El editor del periódico opositor ruso Novaya Gazeta, el premio nobel Dmitry Muratov habló en el Foro Global de Medios de Deutsche Welle en Bonn, Alemania, el 20 de junio. Según escribe DW, hizo un llamado para liberar a los presos políticos en Rusia, desde Alexei Navalny hasta el periodista estadounidense Evan Gershkovic. Tatiana May, escritora y popular usuaria de Facebook, transcribió el discurso de Muratov a partir de la grabación en video. Global Voices lo ha traducido del ruso.
«Vivo y trabajo en Moscú, y no tengo los medios para entregarte información. Por la prohibición de la palabra «guerra» en Rusia, emplearé el término «infierno». Justo ayer, la oficina del fiscal general de Rusia declaró al Grupo de Derechos Humanos Agora como una organización indeseable, prácticamente la catalogó como enemigos del pueblo por su trabajo con prisioneros políticos. En consecuencia, incontables personas que habían recibido ayuda legal de Agora podrían quedarse ahora sin asistencia jurídica.
Mientras tanto, cando venía para acá, comenzó el juicio del líder opositor y político Navalny, que se llevó a cabo en los confines de su celda de prisión. Enfrenta muchos decenios en prisión por sus actividades políticas, los procedimientos judiciales son secretos para los medios. Durante los últimos 10 años, se han observado tendencias alarmantes en el sistema judicial ruso, en particular, el aumento significativo de juicios a puerta cerrada, que prohíben la entrada a los medios. La cantidad anual de tales casos ha aumentado de mil a 25 000, mientras que la tasa de absoluciones en los tribunales rusos se mantiene en un mero 0.01%. Si tienes alguna otra pregunta sobre el sistema judicial, dímelo. Estos acontecimientos derivan de lo que se conoce como una operación militar especial [GV: tras las manifestaciones contra la guerra en Rusia y el escrutinio de los pocos medios independientes que quedaban, el Gobierno ruso respondió con represión al desacuerdo e imposición de legislación represiva que prohíbe efectivamente el uso de la palabra «guerra» para describir la invasión rusa a Ucrania], lo que ha llevado al desmantelamiento del sistema judicial.
«Ucrania y Rusia nunca se reunirán de nuevo…»
Aunque la operación militar especial sigue, varios de sus resultados ya se han hecho evidentes. En primer lugar, Ucrania y Rusia nunca se volverán a reunir; sus pueblos nunca serán considerados fraternales, especialmente cuando un lado constantemente asume una posición de superioridad. Otra consecuencia es una revelación geográfica dentro de Rusia. En caso de que no estés al tanto, Rusia ya no se alinea con Europa, ya que la ventana que los conectaba se ha sellado por completo, metafóricamente hablando. La Iglesia ortodoxa rusa también ha experimentado una transformación. Ha respaldado la operación militar especial y ha comenzado a propagar la aceptación de la muerte. Parece que el mandamiento «No matarás» pronto será considerado con profundos fallos. El nuevo sentir religioso implica aceptar la muerte por el bien de su país en lugar de valorar la vida para el país. Permíteme compartir una cita, una súplica sincera para comprensión, de un destacado líder religioso. El difunto Archipreste Vasiliev racionalizó por qué las madres derraman lágrimas al recibir los cuerpos sin vida de sus hijos caídos, e insinúa que si estas madres hubieran evitado usar anticonceptivos, habrían dado a luz a más hijos, lo que reduciría el impacto de desgarradoras despedidas. Esta perturbadora expresión se hizo abiertamente en televisión.
En una nota contrastante, el sacerdote Ioann Koval enfrenta la destitución de su posición clerical porque sustituyó la palabra «victoria» por «paz» en su oración. Mi suposición es que el padre Ioann se ha alejado de la institución de la Iglesia pero se ha acercado más a Dios.
Una nueva generación
Además, debemos abordar la pérdida de toda una generación. La nueva generación, nacida durante la era de Gorbachev y después, no está preparada para hacer sacrificios. Mientras esta generación se esfuerza por dar forma al futuro, las autoridades rusas persisten en sus intentos de reparar el pasado. Es una generación extraordinaria y excepcional, compuesta por profesionales expertos y personas con una profunda empatía. Muchos han dejado su patria, a menudo permanentemente. Colegas, les resultará interesante saber quiénes de ellos partieron para siempre. Incluso llevan a sus mascotas, lo que ha generado que aumente 26 veces el registro de microchips para mascotas a medida que las personas emigran. El número de jóvenes que se van de Rusia ha aumentado de 700 000 a un millón. Se niegan a participar en actos de violencia, ni desean ser sus víctimas. Preservar esta generación es de suma importancia, para Rusia, y para todos nosotros. Necesitan ayuda y deben ser considerados un valioso activo. Asegurémonos de que sus tarjetas bancarias permanezcan activas y no permitamos que caigan en el olvido.
La pregunta que resulta más desafiante, aquella que me hacen con frecuencia, se refiere al silencio del pueblo ruso. ¿Por qué no se levantan en protesta? ¿Implica esto que todos los rusos son esclavos por naturaleza? Me niego a evadir esta pregunta y, a la vez, planteo una propia. ¿Dónde se puede alzar la voz? ¿Dónde se puede protestar? Las reuniones están prohibidas. Hay 600 presos políticos languideciendo en cárceles, con 20 000 casos contra defensores de la paz. Trescientos medios independientes han sido clausurados. Ningún parlamentario apoya la paz. Esas personas confinadas dentro de los muros de la prisión merecen nuestro máximo respeto, compasión y un ferviente deseo de ayuda.
«Algunas historias breves»
He llegado aquí para contar algunas historias breves, porque aún hay tiempo. Oficialmente, aprovechando la asociación del periódico con el Premio Nobel y la Cruz Roja, hice una solicitud. Solicité a la estimada Cruz Roja que pusiera fin al tormento infligido a Alexei Navalny, encarcelado líder de la oposicipon extraparlamentaria. De los últimos dos años y medio, ha pasado 165 días en prisión, en una prisión dentro de la prisión, un lugar donde las personas quedan reducidas a ser vivos muertos. La Cruz Roja respondió que no podían intervenir, ya que su líder se encontraba actualmente en Siria. in embargo, en ese mismo momento, su líder estaba en la oficina del Ministro de relaciones exteriores, Sergei Lavrov.
El diputado local Aleksey Gorinov recibió una condena de siete años por pronunciar una palabra de cinco letras que no se puede decir en Rusia. Esta palabra es la primera de la novela de Leo Tolstoy, y la segunda palabra es «paz». Gorinov tiene 61 años, es un científico aquejado de graves problemas de salud. Consideró apropiado expresar que una batalla sangrienta no es momento para competencias de dibujos infantiles. Por eso, fue sentenciado a siete años tras las rejas.
Poco antes de este veredicto, Gorinov había acogido a un perro callejero. Después de su condena, el perro no permitía que nadie se acercara, y murió por la angustia y la falta de alimento. Puedes preguntarte si es apropiado que hable sobre la difícil situación de un solo perro en medio de esta terrible tragedia. Quiero asegurarte que sí es apropiado, porque en esta historia, los animales demuestran ser más nobles que los jueces y más nobles que los verdugos.
A nuestro colega Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal, lo conocen todos en Moscú. Ama el país donde trabaja y es un periodista excepcional. Nunca ha actuado como espía. Sin embargo, fue encarcelado por espionaje. Anteriormente, el periodista Ivan Safronov fue sentenciado a 25 años por el mismo delito. Les ruego, políticos, que levantemos nuestras voces enérgicamente. ¿Están dispuestos a intercambiar prisioneros políticos en sus países por aquellos encarcelados en prisiones rusas?
El político Vladimir Kara-Murza, uno de los arquitectos de la ley Magnitsky, fue sentenciado a 25 años en campos de trabajo. Puedes recordar cuando se impusieron sanciones a funcionarios rusos por su participación en corrupción. Fue Vladimir Kara-Murza quien preparó esta ley. El juez Sergei Podoprigorov, que fue sancionado en ese momento, condenó a Magnitsky a su desaparición. Cuando entro a la sala del tribunal, aunque el proceso es a puerta cerrada, vio algo escalofriante. ¿Adivinan a quién veo presidiendo el juicio de Kara-Murza? Al propio juez Podoprigorov. Y él dicta una sentencia de 25 años a Kara-Murza, ¿no es esto un acto de venganza?
La condición física de Kara-Murza se está deteriorando y ha perdido 20 kilos. Solo ha estado en prisión un año hasta ahora… Entonces… ¿puede alguien ayudarnos a hacer que nuestras voces se escuchen?… Durante un año, a Kara-Murza se le ha negado la oportunidad de hablar siquiera con sus tres hijos, ni una sola vez..
Lilia Chanysheva, hermosa mujer de 40 años, está atrapada en este calvario. Su delito es haber participado en política en la oposición de Navalny. No ha dañado ni robado a nadie; no es una violadora. Es una activista cívica. ¿Has visto alguna vez cómo llevan a las personas a la locura por amor e injusticias? Lo he visto aquí. Su esposo está perdiendo la cordura. Cada día, la espera en las puertas de la prisión con flores. En sus últimas palabras, Lilia no habló de ella. Solo pronunció una palabra para sí misma. Dijo: «Si me condenan, me encarcelan, no tendré la oportunidad de dar a luz a un hijo. Denme la oportunidad de ser madre».
El juez Bekchurin no concedió a Chanysheva esa oportunidad. Recibió una sentencia de siete años y medio. La crueldad ahora se ha convertido en patriotismo estatal, y el mal ha sido glorificado como heroísmo.
Zhenya Berkovich y Svetlana Petriychuk fueron arrojados a prisión acusados de terrorismo. Su obra, que recibió el más alto galardón teatral de Rusia, el premio teatral «Máscara de Oro», fue criticada por un experto que afirmó que estaban «contra la naturaleza centrada en el hombre del Estado ruso». ¿Qué significa estar contra un Estado centrada en el hombre? Significa oponerse a la construcción de un Estado dominado por hombres en Rusia. El feminismo y el pacifismo han sido considerados actos criminales. Enfrentan una sentencia desalentadora mientras permanecen encarcelados.
Además, numerosos nazis de extrema derecha discuten abiertamente el origen judío de Berkovich. Durante más de 30 años, no ha habido oficialmente antisemitismo de Estado en Rusia. Por supuesto, Putin no es antisemita y nadie puede acusarlo de serlo. Sin embargo, han surgido neonazis que ahora tienen influencia en el panorama político de Rusia que , emergen de las sombras.
Hoy alguien me preguntó si la magnitud de la represión se compara con la de la era de Stalin. Ciertamente no, en términos del número de arrestos, y mucho menos de ejecuciones. Pero la represión tiene una característica particular. La represión ocurre cuando nadie sabe a quién podrían atacar esta noche.
Lucha por el futuro
Ha llegado el momento de concluir. Actualmente, se está librando una batalla por el futuro, una lucha por lo que está por venir… una pelea por el tipo de sociedad que deseamos tener. El enfrentamiento es entre la junta y los ciudadanos libres. Quizás el jefe de la compañía militar privada más influyente, el multimillonario supergerente Yevgeny Prigozhin, delineó el programa de la junta. Permítanme recordarles su contenido.
«Detengan la construcción de puentes y teatros. Toda la nación debe centrarse en las fábricas de defensa. Rusia debería emular temporalmente a Corea del Norte. Traigan de vuelta a los hijos de la élite desde el extranjero a Rusia. Implementen una movilización general. Cierren las fronteras».
Sí, este es el programa de una junta militar. Sin embargo, será un nuevo tipo de junta, lograda sin derrocar al actual presidente. Será un golpe de Estado sin transferencia de poder. Permítanme aclarar que cuando se hacen afirmaciones sobre el nivel de apoyo a Putin, cuando se dice que nadie lo apoya, es falso. La generación mayor apoya a Vladimir Putin. Ellos forman su columna vertebral. Tiene a alguien en quien confiar: la generación de ancianos abandonados que anhelan experimentar la vida nuevamente y contribuir a la grandeza de su patria. Putin comprende esto muy bien.
Entonces, ¿quién se opone a esta posible junta, a estas personas armadas? Paradójicamente, solo la capacidad de decir la verdad puede enfrentar a hombres armados que luchan por el poder. ¡Les insto a que no permitamos que se cierren YouTube o Wikipedia! Esta representa nuestra última oportunidad para acceder al contenido creado por periodistas. En el siglo XIX y principios del XX, envenenaban palomas mensajeras para evitar que el Ejército recibiera informes. Ahora, se intenta desmantelar YouTube, Wikipedia y los servicios VPN que eluden la censura. Curiosamente, ahora son los ingenieros quienes lideran la lucha por la libertad de expresión, ingenieros que enfrentan a dictadores. Este es el elemento clave del movimiento contra la guerra.
Por último, les pido un minuto de su tiempo. ¿Puedo tener un minuto? Gracias. UNICEF, organización de protección a la infancia de Naciones Unidas, está lista para abordar y facilitar el regreso de los niños ucranianos a sus familias y su tierra natal. Sé que tanto Rusia como Ucrania ven esto con buenos ojos. Apoyemos los esfuerzos de UNICEF para asegurar que los niños ucranianos puedan reunirse con sus padres.
Otro punto a abordar es la comunicación entre Ucrania y Rusia. Solo dos funcionarios pueden entablar un diálogo directo: el comisionado de Derechos Humanos de Ucrania, Dmitry Lubinets , y la comisionada de Derechos Humanos de Rusia, Tatyana Moskalkova. Algún día, se hará una película sobre ellos que mostrará cómo, a pesar de estar en lados opuestos de un feroz conflicto y servir a diferentes presidentes, han logrado facilitar el intercambio de cientos de prisioneros. No se gustan mutuamente, pero están llevando a cabo una tarea inmensamente importante. Apoyemos a estos defensores del pueblo. Incluso en medio de esta situación infernal, debemos esforzarnos por reducir el número de viudas y huérfanos.
¿Tendremos la oportunidad de encontrarnos…?
En la s dos últimas semanas de junio, la televisión rusa ha mencionado, en 200 ocasiones, la posibilidad y el potencial uso de armas nucleares. Doscientas veces. En dos semanas. Se siente como un anuncio de comida para perros. Seguimos son saber si Vladimir Putin presionará o no el botón. ¿Tendremos la oportunidad, como dijo el soldado Schweik, de reunirnos a las seis de la tarde después de la guerra? ¿Cuándo es «después»? ¿Y surgirá esa oportunidad? Sin embargo, vivamos este tiempo restante con dignidad. Les imploro, Deutsche Welle, que apoyen a los brillantes periodistas ucranianos Mstislav Chernov y Evgeny Maloletka y a su equipo de filmación. Han producido una película notable titulada «Veinte días en Mariúpol.» Fueron los últimos periodistas que quedaron en esa ciudad moribunda. El destino de estos reporteros y el destino de quienes documentaron estaban entrelazados. No eran meros observadores; eran parte de la tragedia. Los periodistas ucranianos tienen como objetivo establecer un premio para los cineastas documentalistas ucranianos que actualmente están documentando la tragedia en las líneas del frente. Apoyémoslos. Y quizás, algún día, tendremos una «seis de la tarde después de la guerra».