
La recién estrenada ciudad de Arkadag, en Turkmenistán. Foto del sitio web del Gobierno de Turkmenistán.
El 29 de junio, el presidente de Turkmenistán, Serdar Berdymukhamedov, inauguró la ciudad de Arkadag, ubicada a 30 km de la capital, Asjabad. La ceremonia de inauguración tuvo lugar una vez terminados sus 339 edificios, que incluyen bloques residenciales, oficinas gubernamentales, hospitales, complejos deportivos, escuelas y guarderías. Todos se edificaron en la primera fase de la construcción, que comenzó en 2019. Cuando se acabe la segunda fase, que es la fase final, el país habrá gastado 5000 millones de dólares en la ciudad, que albergará a 73 000 personas en mil hectáreas.
El siguiente video de YouTube relata las festividades organizadas por la inauguración de Arkadag.
La que será la primera «ciudad inteligente» del país recibe su nombre del expresidente, padre del actual, Gurbanguly Berdymukhamedov, que gobernó Turkmenistán entre 2006 y 2022. Berdymukhamedov padre tiene el título de Arkadag, que significa patrón-protector. Turkmenistán es un país con grandes reservas de gas, y también una dictadura prácticamente aislada, famosa por el culto a la personalidad creado por sus dos expresidentes. El país obtuvo su independencia de la Unión Soviética en 1991, y desde entonces hasta 2006 fue gobernado por Saparmurat Niyazov, célebre por hacerse construir una estatua dorada de 12 metros. Durante su gobierno, Berdymukhamedov creó su propio culto a la personalidad, cuya última manifestación es la ciudad de Arkadag.
Este video de YouTube habla sobre el régimen dictatorial de Turkmenistán.
La ciudad se mostró al público cuando el presidente cumplió 66 años. El día de la inauguración, el presidente estaba de viaje en Arabia Saudita cumpliendo con el hach, peregrinación religiosa de los musulmanes. Es curiosa su ausencia en la ceremonia, puesto que fue él quien inició la construcción de la ciudad y ha supervisado personalmente todos los procesos durante los últimos cuatro años, hasta el punto de inspeccionar y elegir los equipamientos deportivos del club de fútbol local.
No obstante, su ausencia física quedó en parte subsanada por varios objetos que extienden el culto a su personalidad. Las festividades comenzaron en el monumento al caballo Akkhan, erigido en honor al caballo Akhal-Teké, el favorito de Berdymukhamedov. El presidente también descubrió el monumento Arkadag, estatua ecuestre de su padre de 43 m. En 2015 se inauguró en Asjabad una escultura similar en bronce cubierta de oro de 24 quilates. El Centro de Salud y Rehabilitación también toma su nombre de Berdymuhamedov padre, así como una fundación benéfica, un periódico, un canal de televisión y un club de fútbol también llamados Arkadag.

Monumento Akkhan de Arkadag, erigido en honor al caballo favorito del expresidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdymukhamedov. Foto del sitio web del Gobierno de Turkmenistán.
El culto a la personalidad no es el principal tema del discurso oficial sobre Arkadag. Las autoridades la promueven como la primera ciudad «inteligente» que usa la última tecnología en información y comunicación en la vida diaria. En la ciudad solo circulan autobuses y autos eléctricos, las luces de tráfico regulan el flujo de vehículos dependiendo de la saturación de las carreteras, y las viviendas están equipadas con tabletas que permiten a los ciudadanos controlar el consumo de agua, electricidad y calefacción. Este último elemento se pudo ver cuando el presidente visitó uno de los apartamentos y observó a un robot aspirador que limpiaba los suelos del pasillo.

Autps eléctricos en Arkadag. Foto del sitio web del Gobierno de Turkmenistán.
El futuro de Arkadag no está claro, dadas las autoritarias y extrañas reglas del Gobierno para sus potenciales habitantes. Se sabe que solo se permite vivir gratis en la ciudad a empleados gubernamentales de menos de 35 años, que podrán mantener sus viviendas si no se les despide en los próximos 10 años. Además, los habitantes tienen prohibido conducir sus vehículos personales por la ciudad: deben dejarlos estacionados fuera de sus límites y usar el transporte público. El sistema de arriba abajo que se ha ejercido durante la planificación y construcción de la ciudad se ha abierto paso en la vida de las personas que llegan a Arkadag. Si esas reglas persisten y proliferan, es probable que Arkadag siga tan vacía como lo está ahora.