Mientras continúa la resistencia en Irán, el régimen contraataca

fto de Sima Ghaffarzadeh vía Pexels. Imágenes libres de uso libre.

Han pasado más de nueve meses desde que Irán se vio sacudido por las protestas, ahora conocidas como la Revolución Mujeres, Vida, Libertad. Aunque el movimiento de protesta ha disminuido en los últimos seis meses, los iraníes en el país y el extranjero siguen inmersos en una lucha política por el futuro de Irán.

A pesar de parecer al borde del colapso, en las últimas semanas el régimen ha arremetido contra activistas y disidentes dentro y fuera del país, en un intento desesperado por garantizar su sobrevivencia.

Irán intensifica la represión al desacuerdo

El régimen de Teherán ha lanzado una nueva ola de represión contra los kurdos de Irán, según informes, dirigida contra miembros del partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK) en la provincia de Kurdistán, al oeste de Irán. Estos ataques, según ha informado la Red de Derechos Humanos del Kurdistán, se produjeron tras maniobras militares del régimen iraní en la región. Muchos perciben estos ejercicios como una demostración de poder e intimidación.

La región kurda de Irán fue el epicentro de las protestas que desencadenaron un movimiento nacional en 2022. Aún tiene un papel fundamental en la actividad de la oposición, y muchos grupos kurdos organizan activamente la resistencia contra el régimen desde la instauración de la República Islámica.

La escalada de la represión armada ha llegado con un aumento de la represión dentro del sistema penitenciario del país, ya que el régimen recurre a ejecutar presos en su implacable campaña para acabar con la resistencia. Los informes de abril revelaron un aumento del 75% en las ejecuciones dentro de Irán. Amnistía Internacional ha calculado que en 2023 Irán ya ha ejecutado al triple de personas que en 2022.

En los últimos diez años, el régimen de Irán ha liderado el índice mundial de ejecuciones por cápita. Muchos han observado que el régimen emplea las ejecuciones, que en ocasiones se hacen en público, como táctica deliberada para sembrar el terror y afirmar su poder.

No es de extrañar que minorías étnicas como kurdos, baluchíes y árabes sigan siendo el principal objetivo de estas ejecuciones del régimen. Históricamente, estos grupos minoritarios han estado  sometidos a una opresión sistemática, han enfrentado constantemente violencia y represión, lo que los hace vulnerables a este tipo de acciones.

En marzo de este año, Amnistía Internacional destacó una tendencia muy preocupante, al afirmar que:

“…las autoridades iraníes han ejecutado al menos a una persona árabe ahwazí, 14 kurdas y 13 baluchíes tras juicios manifiestamente injustos —y han condenado a muerte como mínimo a 12 más—, en una escalofriante escalada del empleo de la pena de muerte como herramienta de represión contra las minorías étnicas».

Roya Boroumand, directora ejecutiva del Centro Abdorrahman Boroumand, destacada organización iraní de derechos humanos, condenó la acción del régimen:

«Las autoridades ejecutaron al menos a 94 personas sólo en enero y febrero, en medio de horribles actos de violencia sexual y otras denuncias de tortura, en un notorio aumento de las ejecuciones en comparación con la misma época del año pasado», según una investigación de ABC y Amnistía.
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«Las acciones [de las autoridades iraníes] equivalen a un atentado contra el derecho a la vida y a un intento desvergonzado no solo de oprimir aún más a las minorías étnicas, sino de sembrar el temor de que la disidencia será respondida con la fuerza bruta, ya sea en las calles o en la horca».

Cambio en la dinámica entre Irán y Occidente

Las tácticas represivas empleadas por el régimen no se limitan a Irán. En las últimas semanas, la influencia de Irán se ha sentido también a Europa. Recientemente, las autoridades francesas cancelaron una protesta organizada por el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI), organización opositora iraní. Las autoridades mencionaron la preocupación de que las protestas pudieran convertirse en objetivo del terrorismo y la violencia orquestados por el régimen iraní.

Esta cancelación se produce dos años después de que un acto similar sufriera un atentado con bomba perpetrado por agentes iraníes en Francia. También se produce días después de que el presidente francés, Emanuel Macron, conversó por teléfono durante 90 minutos con el presidente iraní, Ebrahim Raisi, el 10 de junio, y justo antes de una redada de la Policía local en un campamento de Albania donde había disidentes iraníes.

La redada en Albania se saldó con enfrentamientos entre los miembros del campamento y las autoridades locales, en los que murió una persona y decenas resultaron heridas. Tras la redada, se informó que el material informático incautado en el campamento se había enviado a las autoridades iraníes, lo que podría revelar información sensible sobre redes de disidentes en el país..

El NCRI presentó un recurso legal contra la cancelación de la protesta que hicieron las autoridades francesas, lo que llevó a un tribunal de París a anular la prohibición apenas unos días antes de la protesta programada. No obstante, la decisión de las autoridades francesas refleja un motivo de preocupación mayor para los disidentes iraníes en el exilio.

Estos acontecimientos se producen en el contexto de las conversaciones entre el régimen iraní y Occidente, con el trasfondo de un panorama cambiante en el que los países occidentales están reevaluando su postura hacia los grupos exiliados que se oponen al régimen iraní, influidos por acuerdos políticos y presiones del Gobierno iraní.

En mayo, Irán condujo un intercambio de prisioneros, y liberó a un trabajador asistencial belga a cambio de una persona implicada en el atentado contra el NCRI. Además, los informes indican que el régimen ha mantenido «conversaciones secretas» con la administración Biden sobre su programa nuclear. Este enfoque estratégico de represión en el interior y búsqueda de concesiones mediante el terrorismo y las negociaciones en el exterior ha prolongado la sobrevivencia del régimen durante décadas.

Abdul Reza Farajirad, exembajador de Irán en Noruega y Hungría, dijo que la cancelación formaba parte de una decisión más amplia de las potencias europeas de hacer concesiones a Irán, incluida la represión de las organizaciones disidentes que viven en el extranjero.:

Europe does not want to fall behind if the US and Iran finalize a pact. So, they want to prepare the scene for collaborations for when Iran and the US reach an agreement.

Europa no quiere quedarse atrás si Estados Unidos e Irán ultiman un pacto. Así que quieren preparar el escenario de colaboraciones para cuando Irán y Estados Unidos lleguen a un acuerdo.

A fines de 2022, las conversaciones directas entre los líderes mundiales y el régimen iraní parecían casi imposibles, ya que el régimen carecía de legitimidad y parecía destinado al fracaso.

Sin embargo, algunos consideran ahora que estas conversaciones dan al régimen una sensación de legitimidad, y también son un medio para acallar las voces disidentes iraníes. Desgraciadamente, el curso habitual de los negocios entre Occidente y Teherán ha significado a menudo que los derechos humanos y la lucha por el cambio democrático en Irán queden relegados a una nota secundaria, cuando no completamente eliminados de la narrativa en cuestión.

Los críticos ya han destacado que el alivio económico beneficia desproporcionadamente al líder supremo de Irán, lo que puede considerarse una prueba de que el alivio de las sanciones resultante del acuerdo nuclear puede prolongar sin querer la vida del régimen.

A pesar de estos acontecimientos, los iraníes, dentro del país y en el extranjero, siguen organizándose, impulsados por la creencia de que es solo cuestión de tiempo que el próximo catalizador desencadene la siguiente ola de protestas.

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