A los 93 años muere Michael Anthony, el «escritor más longevo» de Trinidad y Tobago, quien plasmó vívidamente la vida caribeña

El fallecido escritor trinitense Michael Anthony (arriba izquierda) en la presentación de la adaptación cinematográfica de su novela «Green Days by the River» en 2017. La hermana de Anthony, Anelize Lemessy (abajo izquierda) y su sobrino nieto Kerron Lemessy, que trabajó en la película (arriba derecha). Foto cortesía de Rose-Marie Lemessy-Forde, usada con autorización.

Uno de los guardianes más fieles de las historias de Trinidad y Tobago, el querido escritor e historiador Michael Anthony, falleció el 24 de agosto a los 93 años. Aunque estaba enfermo, seguía sintiendo pasión por el potencial creativo de su país y fue un generoso mentor de escritores jóvenes.

Junto con el historiador Gérard Besson, fallecido un mes antes, el 25 de julio, Anthony era el hombre con el que había que hablar cuando se trataba de historia local, pues había escrito libros como The Making of Port of Spain (La creación de Puerto España) y el muy citado Towns and Villages of Trinidad and Tobago (Ciudades y pueblos de Trinidad y Tobago). Anthony nació en 1930 en el pueblo de Mayaro, en la costa sureste de Trinidad y siempre se interesó por las fuerzas que contribuían al cambio y al desarrollo, y los consiguientes efectos en la vida de las personas, temas que exploraría en sus obras de ficción.

De izquierda a derecha: Sonny, el hermano mayor de Michael Anthony; Anelize, su hermana; y el autor, conocido como «Sonnyboy», en la celebración del cumpleaños de su hermana. Foto cortesía de Rose-Marie Lemessy-Forde, usada con autorización.

Pasar sus años de formación en un lugar tan idílico sembró en él la semilla de la escritura: quería describir la belleza del paisaje para que otras personas la disfrutaran. El hecho de haber nacido en el seno de una familia creativa en la que se valoraba la lectura (hablaba con un entusiasmo poético sobre la importancia de las bibliotecas para la juventud y la necesidad de leer para ampliar el vocabulario) también contribuyó a desarrollar su vocación de escritor. Su familia lo llamaba cariñosamente «Sonnyboy» y había una broma que decía que Michael escribía novelas mientras que su hermano Sylvester –que se convirtió en un popular calipsonista conocido por el sobrenombre de «The Mighty Zandolee»– escribía obscenidades (canciones descaradas a menudo llenas de doble sentido sexual).

La carrera de Anthony empezó formalmente a los 23 años, cuando el periódico Trinidad Guardian publicó algunas de sus poesías. Un año después, en 1954, viajó a Inglaterra, donde trabajó en la agencia de noticias Reuters y comenzó a escribir relatos cortos que aparecían en el famoso programa literario de radio de la BBC «Caribbean Voices«.

El programa lo acercó a literatos de la talla de Samuel Selvon, Kamau Brathwaite, V. S. Naipaul y Derek Walcott. Es más, cuando postuló al programa, su compatriota Naipaul, recién salido de la Universidad de Oxford, había sido designado como productor. En una entrevista reciente con el Trinidad and Tobago Express, Anthony recordó haber enviado a Naipaul algunos de sus escritos para que los tuviera en cuenta:

He sent for me and he said, ‘Mr. Anthony, your short story has possibilities, but promise me you will not write another poem.

Me llamó y dijo: ‘Señor Anthony, su historia tiene posibilidades, pero tiene que prometer que no escribirá otro poema».

Anthony siguió el consejo de Naipaul y se convirtió en uno de los escritores más queridos y prolíficos de Trinidad y Tobago, hasta bien entrada su vejez. Después de que «Caribbean Voices» dejó de emitirse en 1958, Anthony probó suerte con la novela y escribió «The Games Were Coming» (Venían los juegos), una historia sobre la madurez ambientada en los Juegos del Sur, que se publicó en 1963. Como corredor de 400 metros, la preparación para este tipo de competición era un tema que Anthony conocía a la perfección, y esa autenticidad se refleja en la novela. Fue un autor que siguió el principio «escribe sobre lo que sabes».

Dos de los libros más populares de Anthony: ‘The Year in San Fernando’ (ficción), y ‘Towns and Villages of Trinidad and Tobago’ (no-ficción). Foto de Janine Mendes-Franco, usada con autorización.

Dos años después publicó la que quizás sea su novela más conocida, «The Year in San Fernando» (El año en San Fernando), de carácter semiautobiográfico. Le siguió Green Days by the River  (Días verdes junto al río) en 1968. Ese mismo año, Anthony abandonó la «madre patria», tras comprobar que los fríos inviernos ingleses deterioraban su salud. Pasó dos años en Brasil y se instaló definitivamente en Trinidad en 1970. En 2017, casi 50 años después de la publicación de «Días verdes junto al río», la novela fue llevada al cine, como una manera de subrayar su perdurable atractivo, Anthony tenía 87 años y sorprendió a los espectadores con un cameo.

De sus 35 libros, el favorito de Anthony era All that Glitters (Todo lo que brilla) de 1981; historia de engaño y redención ambientada en un pueblo pesquero de Trinidad en la década de 1950.

¿Sabías que Michael Anthony es considerado uno de los historiadores  más importantes de Trinidad? Publicó su primera novela en 1963 y la mayor parte de su trabajo posterior a 1975 consiste en investigaciones históricas sobre su isla nativa, Trinidad.
¿Qué libros de Michael Anthony has leído?

Por WhatsApp, la sobrina de Anthony, Ann Foster, comentó que «justo antes de enfermar, estaba escribiendo sobre el municipio de San Fernando». Lo recordó como un padre de familia cuyo otro gran amor era Mayaro, lugar donde será enterrado según sus deseos. «Nos encantaba charlar con él sobre los buenos tiempos», recordó. «Lo extrañaremos porque escribía sobre nosotros y sobre nuestra forma de vivir».

Su obra, escrita en un estilo sobrio pero elegante, estaba entre las favoritas de los lectores trinitenses y caribeños. Era un hombre humilde que evitaba ser el centro de atención; sin embargo, el reconocimiento llegó: recibió la Medalla Humming Bird (Oro) en 1979, premio nacional por su contribución a la literatura; un premio Guggenheim y un doctorado honoris causa en Letras de la Universidad de las Indias Occidentales en 2003.

Ese mismo año, la Autoridad del Sistema Nacional de Bibliotecas e Información de Trinidad y Tobago (NALIS), como reconocimiento a la importancia de la obra de Anthony en el panorama literario local, dotó a la biblioteca de su natal Mayaro de una colección completa de su obra y en 2005 adquirió algunos de sus últimos documentos, que se conservan en la principal biblioteca del país, en Puerto España. En 2012, NALIS le concedió el Premio Literario de por Vida. En 2022, la comunidad de Mayaro homenajeó al autor en la primera entrega de premios al legado nacional.

El profesor Kenneth Ramchand, amigo de Anthony,  escribió en Facebook y dio información sobre un evento de NALIS que homenajeó al autor en julio de 2023:

Michael Anthony is our oldest living writer and our most prolific.
His work springs from the rich subtle life of the people and the landscape of this place.
He writes in the simple secret language of the island.
He has never been distracted from being native and authentic.
His work becomes more and more relevant every day.

Michael Anthony es nuestro escritor vivo más longevo y prolífico.
Su obra emerge de la rica y sutil vida de la gente y del paisaje de este lugar.
Escribe en el sencillo lenguaje secreto de la isla.
Nunca ha dejado de ser nativo y auténtico.
Su obra es cada día más relevante.

Sobre la muerte de Anthony, su familia emitió el siguiente comunicado:

Michael was an icon and a giant in the literary world and his legacy is deeply woven into the tapestry of our nation, which he loved so dearly.

Above all, Michael was an adoring husband, father and grandfather and we will miss him deeply.

Michael fue un ícono y un gigante de la literatura mundial, y su legado está entretejido en el tapiz de nuestra nación, a la que tanto amaba.

Por sobre todas las cosas, Michael fue un esposo, un padre y un abuelo adorable: y lo extrañaremos muchísimo.

También contaron que el día de su fallecimiento, el autor estuvo rodeado de sus hijos y de otros miembros de su familia, que le dieron una serenata con la canción «La rosa de Mayaro», que el propio Anthony compuso.

La comunidad comenzó  a enviar sus condolencias en línea. El trinitense Nigel A. Campbell publicó una foto de la primera edición estadounidense del primer libro de Anthony y añadió:

A critic said that his writing could be understood by the everyman, not as profound as Naipaul or as daring as Selvon. Yet, he delivered classics. He was ours. He was his own industry, self-publishing his later books. And prolific. […] Like many in the pantheon of West Indian writers, he ventured to the centre of Empire to be a part of the publishing world. And he succeeded. […] Our childhood stories and memories are forever part of the global well of literature thanks to you.

Un crítico comentó que su escritura estaba dirigida al hombre común, que no era tan profunda como la de Naipaul ni tan atrevida como la de Selvon. Sin embargo, él entregaba clásicos. Era nuestro. Se convirtió en su propia industria y autopublicó sus últimos libros. Fue prolífico. […] Como muchos en el panteón de los escritores caribeños, se aventuró al centro del Imperio para formar parte del mundo editorial. Y lo consiguió. […] Nuestras historias y recuerdos de la infancia forman parte de la literatura para siempre gracias a él.

En nombre de la Unión de Escritores de Trinidad y Tobago, June Aming publicó:

Michael Anthony you will be missed for you did not go gently into the night but scorched the skies with your blazing pen.

Michael Anthony, te extrañaremos porque no te adentraste suavemente en la noche, sino que abrasaste los cielos con tu pluma ardiente.

Leslie-Ann Joan Boiselle, entusiasta del carnaval cuya foto aparece en la portada del único libro de Anthony sobre la fiesta nacional anual de Trinidad y Tobago, recordó al autor como «un [caballero] afable, de porte tranquilo»:

Thank you for your sterling contribution to the literary and artistic fabric of our country.

Gracias por su valiosa contribución al tejido literario y artístico de nuestro país.

La cineasta Son Du publicó la última foto de ella y Anthony, y alabó la constante curiosidad del autor y su sed de conocimiento:

I suppose it’s only fitting that the last time I saw you we were at the National Archives. Rest in peace, Michael Anthony. Thank you for your tireless service to our Sweet T&T. #icon #masterhistorian

Supongo que es lógico que la última vez que te vi estuviéramos en los Archivos Nacionales. Descansa en paz, Michael Anthony. Gracias por tu incansable servicio a nuestra dulce Trinidad y Tobago

Por WhatsApp, el publicista de Jamaica Ian Randle resumió elocuentemente la relevancia de Anthony:

Michael Anthony's unique contribution to Caribbean writing was to depict adolescent and rural life in a way that no other writer has done. He did so with a simplicity of style that was a reflection of his own personality and lifestyle. He might not have been the darling of literary critics but he will go down as probably the most widely read Caribbean writer of our generation.

La contribución única de Michael Anthony a la escritura caribeña consistió en describir la vida adolescente y rural como ningún otro escritor. Lo hizo con una sencillez que era el reflejo de su propia personalidad y estilo de vida. Tal vez no fuera el preferido de los críticos literarios, pero probablemente pasará a la historia como el escritor caribeño más leído de nuestra generación.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.