Matan a estudiante de doctorado de Gabón en la cuarta mayor ciudad de Rusia

Captura de pantalla del video de YouTube en el que François Ndzhelassili llamaba a participar en una jornada de lectura en la biblioteca local. Fuente: canal de vídeo oficial de la administración municipal en YouTube.

François Ndzhelassili, estudiante de posgrado de Gabón, fue asesinado en Ekaterimburgo, una de las ciudades más grandes de Rusia, en lo que parece ser un asesinato por racismo. Este hecho ha ocurrido en un momento en el que Rusia es un paria en Occidente debido a la brutal invasión de Ucrania y Putin se ha volcado en buscar apoyo en el hemisferio sur.

El número de estudiantes internacionales de África que estudian en universidades rusas ha aumentado. Pero ¿cuál es la situación en un país en el que todavía deben aceptar que existe un problema con el racismo? Global Voices exploró la situación en la que se han encontrado los estudiantes de países africanos, en la URSS y en la Rusia actual.

El 18 de agosto de 2022, François Ndzhelassil, estudiante de 32 años de la Universidad Federal Estatal de los Urales, fue apuñalado con un cuchillo. Murió a causa de las heridas.

El asesinato tuvo lugar en Burger King de la intersección de las calles Malysheva y Marzo 8, en el propio centro de Ekaterimburgo. Ndzhelassil fue al café con una chica. Según testigos presenciales, el conflicto entre el estudiante y los otros visitantes borrachos en el Burger King estuvo motivado por odio racial.

Un medio local citó a Ray, nativo de Gabón y amigo de François, que contó que el 17 de agosto, François fue a un club con sus amigos a celebrar la fiesta nacional de su patria. Luego fue al Burger King con una de las chicas que conocía, donde dos visitantes borrachos empezaron a acosarlo.

«Lo llamaban ‘negro’ y solo querían deshacerse de él», afirmó Ray.

Según contó, Ndzhelassili era un excelente estudiante —en 2022 fue el estudiante del año en la universidad—. Se dedicaba al baile, al fútbol y al boxeo. Los padres de François también habían vivido mucho tiempo en Rusia.

«(Los padres) confiaban en Rusia, así que enviaron a sus hijos a estudiar aquí. Ahora su padre y su madre son mayores, ¿cómo se les puede decir que su hijo mayor murió de esta manera?, ¡¿por qué nos odia la gente?!»,  escribe Ray en los medios regionales.

El 19 de agosto, un tribunal de Ekaterimburgo arrestó a Danil Fomin, de 23 años, durante dos meses en espera de investigación por el asesinato de Ndzhelassili. Se acusó a Fomin de «asesinato» en virtud del artículo 105 del Código Penal de la Federación de Rusia, que prevé penas de prisión de hasta 15 años. Fomin admitió su culpabilidad.

Un usuario de X (antes Twitter) pide a medios y activistas que presten atención al caso:

El gran Hova está en la zona de medios.
Sobre el asesinato de un estudiante de Gabón y el odio racial en Rusia. deja de pensar en el Evgeny Prioghin por un minuto, esto es muy importante.»Sobre el caso». Quién mató a Prigozhi | A dónde fue Surovikin | Nueva redistribución de bienes.
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Si no tienen tiempo, asegúrense de ver este segmento más adelante en la grabación sobre el asesinato de François Ndzhelassili y antes de que dijeran NO BASTA. Ahora con lo ocurrido a Prigogine, me temo que a todos les importará un carajo. UN RACISTA HA ASESINADO A UN HOMBRE Y OTROS RACISTAS ESTÁN RECOLECTANDO DINERO PARA UN ABOGADO. ESTO ESTÁ JODIDO.

La grabación de la que habla este usuario de X es la transmisión del canal de Mediazona en YouTube que incluyó un artículo sobre el asesinato.

Este es solo el último de una serie de casos destacados de asesinatos y ataques por motivos raciales en Rusia en los últimos 20 años.

Desafortunadamente, como dijo en una entrevista Natalia Yudima, experta en el  centro analítico SOVA que se ocupa de estadísticas sobre casos criminales y racismo, no existen estadísticas a nivel estatal sobre crímenes de odio y crímenes por odio racial en el país. Según los propios cálculos de SOVA, estos delitos tuvieron una tendencia descendente entre 2017 y 2018, cuando se realizó la entrevista. En 2007 hubo cientos de personas asesinadas al año, unas 300 víctimas; en 2018 se contabilizaron 57 agresiones y cuatro personas asesinadas.

Sin embargo, una atmósfera de odio y de agresión se propaga actualmente en televisión nacional y medios sociales debido a la agresión rusa hacia Ucrania.

Una larga historia de estudiantes africanos en Rusia

La historia de estudiantes africanos en Rusia (y antes, en la URSS) es extensa. Los primeros estudiantes del continente africano llegaron a la URSS en cantidades significativas durante el periodo de descolonización en muchos países africanos a finales de la década de 1950 en busca de una educación asequible. Según African Diaspora Journal y el investigador Maxim Matusevich, «los soviéticos necesitaban africanos para mejorar su reputación y popularidad en el Tercer Mundo, mientras que los africanos ansiaban acceder a una educación gratuita».

Entre 1959 y 1961, el número de estudiantes africanos en la URSS se multiplicó casi por diez, de 72 a más de 500, y finalmente llegó a unos 5000 al final de la década. En 1990, poco antes del colapso soviético, la cantidad de africanos en el país incrementó a 30 000, cerca del 24% del total de estudiantes extranjeros. Sin embargo, no solo enfrentaron discriminación racial, también enfrentaron problemas a nivel administrativo: estos estudiantes no podían formar ninguna unión, tenían restricciones en los viajes dentro de la URSS, restricciones en las citas con chicas rusas y otras medidas administrativas restrictivas.

En cuanto a los asesinatos y agresiones por motivos raciales en la Unión Soviética, algunos están bien documentados. Uno fue la muerte de un estudiante ghanés en Moscú en diciembre de 1963, que muchos estudiantes africanos sospecharon que fue un homicidio. Esto provocó una protesta organizada por los estudiantes en la Plaza Roja (protesta nunca antes vista en la URSS). En 1964 y 1965, los estudiantes africanos en la URSS informaron de frecuentes ataques racistas, peleas con jóvenes soviéticos e incluso que se sentían obligados a «llevar cuchillos para protegerse». Sin embargo, el racismo cotidiano, siempre presente en la Rusia soviética, fue reprimido por el sistema comunista. Un ghanés que estudió en Rusia a principios de la década de 1960, dijo a la BBC que pensaba que no existía racismo en la URSS: «El homicidio de un estudiante ghanés fue un incidente aparte». afirmó. «No debes olvidar que la mayoría de los rusos eran amigables con nosotros. Nos invitaban a visitarnos y algunos incluso nos casamos con mujeres soviéticas».

No es una coincidencia que África se haya presentado siempre como inferior, a través de la visión paternalista del «hermano mayor». Como ejemplo, Matusevich cita una caricatura soviética muy popular y una canción conocida por generaciones de soviéticos: Chunga Changa. Representa a niños y animales que llevan una vida despreocupada en una isla africana.

Чунга-чанга! Синий небосвод!
Чунга-чанга! Лето – круглый год!
Чунга-чанга! Весело живем!
Чунга-чанга! Песенку поем!

Чудо-остров, чудо-остров!
Жить на нем легко и просто!
Жить на нем легко и просто!
Чунга-чанга!
Наше счастье постоянно –
Жуй кокосы, ешь бананы!
Жуй кокосы, ешь бананы!
Чунга-чанга!

¡Chunga-Changa, el cielo es azul!
¡Chunga-Changa, el verano dura todo el año!
¡Chunga-Changa, vivimos alegres!
¡Chunga-Changa, cantamos una pequeña canción!
¡Oh, qué isla milagrosa, isla milagrosa!
¡Es tan fácil vivir aquí!
¡Es tan fácil vivir aquí!
¡Chunga-Changa!
Somos felices
¡Comiendo cocos y plátanos!
¡Comiendo cocos y plátanos!
¡Chunga-Changa!
(Entin 2008)

Esto resultó contraproducente cuando la vida en la URSS, o la Rusia de la década de 1990, se volvió dura y el resentimiento incrementó. «La frecuente representación de África como un lugar de existencia despreocupada, donde a la gente (y lindos animales de dibujos animados) les importa poco o nada el ‘mañana’ fue lo que convirtió a África en un chivo expiatorio listo para el descontento popular», escribe Matusevich. A finales de la década de 1980 y comienzo de la década de 1990, muchos africanos comenzaron a sentirse inseguros en las calles.

El número de estudiantes internacionales disminuyó drásticamente en la década de 1990, pero comenzó a incrementar de nuevo a mediados de la década siguiente. Como afirma Kommersant, en 1990, el número de estudiantes internacionales en la URSS alcanzó los 126 500 (lo que la convirtió en el tercer destino más popular después de Estados Unidos y Francia). La educación se impartió en 120 ciudades y el 70% de los extranjeros estudiaban en la Federación Rusa.

El colapso de la URSS condujo a una marcada reducción en el número de estudiantes extranjeros. En 1992, había 39 400. En 1996, la afluencia comenzó a incrementar. En 2001, ya había 61 400, y en el año académico 2012-2013, había 164 800 extranjeros.

La BBC entrevistó a estudiantes de países africanos que estudiaron en Moscú a mediados de la década de 2000. Los estudiantes contaron a los periodistas sobre grupos de cabezas rapadas que los acosaban y el racismo que vivían cada día en las calles de la ciudad. El etíope Zenebe Kinfu dijo: «Entre 2000 y 2005, los cabezas rapadas perseguían literalmente a los estudiantes. Luego la situación mejoró. No es que haya menos cabezas rapadas. Más bien, los africanos hemos aprendido de las condiciones existentes en Moscú. Las embajadas y la Policía rusa han desarrollado un sistema con el que los extranjeros se mueven por la ciudad en determinada ruta. Por ejemplo, nunca aparecemos en estados deportivos donde hay tipos agresivos».

Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con quedarse en casa. «Para mí, como estudiante negro, la universidad es el único lugar seguro en Moscú», dijo Zakia Kunge, ghanés que estudió en Moscú cuando se realizó la entrevista. «Pero no puedo estar sentado en mi habitación todo el tiempo. Necesito ir a la tienda, visitar a mis amigos… Así que cada vez que voy a la ciudad, solo espero que no me pase nada malo».

Últimamente, el Gobierno ruso trata de atraer a más estudiantes de países africanos como parte de su enfoque hacia el hemisferio sur por el apoyo perdido en otros territorios.

En 2023, según el Ministerio de Educación y Ciencia, había casi 35 000 estudiantes africanos en universidades rusas, de los que 6000 tenían becas que cubrían las tasas de la matrícula.

No se sabe si François Ndzhelassili tenía beca. Completó los programas de pregrado y posgrado en el Instituto de Economía y Gestión en la Universidad Federal Estatal de los Urales, y luego  ingresó en los estudios de doctorado del Departamento de Economía y Gestión Ambiental.

La gente de Ekaterimburgo creó un monumento con flores en la calle para François y el club de fútbol donde jugaba está reuniendo fondos para su familia. Al mismo tiempo, según Radio Liberty, el proyecto antifascista Antifa ru descubrió que en uno de los mensajes de Telegram de neonazis, en el que se publicaban videos de ataques racistas, empezaron una colecta para financiar un abogado para Daniel Fomin, arrestado bajo sospecha de asesinar a Ndzhelassili.

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