La versión original de este informe es de Irene Chan y se publicó en Hong Kong Free Press (HKFP). Global Voices publica una versión editada como parte de un acuerdo de asociación de contenidos con HKFP.
Tras abandonar el máximo tribunal de Hong Kong en una cálida mañana de junio, Bao Choy se sentía abrumada por el júbilo y la tristeza.
La veterana periodista está en una batalla legal desde 2020, y acababa de lograr una victoria inesperada: el Tribunal de Apelación Final anuló su condena por hacer declaraciones falsas sobre el acceso a registros de vehículos para un documental sobre el ataque de la mafia de Yuen Long en 2019.
La sentencia fue recibida como una inusual victoria de la libertad de prensa, cada vez más presionada en la ciudad. Sin embargo, no significa que las cosas vayan a volver a la normalidad, dijo Bao Choy.
I won in the sense of social justice. Yet we’re very clear that even with the top court’s ruling, the government can do anything to change the game. It is not a long-lasting victory.
He ganado en el sentido de la justicia social. Pero tenemos muy claro que, aun con la sentencia del Tribunal Supremo, el Gobierno puede hacer cualquier cosa para cambiar las tornas. No es una victoria duradera.
Choy Yuk-ling, de 39 años, es más conocida por su apodo «Bao». Tras su detención a finales de 2020, se incorporó a la beca Nieman de la Universidad de Harvard, regresó a su ciudad natal y fundó un nuevo medio llamado The Collective, y se encargó de todos los trámites relacionados con su proceso judicial.
El ataque de la turba de Yuen Long contra manifestantes y otros pasajeros fue considerado uno de los momentos clave de los disturbios de meses de duración que sacudieron Hong Kong en 2019, desencadenados por las protestas contra una controvertida enmienda al proyecto de ley de extradición de la ciudad.
El 21 de julio de 2019, más de cien hombres vestidos de blanco con varillas irrumpieron en la estación de metro de Yuen Long, que dejó 45 heridos, incluidos periodistas, manifestantes, viajeros y el legislador prodemocrático Lam Cheuk-ting. Se criticó a la Policía por su lenta respuesta al incidente, y se vio a algunos agentes abandonar el lugar o interactuar con los hombres vestidos de blanco.
Bao estaba haciendo un documental (el video está más abajo) sobre los sucesos de esa noche para «Hong Kong Connection», programa de RTHK, emisora con financiamiento estatal. Para rastrear a los propietarios de los vehículos fotografiados en el lugar del atentado y averiguar quién podía estar implicado, Bao y su equipo accedieron a los registros de vehículos de un sitio web estatal Esto condujo a su detención.
Tras su victoria en los tribunales, no celebró el triunfo. «El daño ya está hecho», dijo.
The police said they followed the law [to arrest me]. But the outcome was one stone, several birds — it hit «Hong Kong Connection,» and it hit RTHK.
La Policía dice que cumplieron con la ley [para arrestarme]. Pero el resultado fue que una pedrada cayó a varios pájaros: golpeó a «Hong Kong Connection y a RTHK».
Bao dice que no se veía haciendo olas. Al contrario, como muchos hongkoneses, cree que simplemente está luchando contra la marea de cambio que recorre la ciudad.
«Un lujo»
Cinco meses después de su detención, Bao fue condenada por «declaración falsa intencional» para acceder a la información sobre el propietario de un vehículo para el documental. Se le impuso una multa de 6.000 dólares hongkoneses (766 dólares estadounidenses) en el Tribunal de Magistrados de West Kowloon.
Lloró al salir del tribunal, mientras la multitud, entre la que había un centenar de periodistas, coreaba: «¡El periodismo no es un delito! «¡El periodismo no es un delito!».
En la semana siguiente a la condena, se debatió entre apelar o no,
If I filed an appeal, I should be ready to go to the top court. That usually means a commitment of around three years, and I would have to pay a sum of seven digits for legal fees if I lose in the top court, as I would have to pay legal fees for the other side.
Si presentara un recurso, debería estar preparada para ir al tribunal de jerarquía superior. Eso suele suponer un compromiso de unos tres años, y tendría que pagar una suma de siete dígitos en honorarios legales si pierdo en el tribunal superior, ya que tendría que pagar los honorarios legales de la otra parte.
Aunque su preocupada familia le aconsejó que fuera «racional» y dejara de lado el asunto, pues no la habían condenado a prisión, Bao consideró que su condena no era solo una cuestión personal, sino un ataque a toda la industria de los medios.
En Hong Kong, hay que declarar los motivos por los que se quieren obtener los datos de un vehículo en el sitio web del Gobierno. En un menú desplegable, Bao hizo clic en «otros asuntos relacionados con el tráfico y el transporte», que según el fiscal no incluía el periodismo.
Impulsada por un sentido de responsabilidad hacia su profesión y el deseo de defender la libertad de prensa, dijo que «prevaleció su sensibilidad».
People in the industry would not have dared to access vehicle data with my conviction. If I didn’t (file an appeal), I would probably regret it. And that’s something irreparable.
La gente del sector no se habría atrevido a acceder a los datos de los vehículos con mi condena. Si no lo hiciera (presentar un recurso), probablemente me arrepentiría. Y eso es algo irreparable.
Cuando perdió su apelación en el Tribunal Superior en noviembre, su equipo jurídico presentó inmediatamente un segundo recurso.
Desde su condena, Hong Kong ha visto cierres de periódicos: Apple Daily, Stand News y Citizen News. Cuando Bao salió del Tribunal Superior, el número de periodistas que la esperaban era apenas una decena.
Bao comparó lo que había enfrentado con otros periodistas encarcelados y tomó la decisión de llegar hasta el final de la batalla legal.
All along, what I dealt with was mainly about legal fees. It is a luxury for me to resist!
Durante todo este tiempo, me he ocupado sobre todo de los honorarios de los abogados. ¡Es un lujo para mí resistirme!
Un huevo roto
Tras la detención, RTHK suspendió inmediatamente a Bao. Desde 2021, el Gobierno transformó drásticamente el servicio público de radiodifusión, sustituyó a su director, trasladó a los productores de «Hong Kong Connection» a otros departamentos, eliminó contenidos e hizo renunciar a muchos altos funcionarios.
Antes de reincorporarse a RTHK como profesional independiente en 2019, Bao había trabajado en la emisora durante más de diez años, periodo en el que disfrutó de libertad editorial.
It was heart-wrenching seeing the changes at RTHK […] However, just like the saying: when the nest is toppled, how can the eggs remain intact? It’s (RTHK) a broken egg, and no one can save it.
Fue desgarrador ver los cambios en RTHK […] Sin embargo, como dice el refrán: cuando el nido se derrumba, ¿cómo pueden permanecer intactos los huevos? (RTHK) es un huevo roto, y nadie puede salvarlo.
Cuando salió de Hong Kong en agosto de 2021 para la beca Nieman de un año en la Universidad de Harvard, Bao no esperaba ser testigo de «más y más huevos rotos en Hong Kong» mientras estaba a miles de kilómetros de casa.
Un año después de que la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín entró en vigor en junio de 2020, la ciudad vio mucha represión contra la sociedad civil y los medios. Bao dijo que lloraba al leer noticias sobre Hong Kong y empezó a autocensurarse cuando la invitaban a dar charlas sobre la ciudad.
If I said something sensitive, would it mean I couldn’t return to Hong Kong?
Si dijera algo delicado, ¿significaría que no podría volver a Hong Kong?
Bao creció en un hogar humilde en Yuen Long. No tenía mucho entretenimiento, salvo ir a bibliotecas públicas y ver televisión. Fue un episodio de Hong Kong Connection en el que aparecía una trabajadora social al servicio de las minorías étnicas de Hong Kong lo que despertó su sueño de ser periodista. Dijo a Initium Media en entrevista en 2021,
You realised that there were powerless people in need of help. We might offer help by becoming a journalist – somehow I gained that feeling.
Te diste cuenta de que había gente impotente que necesitaba ayuda. Podríamos ofrecer ayuda si nos convertíamos en periodistas; de algún modo, adquirí esa sensación.
Se incorporó a Hong Kong Connection en 2012, siete años después de empezar en la industria televisiva tras graduarse en la universidad.
Y cuando completó su beca en Estados Unidos, regresó a una ciudad en medio de grandes cambios.
Cada pequeño cambio
«Cuando regresé a Hong Kong, ya no quería trabajar en los grandes medios de comunicación», explica Bao. Pronto se le ocurrió la idea de crear un medio de comunicación a pequeña escala para cubrir noticias locales, centrándose en reportajes.
We have to admit that Hong Kong is gradually getting worse. And it will continue to deteriorate. But it is still important to meticulously document every small change in the city. For those who are still living here, every small change affects us, right?
Tenemos que admitir que Hong Kong está empeorando gradualmente. Y seguirá deteriorándose. Pero sigue siendo importante documentar meticulosamente cada pequeño cambio en la ciudad. Para los que seguimos viviendo aquí, cada pequeño cambio nos afecta, ¿verdad?
En febrero de 2023, Bao cofundó el medio en línea The Collective, con el veterano periodista Lui Tsz Lok.
En los últimos cuatro meses, ha cubierto la persistencia de antiguos concejales de distrito y pequeños grupos, la situación actual de los sindicatos de estudiantes universitarios y las detenciones por los 34 años de la represión de Tiananmén, así como reportajes sobre trabajadores lesionados y sus derechos. dijo Bao,
Currently, we have a few limitations on what can’t be covered — except for issues the court has ruled, such as the slogan «Liberate Hong Kong; revolution of our times.»
Ahora, tenemos algunas limitaciones sobre lo que no se puede cubrir, salvo en cuestiones que el tribunal ha dictaminado, como el lema «Liberemos Hong Kong; revolución de nuestro tiempo».
Pero, según Bao, el medio seguía luchando por captar abonados y «echar raíces».
The changes in the political situation in Hong Kong are ongoing, and it is unclear when they will come to an end. The wave is vast, and there seems to be no end in sight. It’s so big that we can’t even see the edges and where we stand in the midst of it.
Los cambios en la situación política de Hong Kong son continuos y no está claro cuándo llegarán a su fin. La ola es inmensa, y no parece haber final a la vista. Es tan grande que ni siquiera podemos ver los bordes y dónde nos situamos en medio.
Pero sabía que lo que podía hacer era persistir como periodista «para documentar cada pequeño cambio de la ciudad».