En África, la valorización de las lenguas locales enfrenta la dominación de lenguas surgidas de la colonización histórica y económica, y de la falta de voluntad política de los Gobiernos africanos.
En 2019, se estima que la población del continente supera los 1300 millones, por lo que es el segundo continente más poblado del mundo después de Asia, y está en constante crecimiento demográfico. Esto explica, por ejemplo, el aumento de hablantes de francés en el mundo, cuya mayoría está actualmente en África.
En África, encontramos más de 2000 lenguas locales en África, agrupadas en cinco familias lingüísticas: lenguas nigéro-congolesas, lenguas afro-asiáticas, lenguas joïsanas, lenguas austronesias y lenguas nilo-saharianas. Solamente unas doce lenguas locales se destacan como las más habladas, suajili, con más de 150 millones de hablantes; hausa, con cerca de 79 millones; yoruba, con 6o millones, fula, con más de 50 millones; oromo, con más de 35 millones; igbo, entre 20 a 35 millones de hablantes:; amárico, con más de 29 millones; zulú, con más de 27 millones; lingala, con 20 millones; bambara, más de 15 millones; kirundi, con millones, y shona, con siete millones. Además de esas lenguas principales, la mayoría de las otras lenguas se hablan menos, tienen pocos hablantes.
Desde 2003, los países africanos, sobre todos lo francoparlantes, han emprendido reformas con el fin de orientar la enseñanza a lenguas locales y nacionales. A pesar de esas iniciativas de todas las partes, esas lenguas tratan de imponerse a los idiomas llamados «oficiales», como inglés, francés, árabe y hasta portugués. Salvo el árabe, esas lenguaz fueron impuestas en la época colonial y se mantienen como lenguas nacionales después de la independencia proclamada a partir de las décadas de 1950 y 1960.
Relación entre lenguas y economía
El progreso de lenguas locales constituye un indicador du desarrollo porque permiten que las comunidades locales asimilen rápidamente información clave y maximicen ingresos. De todas maneras, esas lenguas se encuentran con una dura realidad económica que favorece a las llamadas lenguas internacionales. Por ejemplo, la francofonía nunca ha destacado el apoyo a la enseñanza en lenguas locales. cuya primera misión es promover el francés, que tiene 120 millones de hablantes en África. Ocurre lo mismo con otros idiomas que se hablan en el continente, sobre todo inglés, con más de 200 millones de hablantes; árabe, 150 millones, y portugués, 40 millones.
A eso se añade la globalización, que obliga a las poblaciones del continente a adoptar una lengua dominante en detrimento de las que hablan en casa. Este factor está minando los excelentes programas de promoción de lenguas locales iniciados por algunos Gobiernos africanos, con la notable excepción de Sudáfrica, que tiene 11 lenguas oficiales, nueve de las cuales son autóctonas.
Otros factores contribuyen a esta desigualdad: la mayoría de las redes sociales están creadas y codificadas en lenguas muy influyentes, como el inglés. Además, los artistas a menudo se sienten obligados a cantar en inglés si esperan llegar a más gente internacionalmente.
El inglés, que sigue siendo la lengua de los negocios, se habla en todo el mundo y muchos la prefieren a otros idiomas. En 2008, por ejemplo, el presidente Paul Kagamé sustituyó el francés por el inglés en Ruanda e hizo del inglés la lengua de enseñanza en el sistema educativo, a pesar de que el país es miembro de la francofonía desde 1970. En un artículo publicado por La Presse, afirma:
Nous donnons la priorité à la langue qui rendra nos enfants plus compétents et qui servira notre vision de développement du pays. L'anglais était meilleur pour les affaires et faciliterait l'intégration du pays à la Communauté d'Afrique de l'Est, dont les membres (Kenya, Ouganda et Tanzanie) sont anglophones.
Dimos prioridad al idioma que haría a nuestros hijos más competentes y serviría a nuestra visión de desarrollar el país. El inglés era mejor para los negocios y facilitaría la integración del país en la Comunidad del África Oriental, cuyos miembros (Kenia, Uganda y Tanzania) son anglófonos.
Una elección estratégica, pero que responde a la aspiración del país de abrirse a la globalización para ofrecer más oportunidades a su población.
Para Aimé Gavor, profesor togolés de Lomé que fue entrevistado por Global Voices, estas nuevas oportunidades ponen en entredicho las políticas de los países africanos que promueven lenguas locales frente al inglés y el chino mandarín:
Aujourd'hui l'anglais offre beaucoup d'opportunités et une multitude d'avantages à toutes personnes qui démontrent des qualités et compétences professionnelles dans cette langue. Même les parents de nos jours préfèrent mettre leurs enfants dans des écoles où ils peuvent très vite apprendre et maîtriser l'anglais dès le bas âge.
Hoy en día, el inglés ofrece muchas oportunidades y muchas ventajas a cualquiera que demuestre cualidades y aptitudes profesionales en este idioma. Incluso los padres ahora prefieren enviar a sus hijos a colegios donde puedan aprender y dominar el inglés muy rápidamente desde edad temprana.
China, cada vez más presente en África, invierte en enseñar y difundir el chino mandarín para convertirlo en una lengua internacional, también en el continente. Varios Gobiernos africanos están incorporándolo a sus programas escolares, siguiendo el ejemplo de Sudáfrica en 2015 y de Uganda en 2019, como muestra este reportaje de vídeo de CGTN Français:
En Ghana, este deseo se expresó en 2022 en una conferencia, como confirmó el señor Divine Yao Ayidzoe, director del Ministerio de Educación, en un artículo publicado en Le Monde:
Regardez l’expansion de l’économie chinoise, c’est la deuxième économie mondiale. Il va sans dire que ceux qui auront le privilège d’apprendre la langue chinoise [durant leurs études] auront une chance énorme.
Miren la expansión de la economía china, es la segunda del mundo. Ni que decir tiene que quienes tengan el privilegio de aprender chino [durante sus estudios] tendrán una enorme oportunidad.
Gavor agrega:
A travers l'implantation des instituts Confucius dans les pays en Afrique, les Chinois essayent, petit à petit, d'imposer leur langue. Quiconque veut travailler dans leurs entreprises, doit maitriser le mandarin. Une nouvelle forme de colonisation linguistique.
Con la creación de Institutos Confucio en países africanos, los chinos intentan imponer poco a poco su idioma. Quien quiera trabajar en sus empresas debe dominar el mandarín. Una nueva forma de colonización lingüística.
Activistas lingüísticos están cambiando las reglas del juego
Aunque la situación no es halagüeña sobre promoción de lenguas locales, algunas iniciativas de la sociedad civil y de activistas permiten vislumbrar un rayo de esperanza. En Togo, aunque el Gobierno expresó su deseo de promover lenguas locales, no parece que el presupuesto nacional incluya fondos destinados a la promoción del medio centenar de lenguas que se hablan en el país. Solo asociaciones como la Coordinación para la Promoción de Lenguas Nacionales en Togo (COPLAN-TOGO) hacen lo que pueden a través de sus actividades. Junto a COPLAN, la Academia Kabiyè se dedica a promover esta lengua.
Aunque las posibilidades son escasas, los agentes de la sociedad civil prosiguen su labor. La plataforma Tecnologías e Innovaciones para el Desarrollo Sostenible (TIDD), por ejemplo, reúne a las partes interesadas para debatir sobre el papel de las lenguas locales en la inclusión digital.
Café Des Makers : Nous y sommes !
«Faire de nos langues locales un puissant outil d'inclusion» #Numérique #langueslocales #idemiafrica #fablelab #tgtwittos pic.twitter.com/uQDRb5FKKe— TIDD (@tiddafrica) July 8, 2023
Café Des Makers: ¡Aquí estamos!
«Hagamos de nuestras lenguas locales una poderosa herramienta de inclusión».
En las redes sociales, los jóvenes intentan mostrar su talento cómico con vídeos originales en ewe y kabye en YouTube:
Ici une vidéo TikTok qui enseigne les différentes parties du corps en Ewe:
La promoción y la igualdad de las lenguas locales sigue siendo un verdadero reto y requiere recursos, y también compromiso político en África. Sin eso, el continente seguirá atrapado entre las lenguas occidentales de la época colonial y las impuestas por el neocolonialismo.