde 1953, la familia Ghaith está clasificada como «inquilinos protegidos», lo que les salvaguarda del desalojo mientras se mantenga esa condición.

A pesar de la «naksa» (revés) de 1967, cuando Israel asumió el control de Cisjordania y la Franja de Gaza, en lo que Naciones Unidas consideró una anexión ilegal, la familia ha mantenido su designación y ha pagado fielmente el alquiler al custodio general israelí.

En una conversación de WhatsApp entre Global Voices y el activista de derechos humanos Raafat Sub Laban –hijo de Nora Ghaith y empleado de ACNUR–, arrojó luz sobre la relación de su familia con la casa. Su padre, Mustafa Sub Laban, de 73 años, se unió a su esposa Nora, que ahora tiene 68, en el momento de su matrimonio en 1978, y han vivido allí desde entonces. Sub Laban explica:

My mother lived there all her life. In the 1970s, the Shuvu Banim settler movement tried to blackmail my uncle [Nora’s brother] to acquire the tenancy rights. He was the head of the family after his parents’ death. However, upon his refusal, the settler orchestrated his deportation to Jordan. My mother and father assumed responsibility for the house at that point.

Mi madre vivió allí toda su vida. En la década de 1970, el movimiento de colonos Shuvu Banim intentó chantajear a mi tío [hermano de Nora] para que adquiriera los derechos de tenencia. Era el jefe de la familia tras la muerte de sus padres. Sin embargo, ante su negativa, el colono orquestó su deportación a Jordania. Mi madre y mi padre asumieron la responsabilidad de la casa en ese momento.

La familia Sub Laban tiene profundas raíces en Jerusalén, décadas antes de la fundación de Israel. Su linaje se remonta a un erudito sufí que se trasladó a Jerusalén en 1692. La familia tenía varias propiedades, como el destacado edificio que alberga el Museo Arqueológico Rockefeller de Jerusalén, confiscado por Israel en 1948 y 1967. Este contexto histórico explica el apego de la familia a su hogar, tal como lo describe Sub Laban.

We have always been conscious that this property is the last remaining one for my parents, and it has been important for us to safeguard it. We always made sure to maintain a presence in the house.

Our properties were confiscated by Israel, and as Palestinians we are denied the right to reclaim ownership. Meanwhile, Jewish individuals are granted the right to reclaim property, regardless of ownership. This is simply unfair.

Siempre hemos sabido que esta propiedad es la última que les queda a mis padres, y para nosotros ha sido importante salvaguardarla. Siempre nos hemos asegurado de mantener presencia en la casa.

Nuestras propiedades fueron confiscadas por Israel, y como palestinos se nos niega el derecho a reclamar la propiedad. Mientras tanto, a las personas judías se les concede el derecho a reclamar la propiedad, independientemente de su titularidad. Sencillamente esto es injusto.

En la década de 1970, Israel promulgó una ley administrativa que perpetúa un sistema de apartheid y discriminación, que favorece a judíos frente a no judíos. Permite a los colonos reclamar propiedades judías anteriores a 1948 en Jerusalén Este, aunque no tengan parentesco. Sin embargo, a los palestinos se les niega el derecho a reclamar sus propiedades en Jerusalén Oeste. Esta ley ha sido aprovechada por las organizaciones de colonos para socavar los derechos de propiedad de los palestinos en todo Jerusalén Este.

Una batalla legal que dura toda la vida

La familia Ghaith Sub Laban lleva 40 años en una batalla legal contra grupos de colonos.

Según la ONG israelí Ir Amim, dedicada a promover una Jerusalén más equitativa, el caso de la familia implica al grupo Atara Leyoshna, afiliado a Ateret Cohanim, organización de colonos conocida por sus esfuerzos por judaizar Jerusalén y desplazar a los habitantes autóctonos, incluido un sonado intento de confiscar emblemáticas propiedades hoteleras cristianas cerca de la puerta de Jaffa.

Sub Laban destaca que otras familias palestinas han enfrentado un desalojo gradual:

The apartment next door to my family’s home, which was originally occupied by the Karaki family, who were forcibly evicted in 1982 or 1983. The settlers then expanded the apartment and blocked my family’s entrance. The only means to enter the apartment was though a neighbor's unit. In response, my parents pursued legal action and endured a 17-year-old wait until a judge finally allowed them to open a new entrance.

El apartamento contiguo a la casa de mi familia estaba ocupado originalmente por la familia Karaki, que fue desalojada por la fuerza en 1982 o 1983. Los colonos ampliaron el apartamento y bloquearon la entrada de mi familia. La única forma de entrar en el apartamento era a través de la vivienda de un vecino. Mis padres emprendieron acciones legales y tuvieron que esperar 17 años hasta que un juez les permitió abrir una nueva entrada.

Nora protesta con los miembros de su familia. A los palestinos no se les permite izar su bandera; por eso usan la imagen de la sandía, que tiene los mismos colores, 19 de junio de 2023. Fotografía de Free Jerusalem. Usada con autorización.

En mayo de 2010, basándose en la ley de la década de 1970, el custodio general transfirió la propiedad del inmueble de Ghaith-Sub Laban a Atara Leyoshna.

Poco después de obtener la propiedad, Atara Leyoshna inició una demanda de desahucio contra la familia. El caso llegó al Tribunal Supremo en 2016. El tribunal dictaminó el desalojo de los hijos de Nora y Mustafá, pero concedió a la pareja, como inquilinos protegidos, el derecho a permanecer en su casa durante 10 años más, lo que separó a la familia.

En 2018, los colonos israelíes interpusieron otra demanda de desalojo, con el argumento de que Nora y Mustafa habían violado los términos de su «inquilinato protegido» al pasar tiempo fuera de casa. Nora necesitaba asistencia médica y se quedó temporalmente en la casa de Raafat en el campamento de Shofat, donde se había mudado con su hermana menor después de su desalojo. Este acuerdo era necesario, ya que, según Raafat, los niños tenían prohibido pasar la noche con sus padres.

In early 2018, my mother went on an Umrah pilgrimage. She already had issues with discs in her lower back and neck, which worsened during the journey. As she required assistance while recovering, she stayed with me.

The settlers closely monitored my parents’ movement using cameras, and they noticed my mother's absence. However, my father traveled between their home and my residence during that time.

A principios de 2018, mi madre se fue de peregrinaje de Umrah. Ya tenía problemas de discos en la zona lumbar y el cuello, que empeoraron durante el viaje. Como necesitaba ayuda mientras se recuperaba, se quedó conmigo.

Los colonos vigilaban de cerca los movimientos de mis padres con cámaras y se dieron cuenta de la ausencia de mi madre. Sin embargo, mi padre viajó entre su casa y la mía durante ese tiempo.

Los colonos aprovecharon la ausencia de Nora durante su recuperación para argumentar que había perdido su condición de inquilina protegida. A pesar de tener como prueba historiales médicos de proveedores de servicios sanitarios israelíes, el tribunal de menor jerarquía falló injustamente a favor del grupo de colonos. La solicitud de la familia de recurrir la decisión fue rechazada recientemente por el Tribunal Supremo.

Aliados inesperados se unen a la familia

Misión diplomática en la casa de Ghaith Sub Laban. La misión se reunió con familias palestinas amenazadas de desalojo forzado. Incluía representantes de Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, México, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido y Suecia. Fotografía facilitada por Raafat Sub Laban. Usada con autorización.

Nora y Mustafa enfrentan un desalojo inminente, previsto entre el 28 de junio y el 23 de julio de 2023. Agotadas todas las vías legales, su única esperanza está ahora en la intervención del Gobierno, en la que puede influir la presión pública y los esfuerzos de defensa, según el relato de Raafat.

Free Jerusalem, colectivo de activistas radicales israelíes con sede en Jerusalén Oeste, se dedica a resistir al apartheid israelí y a apoyar a los palestinos de la Jerusalén ocupada. Su misión abarca la lucha contra los desplazamientos de familias, las demoliciones de viviendas, la brutalidad policial, la violencia de los colonos, entre otras prácticas y políticas injustas llevadas a cabo por Israel.

El movimiento lleva apoyando a la familia Ghaith Sub Laban desde 2015. Han prestado apoyo a la familia las 24 horas del día en su casa para recabar la atención y la solidaridad de las comunidades israelí e internacional.

En una conversación de WhatsApp con Global Voices, Gal Kramarski, portavoz del movimiento, expuso el complejo e influyente mecanismo de Israel diseñado para desplazar a los palestinos y expulsarlos de Jerusalén, lo que crea oportunidades para que los colonos sionistas los reemplacen. Destacó la manipulación de leyes discriminatorias mediante un proceso pseudolegal para desalojar por la fuerza a las familias y dejarlas sin hogar.

Hundreds of families face this threat and live in constant fear and anxiety. This alarming reality, which we also see in Sheikh Jarrah, Silwan, and other Palestinian neighborhoods in Jerusalem, is what the Ghaith-Sub Laban family is currently facing.

We emphasize that this is not merely a property dispute, as Israel claims, it is ethnic cleansing, and it must be stopped.

Cientos de familias enfrentan esta amenaza y viven con miedo y ansiedad constantes. Esta alarmante realidad, que también vemos en Sheikh Jarrah, Silwan y otros barrios palestinos de Jerusalén, es la que enfrenta actualmente la familia Ghaith-Sub Laban.

Insistimos en que no se trata de una mera disputa por la propiedad, como afirma Israel, sino de una limpieza étnica, y hay que ponerle fin.

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