
Imagen de Joshua Hoehne. Uso libre con licencia Unsplash.
En Ankara, desde la llegada al poder del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), son permanentes los reparos con el sistema educativo del país. Las intervenciones en el ámbito educativo comenzaron de forma sutil e inclusiva, pero con el paso de los años, fueron reemplazadas por intentos de reformar los planes de estudio con una orientación más religiosa y mecanismos de control más profundos. En la actualidad, expertos independientes aseguran que el sistema educativo turco está deteriorándose. Sin embargo, la intervención estatal no está presente solo en los planes de estudio o en la estructura de la educación. En los últimos años, incluso las ceremonias de graduación se vieron bajo un fuerte escrutinio que, en ocasiones, llevó a que fueran canceladas a pesar de los reclamos de los estudiantes y académicos que pedían que se diera marcha atrás con la decisión.
Protestas y pancartas creativas
El 31 de mayo, los estudiantes de la Universidad del Bósforo recibieron un correo electrónico que les informaba que la dirección de la institución había decidido que no habría ceremonia de graduación colectiva como era tradición al finalizar el año académico. En su lugar, cada departamento debía organizar su ceremonia de forma independiente y en diferentes lugares de la universidad. Según indicó el periódico Diken, este es el segundo año en el que se implementan ceremonias de graduación separadas.
Esta modificación fue implementada, según se cree, para evitar cualquier intento de organización o protesta estudiantil.
En 2022, a pesar de la prohibición, los estudiantes organizaron sus propias ceremonias de graduación colectiva, lo que llevó a las universidades a impedir el acceso a la universidad mediante la cancelación de los carné de graduados. Esto no fue una sorpresa, dado que desde 2021 los estudiantes y el personal académico se han manifestado en contra del nombramiento del nuevo rector, elegido personalmente por el presidente Recep Tayyip Erdoğan.
A pesar de que el controversial rector elegido por el Gobierno, Melih Bulu, ya fue retirado de su cargo, continúan las protestas en la prestigiosa universidad tras la designación de su reemplazo. La universidad tiene un proceso electoral interno minucioso, por lo que las dos designaciones externas fueron consideradas una «violación de la libertad académica ya que obviaron las elecciones rectorales, fue la primera vez que una persona ajena a la universidad llega al puesto de rector desde el golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980″, indicó Gazete Duvar.
A su vez, el intento de cancelar la ceremonia de graduación colectiva de la Universidad Técnica de Medio Oriente (METU) fue anulado a último momento luego de las protestas de los estudiantes. De acuerdo con los informes, la dirección de la universidad decidió seguir adelante con la ceremonia en el estadio universitario. Sin embargo, la institución advirtió a los participantes que todas las pancartas serían cuidadosamente supervisadas. Por razones de seguridad, muchas ceremonias de este tipo fueron canceladas estos últimos años por la preocupación de que los estudiantes criticaran al Gobierno con pancartas o protestas. En 2019, al menos cinco estudiantes de la METU fueron arrestados antes de la ceremonia por miedo a las provocaciones. En 2022, cuando la universidad informó que la ceremonia colectiva de graduación había sido cancelada, la Asociación de Alumnos de la METU emitió un comunicado en el que pedía al rectorado que anulara su decisión. Ante la negativa, el cuerpo docente y los estudiantes decidieron organizar la ceremonia por sus propios medios. El evento contó con fuerte presencia policial y los estudiantes solo pudieron invitar a familiares directos.
Universidades como la METU, Bósforo y otras instituciones progresistas e independientes son conocidas por sus ceremonias de graduación, en las que los estudiantes llevan pancartas con mensajes políticos, culturales y sociales. En 2023, las pancartas que llegaron los estudiantes en la ceremonia de la METU abordaban con humor la deteriorada economía del país, los derechos de la mujer y la calidad de vida. Los graduados del Departamento de Matemáticas exhibieron una pancarta en la que podía leerse: «Nuestras habilidades y conocimiento matemáticos no fueron suficientes para calcular la cantidad de dinero acumulado que luego desapareció que estaba destinado para los sobrevivientes del terremoto». Por su parte, los graduados del Departamento de Física mostraron en su pancarta este mensaje: «Cómo leer la fórmula de Einstein E = mc2 en el contexto de nuestro país: e (inflación, en turco enflasyion) = m (situación actual, en turco mevcut sistem) c (ignorancia, en turco cehalet)2″. Otro mensaje decía: «El nuevo siglo de Turquía será tremendo». La palabra «tremendo» en turco se traduce como «muazzam» y los estudiantes resaltaron las últimas tres letras «zam», que significa «alza de precios» o «aumentos». Una clara referencia irónica a la serie de aumentos de precios que fueron implementados en el país a raíz de las dificultades económicas.
Otro popular gesto de solidaridad de los estudiantes con la comunidad LGBTQ+ fue una gran bandera arcoíris:
ODTÜ mezuniyet töreninde öğrenciler dev gökkuşağı bayrağıyla Devrim’de esti geçti💃💃🌈🌈
Şanın yine yürüyor lubunya 😍🌈💜#ODTÜ
— Üniversiteli Feminist Kolektif (@feministkolektf) July 26, 2023
Los estudiantes provocaron una revolución durante la ceremonia de graduación de la ODIT con una gran bandera arcoíris. Tu gloria marcha de nuevo, lubunya.
Lubunya es un término de la jerga turca que se utiliza para hacer referencia a quienes se identifican como queer.
En algunos casos, los estudiantes decidieron protestar individualmente, como Melisa Caymaz, que desplegó una bandera arcoíris durante su graduación en la provincia de Usak. Caymaz sufrió amenazas de muerte y humillación pública, y la universidad aseguró que iniciaría acciones legales. El rechazo por la comunidad LGBTQ+ se extiende más allá de las universidades. Cuando una escuela primaria de Estambul decoró una pared con arcoíris para una ceremonia de graduación, despidieron al director y a una maestra luego de que el exalcalde de Ankara, İbrahim Melih Gökçek, comentó el incidente en Twitter:
BU KADIN ÖĞRETMENSE DERHAL AÇIĞA ALINMALI…
ÇOCUKLARIMIZI EŞCİNSELLİĞE İTENLER ÇOCUKLARIMIZIN KATİLLERİDİR,.. https://t.co/qEVvBL6Z0m
— İbrahim Melih Gökçek (@06melihgokcek) June 16, 2023
Este es de la escuela primaria de Emirgan..
¿A qué problema nos enfrentamos?
¿Cómo son estas personas?
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Si esta mujer es maestra, debe ser despedida inmediatamente. Quienes empujan a nuestros hijos hacia la homosexualidad son los asesinos de nuestros hijos.
Para el exalcalde, todo aquello que aluda a los colores del arcoíris es propaganda LGBTQ+. Otro de su tuits tuvo estaba dirigido a un hospital en la provincia de Kocaeli, que tenía paneles exteriores pintados con colores vívidos. En términos generales, bajo el mando de AKP, parte de la narrativa que utilizan los políticos locales, y que incluye al presidente Erdoğan, está centrada en los valores familiares y en la representación del colectivo LGBTQ+ como una amenaza para estos valores. El partido gobernante siempre ha visto a esta comunidad como un «virus» y un «veneno».
Educar generaciones devotas
Por más de diez años, los expertos turcos en educación independiente han alzado la voz acerca del deterioro del sistema educativo. Argumentan que están transformando el sistema educativo actual para que pueda alinearse con los objetivos del Gobierno de educar «generaciones devotas» y forjar una «nueva Turquía». Esto se remonta a 2012, cuando al mando del entonces primer ministro Erdoğan, se reemplazó sin consulta ni debate alguno, el antiguo sistema en el cual la educación obligatoria consistía en cinco años de escuela primaria y tres de secundaria (5 + 3), por fases de cuatro años para primaria, secundaria y preparatoria (4 + 4 + 4). Aunque a primera vista podría parecer progresista, elevar a cuatro los años de educación obligatoria obligó a los niños a comenzar la educación religiosa a una edad más temprana. A su vez, permitió que las escuelas secundarias fueran reemplazadas por las «escuelas imam hatip», institutos de formación profesional para imames y predicadores, y que solo ofrecen educación islámica para estudiantes de ese nivel. En 2014, la implementación de exámenes de admisión centralizados para todas las escuelas secundarias y preparatorias fue otro de los cambios que introdujo el Gobierno, que «llevó a que las escuelas religiosas dejaran de ser una opción y se convirtieran en instituciones centrales del sistema educativo», según al columnista Orhan Kemal Cengiz. Esto ocurre porque si un estudiante no logra alcanzar un determinado puntaje que le asegure la entrada a una escuela pública, no tiene más opción que matricularse en una escuela imam-hatip, explicó Cengiz. De acuerdo con una investigación de Reuters de 2018, el gasto en las escuelas imam-hatip se duplicó ese año, y el número de matriculados se quintuplicó. Desde entonces, se han creado gran cantidad de estas escuelas.
En 2016, el Gobierno también introdujo una nueva medida que requería que todos los aspirantes a docentes aprueben un examen evaluativo oral. Diversos sindicatos educativos criticaron este examen por su estructura sospechosa e irrelevante. Si bien el examen también se practica en otros países, en Turquía era el principal método para determinar si un aspirante podía convertirse en docente.
Las nuevas medidas llegaron un mes después del fallido golpe de Estado militar de 2016. Luego de este, más de 100 000 personas fueron suspendidas o despojadas de sus puestos de trabajo, entre las que estaban más de 30 000 docentes y 5000 académicos y decanos, entre otros. Muchos consideraron que las purgas en las universidades eran el intento del Gobierno para lidiar con los disidentes, sobre todo en las universidades en las que no tenía ningún control.
En 2016, Erdoğan consiguió el derecho de asignar rectores universitarios que hubieran sido previamente elegidos por el cuerpo académico de cada institución. En 2017, la teoría de la evolución fue eliminada de la currícula de las escuelas turcas pese a las críticas. En julio de 2023, el ministro de Educación, Yusuf Tekin, sugirió que debían crearse escuelas solo para niñas, aunque tuvo que retractarse debido a las protestas de la población.
Sin embargo, el Gobierno no puede ver el impacto a largo plazo de estos severos mecanismos de control. Debido a las purgas que siguieron al fallido golpe de Estado, así como también a la creciente polarización, muchos profesionales han emigrado o lo están considerando. Bekir Agirdir, director de la consultora de investigación Konda, destacó en una entrevista con BNE Intellnews que, aunque la fuga de cerebros no es nueva, las razones son políticas en su mayoría.