Captura de pantalla del YouTube channel de NewsMaker.

Durante muchos años, Valery y Valentin han vivido en la tierra natal de Valentin, Chişinău, capital de Moldavia. Después de huir de Rusia por la guerra y la creciente homofobia, se están adaptando a estar juntos sin preocuparse de que puedan ser arrestados por el mero hecho de ser gais. En una entrevista con el medio moldavo NewsMaker, hablaron de su experiencia de vivir en una Rusia homofóbica, lo diferente que es Moldavia en este sentido, que su huida se aceleró a causa de la movilización declarada, y que en Chişinău, por primera vez en sus vidas, participaron en un evento del Orgullo e incluso presentaron una solicitud para registrar su matrimonio. Global Voices reproduce el video de la entrevista con transcripciones acortadas con autorización de NewsMaker.

El video comienza con un fragmento de la declaración de Vladimir Putin de 2020, cuando dijo que los jóvenes podrían elegir sus preferencias y orientación sexual en Rusia.

Sin embargo, Vladimir Putin mintió, una vez más. En 2020 ya se apreciaba un aumento de la homofobia en Rusia. La primera ley contra la propaganda LGBTQ (que prohibía mencionar las relaciones LGBTQ a menores de 18 años) se adoptó en 2013. En 2022, Putin aprobó y firmó una ley que prohibía toda mención de relaciones LGBTQ a cualquier persona y en cualquier entorno (define imprecisamente todo lo relacionado con LGBTQ como «propaganda»). En la actualidad, también se ha aprobado una ley contra las personas trans. Por lo tanto, el Gobierno ruso ha estado alimentado la homofobia durante años.

Los protagonistas de esta historia cuentan cómo la propaganda estatal homofóbica influye en la gente. Contaron que unos vecinos los atacaron dos veces sin razón, simplemente por ser gais.

Estos jóvenes decidieron pedir asilo en Moldavia por todo el odio y las leyes represivas, por estar contra la invasión rusa de Ucrania y por no querer estar obligados a ingresar en el Ejército. Aunque Valentín nació en Moldavia y tenía todo el derecho de vivir allí, Valery tuvo que vivir un complicado proceso para llegar allí.

La historia de su asilo no fue sencilla. Valery fue detenido en el aeropuerto de Chişinău cuando intentaba escapar del servicio militar (Valentin ya estaba en Chişinău en ese momento). La idea era que Valery se uniría a él, pero se le negó la entrada en el aeropuerto. Tras la detención de su pareja, Valentin llamó a la Oficina de Migración y solicitantes de asilo de la República de Moldavia para pedir ayuda, y le explicaron que su pareja podía pedir asilo en la frontera. Valery lo hizo y se le permitió entrar al país, donde ha estado viviendo desde septiembre de 2022. Aunque la vida como solicitante de asilo nunca es fácil, los hombres afirman que se sienten más libres en Moldavia:

У меня полностью пропала какая-то фоновая тревога здесь, есть ощущение спокойствия; здесь есть ощущение безмятежности; здесь есть ощущение Свободы. Ты чувствуешь это, когда ты просто выходишь на улицу. Когда ты смотришь на небо, когда ты видишь людей вокруг. Здесь просто все действительно намного спокойнее, размернее. и свободнее ощущается, это очень-очень приятно. Вот это считывается и в людях это считывается, просто на уровне каких-то ощущений, которые ты улавливаешь, здесь это очень здорово. Также мне очень нравится, что люди вовлеченные, в том числе ты видишь, как страна улучшается как будто бы с каждым днем здесь.

Aquí he perdido la ansiedad por completo. Aquí hay sensación de calma y de tranquilidad. Aquí hay sensación de libertad. Estas sensaciones las sientes cuando sales. Cuando miras al cielo, cuando ves a la gente alrededor. Todo aquí es realmente mucho más tranquilo, ordenado y libre. Es una sensación muy agradable. Es algo que se puede sentir, y también es evidente en las personas y en las sensaciones que se perciben. Estar aquí es realmente genial. También me gusta mucho que la gente se involucra y se puede apreciar cómo el país mejora cada día.

Aunque Moldavia ha sido un país candidato para entrar en la Unión Europea desde junio de 2022, todavía existen algunas normas homofóbicas en vigor. Una señala que Moldavia no permite los matrimonios entre personas del mismo sexo. Valery y Valentin solicitaron un certificado de matrimonio, pero no se lo dieron. Planean llevar el asunto a los tribunales y, con suerte, crear un precedente para que en su sociedad se declare oficial y se les dé el mismo trato y los mismos derechos que a una pareja casada.

Explicaron su objetivo a los trabajadores de la administración municipal, que cuestionaron por qué los hombres tendrían que casarse de manera oficial:

Мы объяснили, что то что нам нужно – класс зарегистрированный, что дальше мы понимаем что нам откажут, потому что законодательство сейчас не предусмотрено для подобного рода отношений. Мы хотим с этим отказом обратиться в суд и как бы чтобы нам выделили грубо говоря вот эти вот партнерства гражданские То есть как бы речь даже не про брак. А В первую очередь про партнёрство которые позволят нам распространить права Э друг на друга Ну то есть совместное владение имуществом а-а совместные какие-то покупки чтобы меня допустили там до самое простое в больницу если с ним что-то или со мной случится чтобы мы друг другу смогли попасть как не чужие люди друг другу.

Explicamos que lo que necesitamos es una situación legalmente reconocida, y más allá de esto, entendemos que se nos negará porque la legislación actual no permite estas relaciones. Sin embargo, queremos impugnar esta negativa judicialmente y, en cierto modo, establecer estas asociaciones civiles, por así decirlo. En otras palabras, ni siquiera se trata del matrimonio en sí, sino de sociedades que permitan extender nuestros derechos. Bueno, como la propiedad conjunta, las compras conjuntas, que me permitan, por ejemplo, entrar en el hospital si algo le pasara a mi pareja o a mí, para que pudiéramos estar allí el uno para el otro, no como dos extraños.

La entrevista completa de la pareja está disponible en el sitio web de NewsMaker's y también en el canal de YouTube.