Los periodistas afganos y la libertad de prensa se han visto gravemente afectados por la toma del poder por los talibanes en agosto de 2021. En los tres primeros meses de gobierno talibán, en Afganistán se clausuró el 43% de los medios. De los 10 870 profesionales de medios que trabajaban en las redacciones afganas a principios de agosto de 2021, sólo quedaban 4360 en diciembre de 2021. El 84% de las mujeres periodistas perdieron su trabajo en el mismo periodo, y deben soportar el mayor peso de las restricciones talibanes.
Este video de YouTube muestra la exigencia talibán de que las mujeres periodistas se cubran el rostro en televisión.
La libertad de prensa se ha visto seriamente comprometida. Los talibanes someten a los periodistas a violencia física y detenciones arbitrarias, lo que los obliga a autocensurarse y a guardar silencio sobre cuestiones críticas. Muchos han huido del país, sin perspectivas profesionales y con temor por su seguridad en Afganistán. Sin embargo, a pesar de los problemas financieros y de seguridad, los periodistas afganos siguen informando sobre los acontecimientos y la situación del país, y se adaptan a las nuevas circunstancias.
Global Voices habló con un representante del Centro de Periodistas Afganos (AFJC) para analizar cómo el control y las restricciones talibanes han afectado a los profesionales de los medios y a la libertad de prensa en el país. El principal objetivo del AFJC es defender los derechos de los periodistas y salvaguardar la libertad de expresión en Afganistán. La entrevista ha sido editada para mayor claridad y brevedad.
Nurbek Bekmurzaev (NB): ¿Cuál era la situación de la libertad de prensa en Afganistán antes del régimen talibán? ¿Cómo cambió tras la toma del poder por los talibanes en agosto de 2021?
AFJC: Before the Taliban rule, Afghanistan had a relatively open media environment compared to their previous rule in the 1990s. However, press freedom was still limited due to security challenges, political instability, and intermittent threats. After August 2021, press freedom immediately deteriorated. Journalists began receiving threats from the Taliban, leading to an atmosphere of fear and self-censorship.
Women journalists were particularly affected by the fall of the previous Afghan government, forcing them to lose jobs and stay home due to the new restrictions. The Taliban also implemented measures to restrict engagement with exile media outlets.
AFJC has documented 366 incidents of violations against media freedom during the Taliban's two-year rule. They include three cases of journalists losing their lives, 23 cases of sustaining injuries, 176 detentions involving physical violence and torture, 139 cases of threats, and 25 cases of physical harassment.
Over half of 600 media outlets have ceased operations. A significant number of journalists and media personnel, particularly women, have either lost their jobs or been coerced into leaving the country.
Regrettably, this distressing trend continues unabated. Many media outlets are on the verge of collapse due to a lack of funds and media professionals as well as restrictions imposed on the media.
AFJC: Antes del gobierno talibán, Afganistán tenía un entorno mediático relativamente abierto en comparación con su anterior gobierno en la década de 1990. Sin embargo, la libertad de prensa seguía siendo limitada por los problemas de seguridad, la inestabilidad política y las amenazas intermitentes. Después de agosto de 2021, la libertad de prensa se deterioró inmediatamente. Los periodistas empezaron a recibir amenazas de los talibanes, lo que generó una atmósfera de miedo y autocensura.
Las mujeres periodistas se vieron especialmente afectadas por la caída del anterior gobierno afgano, lo que les obligó a perder su trabajo y quedarse en casa por las nuevas restricciones. Los talibanes también aplicaron medidas para restringir la colaboración con los medios en el exilio.
La AFJC ha documentado 366 incidentes de violaciones de la libertad de prensa durante los dos años de gobierno talibán. Figuran tres casos de periodistas que perdieron la vida, 23 casos de periodistas heridos, 176 detenciones con violencia física y tortura, 139 casos de amenazas y 25 casos de acoso físico.
Más de la mitad de los 600 medios han dejado de trabajar. Un número significativo de periodistas y trabajadores de los medios, especialmente mujeres, han perdido su trabajo o se han visto obligados a abandonar el país.
Lamentablemente, esta penosa tendencia no ha disminuido. Muchos medios están al borde de la quiebra por la falta de fondos y de profesionales, así como a las restricciones impuestas a los medios.
NB: ¿Cómo ha cambiado el trabajo de la AFJC desde la toma del poder por los talibanes? ¿Qué ajustes ha realizado para seguir defendiendo la libertad de prensa y ayudando a proteger a los periodistas?
AFJC: We have had to prioritize the safety and security of our staff and the journalists we aim to assist. We now operate with increased caution and take measures to protect our team members. This covert mode of operation has enabled us to continue our work more discreetly but effectively.
Another adjustment we made is diversifying our services and support mechanisms. We provide regular training on digital security and encryption techniques to help journalists protect their online communications. Additionally, we provide consultation support for journalists who are arbitrarily detained or face charges and to their family on how to deal with such a situation.
Furthermore, we have intensified our advocacy efforts on both national and international levels, to raise awareness about press freedom violations in Afghanistan. AFJC continued the operation of its Afghanistan Press Freedom Tracker as the only platform documenting press freedom violations in the country. We collaborate with international media and press freedom partners to ensure Afghan journalists’ voices are heard worldwide and to exert pressure on the Taliban to respect freedom of the press.
It is crucial to maintain and support the remaining media outlets in Afghanistan. This can be achieved through training programs that enhance journalism skills, or supporting AFJC’s Afghanistan Press Freedom Tracker to help the organization to raise awareness about attacks on journalists, censorship, and other threats.
AFJC: Hemos tenido que dar prioridad a la seguridad de nuestro personal y de los periodistas a los que queremos ayudar. Ahora actuamos con mayor cautela y tomamos medidas para proteger a los miembros de nuestro equipo. Este modo de operar encubierto nos ha permitido continuar nuestro trabajo de forma más discreta pero eficaz.
También hemos diversificado nuestros servicios y mecanismos de apoyo. Impartimos formación periódica sobre seguridad digital y técnicas de cifrado para ayudar a los periodistas a proteger sus comunicaciones en línea. Además, asesoramos a los periodistas detenidos arbitrariamente o acusados, y a sus familias, sobre cómo enfrentar esa situación.
Por otra parte, hemos intensificado nuestros esfuerzos de promoción, a escala nacional r internacional, para dar a conocer las violaciones de la libertad de prensa en Afganistán. La AFJC continuó con el funcionamiento de su Rastreador de la Libertad de Prensa en Afganistán, como única plataforma que documenta las violaciones de la libertad de prensa en el país. Colaboramos con medios internacionales y con socios de la libertad de prensa para garantizar que las voces de los periodistas afganos se escuchan en todo el mundo y para presionar a los talibanes para que respeten la libertad de prensa.
Es crucial mantener y apoyar a los medios que quedan en Afganistán. Esto puede conseguirse con programas de formación que mejoren las habilidades periodísticas, o apoyando el Rastreador de la Libertad de Prensa en Afganistán de la AFJC para ayudar a la organización a dar a conocer los ataques a periodistas, la censura y otras amenazas.
NB: ¿Cómo intentan los talibanes controlar los medios? ¿Cuáles son los principales retos para la libertad de prensa y los medios en la actualidad?
AFJC: The Taliban exerts control over the media through various tactics to mold the narrative according to their ideology and agenda. Under direct control, the Taliban intimidates the media community by threatening and detaining journalists, creating an atmosphere of fear that discourages reporting on their activities. They also monitor media publications, using the General Directorate of Intelligence and the Ministry of Vice and Virtue to punish those who break their media policy.
The Taliban has a presence in journalists’ WhatsApp groups to monitor discussions and provide instructions on adhering to their media policies. Moreover, they impose restrictions on media outlets, limiting their coverage of certain topics.
The Taliban also actively disseminates propaganda through their own radio stations, social media platforms, and websites, aiming to control the narrative, promote their ideology, and discredit dissenting voices.
Press freedom and media outlets face further challenges beyond the Taliban control. Disinformation and fake news are used to undermine the credibility of legitimate media. Furthermore, journalists and media professionals face online harassment, threats, and cyberattacks, which can lead to self-censorship or withdrawal from reporting on certain issues.
AFJC: Los talibanes ejercen control sobre los medios mediante diversas tácticas para moldear la narrativa de acuerdo con su ideología y su agenda. Bajo control directo, los talibanes intimidan a la comunidad de los medios con amenazas y detenciones a periodistas, lo que crea una atmósfera de miedo que desalienta la información sobre sus actividades. También controlan las publicaciones de los medios, utilizan la Dirección General de Inteligencia y el Ministerio del Vicio y la Virtud para castigar a quienes incumplen su política mediática.
Los talibanes están presentes en los grupos de WhatsApp de los periodistas para supervisar los debates y dar instrucciones sobre el cumplimiento de su política de medios. Además, imponen restricciones a los medios, limitan su cobertura de determinados temas.
Los talibanes también difunden activamente propaganda a través de sus propias emisoras de radio, plataformas de redes sociales y sitios web, con el objetivo de controlar la narrativa, promover su ideología y desacreditar a las voces disidentes.
La libertad de prensa y los medios enfrentan otros desafíos más allá del control talibán. La desinformación y las noticias falsas se usan para socavar la credibilidad de los medios legítimos. Además, periodistas y profesionales de los medios sufren acoso en línea, amenazas y ciberataques, que pueden llevarlos a autocensurarse o a dejar de informar sobre determinados temas.
NB: ¿Qué dificultades afrontan los periodistas afganos, especialmente las mujeres, en su trabajo? ¿Qué métodos usan, en su caso, para eludir las restricciones?
AFJC: Afghan journalists confront significant obstacles in their work. Women journalists face even more challenges, stemming from gender discrimination and societal norms. State-run media outlets ban women from participating, with the exception of appearances on private television channels where their faces must remain covered.
Additionally, they are prohibited from interviewing Taliban officials or any other men, while also enduring workplace segregation and restrictions. A complete ban on their work is feared, exacerbating their plight.
To tackle these limitations, Afghan journalists employ various strategies. They often resort to self-censorship to navigate sensitive topics while still providing crucial news coverage.
Many journalists take to digital platforms, anonymously utilizing social media, independent blogs, messaging apps like Whatsapp, and other internet platforms that offer a safer space compared to traditional media outlets. This enables them to reach broader audiences and share perspectives with reduced risk.
Alternatively, some journalists seek refuge abroad or contribute anonymously to international reporting or exiled media outlets.
AFJC: Los periodistas afganos enfrentan grandes obstáculos en su trabajo. Las mujeres periodistas enfrentan retos aún mayores, derivados de la discriminación de género y las normas sociales. Los medios estatales prohíben la participación de las mujeres, con la excepción de las apariciones en canales de televisión privados, donde sus rostros deben permanecer cubiertos.
Además, se les prohíbe entrevistar a funcionarios talibanes o a cualquier otro hombre, y también sufren segregación y restricciones en el lugar de trabajo. Se teme una prohibición total de su trabajo, lo que agrava su difícil situación.
Para hacer frente a estas limitaciones, las periodistas afganas emplean diversas estrategias. A menudo recurren a la autocensura para tratar temas delicados sin dejar de ofrecer una cobertura informativa crucial.
Muchos periodistas recurren a plataformas digitales, usan anónimamente las redes sociales, blogs independientes, aplicaciones de mensajería como WhatsApp y otras plataformas de internet que ofrecen un espacio más seguro en comparación con los medios tradicionales. Esto les permite llegar a un público más amplio y compartir puntos de vista con menor riesgo.
Por otra parte, algunos periodistas buscan refugio en el extranjero o colaboran de forma anónima con medios internacionales o exiliados.
NB: ¿Qué oportunidades de formación existen para los periodistas actuales y futuros en Afganistán?
AFJC: Unfortunately, the Taliban takeover has resulted in a decrease in training opportunities for journalists and media workers and advocacy activities. To ensure the survival and strengthening of Afghan media outlets, it is imperative to support and provide training opportunities for the local media community.
Moreover, universities and journalism schools in Afghanistan should be supported to offer updated theoretical and practical training through internships and hands-on projects. Some international organizations occasionally fund training initiatives to strengthen journalism in Afghanistan.
Providing training programs and support to the journalists inside the country and for those who are in exile instills hope that journalism in Afghanistan can continue to thrive and flourish with continued support and investment.
AFJC: Lamentablemente, la toma del poder por los talibanes ha generado una disminución de las oportunidades de formación para periodistas y trabajadores de los medios, así como de las actividades de promoción. Para garantizar la sobrevivencia y el fortalecimiento de los medios afganos, es imperativo apoyar y ofrecer oportunidades de formación a la comunidad local de medios.
Además, hay que apoyar a las universidades y escuelas de periodismo de Afganistán para que ofrezcan formación teórica y práctica actualizada a través de prácticas y proyectos prácticos. Algunas organizaciones internacionales financian ocasionalmente iniciativas de formación para reforzar el periodismo en Afganistán.
Ofrecer programas de formación y apoyo a los periodistas dentro del país y a los que están en el exilio infunde la esperanza de que el periodismo en Afganistán puede seguir prosperando y floreciendo con apoyo y inversión continuos.