Azerbaiyán mantiene cerradas sus fronteras terrestres y señala al COVID-19 como preocupación

Imagen de Arzu Geybullayeva

Al comienzo de la pandemia de COVID-19, Azerbaiyán cerró todas las fronteras terrestres con sus vecinos Rusia, Georgia, Turquía e Irán (la frontera del país con Armenia lleva cerrada más de 30 años) en un intento de evitar que el virus se propagara aún más debido al creciente número de infecciones. Tres años después, mientras que el mundo y Azerbaiyán levantaron la mayoría o la totalidad de las restricciones relacionadas con la pandemia, el país sigue manteniendo sus fronteras terrestres cerradas al tráfico de pasajeros, al alegar que la pandemia es una amenaza en curso. Esta medida se sostiene a pesar de que el 3 de mayo de 2023 el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que “el COVID-19 ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés public health emergency of international concern)”.
El 23 de junio de 2023 el Estado prorrogó el régimen especial de cuarentena hasta el 2 de octubre de 2023. Al mismo tiempo el presidente Ilham Aliyev afirmó que las fronteras permanecerán cerradas el tiempo necesario para evitar que las personas se enfermen. Sin embargo, el cierre de las fronteras terrestres ha privado a los azerbaiyanos de oportunidades de empleo en los países vecinos, sobre todo Rusia y Turquía; ha impedido a muchos de sus ciudadanos que viven en países vecinos viajar de regreso a Azerbaiyán, dado que la única alternativa que les queda son los costosos pasajes aéreos; y, en algunos casos, ha tenido consecuencias trágicas, como fue el incidente de cuatro estudiantes azerbaiyanos que estudiaban en Turquía y fallecieron durante el letal terremoto de febrero, ya que no podían permitirse comprar los pasajes de avión para viajar a sus hogares.

Fueron otras vacaciones en la universidad. Hace tres semanas, dos amigos y yo regresamos a Bakú. Normalmente, volveríamos a Azerbaiyán sin auto durante las vacaciones del primer trimestre. Pero la independencia de las fronteras terrestres y el valor de las palabras de Akhn les hicieron difícil permanecer en su lugardurante las vacaciones. Esos chicos eran también la esperanza de una familia. Pero esas esperanzas se han esfumado. Y no tenemos ninguna esperanza. Incluso mi madre, que quería cruzar en secreto la frontera de Georgia para ver a su hija, estaba entre cientos de personas.
Hemos tenido grandes recuerdos en cuatro años. Pero la vida somos nosotros. eso es lo que es. La luz esta funcionando.
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Cuatro estudiantes azerbaiyanos murieron en el terremoto de Turquía. Tres de sus amigos ya habían partido hacia Azerbaiyán en avión; sin embargo, ellos no pudieron viajar porque no tenían suficiente dinero.
Cómo las fronteras terrestres estaban cerradas, debieron quedarse en Turquía. Luego se produjo el terremoto.

Ausencia de una razón legítima

Ya en noviembre de 2022 la plataforma azerbaiyana de comprobación de hechos Fakt Yoxla concluyó que “en un momento en que se ha generado la inmunidad colectiva, la infección ha disminuido seriamente, y las reuniones y los eventos masivos están permitidos de manera libre en el país, mantener las fronteras terrestres cerradas no tiene una base legítima y va contra las recomendaciones de la OMS”.

Algunos legisladores también han expresado su preocupación por el cierre persistente de las fronteras, incluidos los que representan al gobernante Partido Nuevo Azerbaiyán. De igual manera también se han manifestado activistas cívicos:

Sólo en tres países siguen cerradas las fronteras terrestres por el coronavirus: Corea del Norte, Turkmenistán y Azerbaiyán.
Ya es suficiente vergüenza para nosotros como azerbaiyanos.

En julio, decenas de activistas políticos salieron a la calle para protestar por el cierre continuo. La Policía no tardó en responder:

Hoy en Bakú: una protesta de la oposición que demandaba la reapertura de las fronteras terrestres fue dispersada por la Policía. Al menos 25 detenidos.
Las fronteras terrestres de Azerbaiyán llevan dos años cerradas sin una justificación oficial sólida, después de que la pandemia se redujo.

Los azerbaiyanos que viven en Georgia se han unido a las demandas para que se abran las fronteras o, al menos, para que se brinden rutas alternativas. El 13 de agosto unos mil ciudadanos firmaron una petición digital dirigida al presidente Ilham Aliyev para que “restablezca como mínimo la circulación reducida a través de la frontera terrestre entre Georgia y Azerbaiyán”.

En marzo de 2022, poco después de que Rusia invadió Ucrania, cientos de emigrantes laborales azerbaiyanos quedaron atrapados en la frontera entre Azerbaiyán y Rusia por la política de fronteras cerradas.

Según un informe de OC Media, la situación actual ha dejado a muchos azerbaiyanos que viven en el país enfrentando graves limitaciones económicas. En una entrevista a OC Media, Farid Mehralizade, economista que vive en Bakú y que cofundó el Colectivo Analítico Agora, afirmó que entre los azerbaiyanos más afectados por el cierre de fronteras están los estudiantes que cursan estudios en el extranjero, los pacientes que reciben tratamiento médico en los países vecinos y los ciudadanos que dependen del turismo. “Ahora que las rutas están cerradas, se ven obligados a utilizar caminos alternativos o directamente no pueden viajar. Como resultado, los gastos han aumentado”.

Y según indica Bloomberg: “Las visitas [de azerbaiyanos] al extranjero en 2022 se redujeron en un 73% por debajo de su nivel en 2019”. Del mismo modo, Bloomberg informa que las restringidas rutas de viaje redujeron a la mitad la cantidad total de gastos de los azerbaiyanos en el extranjero durante 2022, en comparación con el año anterior al estallido de la pandemia.

En una entrevista con la Agencia de Información Turan, el economista y miembro del partido político ReAL, Natig Jafarli, cuestionó la legitimidad de mantener las fronteras cerradas mientras que los viajes aéreos están abiertos a los visitantes. Esto refuta las afirmaciones del Gobierno de que las fronteras permanecen cerradas por la pandemia. “Si estuviera relacionado con el virus, también se suspenderían los vuelos. Por lo tanto, podemos afirmar con seguridad que el COVID-19 no tiene nada que ver. Por el contrario, si está relacionado con cuestiones de seguridad, algo que se dice a menudo, entonces esta explicación también es ilógica porque, nuevamente, el tráfico aéreo también debería cerrarse”, explicó Jafarli en una entrevista en julio de 2022.

Sin embargo, de acuerdo con Jafarli, la ausencia de explicaciones alternativas complica aún más la situación. Según él: “Supongamos que en efecto hay buenas razones para mantener las fronteras cerradas y el Gobierno, por algunas circunstancias, no puede explicar el motivo. En este caso, sería necesario dar a los ciudadanos al menos alguna explicación de por qué las fronteras permanecen cerradas”.

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