Historia de una persona transgénero en una ciudad ocupada en Ucrania

LGBTQ_Kherson_Occupation

Imagen de Valeo Kopysov para Global Voices, usada con autorización.

Esta historia forma parte de una serie de ensayos y artículos escritos por artistas ucranianos que decidieron permanecer en el país luego de la invasión rusa el 24 de febrero de 2022. Esta serie se produce en colaboración a Folkowisko Association/Rozstaje.art, gracias a la cofinanciación de los Gobiernos de Republica Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia a través de la subvención del Fondo Internacional de Visegrado. El objetivo del fondo es promover ideas para una cooperación regional sostenible en Europa Central.

Maksym Chernov, 22, se identifica en Instagram como un queer punk y abolicionista vegano que lucha por la eliminación de la esclavitud, tanto formal como informal. Durante nueve meses vivió em Kherson, entonces ocupada por Rusia, y sobrevivió porque apenas salía a la calle. Algunos otros miembros de la comunidad LGBTQ+ tuvieron menos suerte: durante la ocupación, las fuerzas rusas secuestraron a varios activistas LGBTQ+, se llevaron a una mujer lesbiana a un bosque y la amenazaron, y dispararon a un gay en la pierna tras encontrar la aplicación Hornet (una red social queer) en su smartphone.

‘Quienes llevan látex’

Maksym Chernov en una persona transgénero no binario (usa el pronombre el) que ha escuchado repetidamente estereotipos ofensivos e injustos sobre su identidad de género, que a menudo surgen por falta de conocimiento. Una vez, antes de una conferencia de la organización benéfica feminista ucraniana LGBTQ+, Insha (forma femenina de la palabra «otro» en ucraniano), uno de los invitados se burló de los transexuales y los calificó simplemente como «quienes llevan látex». Maksym estaba indignado por esta situación, así que se unió a Insha para ayudar a educar a su comunidad.

—Quiero que la sociedad sepa de la existencia de los transgénero, y que también los comprendan —dijo.

En 2019, Chernov empezó a dirigir debates en Insha. No le gusta la palabra «conferencia», prefiere ofrecer temas y animar a los participantes a pensar y debatir entre sí.

Las conversaciones sobre las personas transgénero se complican por la estigmatización social, y además por las ideas binarias sobre género y sexualidad. Por ejemplo, los oyentes han dado los siguientes argumentos: «El género es innato, natural, fisiológico» o «Una verdadera mujer no querría convertirse en hombre».

Junto con el equipo Insha, Chernov planeaba ampliar el programa educativo, pero la invasión rusa se lo impidió.

Chernov estaba acostumbrado a almacenar los suministros necesarios, por lo que se las arregló para hacerlo antes de la guerra. La noche del 23 de febrero, estaba trabajando con su computador cuando oyó explosiones. Aunque había previsto la posibilidad de bombardeos, los sonidos lo sorprendieron: «Fue impactante. Mi confianza en la gente se tambaleó una vez más».

Tras cuatro días de ofensiva, los rusos rodearon Kherson.

LGBTQ_Kherson_Occupation

Imagen de Valeo Kopysov para Global Voices, usada con autorización.

Mientras las fuerzas armadas de Ucrania defendían la ciudad, los ciudadanos estaban preparándose para «encontrarse con» al enemigo en la ciudad: los voluntarios estaban preparando cocteles Molotov, y los soldadores preparaban obstáculos contra los tanques. La conmoción de Chernov dio paso al letargo. Al principio, no salía de casa: «No podía hacer nada. Solo pensaba en que moriría pronto». Con el tiempo, llegó a la aceptación: no moriría tan pronto como pensaba, así que necesitaba seguir viviendo. Cuando se aventuró a entrar en un supermercado para reponer sus provisiones, solo encontró pinzas para la ropa: los habitantes de Kherson, presa del pánico, habían comprado todo.

El 1 de marzo, continuaban las peleas en las calles de la ciudad, pero en dos días los rusos tomaron el edificio de la Administración Regional del Estado de Kherson.

Cacería humana

Durante la ocupación, por temor a las detenciones y la violencia de los rusos, los habitantes intentaron evitar salir de sus casas. Los derechos humanos básicos estaban amenazados, por lo que Chernov consideró que no tenía sentido centrarse específicamente en la opresión LGBTQ+ durante la ocupación. En medio de las violaciones de los derechos humanos cometidas por Rusia, «¿de qué derechos adicionales, por así decirlo, no básicos podemos hablar?», preguntó retóricamente. Conociendo las políticas homofóbicas del Estado ruso, los miembros de la comunidad LGBTQ+ extremaron las precauciones para evitar a los ocupantes. dijo Chernov:

Те, що людина належить до ЛГБТ спільноти, російські військові могли дізнатися лише, якщо цілеспрямовано шукали інформацію про цих людей. До того ж якийсь херсонський гомофоб міг знайти когось з ЛГБТ-спільноти, натовкти йому пику, і ніхто йому нічого за це не зробить, адже в місті не було поліції.

El Ejército ruso solo podía averiguar que una persona pertenecía a la comunidad LGBT si buscaban deliberadamente información sobre esas personas. Además, algún lugareño homofóbico podía encontrar a una persona LGBT, darle una patada en la cara, y nadie haría nada al respecto porque no había policía en la ciudad.

En mayo de 2022, los ocupantes irrumpieron en las oficinas de Insha, destrozaron muebles, robaron material de oficina y destruyeron material de temática LGBTQ. El centro ucraniano LGBTQ+, Nash Svit (en ucraniano, nuestro mundo), escribió en su informe que un lugareño dirigió a los ocupantes hacia el centro comunitario. Pero Maryna Usmanova, de Insha, duda de esta afirmación: «Nunca nos hemos escondido. Tenemos una oficina en el centro de la ciudad. Si buscas en Google ‘LGBT Kherson’, aparece nuestra dirección». Pero Chernov sí está de acuerdo en que los activistas LGBTQ+ fueron perseguidos. Los rusos recopilaron datos y buscaron a los miembros de la comunidad, por lo que algunos acabaron «en el sótano» (expresión ucraniana que hace referencia a los combatientes rusos y sus colaboradores locales que utilizaban los sótanos como cárceles improvisadas para detener y torturar a los disidentes y a quienes tenían opiniones proucranianas). En un caso cubierto, los rusos retuvieron durante dos meses al activista LGBTQ+ Oleksiy Polukhin en un centro de detención local.

La vida cotidiana bajo la ocupación

Chernov pasaba todo su tiempo en casa, en el centro de la ciudad: tejía, dibujaba y bordaba, y a veces publicaba en las redes sociales para mantener el control del mundo exterior… hasta que los rusos cortaron la conexión móvil ucraniana. Chernov esperaba que la red se reparara, pero pasaron semanas y la conexión no se restableció. Finalmente, tuvo que rendirse y comprar una tarjeta SIM rusa, pero los rusos habían bloqueado Facebook, Instagram, YouTube y casi todas las aplicaciones ucranianas.

—Me he dado cuenta de que no estaba prestando atención a la realidad, le perdí contacto. Por eso empecé a grabar y escribir mis observaciones desde la ciudad ocupada —dijo Chernov.

A pesar de tener los medios para ocuparse en casa, Chernov quería un propósito mayor. Siempre le preocupó la contaminación ambiental, y en 2021 trabajó en el primer centro de clasificación de residuos de Kherson. Supuso que hablar de ambiente y consumo responsable podría ser más seguro que el activismo LGBTQ+.

En uno de los canales locales de Telegram, Chernov publicó una invitación a una conferencia gratuita sobre un estilo de vida responsable con el ambiente. Como respuesta, recibió un único mensaje: «¿Eres tonto? ¿Qué clase de cuestiones ambientales importan ahora? Alístate en el Ejército». Maksym preguntó a la persona si estaba en el Ejército, pero respondió que se había marchado de la ciudad.

La conferencia no llegó a celebrarse, pero Maksym siguió cuidando del ambiente, como hacía antes de la guerra, clasificaba la basura y compostaba los residuos orgánicos.

Evacuación

Durante toda la ocupación, no hubo ni un «corredor verde» en Kherson. Todos los que querían marcharse lo hacían por su cuenta o con la ayuda de organizaciones no gubernamentales..

La carretera atravesaba docenas de puestos de control rusos donde se registraba e interrogaba minuciosamente a quienes pasaban. Les preguntaban si tenían familiares o conocidos en las fuerzas armadas ucranianas, los desnudaba y registraban para determinar si tenían tatuajes patrióticos, que según los rusos eran prueba de ideales 2nazis».

La organización benéfica Insha evacuó a más de 200 mujeres y personas LGBTQ+ a territorio controlado por Ucrania. La esposa de un soldado ucraniano se dirigió a Insha para que la ayudara a marcharse tras haber sido violada en banda por un grupo de rusos. Maryna Usmanova dijo que Insha se puso en contacto con un voluntario local que estaba sacando a gente en un bote de remos. Le dijo que la llevaría a la una de la madrugada desde uno de los muelles. Aunque era peligroso caminar por las calles de noche, todo salió bien: al cabo de un rato, la mujer informó a Insha que se había puesto a salvo.

Chernov no participó activamente en las tareas de evacuación y decidió que no abandonaría la ciudad.

«Sabía que había entre 30 y 40 puestos de control entre Kherson y Mykolayiv. Esta carretera era gravemente peligrosa para una persona corriente, por no hablar de los transexuales. Nadie podía saber lo que se les ocurriría a los soldados rusos que estaban allí». Daba miedo.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania liberaron Kherson el 11 de noviembre de 2022, pero los rusos siguen bombardeando la ciudad casi todos los días desde la parte de la orilla izquierda de la región de Kherson, aún ocupada. Maksym Chernov abandonó finalmente Jerson en marzo de 2023. Al principio, vivió en Olexandria, en la región central de Kirovohrad; en junio, se trasladó a Kiev.

Global Voices publicó una serie de ensayos y relatos escritos por artistas ucranianos que decidieron permanecer en el país tras la invasión a gran escala rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022..

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.