
Imagen de Arzu Geybullayeva
El 24 de julio, las compañías Limak Holding e İÇTAŞ Enerji, vinculadas con el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP), comenzaron a cortar árboles en el bosque Akbelen, en la provincia de Muğla, suroeste de Turquía. La acción se dio luego de que el Ministro de Agricultura y Bosques otorgó cerca de 74 hectáreas (740 000 metros cuadrados) de bosque a YK Energy —empresa conjunta constituida por Limak e İÇTAŞ— para extraer lignito en abril de 2021. Dado que la tala comenzó a fines de julio, varios vecinos del pueblo İkizköy hicieron una vigilia en la zona acompañados por activistas ambientales, representantes de los partidos de la oposición y grupos que protegen y conservan la naturaleza.
Cerca de 300 organizaciones se congregaron para apoyar el pedido presentado por los vecinos el 28 de julio para frenar las actividades mineras en el lugar. Publicaciones periodísticas indican que la policía local los reprimió con gas lacrimógeno y cañones de agua, mientras que cerca de 40 personas fueron arrestadas a finales de julio.
El 30 de julio, desde la oficina del gobernador de Muğla se anunció que el trabajo para limpiar el bosque había finalizado, y en la misma declaración se describe a la resistencia como «provocadora» y «desagradable». Además, prometen rehabilitar el área con 130 000 árboles jóvenes, algo que los activistas consideraron inútil. En una declaración de prensa, el presidente de la Asociación de Guardabosques de Turquía (TOD), Hüsrev Özkara, dijo que la promesa de plantar árboles jóvenes para reemplazar a los ejemplares talados, que tienen entre 60 y 90 años, parece una broma. Por otro lado, no se sabe cuál es el total de árboles que han sido cortados, aunque los ambientalistas estiman que serían cerca de 65 000.
Mientras tanto, las acusaciones formuladas contra los manifestantes de que son provocadores también surgieron en una declaración presentada por Devlet Bahçeli, líder del Movimiento Nacional (MHP), partido de ultraderecha aliado del oficialista AKP. Bahçeli, de 75 años, agredió verbalmente a los manifestantes, los llamó delincuentes y terroristas que intentan «destruir la paz interna» de Akbelen. Irónicamente, los habitantes del pueblo y quienes les dieron su apoyo acusaron al Gobierno de hacer lo mismo. Por otra parte, a pesar de la declaración de la oficina del Gobierno local, el desmonte continuó. Además, se informó de la presencia de bloqueadores de señal, y también de la violencia ejercida sobre los manifestantes que a esas alturas ya se habían multiplicado y difundido su información en línea.
Conoce a las mujeres de la resistencia
Poco después de que comenzaran a talar los árboles el 24 de julio, un grupo de mujeres del pueblo İkizköy se transformaron en el símbolo de la resistencia local. En este video, explican sus razones y cuentan del gran dolor que les provoca la destrucción del bosque:
Fui y abracé los árboles, los besé. Cada vez que cortaban un ejemplar, era como si perdiera un brazo, como si se nos arrebataran a nuestros hijos. A pesar de todo nuestro esfuerzo para detenerlos, no pudimos. Nos sacaron del lugar por la fuerza, nos arrastraron y lastimaron.
Las residentes del pueblo de İkizköy estamos haciendo una vigilia con el fin de luchar por el futuro de nuestro país, así no desaparece, así nuestro territorio y nuestra tierra no se desvanecen y podemos tener aire para respirar y agua para beber, y no perder nuestro pueblo. Es por es q6e estamos aquí. La mina de carbón significa muerte, pobreza y nuestro final. La tierra para nosotras es pan, agua y aire. Si hay árboles, entonces hay vida y agua, y podemos respirar.
En un video, se ve cómo una de las mujeres pide que se frena la destrucción. «Si hay algo que puedes hacer por mí, por favor, detén esta tala», decía la mujer al borde del llanto. «Pueden hacer lo que quieran —rociarnos con gas lacrimógeno, arrestarnos— pero estamos aquí para no movernos. Si de todas maneras moriremos por lo que están haciendo. Dedicamos 70 u 80 años de nuestras vidas a hacer crecer estos árboles», dijo otra mujer dirigiéndose a los militares que estaban allí para frenar a quienes intentaban detener la tala.
A esta joven activista la filmaron cuando ponía el cuerpo para evitar que la Policía se acercara a los manifestantes:
¡Intervención para aquellos que quieren detener la tala de árboles y proteger el bosque!
Después de que Kemal Kılıçdaroğlu, que vino en busca de apoyo, entrara en la zona de corte del bosque de Akbelen, la gendarmería intervino muy duramente con las personas que querían entrar con él.
Se dice que hay heridos, incluidos diputados. Hay dos personas detenidas.
La gente de İkizköy no se rinde, ¡tú tampoco te rindes!
¡Intervención para quienes quieren detener la tala de árboles y proteger el bosque!
Kemal Kılıçdaroğlu vino a buscar apoyo, entró en la zona de tala del bosque de Akbelen, la Policía intervino muy duramente con quienes quisieron entrar con él.
Se dice que hay heridos, incluidos parlamentarios. Hay dos personas detenidas.
La gente de İkizköy no se rinde, ¡tú tampoco te rindes!
En otro video, que circuló en línea, se ve a cinco mujeres sentadas en piso empapadas luego de que las rociaran los camiones hidrantes. La Policía se detuvo solo cuando se quedó sin agua.

Captura de pantalla del reportaje sobre bosque Akbelen del canal de noticias Tele1.
Deniz Gümüşel, consultora en políticas ambientales y climáticas, estuvo brevemente detenida y publicó una foto que muestra los moretones que le quedaron luego de la represión.
¡Pondremos este mundo patas arriba con nuestros brazos magullados!
¡No piensen que no pediremos cuentas de las torturas infligidas a Deniz Gümüşel por defender el bosque de Akbelen!
Porque, ¡podemos hacerlo! 💪
La lucha para preservar el bosque
Desde 2019, los habitantes del pueblo de İkizköy han estado intentando detener la desforestación del bosque de Akbelen, localizado cerca de su pueblo. Pero, en Turquía, la preservación de los espacios verdes no ha sido una prioridad del gobernante AKP que nunca desarrolló políticas ambientales sólidas.
Las medidas de mano dura tomadas en 2013 contra un grupo de ambientalistas que estaban intentando frenar la destrucción del parque parque Gezi marcaron un hito para el gobierno del AKP: demostró su arista contra el ambiente. Desde ese momento, diversas protestas surgieron en todo el territorio de Turquía. En muchas ocasiones quienes organizaban y representaban aquellas disputas eran lugareños que intentaban proteger los espacios verdes que quedan y poner un freno a nuevas centrales eléctricas. Pero, con un gobierno que no tiene una visión ecologista y que prioriza la economía a expensas del ambiente y permite que corporaciones codiciosas se llenen los bolsillos a costa de los ciudadanos, la defensa del ambiente es una lucha que llegó para quedarse. La deforestación que comenzó el 24 de julio es un ejemplo descarado de toda esta situación. Mientras tanto, las compañías que están detrás de la destrucción fueron las se negaron a cumplir una primera orden judicial que las obligaba a suspender el proyecto.
La magnitud de la destrucción de las zonas forestales en los últimos 10 años en la provincia de Mugla fue recientemente documentada en el medio local Fayn Studio. En este video, se puede observar cómo la destrucción se acrecentó sin que mediaran responsabilidades. Mientras tanto, la lucha por frenar la tala sigue vigente.